humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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sábado, 26 de junio de 2010

MARTE, EL PLANETA DE LA ACCIÓN, CAPÍTULO XIV



CAPÍTULO XIV

MARTE, EL PLANETA DE LA ACCIÓN
pág. 155

En la Biblia, leemos que Jehová fue el Creador del hombre porque vemos a
sus ángeles anunciando el nacimiento de diferentes personajes notables. De aquí
se sigue la conclusión inevitable de que Él y aquéllos presiden las funciones
generadoras que imparten cualidades de la fecundidad que en aquellos tiempos
fueron consideradas como una señal de la gracia divina, mientras que la
esterilidad estaba indicada como un signo manifiesto de su disgusto. Esto está en
concordancia con la enseñanza de la Sabiduría Occidental, la cual nos dice que
en los primeros días, cuando la humanidad estaba aún en formación, Jehová y sus
ángeles les llevaban a grandes templos en las épocas del año en las que las
condiciones planetarias eran propicias para la generación, y los hombres nacidos
bajo aquellas condiciones armoniosas vivieron por cientos de años sin
enfermedades ni afecciones. Es digno de notar que los animales salvajes que
están completamente bajo la guía de su espíritu grupo y se aparean solamente en
determinadas estaciones, están también inmunes contra las enfermedades.
Jehová retiene aún el control sobre la fecundación de los animales que están a
tono con las vibraciones lunares por medio de sus veintiocho pares de nervios,
que corresponden a los veintiocho días de la revolución lunar, y su vehículo, la
Luna, todavía mide el período de la gestación, tanto para el hombre como para las
bestias.
Pero la Biblia nos habla también de que Lucifer y sus ángeles caídos
enseñaron a la humanidad a tomar la prerrogativa de la creación en sus propias
manos y les inculcaron la pasión que ha producido dolor, el pecado y la muerte,
debido a que la función santa de la generación que fue proyectada solamente con
propósitos temporales para la propagación y la cual actúa también bajo
condiciones planetarias adecuadas, ha sido profanada y sujeta a la lujuria de la
humanidad en todos los momentos sin tener en cuenta los rayos planetarios. No
obstante, es una equivocación pensar que los espíritus de Lucifer son malos,
porque bajo el dominio de los ángeles la humanidad fue una masa de autómatas,
faltos de mente, que no conocían ni el bien ni el mal y que no tenían elección ni
prerrogativa, pero por medio de los espíritus de Lucifer marcianos, hemos
aprendido a distinguir el bien y el mal, estando capacitados también por el ejercicio
de la fuerza de la voluntad a desdeñar el mal y elegir el bien, a separarnos del
vicio y cultivar la virtud, colocándonos de este modo en armoniosa cooperación
con Dios y la naturaleza, y desarrollando nuestras posibilidades divinas para que
podamos ser como nuestro Padre en los Cielos.
Mientras Jehová y sus ángeles trabajan de este modo sobre la humanidad
desde la Luna, los espíritus de Lucifer, quienes se rebelaron contra su régimen,
están colocados en el planeta Marte y de ellos también hemos recibido y estamos
recibiendo muchos dones valiosos, entre los cuales los principales son el fuego y
el hierro. Es bien conocido el hecho de que cada cuerpo viviente es caliente,
porque el ego no puede manifestarse en el mundo físico si no es por medio del
calor, o quizá debiera decirse que el calor está generado por la manifestación del
ego. Pero sin el hierro, el cual existe en la sangre en la forma de hemoglobina, no
podría haber oxidación y, como consecuencia, tampoco calor. Ésta era la
condición anterior a la caída, como solemos llamarla, cuando el hombre en
formación no tenía mente. Pero entonces los espíritus de Lucifer vinieron y
pusieron el hierro en la sangre, lo cual hizo posible para el ego el entrar en sus
vehículos y desde tal momento el ego se hizo un espíritu interno capaz de
desarrollar la individualidad. Así, pues, si no hubiera sido por los espíritus de
Lucifer el hombre no se hubiera podido convertir en un hombre. Son estos
elementos, el fuego y el hierro, los que han hecho del mundo lo que es hoy; bueno
o malo con arreglo al uso que de ello hace el hombre. La fuerza solar enfocada
