humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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sábado, 10 de julio de 2010

PROGRESIÓN DE LOS ÁNGULOS




PROGRESIÓN DE LOS ÁNGULOS
pág. 237

Además de la progresión de los planetas, que nosotros confiamos han sido
suficientemente explicados, debemos notar también un movimiento similar hacia
adelante de las casas; pero esto debe ser calculado por el mismo método que
empleamos para erigir una figura natal, salvo cuando usamos la Hora Sideral para
el día que corresponde al año para el cual nosotros deseamos progresar el
horóscopo. En relación con el horóscopo del hombre que acabamos de estudiar, el
año crítico fue el de 1918, que corresponde al día 28 de mayo de las efemérides
para el año 1884. Debemos tener en cuenta que el nacimiento ocurrió a las 2 P.
M. Hora Local Exacta, a los 42 grados de longitud Norte y a los 95 grados de
longitud Oeste, porque estos factores están empleados para colocar los grados en
las casas, precisamente, como en el horóscopo natal; el único cambio es el uso de
la Hora Sideral del día del nacimiento progresado.


Hora Sideral del mediodía previo al día de nacimiento
progresado, 1918 (veáse esfemérides para el año 1884, 28 de mayo) 4 25 0

Corrección de 10 segundos por cada 15 grados del lugar de nacimiento
que está al Oeste de Greenwich ............................................................ 0 1 3

Intervalo desde el mediodía anterior a la hora del nacimiento .... 2 0 0
Corrección de 10 segundo por cada por cada hora de intervalo ... 0 0 20
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hora Sideral Progresada .................................................................... 6 26 23


