humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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jueves, 26 de diciembre de 2013

ACRECENTAR LA VIDA DEL ARQUETIPO


CARTA Nº 96
Diciembre de 1918

ACRECENTAR LA VIDA DEL
ARQUETIPO

Esta es la última carta a los estudiantes del año en curso y el pensamiento al final de cada ciclo gira, naturalmente, hacia lo pasado y considera la velocidad del tiempo y lo evanescente e ilusoria que es la vida en el mundo de los fenómenos. Nos hace recordar también lo precioso que es el tiempo y la responsabilidad que nos incumbe por su uso, que debe ser con la finalidad de emplearlo para la mayor ventaja de nuestro crecimiento del alma, ¿ pues de qué aprovecharía a un hombre que ganase todo el mundo y perdiese su propia alma? Ahora es la época de la sementera y como se nos ha dicho que “aquel a
quién mucho se le dé mecho se le ha de exigir”, por lo tanto nosotros somos responsables de aquello que hemos dicho y de lo que hemos dejado de hacer en mayor extensión que otros, quienes no tienen el íntimo conocimiento de los propósitos de Dios, el cuál se nos ha facilitado por mediación de los Hermanos Mayores.
En consonancia con esto debemos comprender que todos los actos de cada ser humano producen un efecto directo en el arquetipo con la ley de la vida y de la evolución,
fortalece el arquetipo y ocasiona una prolongación de la vida en la cuál el individuo alcanzará el máximo de experiencia y conseguirá un desarrollo anímico muy importante
en armonía con su estado evolutivo y capacidad para aprender. De este modo pocas encarnaciones les serán necesarias para llevarles a la perfección, en tanto que otro que
despilfarra la corriente vital y se esfuerza en escapar a sus inconvenientes y deberes, o bien que aplica su fuerza destructivamente le alejarán de tal perfección. En el último
caso la vida del arquetipo se distiende y se agota pronto.
Así, pues, todos aquellos cuyos son contrarios a la ley acortan sus vidas y tienen que buscar nuevas encarnaciones un mayor número de veces que los que viven en armonía
con la ley. He aquí otra instancia en que la Biblia es exacta y verídica cuando nos exhorta a hacer el bien para que podamos vivir más en la tierra.
Esta ley abarca a todos sin excepción alguna, pero tiene mayor significancia en las vidas de aquellos que están trabajando conscientemente con la ley de la evolución que
en la de los demás. El conocimiento de tales verdades debe aumentar un diez o un ciento de veces nuestro celo e interés hacia el bien. Aún si hemos empezado como
solemos decir, “tarde en la vida”, podremos fácilmente acaparar un “tesoro” mayor en los últimos años que en algunos de las vidas anteriores, y sobre todo nos estamos
poniendo en línea para empezar más pronto en las vidas futuras.
Así, pues, hagamos por utilizar del mejor modo posible nuestras oportunidades, tengamos esperanza por haber empleado bien el año que está terminando y preparémonos para aumentar nuestros esfuerzos en el año entrante.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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lunes, 23 de diciembre de 2013

