humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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lunes, 26 de mayo de 2014

XIX - LAS SIETE GLÁNDULAS ENDÓGENAS O "LAS SIETE ROSAS" - Las suprarrenales (las dos primeras rosas)




XIX
LAS SIETE GLÁNDULAS ENDÓGENAS O "LAS
SIETE ROSAS"

Las suprarrenales (las dos primeras rosas)

Son dos glándulas de color pardo que en forma de
sombrero se encuentran ubicadas en la parte
superior de los riñones, recubriéndolos. Cada una de
ellas se halla compuesta por una corteza exterior y
una médula interna, estando la primera formada por
tejido de naturaleza semejante a la de los órganos
reproductores, con el mesodermo como antecesor
común, el cual forma la capa media de
las células embrionarias; en cambio, la médula, se
desarrolla a partir del ectodermo o corteza exterior
de las glándulas que conforman el embrión, y,
aunque tiene relación con el sistema
nervioso voluntario, es de igual naturaleza que
los tejidos que componen el de naturaleza simpática.
Todos los grupos de vertebrados disponen de
glándulas suprarrenales. Sus dimensiones, en
términos medios, podrían ser las siguientes: 7,5 cm.
de largo por 4 de ancho, y un peso aproximado de
17 gramos.
A lo largo de la vida intrauterina son de tamaño
enorme; en la primera mitad del segundo mes
ocupan un volumen doble del que ocupan los
riñones; ello es debido al ensanchamiento de la
corteza, si dicho predominio sobre la médula no se
produjera, tal cual ocurre en los animales, no podría
desarrollarse normalmente el cerebro, por lo que el
nuevo ser llegaría al mundo como un monstruo sin
mente. Su secreción es denominada cortical. La
corteza está en íntima relación con el cerebro, con
el sexo y con la composición química de la sangre,
por lo que cualquier anomalía en ella devendría en
subsiguientes inconvenientes para aquéllos..
La médula, o porción interna, se encuentra
conectada por medio de numerosas células
nerviosas con el sistema nervioso simpático y la
sustancia que segrega es la adrenalina, la cual,
al tiempo que es un poderoso estimulante
del corazón, también actúa de modo reconfortante
sobre el resto del cuerpo. Las emociones desatadas
traen consigo una disminución de
su reserva glandular mientras aumenta su presencia
en la sangre, hecho que produce aumento de vigor y
tensión sobre el sistema nervioso. Las células
nerviosas, por tanto, se tornan tanto más sensitivas
al estímulo cuanto más azúcar es volcado en la
sangre desde el hígado y más cantidad de
corpúsculos rojos circulen a través del hígado y el
bazo. Entonces, mucha de la sangre es retirada de
estos órganos y llevada tanto al cerebro como a
los músculos que dominan el esqueleto. Estas
glándulas suelen ser llamadas "glándulas de
combate" porque en su manifestación son
masculinas, es decir, afectan a la voluntad,
incrementándola. La acción de la adrenalina es tan
formidable que, una débil solución sobre pequeños
vasos sanguíneos, es capaz de detener una
hemorragia una vez aplicada a la zona afectada, si
bien sus efectos son de corta duración. En
determinadas distorsiones, y de forma especial en
presencia de tumores, estas glándulas envían
excesiva secreción al torrente sanguíneo
produciendo singulares efectos en el sistema genital
como otras irregularidades en el resto del
organismo. Si la distorsión tiene lugar en el feto, éste
desarrollará una condición de falso hermafroditismo,
pues en realidad el nuevo ser tenderá a los hábitos
del sexo contrario al manifestado externamente. Si la
distorsión tuviese lugar tras el nacimiento, la simetría
de los sexos se será alterada, si bien conllevará una
maduración física y mental altamente precoz de
efectos asombrosos.
La personalidad del tipo "suprarrenal" está en
posesión de un sorprendente vigor, energía y
persistencia; se tratará siempre de alguien que
progresa por medio de una lucha en la que lo normal
sea el triunfo. Si atañese a una mujer, ésta tenderá a
ejercer en una línea cercana a la masculinidad, es
decir, dominante, con gran energía y determinados
rasgos viriles.
La insuficiencia suprarrenal se manifiesta en que el
aprendizaje resulta difícil y en un crecimiento lento,
con fácil fatiga, con debilidad y pereza, con
irritabilidad, con un apetito escaso e indecisión de
naturaleza crónica ante los acontecimientos de la
vida.
Las suprarrenales están regidas por Júpiter, por lo
que cuando un individuo a través de
su desarrollo espiritual se pone en contacto con la
nota-clave de dicho planeta, se sentirá
despejado, amplio, cabal y expansivo, llevándole a
expresarse en sus acciones con sentido de
benevolencia, expansión, optimismo, honor,
filantropía, cortesía, generosidad, habilidad y alegría,
además de con capacidad creativa junto a la
expresión de ideas de alto valor y contenido ético.
Actualmente, la humanidad se encuentra conectada
al trabajo de Júpiter en relación con el plano físico,
por lo que el Ego, utilizando el poder espiritual que
generan las suprarrenales, alcanzará
la fuerza precisa para perfeccionar su cuerpo físico y
lograr la conquista de este mundo tridimensional. El
centro espiritual de estas glándulas vibra y se
sostiene sobre un contexto azul.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

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