humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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martes, 22 de junio de 2010

MERCURIO EN LAS DOCE CASAS




MERCURIO EN LAS DOCE CASAS

Mercurio en el Ascendente o casa primera, hace a la persona muy
activa, lista y despierta con arreglo a la naturaleza del signo saliente y los
aspectos que recibe de los planetas. Los signos de fuego y los signos de aire
tienen la mayor influencia en este sentido. En Aries o Leo, es más impulsivo que
cuando sale en Sagitario, pero Géminis, Libra o Acuario son los mejores. Cuando
Mercurio está saliendo en los signos de agua, Cáncer o Piscis; el intelecto es
romo, pero saliendo en Escorpio, donde está lleno de fuego por la energía
marciana y armado con el aguijón venenoso del escorpión, entonces tiene una
influencia un tanto semejante a la de Marte en Escorpio aunque no tan
pronunciada.

Mercurio en la casa segunda es bueno para las ganancias como
consecuencia de ocupaciones mercuriales, especialmente cuando la persona está
empleado por algún otro cuyo empleo comprenda una capacidad mercurial
verdadera como agente, mensajero, escribiente, escritor o algo por el estilo.

Mercurio en la casa tercera y bien aspectado tiene una maravillosa
influencia sobre las cualidades del nativo. Hace a la mente serena y optimista,
inclinada al estudio y a los trabajos de investigación. Da a la persona fluidez en su
oratoria y éxito en los viajes cortos, haciendo que las relaciones de la persona con
sus hermanos sean armoniosas. Cuando Mercurio está afligido en la casa tercera
inclina a la melancolía y al pesimismo, a los disgustos y sinsabores con los
hermanos y también con ocasión de viajes cortos.

Mercurio en la casa cuarta da inestabilidad a las condiciones del hogar.
Significa a esas personas errantes, sin hogar, que siempre se están moviendo de
un sitio para otro, a menos que un buen aspecto con Saturno se presente para
hacerlas permanecer quietas alguna vez. Éste es, sin embargo, un buen aspecto
para las personas ocupadas en empleos mercuriales, los cuales requieren una
residencia estacionaria tal como el librero, el hombre literato en trabajos de
periódicos, empleado en un establecimiento de imprenta, en una casa
comisionista, en agencias y en organizaciones semejantes. Si Mercurio está
afligido por Saturno las condiciones del hogar del nativo le causarán grandes
dolores y tristezas.

Mercurio en la casa quinta enfoca la mente sobre la educación, las
diversiones, cortejos y en los hijos. Si Mercurio está bien aspectado por Saturno o
Júpiter da profundidad a la mente y hace que la persona tenga éxitos en empresas
relacionadas con la educación, con las publicaciones y diversiones públicas. Los
buenos aspectos de Marte con Venus dan éxito en los galanteos, pero los
aspectos adversos de los planetas hacen a la persona cruel; es, además,
inconstante en la afección hacia aquéllos a quienes profesa amor, inclinada a
disgustarse por los asuntos de sus hijos y muy superficial como profesor. Un
aspecto bueno con el Sol es una indicación excelente de éxito en un empleo oficial
en un instituto de educación.

Mercurio en la casa sexta da demasiada actividad a la mente para que dé
buenos resultados a la persona porque se hace extremadamente ambiciosa y, por
lo tanto, propensa a trabajar con exceso en detrimento de su salud, con el
consiguiente desarreglo del sistema nervioso que generalmente se manifiesta en
desórdenes digestivos en la región gobernada por Virgo, el signo sexto, es decir,
los instintos. Tales personas son supersensitivas acerca de la situación de los
otros lo cual afecta su salud, trayéndoles, además, muchos inconvenientes y
disgustos en las relaciones del estudio, de la higiene y de la alimentación, y
encuentran mucho éxito en la práctica de la química de los alimentos,
particularmente si Mercurio está bien aspectado. Los aspectos adversos de
Saturno con Mercurio en la casa sexta convierten al nativo en un inválido crónico
con la mente en un estado muy melancólico. Los aspectos adversos de Marte y
Urano son origen de suicidios como consecuencia de una sugestión de la
enfermedad.

Mercurio en la casa séptima y bien aspectado hace a la persona popular
en círculos científicos y literarios. Es una posición muy buena para los oradores
públicos y para todos aquéllos que tienen una actuación mercantil de relación con
el público. Pero si Mercurio está afligido en su posición de la casa séptima
proporciona una gran cantidad de crítica hostil, de naturaleza pública y es
propenso a envolver a la persona en litigios, tanto para defenderse a sí mismo
contra libelos escritos por otros o bien por libelos escritos por el nativo. Un
Mercurio bien aspectado en la casa séptima indica un matrimonio feliz con alguna
persona de su familia o bien con algún empleado, pero cuando Mercurio está
afligido, bien la persona o el compañero de matrimonio es de una naturaleza
regañona, de modo que la vida del matrimonio está constantemente convertida en
un campo de batalla por disputas y guerra constante debido a la infidelidad o a la
inconstancia.

