humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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domingo, 25 de mayo de 2014

XXX - DESARROLLO FUTURO E INICIACIÓN


XXX
DESARROLLO FUTURO E INICIACIÓN

Alquimia y crecimiento del alma

El cuerpo denso comenzó su desarrollo en el
Período de Saturno, pasó sucesivas
transformaciones a través de los Períodos Solar y
Lunar, y alcanzará su mayor grado de
desenvolvimiento en el Período Terrestre.
El cuerpo vital germinó en la segunda revolución del
Período Solar, fue reconstruido en los Períodos
Lunar y Terrestre, y alcanzará la perfección en el
Período de Júpiter – su cuarto grado – así como la
Tierra hace al cuarto grado en cuanto al cuerpo
denso se refiere.
El cuerpo de deseos partió en el Período Lunar, fue
reconstruido en el Período Terrestre, será
modificado nuevamente en el Período de Júpiter, y
alcanzará la perfección en el Período de Venus.
La mente ha nacido en el presente Período
Terrestre, ha de ser modificada en los Períodos de
Júpiter y Venus, y alcanzará la perfección en el
período último, en el de Vulcano.
Si examinamos el diagrama 14 se verá que el globo
inferior del Período de Júpiter se encuentra situado
en la Región Etérica. Por tanto, sería imposible el
uso de un vehículo físico allí, pues únicamente el
cuerpo vital puede ser usado en la Región Etérica.
Sin embargo, hagamos la observación de que no
debe suponerse de ningún modo que después de
haber transcurrido tanto tiempo desde que comenzó
el Período de Saturno hasta el final del Período
Terrestre, empleado todo él en completar y
perfeccionar el cuerpo denso, éste sea abandonado
completamente para que el hombre pueda funcionar
en un vehículo "más elevado", pues la Naturaleza no
malgasta ni desperdicia absolutamente nada.
Su economía es proverbial.
En el Período de Júpiter las fuerzas del cuerpo
denso serán superimpuestas sobre un cuerpo vital al
completo. Este último poseerá, además de sus
propias facultades, los poderes del cuerpo denso,
por tanto será un instrumento mucho más útil para la
expresión del triple espíritu que si estuviese
constituido por sus únicas fuerzas exclusivamente.
De forma similar, el Globo D del Período de Venus
está situado en el Mundo del Deseo (véase
diagrama 14) y allí no puede emplearse ni un cuerpo
vital ni el denso como instrumento de conciencia, por
lo que, en consecuencia, las esencias de los
cuerpos vital y denso perfeccionados serán
incorporadas allí también a un completo cuerpo de
deseos, convirtiéndose por ello éste último es un
vehículo de cualidades trascendentales, adaptado
maravillosamente y sensibilísimo al menor impulso
del espíritu interno, tan superior a nuestras
presentes limitaciones, que actualmente está más
allá de nuestra más elevada concepción.
Aún siendo así, la eficiencia de este espléndido
vehículo será trascendida cuando en el Período de
Vulcano su esencia, junto con las de los vehículos
vital y denso, se agreguen al cuerpo mental, que se
convertirá entonces en la más elevada expresión de
los vehículos humanos, conteniendo en sí mismo la
quintaesencia de lo mejor que había en la totalidad
de sus vehículos. Si el vehículo del Período de
Venus está más allá de nuestra comprensión actual,
cuánto más no habrá de estarlo el que prestará
su servicio más exquisito a los divinos seres del
Período de Vulcano.
Durante la involución, las jerarquías creadoras
ayudaron al hombre a despertar a la actividad su
Triple Espíritu, el Ego, a fin de que construyera el
triple cuerpo y adquiriera el eslabón de la mente.
Ahora, no obstante, y por emplear el
lenguaje bíblico, en el séptimo día Dios descansa; el
hombre, pues, debe trabajar por su propia salvación.
En consecuencia, el Triple Espíritu debe completar
por sí mismo la obra del plan que en su día fue
comenzado por los Dioses.
El Espíritu Humano, que fue despertado durante la
Involución correspondiente al Período Lunar, será el
más prominente de los tres aspectos o fuerzas del
espíritu en la evolución del Período de Júpiter, que
es el período correspondiente al arco ascendente de
la espiral. El Espíritu de Vida, cuya actividad
comenzó en el Período Solar, manifestará
principalmente su actividad en el correspondiente
Período de Venus; y, por fin, las influencias
particulares del Espíritu Divino, serán las más fuertes
en el Período de Vulcano, puesto que, dentro del
arco evolutivo, fue vivificado en el simétrico Período
de Saturno.
Estos tres aspectos del espíritu están en actividad
mientras dura la evolución, pero la actividad principal
de cada aspecto se desarrollará en dichos períodos
particulares porque la obra a ejecutarse allí es su
obra concreta y específica.
Una vez que el triple espíritu ha desarrollado el triple
cuerpo y ha obtenido el dominio de ellos por medio
del foco mental, entonces, trabajando desde dentro,
es cuando comienza a desarrollar la triple alma. La
mayor o menor alma que un hombre tenga
dependerá de la cantidad de trabajo que el espíritu
haya efectuado en sus respectivos cuerpos, cuestión
por otra parte ya explicada a raíz de las experiencias
habidas postmortem.
En tiempo presente, todo cuanto el cuerpo de
deseos haya sido trabajado por el Ego queda
transmutado en Alma Emocional, la cual es al fin
asimilada por el Espíritu Humano, cuya contraparte o
vehículo especial es el cuerpo de deseos.
Todo cuanto el cuerpo vital haya sido trabajado por
el Espíritu de Vida se convierte en Alma Intelectual,
constructora del Espíritu de Vida, porque ese
aspecto o fuerza del triple espíritu tiene su
contraparte en el cuerpo vital.
Y todo cuanto el cuerpo denso haya sido trabajado
por el Espíritu Divino se transforma en Alma
Consciente, la que últimamente se sumerge en el
propio Espíritu Divino porque el cuerpo denso es su
contraparte, su réplica, su emanación material, su
reflejo en el mundo tridimensional o físico en que
vivimos.
El Alma Consciente crece por la acción, por los
impactos externos y la experiencia.
El Alma Emocional crece por los sentimientos
y emociones generados por las acciones y la
experiencia.
El Alma Intelectual es un mediador entre las dos
anteriores, y crece por el ejercicio de la memoria, la
que liga las experiencias pasadas con las presentes,
así como con los sentimientos engendrados por
ellas, creando y dando así lugar a la simpatía y
antipatía, que no pueden existir aparte de
la memoria, pues los asentimientos resultantes de la
sola experiencia serían por sí mismos y en sí
mismos evanescentes.
Y si durante la involución el espíritu progresó en el
pasado a base de formar y mejorar cuerpos, la
evolución, en cambio, depende ahora del
crecimiento del alma. El alma, por así decirlo, es una
quintaesencia, el poder o fuerza extraída por
espiritualización de cada uno de los
correspondientes cuerpos; y cuando un cuerpo ha
sido completamente construido, alcanzando la
perfección a través de diversos estados y períodos
en la forma descrita, su alma extraída es absorbida
por uno de los tres aspectos del espíritu,
precisamente por aquél que generó el cuerpo en
calidad de contraparte o reflejo. Así:
El Alma Consciente será absorbida por el Espíritu
Divino en la séptima revolución del Período de
Júpiter;
El Alma Intelectual será absorbida por el Espíritu de
Vida en la sexta revolución del Período de Venus;
El Alma Emocional será absorbida por el Espíritu
Humano en la quina revolución del Período de
Vulcano.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

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