LA FE Y UNA ACTITUD OPTIMISTA ACERCA DEL BIEN FINAL


CARTA Nº 95
Octubre de 1918


LA FE Y UNA ACTITUD OPTIMISTA
ACERCA DEL BIEN FINAL

Supóngase que una persona muy allegada a usted fuese a sufrir una operación quirúrgica. Naturalmente, usted estaría muy preocupado y sus sentimientos, probablemente, saltarían del miedo a la esperanza. Algunas veces una emoción y otras veces otra habría de predominar. Pero considere cuál sería el efecto que producirían al paciente si usted cada vez que fuese a comunicarle sus dudas y anhelos, sus consuelos y alegrías a cada momento. El miedo causa siempre un efecto enervador y detrimental que es muy difícil para el paciente vencerlo, especialmente durante una enfermedad cuando
somos más negativos y estamos más indefensos que cuando nuestra salud es buena y robusta. De este modo a la vez que estaba usted ansioso de ayudarle realmente y haría cualquier coso que estuviera en su poder para servirle, por su actitud mental y la expresión de semejantes pensamientos, le causaría realmente grandes inconvenientes y perjuicios.
Una cosa parecida ocurre en el mundo en general en estos momentos. La raza humana se está preparando para sufrir una operación de una catarata espiritual. El dolor y el sufrimiento ocasionado por la guerra actual está produciendo la caída de la venda del materialismo de nuestros ojos y rompiendo el velo que nos separe de aquellos de la
tierra de los muertos que viven. La operación es en extremo dolorosa. Seguramente no hay un ser humano en el mundo capaz de sentir humanitariamente, que no esté sufriendo en cierto sentido por y con aquellos que están mezclados en la lucha. Pero si nosotros estamos plenamente convencidos de que los “pensamientos son cosas”, es un
deber sagrado que tenemos el mantener la actitud más optimista que nos sea posible conseguir en los momentos presentes.
No tengo la menor duda de que todo estudiante de la Fraternidad Rosacruz está haciendo cuanto le es posible y facilitando cuanto esté a su alcance para aliviar el sufrimiento y el dolor que existe en las naciones afectadas directamente, pero es la actitud mental optimista la más importante de todas y la más difícil para muchos de cultivar y conservar. De todos modos, es nuestro deber el obrar así, especialmente a la luz
de nuestro conocimiento superior de este fin en perspectiva, el cuál seguramente será alcanzado. Es natural que nosotros no estemos contentos de que esta catástrofe nos toque tan de cerca, pero, sin embargo, podemos sentir agradecimiento hacia ella, porque en definitiva acarreará un gran bien al mundo con la misma seguridad que el Sol sale por la mañana para ponerse por la noche.
Nosotros tenemos una fe absoluta en la sabiduría y omnipotencia divinas. Nosotros sabemos que es una acusación falsa el decir que “la naturaleza es sangrienta en cuerpo y en espíritu”, como alguno ha afirmado. A pesar de lo que pueda parecer a nuestra limitada visión, la benevolencia es el factor predominante en la evolución del mundo.
Por lo tanto, todos y cada uno de nosotros debemos ser consecuentes con las obligaciones sagradas de nuestras creencias y esforzarnos para mantener siempre una actitud optimista y exteriorizar siempre nuestra firme fe en el bien final que será el resultado de las condiciones actuales. Tengamos en cuenta que mientras trabajamos al compás de la evolución es como llevar un bote a favor de la corriente y nuestros esfuerzos tendrán un efecto mayor de este modo, que si mantuviésemos una actitud
mental contraria al bien del mundo.

NOTA: La carta correspondiente al mes de Noviembre de 1918 estaba dedicada a asuntos administrativos en relación con nuestras publicaciones y, por lo tanto, no se
incluye aquí.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel 

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jueves, 19 de diciembre de 2013