Mercurio en la casa octava, cuando está bien aspectado proporciona
ganancias por medio de agencias literarias o científicas, ocupaciones u otros
propósitos de un aspecto mercurial, siempre que se lleve en compañía con algún
otro. Esta posición indica también que el nativo puede recibir un legado y es muy
buena indicación de éxito económico mediante el matrimonio, pero si Mercurio
está afligido en su posición de la casa octava indica disgustos financieros por el
consorte y por litigios probablemente relacionados con un legado dejado al nativo.

Mercurio en la casa novena y bien aspectado da amor por la religión, la
ciencia, la literatura epistolar y por el estudio de leyes; hace muy estudiosa a la
mente, capaz de bucear profundamente en los más hondos problemas de la vida y
del ser, con tendencias filantrópicas y filosóficas, con el deseo de viajar muy lejos
si es necesario para conseguir el conocimiento que persiguen. Esta posición da
facilidad para la oratoria y para escribir con éxito sobre religión y filosofía, sobre
leyes o sobre ciencias. La mente es amplia, flexible y adaptable; por lo tanto, la
persona está propensa a cambiar sus puntos de vista de la vida varias veces
acerca de los diferentes problemas que ha estudiado, pero siempre tendrá una
razón buena para adoptar estos cambios de puntos de vista.
Si Mercurio está afligido en la casa novena hace a la persona
excesivamente inestable, mentalmente hablando, cambiando como una veleta en
todos sus propósitos y actividades. Tales personas nunca permanecen con
ninguna cosa entre manos lo suficiente para experimentarla y, por lo tanto,
tropiezan con fracasos serios durante toda su vida. Probablemente pueden viajar
de un lugar a otro en busca del éxito, pero nunca lo conseguirán hasta que
aprendan a concentrar sus energías sobre una cosa sola. Esta posición es
también un manantial grande de disgustos con la justicia o por negocios ilegales.

Mercurio en la décima casa, bien aspectado, indica adaptabilidad y que la
persona es muy fértil en recursos, de modo que le permiten hacer frente a todas
las contingencias de la vida. Hace también al nativo un conferencista agradable, o
publicista o escritor y es también favorable para el éxito en las ocupaciones
ocultas. Si Mercurio está colocado en uno de los signos de aire la fuerza de
expresión está muy mejorada. Frecuentemente las personas con Mercurio en esta
posición tienen varias ocupaciones, pero usualmente tienen más éxito en un
empleo subordinado.

Mercurio en la casa undécima, brinda muchas amistades entre las
personalidades literarias, científicas o de otros aspectos mercuriales, pero ninguna
de aquéllas es suficientemente constante para tener confianza en ella, a menos
que Mercurio esté bien aspectado. Esta posición tiene una tendencia a hacer a la
persona de carácter crítico y cínico; agudiza el intelecto, sin embargo, y da una
gran fluidez de lenguaje.

Mercurio en la casa duodécima, si está bien aspectado, proporciona una
mente especialmente adaptada a profundizar en los misterios o en las cosas
secretas u ocultas. Esto es cierto, especialmente si Mercurio está entre el Sol y el
Mediocielo, es decir, si Mercurio marcha delante del Sol o sale antes que este
luminar, porque entonces toda la luz que está en el espíritu parece brillar
externamente y hace a la persona muy aguda y brillante intelectualmente. Por lo
tanto, es una buena posición para el trabajo de detective, así como para las
investigaciones ocultas o científicas. Los químicos de mayor capacidad se
manifiestan bajo este aspecto porque tales personas tienen la facultad de
examinar hasta los detalles más minuciosos de las cosas que aparecen
microscópicas y sin importancia para los demás.
Cuando Mercurio está en la casa duodécima y afligido, especialmente por
Saturno o Marte, y también cuando está en combustión o va detrás del Sol, hay
el peligro de que la mente se nuble y puede degenerar en la locura. Debe
observarse también que la aflicción variará en la forma que Mercurio esté
aspectado. Si lo está por Marte u Urano el sujeto puede ser excesivamente
violento; si por Saturno, melancólico; pero cualquiera que sea la causa, si Mercurio
está afligido en la casa duodécima, alguna forma de limitación frenará al espíritu,
porque la casa duodécima es la casa de las limitaciones y del confinamiento.
La sordera es también el resultado de esta posición de Mercurio cuando
está severamente afligido por Saturno.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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