Cuarta revolución:
El trabajo de recapitulación y reposo se aplica,
dentro de cada revolución, a los diferentes globos,
dado que los brazos de espirales se solapan
continuamente dentro de otros brazos y así hasta el
infinito. Por tanto, únicamente cuando la oleada de
vida evolucionante hubo llegado al globo D de este
período Terrestre en su cuarta revolución – en la
cual correspondía comenzar el trabajo específico – y
una vez transcurridas sus noches cósmicas y
períodos de reposo respectivos entre Períodos
revoluciones y globos, fue cuando verdaderamente
aquel trabajo dio comienzo. Con todo, se inició en la
cuarta época, la Atlante, puesto que el germen
mental no se obtuvo hasta el último tercio de la
misma. En calidad de nota aclaratoria, queremos
señalar que en las recapitulaciones de lo que se
trata no es de "volver" a redefinir situaciones habidas
con anterioridad sin más, sino que siempre – pues
que le evolución nunca se detiene – se tratará de
situaciones que, si bien y ciertamente gozan de
analogías, entrañarán siempre un nivel más alto de
desarrollo que aquél al que efectivamente hacen
alusión. Asimismo, y si la Noche Cósmica conlleva
destrucción total de globos y mundos a base de una
resolución compacta de forma y espíritu, por medio
de la cual éste renueva fuerzas para proseguir con
posterioridad el camino evolutivo, los reposos en
cualquier caso son más cortos, no suponiendo en
determinadas ocasiones aquella destrucción total.
Así como el hombre se acuesta y se levanta día tras
días, muere al cabo del tiempo, su cuerpo es
destruido y vuelve a renacer, así, también el
universo toma sus correspondientes reposos sin
destrucciones a la vez que sus noches cósmicas con
destrucción y resolución total.
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del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel
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