por medio de la Luna imparte la vitalidad de crecimiento, pero los rayos de Sol
enfocados sobre nosotros por los espíritus marcianos de Lucifer, nos dieron la
potencia dinámica y son el origen de toda la actividad del mundo.
La fuerza puede estar latente por siglos y siglos como nos dan de ello un
ejemplo los lechos de carbón, que son depósitos de energía solar; un horno y un
motor son requeridos para transmutarla y hacerla aprovechable como energía
dinámica, pero una vez que el gigante aletargado ha quedado convertido de
latencia en potencia no conoce ni descanso ni paz, hasta que ha gastado la última
onza de su fuerza prodigiosa. Bajo un control estricto y guiada cuidadosamente en
canales de actividad útil, esta fuerza marciana es el sirviente más valioso de la
humanidad; el agente más poderoso en el trabajo del mundo; una dádiva
incomparable para la humanidad. Pera si este sirviente escapa al control, toma
dominio rápidamente y su fuerza contraria de destrucción y devastación es
entonces un azote tan terrible como benéfico es su uso bajo guía y control, es
decir, una bendición inestimable. Es tan precioso como peligroso; su vigilancia
eterna es el precio de la seguridad de su flagelo, pero sin él el mundo sería un
desierto.
Marte, como un foco para la energía solar latente, lo transmuta en deseos,
pasiones y lo que podemos llamar espíritus animales. Es un fuego consumidor
más peligroso que toda la nitroglicerina manufacturada, pero también más
precioso que otra cualquiera bendición que podamos tener o disfrutar.
El predicador hindú, crecido en una tierra gobernada por Saturno, el planeta
de la destrucción, dice: “Matad vuestros deseos”. Esta persona sueña
constantemente en la negación de sí, pero al igual que el “temple” conserva el filo
del acero que corta todos los obstáculos, así los deseos enérgicos bien dirigidos
del temperamento marciano anglosajón, han transformado maravillosamente la
Tierra y han hecho adelantar a la civilización mucho más que las que la
precedieron, y aunque acaso brutales en muchos sentidos, hay una promesa en
eso también, con arreglo al proverbio: “A mayor pecador, mayor santo”. Los
padres debieran tomar una lección del libro de las naciones y refrenarse en aplicar
la manta húmeda saturnina al espíritu de fuego marciano de los niños. Saturno
siempre dice: “no, no”; su anhelo es el de reprimir y el de obstruir. Un buen fuego
bajo el control propio es útil, pero la muerte espía en el humo y en los gases
nocivos de un fuego insignificante; muchas negativas aniquilan y anulan las
ambiciones legítimas frustrando su realización; pueden conseguir hacer a sus hijos
víctimas de las redes del mal porque la energía dinámica de Marte debe tener o
encontrar una salida, de modo que estén advertidos. Las faltas peores de Marte
son la impulsividad y falta de persistencia, pero no incuba hipócritas como lo hace
un Saturno afligido.
De Marte hemos recibido varias de nuestras virtudes más valiosas, así
como varios de nuestros peores defectos. Cuando está bien aspectado da una
constitución fuerte y resistencia física; una naturaleza positiva, independiente y
confiada en sí: determinada y orgullosa, generosa y enérgica, con recursos y
habilidad para aprender, especialmente cuando está en Aries, Leo, Escorpio o
Capricornio; pero cuando es débil por signo como en Tauro, Cáncer y Libra, o
aspectado por cuadraturas u oposiciones, hace a la persona impulsiva, obstinada
y rencorosa, inclinada a la bebida y a los actos criminales; cruel y dura; un
camorrista y un jactancioso.
Las personas que tienen a Marte preeminente en sus horóscopos son
eminentemente prácticas y juegan un importante papel en el trabajo del mundo.
Son eficaces especialmente en las ocupaciones donde el fuego y el hierro se
utilizan con propósitos constructivos o donde se manejan instrumentos cortantes.
Los soldados, cirujanos y carniceros; los maquinistas y fundidores de hierro; los
ingenieros y las personas con ocupaciones parecidas son de naturaleza marciana.
Estas personas exceden también en otras posiciones en las que el coraje y la
intrepidez son cualidades necesarias.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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