Con esta Hora Sideral vamos a buscar a las Tablas de Casas,
correspondientes a la latitud del lugar del nacimiento, y formamos un horóscopo
con las doce casas de la manera corriente; además, podemos insertar los lugares
de los planetas del cálculo ajustado de la fecha para el año 1918, y entonces
tendremos un horóscopo completo distinto para aquel año que podemos comparar
con el mapa natal. Algunos astrólogos usan este método, pero nosotros
aconsejamos otro, el cual pensamos que facilita la comparación y el juicio de los
aspectos entre las posiciones de los planetas del mapa natal y del horóscopo
progresado en un grado mucho más preciso e incomparable que el que se
consigue con el otro sistema, cuyo método está ilustrado en las distintas figuras
usadas en este libro.
Nosotros escribimos el mapa natal en tinta, puesto que éste es inmutable
durante la vida; también trazamos un círculo mayor externamente para contener la
posición de los planetas progresados. Éstos y las casas los escribimos en sus
propios lugares, pero someramente y con lapicero, de modo que puedan ser
borrados fácilmente en el horóscopo erigido para, otro año sin necesidad de volver
a escribir el horóscopo natal.
Pero no importa el modo en que estén colocados, pues dos horóscopos
cubiertos con las 24 casas, 18 planetas, una pareja de Cabezas de Dragón, cada
una con su “Cola” respectiva y dos Partes de la Fortuna, forman un todo
amazacotado e indescifrable, y si se añade toda la galaxia planetaria de aspectos
que incluye el de quincuncio o el de sesquicuadratura y otras palabras altisonantes
sin sentido, el astrólogo seguramente se perderá en tal laberinto matemático y
será incapaz de leer una sola sílaba del mensaje de las estrellas. Durante el
primer año de su estudio astrológico, uno de los autores que originalmente era de
naturaleza matemática, tenía el hábito de hacer horóscopos y Tablas de los
Aspectos tan atrevida y maravillosamente que puede decirse batió el proverbial
“jeroglífico chino”; sus trabajos eran verdaderamente “nudos gordianos” y el
destino del ser humano estaba tan enmarañado en tales mapas que ni el autor
que había hecho tal abominación ni ningún otro cualquiera podía ni aún tener la
esperanza de desenmarañar el destino de aquella pobre alma. Pero puede
perdonársele; ahora ha enmendado sus procedimientos y actualmente es
precisamente tan celoso para eliminar todos los requisitos que no sean esenciales
de los horóscopos que levanta, como antes lo era para complicarlos, y, por lo
tanto, habiendo estado enredado en la maraña de las matemáticas, su propia
experiencia puede servir al estudiante de buena experiencia. Nuestras mentes, en
el mejor de los casos, son solamente instrumente débiles para profundizar el
destino y seguramente tendremos la mayor probabilidad de éxito aplicando
nuestra ciencia a los factores importantes, además de que éstos son
generalmente los más simples.
Si el estudiante asiente con nosotros a esto, podemos hacernos la siguiente
pregunta: ¿Cuáles son los puntos esenciales y cuáles son los que se pueden
eliminar con ventaja para simplificar el horóscopo progresado de elementos
inútiles y confundibles?
Primero: Con respecto a las casas progresadas, solamente dos puntos
vitales producen resultados cuando están en aspectos: el Mediocielo, que es
espiritual por naturaleza, y el Ascendente, que es el índice de los asuntos
materiales. Nosotros trataremos posteriormente esta cuestión y por el presente
nos limitaremos al argumento que facilitará el juicio del horóscopo progresado, si
dejamos a un lado las 10 cúspides secundarias y trazamos dos líneas gruesas con
lapicero para marcar el Mediocielo y el Ascendente progresados.
En segundo lugar, el estudiante puede convencerse a sí mismo fácilmente
mirando a través de las columnas de cualquier efemérides, de que la moción de
Neptuno, Urano, Saturno y Júpiter durante los dos meses que representan la
progresión para una vida de 60 años, es tan lenta que forman raramente un
aspecto que no esté registrado en el horóscopo natal. En casos raros, cuando
forman un aspecto importante éste es fácilmente visto y el planeta entonces debe
ser registrado en el círculo externo del horóscopo progresado, pero en la mayoría
de los casos es mejor el dejar a un lado estos planetas y registrar solamente las
posiciones progresadas del Sol, la Luna, Marte, Venus y Mercurio.
Para concluir con el procedimiento de nuestro método de progresión,
debemos mencionar dos puntos importantes: el Mediocielo a una Hora Sideral
dada es el mismo para todas las latitudes, de modo que dos niños nacidos a la
misma Hora Sideral tendrían el mismo signo y grado en el Mediocielo; pero si uno
hubiera nacido en Alaska y el otro en México, el Ascendente variaría mucho y
cambiaría la agrupación de los planetas en las casas muy considerablemente, con
el resultado ulterior de que los planetas que influyeran en los asuntos de la
primera casa en un horóscopo afectarían las materias de la casa duodécima del
otro, etc., y, como consecuencia, las vidas de estos dos seres serían muy
diferentes.
El mismo argumento se aplica al horóscopo progresado de una persona
que marche de Norte a Sur de su lugar de nacimiento. Su Mediocielo progresado
permanece inmutable, pero recibe las fuerzas de una figura ascendente distinta
con arreglo a la latitud donde resida, y la agrupación de los planetas relativa al
Ascendente progresado varía en consecuencia. Como ejemplo podemos citar que
ambos autores de este trabajo han dejado su lugar de nacimiento; uno ha viajado
2.000 millas al Oeste, pero está muy cercano a la misma latitud de su punto de
nacimiento, de aquí que tanto el Mediocielo como el Ascendente sean iguales a
como serían si él hubiera permanecido en su ciudad natal.
El otro autor nació en los 56 grados de latitud Norte y ahora reside en los 32
grados del mismo hemisferio. Si él hubiera permanecido en aquel punto
septentrional tan lejano, su Ascendente progresado se hallaría en el año 1912 en
los 6 grados de Virgo exactamente, en conjunción con el lugar de Marte a su
nacimiento; pero el Ascendente de su nueva residencia se halla ahora en los 0
grados de Virgo, y en esta latitud no sentirá el efecto del rayo de Marte durante
una serie de años.
El otro punto importante que debemos tener en cuenta es la necesidad de
ser muy claros con respecto al año que nosotros progresamos. Acaso una
persona nos dice que un acontecimiento determinado ya ocurrió cuando tenía 26
años de edad y otro a los 50 años. Tales informes son ambiguos y no nos dan
unas bases de trabajo seguras. El astrólogo en tal caso tendrá que ir a su casa y
realizar una cantidad de trabajo inmenso, inútil, debido a que pensó que su
interlocutor quería decir que un acontecimiento le ocurrió cuando estaba entre los
26 y 27 años de edad y una consulta posterior revela que quiso decir el año
correspondiente entre los 25 y 26. Precísese, pues, con absoluta claridad el año
1850, 1900 o cualquiera que sea, pero nunca se acepte la edad que diga la
persona como un punto de partida.
Por la misma razón, nunca prediga que un suceso ocurrirá cuando una
persona tenga esta edad o la otra, que también es ambiguo y no satisface. Dése el
mes y el año; nunca se rodee, nunca se prediga nada de lo cual se esté en dudas;
cuando el astrólogo está satisfecho de su estudio la predicción está justificada;
háblese sin miedo pero con tacto; créase en las estrellas y las estrellas
justificarán plenamente la fe que en ellas pongamos.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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