LOS SIGNOS DEL ZODÍACO
A los dos lados del camino del Sol hay un número de estrella fijas que están
agrupadas de tal modo que pueden definirse diciendo que forman doce
constelaciones y como tienen ciertas influencias características, los sabios de la
antigüedad las nombraron con el nombre de los animales que expresan
características similares. Estas constelaciones se llaman el Zodiaco natural y para
todos los propósitos prácticos puede decirse que ocupan posiciones permanentes
relativas a las otras estrellas fijas del firmamento. Este círculo se divide en doce
secciones empezando en el primer grado de Aries, el cual está ocupado por el Sol
en el equinoccio primaveral.
Debido a la precesión de los equinoccios el Sol no cruza el Ecuador en el
mismo punto cada año, sino que se ve que los primeros 30 grados desde el punto
en que el Sol cruza el Ecuador en el equinoccio tienen un efecto semejante al
indicado por la constelación de Aries; los próximos 30 grados irradian una
influencia de Tauro y así sucesivamente con las otras diez secciones restantes de
30 grados cada una. Por lo tanto las doce secciones empezando a contar desde el
equinoccio primaveral están usadas exclusivamente en la Astrología y se llaman
signos del Zodíaco para diferenciarlas de las constelaciones. Para una
elucidación completa de la materia véase “Astrología Científica Simplificada”
en el capítulo titulado “Zodíaco Intelectual”.
Estos doce signos del Zodíaco están divididos diversamente con arreglo a
su efecto sobre la humanidad, en signos “cardinales”, “fijos” y “comunes”, así
como en signos de “fuego”, de “tierra”, de “aire” y de “agua”. Sus influencias nos
esforzaremos para explicarlas en las secciones siguientes.
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del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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