EL EQUILIBRIO SIRVE DE MUCHO EN MOMENTOS DE GRANDES DESASTRES


CARTA Nº 94
SEPTIEMBRE DE 1918


EL EQUILIBRIO SIRVE DE MUCHO
EN MOMENTOS DE GRANDES DESASTRES

En estos días en que nuestras costumbres, métodos y negocios están siendo tan radicalmente cambiados por la Gran Guerra, vivamos donde quiera que sea, cuando la flor de nuestros hombres está siendo segada a millones por el cañón cuando hasta la mujer tiene que abandonar sus labores y vocaciones propias del hogar para tomar parte en la titánica lucha de tras de las líneas de fuego; cuando los débiles, aquellos que son
muy viejos o muy niños se ven obligados a morir de privaciones, ¿ cómo puede uno evitar el verse perturbado en más o menos extensión en armonía con sus inclinaciones individuales o proximidad al mar rugiente de odio y dolor en la que una vez fue  hermosa Francia o en las otras secciones en que la batalla se libra?
El permanecer ecuánime e insensible parece hasta imposible Uno no puede permanecer insensible a la vista de tal sufrimiento. Un estudiante después de describir la devastación
de una ciudad bombardeada, pregunta: ¿ Puede uno evitar el sentirse intensamente influenciado por todo ello? No, Cristo mismo se sintió intensamente emocionado cuando lloró por los pecadores de Jerusalén y también exteriorizó la justicia de su dolor cuando hecho a latigazos a los mercaderes del Templo. Pero el equilibrio y ecuanimidad es indudablemente una de las grandes lecciones que podemos aprender por esta guerra.
Es muy fácil el permanecer tranquilo si uno se va a una montaña y allí vive la vida de un ermitaño. ¿Pero cuál es el mérito que no tendrá un individuo cuando no conserva
toda y serenidad y sangre fría, cuando se le mortifica se lo injuria o se le opone resistencia? Sin embargo, es más difícil el conservar la tranquilidad en una ciudad fabril
en la que la guerra se lucha incansablemente con la espada de la competencia y donde la existencia está circunscrita a las leyes y a las costumbres. Pero esto puede llegar a
hacerse y está haciéndose por muchos que no tienen intenciones de espiritualidad alguna, pero que han comprobado que la pérdida de la ecuanimidad perjudica a sus
ambiciones y como consecuencia se han ejercitado en la práctica del equilibrio Ha sido una experiencia invariable de tales personas que tal práctica le ha beneficiado
extraordinariamente. Su salud ha mejorado así como su felicidad y lo mismo todos sus negocios.
Si un dominio propio semejante puede ser alcanzado por el hombre corriente del mundo y tan gran beneficio puede achacarse a su control bajo las condiciones ordinarias de la
vida, aquellos de entre nosotros que aspiran a cosas más nobles y elevadas, y quienes se han venido esforzando a seguir el sendero durante varios años deben servir de ejemplo
de fe y esperanza en estos momentos críticos; ¿no es así? Nosotros debemos ser torres de fortalezas para aquellos que no han tenido la gran iluminación que nosotros, como un
gran privilegio, hemos alcanzado, y sobre todo, debemos ejercer una influencia constructiva y elevadora en esta crisis mundial.
Creo haber delineado en la lección esta las causas secretas que en el pasado se han generado y fertilizado las semillas que han florecido en este cataclismo actual y que he
indicado en una medida ligera el modo en que ahora estamos sembrando las semillas de nuestro futuro estado bueno o malo, y esto es con la esperanza de que los estudiantes
concentrarán sus pensamientos constructivamente en la dirección indicada y abogarán en la esfera de su acción a favor los puntos de vista presentados. De este modo se
evitará mucho dolor para el futuro, pues los pensamientos son cosas, y si éstos están en armonía con la finalidad cósmica de hacer que todas las cosas actúen para el bien, seguramente que prosperaremos en nuestro propósito.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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martes, 17 de diciembre de 2013

