La política acuariana
Si en la Era de Piscis - la actual aún - las
monarquías y los caudillos aún gobiernan o detentan
algún poder real en los países, en la de Acuario, en
cambio, sólo habrá gobiernos dirigidos por
presidentes electos. En Piscis hay quien ha llegado
o llega a ser rey por meras cuestiones de cuna. Pero
también se ha llegado a dicha dignidad a través de
la riqueza, es decir, comprando a la mayor parte del
pueblo o a una parte influyente y contratando un
ejército que defienda sus pretensiones. Asimismo
han llegado a reyes o a caudillos algunos guerreros,
apoyándose en su fuerza y valor. Sin embargo, en la
Era de Acuario, quien aspire a gobernar a sus
conciudadanos, empleará su inteligencia en
averiguar lo que aquéllos necesitan y luego, por
medio del razonamiento, convencerlos de que es
capaz de liderar su oferta. Posteriormente, los
ciudadanos le votarán o no le votarán.
En el presente, en multitud de ocasiones la
responsabilidad de las masas consiste en ser fieles
a su jefe, por lo que, con independencia de qué
calidad detente aquél, generalmente, mientras haya
unidad, habrá paz en el país. En Acuario, por el
contrario, la responsabilidad de los pueblos
consistirá en estar informados y votar sabiamente,
con pleno conocimiento de causa. El ciudadano de
Acuario procurará no ser engañado mediante
falsedades bajo nombres ostentosos
o valores militares, como tampoco permitirá ser
presionado a base de sobornos. El ciudadano de
que hablamos tenderá a ejercer de modo
independiente sus propias facultades de raciocinio y
tomará por consiguiente su decisión de forma
personal y libre.
En el pasado sobre todo - en Occidente actualmente
tiende a disminuir -, el típico dirigente de Piscis ha
sido elevado o se elevaba a sí mismo sobre las
masas en un pedestal, en el que era reverenciado y
admirado, motivo por el que las personas no tenían
o no tienen aún por qué comprender lo que el
dirigente hace o lo que "ve" en función de su
prominente y personal punto de vista. De aquí que,
de forma muy distinta, al dirigente acuariano no
puede suponérsele nunca subido en un pedestal
sobre las masas, al tiempo que las personas deben
ser capaces tanto de saber qué hace como también
de por qué lo hace, pues tal dirigente será solamente
un mero delegado al que se le habrá otorgado un
encargo, un mandato. La información, pues, en los
tiempos de Acuario devendrá esencial y rigurosa en
todas las cosas y en todos los aspectos. Un pueblo
con la libertad inherente a Acuario, criticará con
normalidad a los delegados-dirigentes y ellos
deberán atender a las críticas, bien explicando en
debida forma los asuntos o aspectos criticados o en
otro caso variando la conducta. En consonancia,
póngase atención, si es posible, a la siguiente frase
del mismo Cristo: "Ya no os llamo siervos porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os digo
amigos porque todo lo que oí de mi Padre os lo he
dado a conocer".
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del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel
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