URANO EN ASPECTO CON LOS OTROS PLANETAS
pág. 182
El Sol sextil o trígono con Urano (véase página 93).
El Sol en paralelo, conjunción, cuadratura u oposición con Urano
(véase página 93).
Venus sextil o trígono con Urano (véase página 105). Los buenos
aspectos entre Venus y Urano brindan también algunas veces a experimentar
amor de una naturaleza platónica que en el caso actúa como una inspiración en la
vida.
Venus en conjunción o paralelo con Urano (véase página 105).
Venus en cuadratura u oposición con Urano (véase página 105).
Mercurio sextil o trígono con Urano (véase página 118).
Mercurio en paralelo o conjunción con Urano. (véase página 118).
Mercurio en cuadratura u oposición con Urano (véase página 118).
La Luna sextil o trígono con Urano (véase página 129).
La Luna en conjunción o paralelo con Urano (véase página 129).
La Luna en cuadratura u oposición con Urano (véase página 129).
Saturno sextil o trígono con Urano (véase página 141).
Saturno en conjunción o paralelo con Urano (véase página 142).
Saturno en cuadratura u oposición con Urano (véase página 142).
Júpiter sextil o trígono con Urano da una personalidad fuerte,
independiente y positiva, con una disposición mental ingeniosa, original e
inventiva. Todo lo que el nativo toma entre manos lo concluirá o morirá en la
tentativa. Esta posición da también una naturaleza benévola, humana y tolerante y
una tendencia para profundizar en las artes y ciencias ocultas. Favorece también
la asociación con órdenes secretas y promueve prosperidad en la vida. Tales
personas son honradas y sinceras, sociables, hospitalarias y amigas de todos, de
modo que alcanzan mucho favor de amigos influyentes en cargos oficiales. Esta
posición da también capacidad ejecutiva y mucho éxito en relación con los
institutos de enseñanza.
Júpiter en conjunción o paralelo con Urano (véase página 154).
Júpiter en cuadratura u oposición con Urano (véase página 154). Indica
también una naturaleza de ostentación, dada a la apariencia, a la bambolla y al
subterfugio, generalmente despreciado por su falta de sinceridad y relaciones
dobles, e indica también un agente de confianza, un espía y un jugador de
pacotilla.
Marte sextil o trígono con Urano (véase página 167).
Marte en conjunción, paralelo, cuadratura u oposición con Urano
(véase página 168).
Neptuno sextil o trígono con Urano da una inclinación hacia el lado oculto
o místico de la vida, y si alguno de ellos está colocado en la décima casa, la
persona generalmente llega a ser un caudillo o una autoridad en estas líneas o,
por lo menos, alcanzará a ser conocido en este sentido localmente, y si otros
testimonios concurren, su fama será nacional o internacional. Tales aspectos le
podrán en contacto directo con el mundo espiritual y tendrá mucho éxito en sus
relaciones con los habitantes de aquel mundo. Esta posición produce también
sueños y visiones de naturaleza profética o inspirada. Fortalece las potencias
curativas y, consecuentemente, capacitará a la persona para hacer de este modo
una gran cantidad de bien a su prójimo enfermo. Estos aspectos dan una intuición
altamente desenvuelta que alcanza casi a la lectura mental. Tienen gran amor por
los viajes y para la exploración del mundo físico, así como de los planos
superiores de la naturaleza. Esas personas no son solamente soñadoras, sino que
tienen también una voluntad fuerte, con fuerzas organizadoras excelentes y
ejecutivas, las cuales las ayudarán para realizar sus deseos, esperanzas y
ambiciones, en lo que respecta a elevarse socialmente y ponerse al frente de
cualquier profesión que elijan.
Neptuno en conjunción o paralelo con Urano son aspectos
controvertibles; si los planetas están bien colocados por signo y de algún otro
modo bien aspectados, su efecto será semejante al de sextil o trígono, aunque no
tan pronunciado; pero si son cadentes, débiles por signos y afligidos, son
solamente un poco menos adversos que cuando están aspectados por cuadratura
u oposición.
Neptuno en cuadratura u oposición con Urano acarrea influencias
decepcionadoras, solapadas, que pretenderán minar la reputación y hacer que la
persona sufra escándalos y malquistarla con el favor del público, encontrando
también reveses en los negocios imprevistos, así como disgustos en sus
relaciones sociales. Hay el mismo amor para los viajes y las exploraciones que
brindan los buenos aspectos; pero la persona no puede alcanzar sus anhelos con
la misma facilidad, o si lo hace es para su desgracia y para un añadido de
disgustos. El nativo, bajo estos aspectos, se ve también atraído hacia el lado
oculto o místico de la vida; pero su sendero está plagado de peligros por la
mediumnidad y obsesión, y toda su vida está sufriendo, por temores de peligro, un
vago horror de un desastre inminente, lo cual no podrá ser desterrado ni por la
voluntad ni por la razón, y de aquí que ciertas y determinadas sombras se ciernan
sobre estas vidas a modo de una nube y les roben la paz y la alegría.
***
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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