EFECTOS PATÓGENOS DE SATURNO
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Saturno es el planeta de la obstrucción, de la cristalización y de la atrofia.
Por su acción, la circulación de los fluidos del organismo, tales como la sangre, la
linfa o la orina, está interrumpida, y por este estancamiento estos materiales de
desecho quedan retenidos en diversos depósitos en el cuerpo construyendo el
esqueleto, que en este caso es de efecto constructivo, o bien endurecido las
arterias y articulaciones, y en este caso es destructivo el efecto de este
estancamiento.
Saturno gobierna la vejiga y la hiel, en donde forma las piedras de la vejiga
tan dolorosas, y en virtud de su poder de exaltación en Libra cristaliza los cálculos
renales y las arenillas que producen horribles sufrimientos a aquéllos que tienen
estas materias. Por la retención de la urea ocasiona el doloroso reumatismo y la
gota, que a menudo se manifiestan en deformidades de las articulaciones
desfigurando los órganos en los cuales se producen y causando parálisis con el
sufrimiento consiguiente. Gobierna también el nervio neumogástrico, y por su
acción restrictiva sobre tal órgano puede disminuir la acción del corazón, detener
las digestiones, suprimir la orina y las defecciones bajo las emociones del miedo y
de la preocupación generadas por este astro. De modo que tiene el triste poder de
producir en cada función del organismo alteraciones, estancamientos y sufrimientos.
Saturno rige también los dientes y la piel. Por su acción sobre estos
órganos caen los dientes, lo que conduce a la desnutrición, se endurecen las
membranas sinoviales haciendo rígida la espina dorsal y las piernas, así como
ocasionando que la piel, a medida que pasan los años, se endurezca. Saturno
está en su hogar en Capricornio, y por su acción refleja sobre Cáncer interfiere en
la acción peristáltica que es necesaria para la digestión del alimento, y entonces
produce los efectos antiperistálticos, o sea, los vómitos. Sus actividades en
general sobre el organismo son destructivas y tienden a acabar con la vida del
cuerpo.
Saturno daña generalmente por caídas, quemaduras y resfriados.
Predispone a las afecciones crónicas y profundas y sus víctimas son muy difíciles
de tratar debido a que infunde, además, en ellas, miedo, preocupación y
pesimismo, de modo que rehuyen creer en la posibilidad de su curación sin que
puedan ser inducidas a que consideren la vida alegremente y de una manera
optimista.
La presencia de Saturno en cualquiera parte del horóscopo constituye una
aflicción en sí misma; por lo tanto, podemos notar los efectos siguientes en los
doce signos, tanto si está aspectado por cuadratura, oposiciones, trígonos o
sextiles, o no; pero, naturalmente, sus efectos son algo más marcados cuando
forman un aspecto adverso.
Saturno en Aries da tendencia a los dolores de cabeza, resfriados,
catarros, sorderas y escalofríos; a la anemia cerebral, a la caída de los dientes y al
sarro tártaro, a los desmayos, y por acción refleja en Libra, a los desórdenes
renales.
Saturno en Tauro da tendencia a las flemas y a los esputos, a la difteria, a
las anginas, a las paperas y parótidas, al garrotillo, a la caída de los dientes
inferiores, a las sofocaciones, y por acción reflejan en Escorpio a las estrecheces,
al estreñimiento y a desórdenes semejantes.
Saturno en Géminis da tendencia a los dolores reumáticos en hombros y
brazos, a la tisis pulmonar, al asma, y por acción refleja en Sagitario, a la ciática y
a las enfermedades de las caderas.
Saturno en Cáncer da tendencia a la piorrea, a la dispepsia, a la úlcera y al
cáncer gástricos, a las náuseas, a los eructos, al escorbuto, a la ictericia, a las
piedras de la vejiga, a la anemia y a la estrechez del esófago.
Saturno en Leo da tendencia a la desviación de la espina dorsal, a la
ineficacia muscular del corazón, y a la debilidad de la espalda, a la arteriosclerosis
y a las esclerosis de la columna vertebral.
Saturno en Virgo da tendencia a la debilidad peristáltica de los intestinos, a
la reducción de la absorción del quilo, a la obstrucción del ileum caecum y colon
transversal y a la apendicitis.
Saturno en Libra da la tendencia a la ataxia locomotriz, a los cálculos
renales, a las piedras y a las arenillas; a la enfermedad de Bright, a la supresión
de la orina, a la desnutrición y por su acción refleja en Aries, a los dolores de
cabeza, de dientes y otros desórdenes de la cabeza.
Saturno en Escorpio da la tendencia a la esterilidad, a la supresión de las
reglas, a las estrecheces, al estreñimiento, a las hemorroides, y por su acción
refleja en Tauro, a los catarros nasales, a la ronquera, a las flemas y esputos y
otras enfermedades de la garganta.
Saturno en Sagitario da una tendencia a las contusiones de las caderas y
muslos, a la ciática, a la gota y a las enfermedades de la hipocondría, y por su
acción refleja en Géminis, a la bronquitis, a la tuberculosis y otras afecciones de
Géminis.
Saturno en Capricornio da tendencia al reumatismo articular, a los
eczemas, erisipela y otras enfermedades diversas de la piel, y por su acción refleja
en Cáncer a la ictericia, a las piedras y cálculos biliares y a la dispepsia.
Saturno en Acuario da tendencia a la debilidad de los tobillos y a su
dislocación facilísima, y por acción refleja en Leo, a la desviación de la columna
vertebral, a la esclerosis y otras afecciones cardíacas, afecta a las espaldas y las
arterias.
Saturno en Piscis da tendencia a la frialdad de los pies, al reumatismo y a
los callos y juanetes, así como a la tuberculosis, debido a los pies fríos y húmedos,
y por acción refleja en Virgo, a la hidropesía.
***
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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