CAPÍTULO XVII
NEPTUNO, EL PLANETA DE LA DIVINIDAD
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Así como Urano es la octava de Venus y actúa principalmente sobre la
naturaleza amorosa, esforzándose para, elevar a la humanidad en asuntos
personales y sociales, así también Neptuno es la octava de Mercurio y
completamente espiritual en sus fines. Así como Mercurio es el portador de luz
del Sol físico, Neptuno es el portador de luz para el espiritual Sol (llamado
Vulcano por los místicos occidentales). Intelectualmente gobernado por Mercurio,
nos eleva a nosotros sobre el animal y hace hombre al hombre. La espiritualidad
gobernada por Neptuno nos elevará con el tiempo más allá del estado humano
haciéndonos divinos.
Neptuno significa realmente lo que podemos llamar “los dioses”,
comenzando con los seres supernormales que conocemos como Hermanos
Mayores y abarcando las innumerables huestes de entidades espirituales buenas,
malas e indiferentes que influyen en nuestra evolución. Su posición y aspectos
denotan nuestra relación hacia ellos; los aspectos maléficos nos atraen entidades
de naturaleza enemiga a nuestro bienestar; y las configuraciones benéficas
impelen hacia nosotros las fuerzas buenas. De modo que si Neptuno está
colocado en la casa décima en trígono con el Ascendente, la persona relacionada
tendrá la ocasión de convertirse en director o tendrá una influencia sobresaliente
en algún movimiento relacionado con sujetos místicos, como está indicado por la
posición exaltada de Neptuno. Su cuerpo será capaz de recibir las vibraciones
más sutiles y ponerse en contacto con el mundo espiritual, lo cual está denotado
por el trígono con el Ascendente. Por otra parte, cuando Neptuno está colocado en
la casa duodécima, cuya naturaleza es pasiva y productora de sufrimiento, esta
posición indica que en algún momento, acaso bajo una cuadratura con el
Mediocielo, las fuerzas viles, entre las que están los espíritus control, serán
atraídas hacia tal persona y se esforzarán en obtener posesión de su cuerpo. La
conjunción de Neptuno con el Ascendente hará el cuerpo sensitivo y utilizable con
propósitos espirituales, así como el trígono. Aprovechando la oportunidad ofrecida
por el primer aspecto mencionado, el hombre puede llegar a ser un discípulo de
una Escuela de Misterios y un factor para el bien en la elevación de la humanidad;
colocado bajo la aflicción del segundo aspecto, puede llegar a ser una herramienta
impotente de los espíritus control: un médium irresponsable.
Pero hay un factor que nunca está indicado en el horóscopo, y éste es la
voluntad de la persona. El hombre está predestinado a hacer frente alguna vez en
su vida a todas las experiencias indicadas por su horóscopo y las oportunidades
contenidas en él vendrán una a una en sucesión ordenada, de igual modo como el
reloj del destino indica la hora apropiada; pero el modo como el espíritu libre e
independiente haga frente a su experiencia fatal, nadie puede determinarlo de
antemano; y el hombre en cuyo horóscopo ocurra la configuración benéfica
mencionada primeramente, puede que no esté suficientemente consciente para
cazarla al vuelo y puede dejar que se esfume antes de que comprenda que estaba
a su lado. Aun también puede que nunca se haga consciente de este hecho.
Por otro lado, la persona en cuya vida una cuadratura indica el asalto de
fuerzas espirituales mencionado, puede desarrollar su músculo espiritual y resistir
la batalla y llegar a ser vencedor en lugar de ser vencido. Estar prevenido, es estar
armado de antemano.
Neptuno no fue descubierto hasta el año 1846; pero nosotros nos
equivocaríamos lamentablemente si supusiéramos que la influencia adscripta a él
fuera ficticia por esta razón, porque al igual que a la persona que ha nacido ciega
le falta el órgano para vez la luz del Sol y los colores, así la humanidad está falta
aún de la sensibilidad que la hace sensitiva a las vibraciones de Neptuno. (Véase
el capítulo con este título y también el de “Octavas Planetarias”). Pero nosotros
estamos desenvolviendo gradualmente sentimientos más sutiles y nos estamos
haciendo más sensitivos para responder a su influencia. Primeramente esta
influencia es exclusivamente notada por los sensitivos, que son los ocultistas
cuando son de naturaleza positiva, y por médiums cuando son negativos; otros
adquieren de él la astucia común poseída por los criminales y los detectives, o
bien esta influencia impele al de naturaleza débil a tomar drogas, que de otro
modo le producen sueños y visiones semejantes a aquéllos obtenidos por el
proceso de la mediumnidad.
Neptuno, fuerte en el horóscopo, da una imaginación muy viva y una
naturaleza artística, poética, musical o literaria, un amor para la vida fácil, confortable
y un ambiente circundante bello. La persona es fácilmente dominada por las
emociones, y cuando Neptuno está afligido puede verse sujeto a los trances,
desfallecimientos, histeria o tormentas psíquicas. Posee también un amor por los
viajes, preferentemente por agua. Cuando Neptuno es débil por signo o afligido,
incita también a beber o a tomar drogas, roba a la persona sus ambiciones y la
hace indolente, holgazana, bribona, deshonesta completamente, o si el horóscopo
es de buenas influencias por alguna otra razón, puede convertirse en una víctima
de las otras personas que la robarán o la engañarán. Las personas con un
Neptuno afligido deben evitar especialmente el relacionarse con corporaciones
grandes o, de lo contrario, se verán sujetas a ser estafadas de la manera más
fantástica.
***
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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