LA FUERZA INTERNA Y LA RESPONSABILIDAD QUE LLEVA ENVUELTA


CARTA Nº 93
Agosto de 1918

LA FUERZA INTERNA Y LA
RESPONSABILIDAD QUE LLEVA
ENVUELTA

Hace muchos años que yo pasé unas cuantas semanas en una granja en el Estado de Maine en la época en que estaban cosechando patatas. Conforme los vagones pasaban
por mi lado, pude notar que las patatas todas eran grandes y de tamaño casi igual. Por esta razón un día felicité al agricultor por tener una cosecha de patatas tan grandes y de
tan buena presentación. Entonces él fue hacia un carro y me enseñó que el fondo del vehículo estaba lleno de patatas pequeñas, y me dijo que no se había dispuesto así en el
campo, sino que por el rodar del carro desde el campo al granero ocurría que las patatas pequeñas se escurrían hacia abajo, quedando arriba las mayores, añadiendo : "si usted
pone las grandes en el fondo, se subirán hasta arriba, en tanto que las pequeñas descenderán".
¿ No ocurre así realmente en la vida ? Las personas de buena apariencia, de excelentes cualidades, suben hasta las mayores colocaciones a medida que nos rozamos los unos
con los otros en los lugares accidentados del camino de la vida. "No se puede mantener a una buena persona en la obscuridad", dice un viejo refrán Ésta persona se destacará
ha despecho de todos los contratiempos por la virtud de la fuerza elevadora dentro de sí misma, y de igual modo, no importa cuan a menudo pongamos a un hombre bajo en lo
alto, se verá obligado a descender, debido a que está falto de esa fuerza interna.
Nosotros podemos construir una casa tan alta como queramos y elevarla sobre todas las otras construcciones si disponemos de materiales y mano de obra en cantidad suficiente,
pero el crecimiento del hombre es desde adentro y nadie puede añadir ni un solo pelo a la estatura de otro, ya sea física, moral o mentalmente. Cada uno debe cultivar por sí
mismo su propia salvación, él únicamente puede determinar permanecer abajo o elevarse hacia lo alto.
El agricultor vio que cuando los carros caminaban por un camino liso y suave las patatas permanecían mezcladas, pero el camino accidentado y áspero las separaba en la
forma sabida y cuando más áspero y accidentado el camino tanto más rápidamente las patatas grandes se elevaban a lo alto del montón y las pequeñas pasaban al fondo. En los
grandes problemas de la vida, grandes oportunidades aguardan a aquellos quienes están dispuestos para asumir las grandes responsabilidades y ponerse al frente de la batalla.
Estamos viviendo en una época semejante y si aspiramos a sobresalir, ahora es la hora de nuestra oportunidad más propicia El mundo entero está ahora interrogando y
buscando una solución al misterio de la vida; inquiriendo hacia donde está zarpando el barco de la humanidad. Nosotros tenemos tal contestación. Así, pues, sobre nosotros
recae la responsabilidad de vivir las enseñanzas de los Hermanos Mayores y hacer que ellas sean adoptadas por otros por nuestras vidas ejemplares. Muchos de nuestros
amigos están llevando nuestras enseñanzas recibidas de los hermanos mayores hasta las mismas trincheras e iluminando a los que están dispuestos para ser iluminados. Aquellos
de nosotros que continuamos todavía en nuestro ambiente común encontraremos también este interrogante en muchos de los lugares que nos rodean. Busquemos, pues, diligentemente estas ocasiones y mejorémoslas, pues “ a quien mucho se le ha dado, mucho le será exigido”.
Me permito sugerir a los estudiantes que ahora es el momento de ver en las librerías y bibliotecas nuestro Concepto Rosacruz del Cosmos y todas las otras nuestras obras,
tanto como sea posible, así como en cualquier otro sitio que sea accesible el cuál puede aprovecharse. Hay un método que dará muy buen resultado y es legítimo y honrado. Si varias personas solicitan nuestros libros de vez en cuando, aunque el librero o
bibliotecario no conozca nada acerca de su contenido o quizá sea hostil hacia él, la petición constante de un libro determinado le obligará forzosamente a tomar notas y a
darse cuenta de él. No hay duda de que las enseñanzas de la Fraternidad tienen una fuerza interna en sí mismas que puede permitirles el conquistarse un puesto sobresaliente en el mundo, además de que nosotros adquiriremos nuestros mérito en la
proporción en que facilitemos el medio de llevar estas enseñanzas de los Hermanos Mayores al conocimiento de la humanidad en general. Ahora es la época de las
vacaciones y por ende una estación especialmente propicia para la diseminación de nuestra filosofía que satisface el hambre de las almas. Pongamos por lo tanto un pequeño esfuerzo extra en ésta época y con ello se beneficiarán nuestros semejantes y
nosotros mismos.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel 

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viernes, 13 de diciembre de 2013

