LA INFLUENCIA DE LOS DOCE SIGNOS AL SALIR
ESCORPIO (EL ÁGUILA)
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La nariz es el rasgo más saliente de los de Escorpio; es grande, fuerte y
arqueada pareciéndose al pico del águila; las cejas son espesas, los ojos fijos y
rasgados; la mandíbula es muy pesada, el brillo de los ojos y el asentamiento de
las mandíbulas indican la gran determinación que es la característica más
preeminente de los de Escorpio. La cara es angulosa, el cutis moreno y el pelo
obscuro con unos tintes rojizos peculiares, que se notan cuando el Sol brilla sobre
ellos. Los dientes son grandes y sujetos a caerse tempranamente. El cuerpo es
corto y más bien grueso, con un corto y voluminoso cuello que se parece al del
signo opuesto: Tauro.
Las personas de Escorpio siempre defienden sus derechos con mareado
tesón y nunca se sujetan a las imposiciones, aunque están muy dispuestos a
atropellar el derecho de los otros. Siempre están apesadumbrados por las cosas
que pueden ocurrirles, pero que nunca suceden, y de este modo la vida es para
ellos un martirio y para los que les rodean. El sarcasmo que pica como un
escorpión, está siempre en la punta de su lengua; no obstante, su amor es fuerte y
sus aspiraciones sublimes. Así, pues, hay dos naturalezas en lucha en los de
Escorpio y necesitan mucha simpatía y conmiseración por parte de sus amigos.
En la hora del peligro nunca retroceden, sino que realizan los hechos de heroísmo
con un desprecio de sí mismos que llega a la temeridad y casi a la locura. La
mente es aguda, fría y serena; por lo tanto, los hombres de Escorpio suelen ser
buenos militares y excelentes cirujanos. La mujer de Escorpio tiene una familia
numerosa.
El Sol en Escorpio acentúa las buenas cualidades y rasgos y da amor o
gusto por el misticismo pero Marte, el regente, trae el lado mundano del signo y
forma los que se conocen como burlones o escépticos.
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del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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