La Tiroides (quinta rosa)
Formada por dos masas marrones, se encuentra
sobre el extremo superior de la tráquea, sobre ésta y
junto a la laringe; surge casi del mismo punto que el
lóbulo anterior del cuerpo pituitario. Con un peso de
alrededor de 28,5 gramos, sus dimensiones son de 5
cms. de longitud, 3 de ancho y casi 2 de espesor.
Siendo uno de los primeros órganos que se
diferencian en el embrión - sobre la tercera semana -
se manifiesta como una especie de canal en el fondo
de la boca, cuando el tejido tiroidal se ha separado y
se ha cerrado el canal. Se trata de una glándula de
peso mayor en la hembra que en el macho, y sus
medidas aumentan durante la excitación sexual, la
menstruación y el embarazo. Desde la creencia
habida de que en el pasado constituyó una glándula
sexual, hoy se constata su intensa relación con los
órganos reproductores de las glándulas uterinas, a la
vez que su actuación como satélite en el desarrollo
de los procesos sexuales.
Su secreción es la tiroxina, la cual, siendo
gelatinosa, contiene principalmente gran cantidad de
yodo así como de arsénico y fósforo, si bien
depende del primero para su actividad. Esta
glándula es una glándula energética, por lo que en
proporción a su secreción así será el
nivel personal de actividad, fruto del calor y
movilidad que su secreción proporciona. Cualquier
anomalía en la secreción de la tiroides, ya en
proporción o en su composición química, el
resultado conduce a severos trastornos para el
individuo. Sin tiroxina, por ejemplo, una rápida
contracción muscular resultaría imposible. Su
importancia es extraordinaria, dado que controla
tanto el crecimiento del cuerpo físico así como el
desarrollo mental, hallándose muy vinculada por otro
lado con las demás glándulas de secreción interna.
Es el gran puente entre el cerebro y los órganos
genitales, por lo que emite su necesaria secreción
para dar un equilibrio general.
El cretinismo y la mixedemia - el primero durante la
infancia y el segundo en la madurez - son dos
graves afecciones relacionadas con esta glándula, y
ambas causadas debido a una conexión imperfecta
entre los órganos cerebrales y el cuerpo vital, lo cual
puede ser evitado segregando tiroxina para conectar
la glándula con el cerebro y los órganos genitales.
Se ha observado, tanto en los cretinos como en
quienes padecen mixedemia, síntomas de apatía, de
indiferencia, tenencia al desaseo y a la torpeza, todo
ello motivado por el hecho de que la energía
creadora no acude debidamente al cerebro y a los
órganos reproductores, por lo que se reducen y se
atrofian. El porqué de tal impedimento hay que
buscarlo en la causa misma que lo ha originado: el
mal uso de la fuerza creadora, es decir, su utilización
para la gratificación de los sentidos; es contra el
Espíritu Santo, por lo que es un pecado que no se
perdona, motivo por el que deberá ser expurgado
viviendo en su ocasión y tiempo en vehículos
cuya eficiencia sea extremadamente limitada; y si
bien se trata de una lección de gran dureza, es una
lección que no puede ser impartida al espíritu de otro
modo. "Lo que se siembra se recoge" es
una ley inapelable, y en armonía perfecta con la Ley
de Causa y Efecto o Ley de Consecuencia. De ahí
que, si bien médicamente a los enfermos puede
tratárseles con tiroxina, su recuperación es
meramente transitoria, pues en otro momento
posterior, en alguna próxima encarnación, ellos
deberán pasar por el trance eventualmente evitado,
pues nadie puede rodear, circunvalar la deuda
kármica para evitar recogerla.
Por el contrario, la sobreabundancia de tiroxina es lo
que produce el bocio exoftálmico, el cual, con sus
veintiuna clases diferentes, y teniendo como origen
la carencia de yodo en la tiroxina, puede convertirse
en crónico. Es recomendable para su cura, en
determinados casos, un tiempo de reposo físico,
emocional y mental, con alejamiento de cualquier
preocupación o sobresalto. Si tal como se ha dicho
da equilibrio al cerebro, la tiroides interviene también
en la digestión mediante la mezcla del hierro con
los alimentos, segrega el yodo que combate los
tóxicos del cuerpo, al tiempo que ayuda a controlar
la cantidad de grasa acumulada y previene y cura de
algún modo el bocio mismo.
El doctor Louis Berman, experto en todo lo
relacionado con glándulas endógenas, declaró: "… si
el crimen es una anomalía científicamente estudiable
y controlable, entonces tanto
los procedimientos legales como los tratamientos
penales deberán ser completamente cambiados".
Sin duda se ha llegado a la demostración de que el
mayor número de convictos son moral y
mentalmente anormales, pero siempre con
deficiencia en la secreción de la tiroides.
La criminología se está dirigiendo hacia factores
hereditarios y del medio ambiente en que creció el
criminal, así como hacia su educación y ocupación,
las distintas influencias sociales y religiosas a que se
halló sometido o al nivel de inteligencia. Sin
embargo, permítasenos alegar que, en el futuro, las
condiciones del sistema vegetativo (involuntario o
simpático) al igual que el estado glandular del reo,
pasarán a ocupar sin la menor duda un lugar
auténticamente preponderante en relación con
la interpretación del crimen. La mayoría de estados
tales como la histeria, el ansia de poder, de
notoriedad, de venganza, etc. no son sino estados
glandulares, es decir, por aumentos o disminución
de la influencia de la glándula tiroides, de las
suprarrenales o la pituitaria. La mayor parte de los
crímenes pasionales son consecuencia de una
deficiencia de la tiroides. El pervertido sexual tiende
a convertirse en un idiota, incapaz de pensar, puesto
que utiliza prácticamente toda su fuerza creadora
para su satisfacción sexual, privando por ello al
cerebro de la energía-fundamento que lo capacite en
su función primordial de concebir y expresar ideas.
Dada, pues, la importancia de esta glándula,
ampliemos diciendo que está directamente
relacionada con las paredes internas y externas del
cuerpo, la piel, la cubierta externa de las glándulas,
el cabello, las membranas mucosas y la sensibilidad
nerviosa. Y si bien facilita la producción de energía,
como ha quedado señalado, también se ocupa de la
regulación de los contornos, formas y terminaciones
de los cuerpos en función de sus arquetipos; su
secreción es absolutamente indispensable,
insistimos, tanto para la actividad mental como para
la reproducción de las especies; no podría darse la
complejidad de pensamiento ni el aprendizaje,
tampoco la educación ni formación de hábitos, etc.
Está regida por Mercurio. El niño "tiroides" estará
siempre activo, sin mostrar jamás decaimiento y
demasiada necesidad de dormir. En la juventud será
el centro de animación de cualquier reunión, pues
irradiará vitalidad y magnetismo personal. En la
madurez será emotivo, rápido de percepción y
volición, impulsivo y tendente a crisis explosivas.
Son incansables trabajadores y suelen padecer de
insomnio.
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del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel
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