XI
BREVE HISTORIA DE LA CRUZ: PASADO,
PRESENTE Y SUSTITUCIÓN FUTURA
La cruz, en realidad, muy lejos de ser dos maderos
cruzados y clavados sin más, supone en si no sólo
una composición lógica que responde al desarrollo
espiritual habido por el hombre a través de los
tiempos, sino un símbolo para la devoción y el
sacrificio.
Su arquitectura, su trazado, se encuentra diseñada
en el firmamento por medio de los signos cardinales
del Zodíaco: Así, conformando el madero vertical,
Cáncer al norte y Capricornio al sur; mientras dando
obviamente respuesta con su madero horizontal, se
encuentran Aries al Este y Libra al Oeste; signos
que, nuevamente, y dos a dos, comprenden ambos
solsticios (norte y sur) y los dos equinoccios (este y
oeste) De este modo, el planeta entero se encuentra
presidido de manera forma permanente por la forma
y bajo el auspicio de la cruz.
La primera parte que evidentemente surgió y fue
adorada por los hombres fue una columna vertical, la
cual representaba la fuerza masculina (el falo),
fuerza generadora positiva. Aparecería con
posterioridad la forma horizontal que, en natural
correspondencia con la fuerza femenina tanto en la
naturaleza como en la mujer. En consecuencia, esta
desigualdad, ya en la posición de los componentes o
partes crucificiales como por la propia naturaleza de
las fuerzas que en litigio se amalgaman para
conformarla, ha venido a constituir la causa de tanto
dolor y sufrimiento en el mundo durante eones de
tiempo, por lo que hasta no relacionarse con Cristo,
en verdad la cruz fue un símbolo de dolor y castigo
por excelencia. (Todavía suele decirse en la vida
diaria y circunstancial: ¡… qué cruz, qué cruz!)
Sin embargo, en el futuro, y antes de que haya dado
término la Edad de Acuario, la próxima, antes del
completo transcurso de 2700 años, la cruz, tal como
la conocemos, y cual símbolo universal, será
sustituida por dos columnas verticales, una al lado
de la otra, nuevo formato que nos dará a entender
que las fuerzas intervinientes, masculina y femenina,
las dos polaridades que configuran la vida, han
conseguido hallar entre ellas la igualdad, quedando
instaurado para siempre el tan anhelado equilibrio
perfecto. (Hagamos notar que, si bien la cruz es
utilizada dentro de la fraternidad masónica, son sin
embargo las dos columnas – con sus nombres
respectivos Jachim y Boaz - el símbolo más utilizado
por ella en los ritos propios de la logia.
De cualquier forma, la cruz se adoró ya en la más
antigua historia por la Humanidad. Así, por ej., la
"serpiente sobre la cruz", símbolo de sabiduría
esotérica, se encuentra en la Gran Pirámide de
Gizéh, puesto que en aquel tiempo su empleo era
corriente. Era llamada "Cruz Ansata" o "llave de la
vida", la cual lleva un círculo en la parte superior,
queriéndonos indicar con ello que el espíritu ha
conseguido liberarse de la materia. Solía ser
enterrada junto a sacerdotes, faraones y reinas.
En cambio, para los hebreos, el símbolo de la cruz
fue la Tau, que quiere decir "vida eterna". Constituyó
costumbre estampar en la frente de los prisioneros
liberados este signo para dar testimonio de que eran
libres e inocentes. E incluso parece ser que fue la
Tau pintada en sangre sobre los umbrales de sus
puertas, cuando la décima plaga egipcia, lo que hizo
que el Ángel de la Muerte librase a sus moradores
de la muerte.
Generalmente ha sido un símbolo adorado en todas
las partes del mundo; los mismos templos de los
druidas fueron construidos con planta cruciforme, y
el caduceo, en esencia, fue una cruz griega o de
brazos iguales. Modernamente, sobre todo en
Occidente, el caduceo se le reconoce como más
certero y acabado por lo que hace a la iniciación.
Hubo un tiempo, también, en que la cruz era
presentada, sobre todo en pintura, con un corderillo
echado junto a ella, composición que venía a
anunciar la venida del Cristo, pues El Cristo, El
Cordero de Dios, no simboliza sino a Aries, (en su
grado 7) el signo en el que vino. Ya, posteriormente,
en el Nuevo Testamento, es llamado por ejemplo "el
buen pastor", o surge la parábola por él presentada
de la "Oveja perdida", alusiones una vez más a la
correspondencia de Cristo con el signo de Aries, sin
perjuicio de la discusión habida en esos tiempos
respecto a que si el símbolo del Salvador debiera
consistir en los peces (Piscis), dado que había quien
afirmaba que el equinoccio vernal de su nacimiento
se encontraba en Piscis y no en Aries. De ahí que
aún la mitra de los obispos, esté conformada en
forma de cabeza de pez.
Sin embargo, lo que es el crucifijo, o sea, la cruz con
Cristo crucificado sobre él, tardaría tiempo en ser
usado, exactamente comenzaría en el siglo VI. Bien,
¿y por qué tuvo lugar de esta manera y no de otra?
Simplemente por lo siguiente: El hombre sacrificó en
los más remotos tiempos a sus semejantes por
motivos religiosos, y, posteriormente habría de
hacerlo con los animales (Altar de los Holocaustos
del Tabernáculo del Desierto), por lo que sólo
cuando Cristo vino dándonos y haciéndonos
comprender el concepto del sacrificio propio, sucedió
que la figura de Cristo fue incorporada a la cruz
anterior para convertirse en símbolo de devoción
universal. De todos modos, digamos que este
símbolo de la cruz con una figura humana sobre ella,
si bien son muy pocos los conocedores de su
significado perfecto, ha sido el emblema de
Iniciación desde los tiempos más remotos.
Como últimas aportaciones, siempre transitorias, en
este pequeño tratado "crucíficial", queremos señalar
que el madero inferior representa al reino vegetal,
pues del centro de la Tierra suben las corrientes
etéricas que envían los Espíritus Grupo de las
plantas para darles vida, fuerza y vigor.
El superior representa al hombre, puesto que las
corrientes vitales que a él le son dadas provienen de
arriba, del sol, las cuales continúan hacia abajo,
pasando por la vertical columna vertebral y de tal
suerte que, el hombre, como bien es conocido en
esoterismo, es realmente "una planta invertida".
Para terminar, decir que el madero del centro, el
transversal, es el que representa al reino animal con
su médula horizontal, dado que las corrientes de sus
correspondientes espíritus colectivos (corrientes que
discurren en el al Mundo del Deseo), viajan
alrededor de la tierra, viaje en el que
necesariamente han pasar a través de las médulas
espinales, y por tanto horizontales, de sus
respectivos protegidos.
Añadir, si cabe, que el proyecto o sombra de la Cruz
– como haremos saber en el próximo apartado - ya
se hallaba cincelado en el trayecto y forma adoptada
antiquísimamente por el Tabernáculo en el Desierto,
comenzando en el Altar de los Sacrificios u
Ofrendas, en su inicio oriental, y terminando en la
parte más occidental o Sanctasanctórum, en cuyo
extremo mismo se hallaba el Arca de la Alianza y la
Gloria del Shekinah.
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del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel
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