Ángeles
Pertenecen a la oleada de vida anterior a la nuestra
en la evolución. Alcanzaron el estado humano
durante el Período Lunar, por lo que siendo
entonces de éter su cuerpo más denso, los Ángeles
son verdaderos expertos en su utilización y
manipulación. En consecuencia, y debido a esta
habilidad, son autorizados instructores del hombre,
de los animales y las plantas tocantes a
las funciones vitales de crecimiento, propagación,
nutrición y otras similares. Dado que el éter es una
sustancia aún no detectable por medio dela vista
física ordinaria, ello hace que sus cuerpos no sean
detectados por la generalidad.
De acuerdo con su oleada de vida, todos los ángeles
han sido humanos, por supuesto, si bien no han
tenido cuerpos semejantes a los nuestros. Su hogar
actual es la Luna. Los niños-ángeles se paren
mucho a los niños humanos, si bien todos tienen
cuerpos hermosos y perfectos. Con el paso del
tiempo nunca llegarán a adquirir apariencia de vejez.
Los Ángeles no mueren como lo hacemos nosotros,
y no hay un tiempo preestablecido para la duración
de su vida; algunos viven dos mil años y otros tres
mil. Una vez que los Señores del Destino estiman
que un ángel ha servido el tiempo suficiente, ese
ángel es llevado a una situación o estado
de descanso durante el cual el espíritu asimila toda
la experiencia que ha acumulado y descansa
durante cientos de años, renaciendo posteriormente
como un ángel-bebé, con los mismos o diferentes
padres – según – para proceder a la liquidación de
sus obligaciones. Permanecen en la Luna durante
más tiempo, ocurriendo asimismo igual en el cielo.
Excepto el átomo-simiente, pierden todos sus
vehículos.
Las leyes que rigen en la Luna son las mismas que
las de aquí. La Ley de Causa y Efecto equilibra
todas las cosas, desde Dios hasta el hombre. Así,
cuando cumplimos una obligación o pedimos un
favor, la ley de Causa y Efecto nos solicita una
contraprestación mediante la "ley de dar y recibir".
Tanto los Arcángeles, Ángeles y demás Jerarquías
deben obedecer esta ley que es la que rige para los
seres humanos, los animales y las plantas. Por ello,
cuando alguien da, sin duda alguien recibe, y el que
recibe debe devolver con arreglo a la Ley de Causa
y Efecto. Esta ley se mantiene inalterable para
todo el Universo. Todos los seres de
nuestro Sistema Solar que desobedezcan alguna
ley, deben hacer restitución e ir a algún lugar de
nuestro Purgatorio y, posteriormente, a nuestro
mismo Cielo.
Los ángeles viven en la parte de la luna que se
encuentra siempre iluminada, un lugar agradable en
el que puede oírse la música de las esferas. En
contraste con las casas de los arcángeles que
habitan la luna, cuyos umbrales están hechos de
una sustancia o clase de piedra que contiene oro y
diamantes, las casas de los ángeles están hechas
de materia lunar y son de color gris. Cada familia, las
cuales todas disponen de su propia casa, está
formada, incluidos los bebés, por siete o nueve
miembros. Todos trabajan excepto las madresángeles,
y se nutren de la fuerza vital procedente del
Mundo del Espíritu de Vida.
Los ángeles pueden ser vistos con naturalidad por
todos los Hermanos y Hermanas Legos de las
verdaderas Escuelas de Misterios, por las personas
con visión espiritual, por los niños que tengan visión
etérica – la cual generalmente la tienen todos hasta
los tres o cuatro años – así como por los estudiantes
de ocultismo y los niños cuando se encuentran fuera
de su cuerpo durante el sueño.
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del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel
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