EL PROPÓSITO DE LA GUERRA Y NUESTRA ACTITUD HACIA ELLA


CARTA Nº 92
Julio de 1918


EL PROPÓSITO DE LA GUERRA
Y NUESTRA ACTITUD HACIA ELLA

De vez en cuando algunos estudiantes domiciliados en distintas partes del mundo nos preguntan cuál debe ser su actitud hacia la guerra y cuál es el propósito que persigue desde el punto de vista espiritual. Como contestación diremos que ya hemos indicado en varios artículos los puntos de las enseñanzas Rosacruces referentes al objeto de la guerra, esto es: "el hacer volver al mundo los ojos hacia Dios en busca de consuelo en
su dolor y en procurar el romper el velo que existe entre el mundo visible y los invisibles, mediante su ayuda prestada a una cantidad considerable de hombres para adquirir la vista espiritual y el comunicarse con aquellos que han pasado al más allá".
Pero aunque las explicaciones que allí se han dado han satisfecho a muchos estudiantes ocultistas en cierto sentido, hay otros que no lo quedaron igualmente y éstos necesitan
algo más directamente relacionado con las condiciones actuales. En cuanto a éstos podemos dirigirles hacia el folleto numero 13, de la serie Interpretación Rosacruz del
Cristianismo, titulado "Los Ángeles como factores en la evolución", donde se detalla el modo en que los negocios humanos van guiados por los Ángeles y Arcángeles, quienes
actúan como espíritus familiares y raciales, produciendo la subida y caída de las naciones según lo requiere la evolución de los distintos grupos de espíritus confiados a
su custodia.
Como un final intento de satisfacer a nuestros estudiantes acerca de tan vital asunto les enviamos con esta carta una lección titulada "La filosofía de la guerra", enfocada su
actuación hacia las condiciones actuales. Confiamos que en ella encontrarán todos la explicación conveniente y necesaria y les ayudará para comprender lo que lleva envuelto en si este flagelo, para que de este modo puedan facilitar su cooperación para terminar la lucha tan pronto como sea posible y asegurar la paz que todos tan ardientemente anhelamos.
Pero debemos comprender que no habrá paz segura y permanente hasta que el militarismo haya recibido tal golpe que no le deje levantar cabeza otra vez en un tiempo
largo. Mucha gente confía que esta será la última guerra y por nuestra parte deseamos que sea así. Los hombres piensan igual que cuando Napoleón y sus hordas desangraron
a Europa hace cien años, pero el tiempo ha demostrado que tales esperanzas eran vanas.
La paz es una cuestión de educación e imposible de conseguir hasta que hayamos aprendido a obrar caritativa, justa
y abiertamente los unos con los otros, tanto nacional como individualmente. En tanto que continuemos fabricando armas la paz no podrá establecerse. Debe ser, pues, una
finalidad de nuestra actuación la de hacer cuanto sea posible para la abolición del militarismo en todas las naciones y el establecimiento del principio de arbitrar las
diferencias y dificultades que se presenten.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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martes, 10 de diciembre de 2013

SEAMOS TOLERANTES CON LAS CREENCIAS DE LOS DEMÁS


CARTA Nº 91
Junio de 1918


SEAMOS TOLERANTES CON LAS
CREENCIAS DE LOS DEMÁS

Estamos aquí con el objeto de vivir en las condiciones que hemos encontrado y para aprender las lecciones que se desprenden de nuestro alrededor ambiente. Aquellos que están continuamente surcando las nubes y buscando ideales espirituales y al mismo tiempo olvidando sus deberes y obligaciones primordiales, están tan equivocados en sus esfuerzos como aquellos que se abstraen en el trabajo material, afanándose en su ansia insaciable por el dinero. Ambos necesitan ayuda, pero en direcciones opuestas. Una
clase necesita que se la aferre en el suelo firmemente hasta que sus pies caminen seguros por la tierra; la otra necesita un estímulo, un excitante, para que pueda ver la luz del cielo y empezar a pensar en adquirir los tesoros de allí.
"La comida de un hombre es veneno para otro" y esto se aplica tanto a los alimentos espirituales, por lo menos, como a los alimentos físicos. Solo hay una gran verdad:
"Dios", pero tiene muchas facetas. El ángulo que a nosotros nos conmueve y conviene puede no tener fuerza para excitar a los demás, y viceversa, la idea y modo de ver la verdad de los otros, puede no tener influencia para convencernos. Por lo tanto, podemos ver que tienen su razón de ser todas las religiones diferentes del mundo y los puntos de vista diversos que mantienen las diversas sectas y cultos. Cada una de ellas tiene su
misión que llenar para el pueblo entre el que se encuentran, por lo que debemos ser tolerantes con todos los cultos y religiones, aun aquellos que atacan a nuestras creencias y a nosotros mismos.
Debemos estar satisfechos con ser conocidos por sus frutos, pues esta es la única prueba verdadera y válida de la religión individual. ¿Nos hace a nosotros ser mejores hombres y mujeres, mejores padres y madres, mejores hijos e hijas, mejores hermanas y hermanos, mejores empleados y patronos? ¿Nos hace ser mejores ciudadanos en todos los sentidos, de modo que podamos ser presentados como modelos de la comunidad en que vivimos? Ésta es la prueba de la verdadera religión.
No es un daño grande el que entre nuestras filas haya materialistas, sino el caso de que, desgraciadamente hay una tendencia entre gentes que defienden o comulgan con enseñanzas avanzadas el navegar por las nubes, olvidadizas de las condiciones concretas y de los deberes terrestres. Esto es causa de que la generalidad de las personas miren
con desdén y menosprecio el ocultismo y califiquen a todos los que lo estudian de chiflados y excéntricos, aunque sus faltas no tienen nada que ver con el ocultismo, así como tampoco no es la culpa de un buen alimento el que un estómago débil no pueda digerirlo.
Por esta razón no solo debemos ser tolerantes con las creencias de los otros y mantener el principio de no criticar la fe de los demás, sino que debemos vigilarnos a nosotros mismos para ver el modo de que "vivamos" las enseñanzas Rosacruces de forma que acreditemos estas doctrinas dondequiera que estemos colocados.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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viernes, 15 de noviembre de 2013

