CAPÍTULO VII
LOS NACIDOS EN LOS DOCE SIGNOS
Los nativos de Sagitario
Nacidos entre el 23 de noviembre y 22 de diciembre
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Sagitario está regido por Júpiter, el gran benéfico planeta, y puede decirse
generalmente que aquellos nacidos mientras el Sol está en este signo, es decir,
desde el 23 de noviembre al 22 de diciembre, son bien vistos en la sociedad en
que se mueven. Son de una disposición jovial y bondadosa, modelos de hombres,
individuos aplaudidos y estimados y sus relaciones están generalmente contentas
de verlos de nuevo. Hay dos clases muy distintas de los nacidos bajo este signo.
En el Zodíaco pictórico, Sagitario está representado como un centauro,
mitad caballo y mitad hombre, y una clase de aquéllos que vienen al nacimiento
bajo su influencia, está muy bien descrita por la parte animal del mismo, por que
son de una naturaleza deportiva, dispuestos a jugarse sus bolsas en una carrera
de caballos o de arriesgar hasta su último dinero en un juego de cartas. Están
siempre dispuestos a pasar muy bien el rato, por lo tanto su naturaleza moral es
de grado bajo descrita adecuadamente por la parte animal de tal símbolo, pues no
tienen escrúpulos con respecto a la satisfacción de sus apetitos, pasiones y
deseos. Son dados a la falta de respeto tanto para la ley como para el código
moral, de aquí que a menudo se encuentran entre la clase criminal. Pero los hijos
de Sagitario simbolizados por la parte humana del centauro, dirigen el arco de su
aspiración a las estrellas y son tan diferentes de los anteriores como el día lo es
de la noche, porque son extremadamente idealistas, morales, guardadores de la
ley, caracteres nobles que consiguen el respeto de la sociedad en general y en
particular de todos aquéllos con quienes se ponen en contacto íntimo. Por lo tanto
con el tiempo se convierten en pilares de la sociedad y a menudo reciben
posiciones de honor y de preferencia en política o en religión como jueces o
ministros. Son muy ortodoxos y conservadores en sus opiniones y puntillosos en
sus faltas de observancia de las costumbres y tradiciones de la época en que
viven; pero no son de temperamento progresivo porque ellos valúan las opiniones
de sus contemporáneos muy altamente y es muy raro que se les induzca a que
abracen ideas progresivas que puedan hacerlos comprometer respecto de la
sociedad a la que ellos pertenecen. Son firmes creyentes en la necesidad del
formalismo en el expediente oficinal. Sin embargo, son caritativos y benévolos,
simpáticos y tiernos, y siempre están dispuestos a ayudar a cualquier movimiento
altruista, y aunque son de una naturaleza bondadosa y se esfuerzan en evitar
luchas en su propio interés, alguna vez luchan con gran celo y coraje por los otros
que han sido injuriados y por cuyo bienestar sus simpatías se han despertado, de
aquí que sean admirables abogados.
Los de Sagitario son generalmente excelentes oradores; tienen una oratoria
fácil y rápida y les gusta este medio de expresión. Sus exhibiciones de buena
memoria y el modo interesante con que visten sus disertaciones sostienen
siempre la atención de sus audiencias. Además, son muy soberbios y tienen gran
confianza por sí mismos.
***
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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