LA ALIMENTACIÓN CARNÍVORA Y EL USO DE PIELES


CARTA Nº 90
Mayo de 1918



LA ALIMENTACIÓN CARNÍVORA Y EL
USO DE PIELES

Un estudiante que confesó que el continúa adicto a la dieta de carne en cierto sentido, ha tenido en ocasiones un anhelo de hablar a los otros de las enseñanzas Rosacruces, pero
siempre se ha creído que él era un hipócrita cuando abogaba por el vegetarianismo, y pregunta como puede vencer este hábito y si debe aplazar el predicar a los demás hasta
que haya conseguido tal dominio.
Esta consulta tiene un interés general, pues aunque los estudiantes de las enseñanzas Rosacruces son sinceros y consecuentes tienen las misma imperfecciones que todos los
demás seres humanos, pues de lo contrario no estarían aquí, y por esta razón una carta que toque esta materia puede ser provechosa para muchos.
No se necesita ningún argumento para demostrar que no es probable que uno tenga éxito si discursea de espiritualismo delante de una copa de aguardiente, ni el abogar por una
vida inofensiva mientras estamos comiendo un filete. Además, aquellos que conocen nuestras costumbres en la vida cotidiana, están dispuestos a notar la diferencia que va entre lo que decimos y lo que hacemos. Por lo tanto, lo mejor es el poder vivir las enseñanzas que profesamos antes de pretender convertir a los demás. Al mismo tiempo es una palabra muy dura la de hipócrita, porque uno abogue por un ideal el cual no haya sido capaz de alcanzar. En tanto que uno crea sinceramente que la dieta exenta de carnes es buena a intentar el vivir de acuerdo con lo que cree, la tal persona está justificada en predicarlo así, aunque ella ocasionalmente infrinja la regla. La estrella polar guía al marinero seguramente a su puerto de descanso, aunque nunca la alcanza. De igual modo, si nosotros ponemos nuestros ideales a la altura de las estrellas, podemos no alcanzarlos en esta vida, pero sin duda alguna, será mejor para nosotros el tenerlos y
anhelarlos.
Por otra parte, se puede conseguir con un poco de voluntad el dominar fácilmente el use del tabaco, del alcohol y del alimento carneo. Seguramente el pensamiento del sufrimiento que se causa a los pobres animales en los trenes, camino del matadero y la agonía que precede al momento en el que la cuchilla termina con su vida, o el cuchillo penetra en su garganta, inducirá a muchos de los que aspiran a la vida superior a dejar
tal hábito y les llenará de compasión por estas pobres criaturas que por falta de habla no se pueden defender. Por razones semejantes el uso de pieles y plumas como ornamento
debe ser evitado por la parte del bello sexo de nuestras filas. Es igualmente inconsistente y sin duda producirá comentarios desfavorables si cualquiera predicara el
evangelio de una vida inofensiva ataviada de ese modo.
Desgraciadamente, la vida compleja de nuestra civilización nos fuerza al uso de pieles para muchas cosas, debido a la razón de que no hay otro material propio en el mercado
para su reemplazo; por ejemplo, zapatos, etc. Pero, sin embargo, debemos hacer cuanto nos sea posible para evitar el uso de cualquiera cosa que provenga del cuerpo de un
animal que requiera su muerte. Una de las mayores bendiciones de la guerra actual es la de que el hombre está viendo que la carne no es un alimento indispensable y que vivimos mucho mejor sin tomar alcohol. Tengamos la seguridad de que este es el principio del fin y que el hombre cesará muy pronto en cebar o cazar animales por su carne o su piel. Mientras tanto, demos el ejemplo nosotros y pongamos toda nuestra
fuerza de voluntad para conseguirlo.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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