humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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lunes, 19 de julio de 2010

EFECTOS PATÓGENOS DE JÚPITER




EFECTOS PATÓGENOS DE JÚPITER
pág. 281

El hígado es el gran vértice de la actividad de Júpiter, y en él forma el
glicógeno de los productos de desecho del portal de la corriente sanguínea. El
gran vértice central del cuerpo de deseos está también en el hígado, y cuando se
hace un esfuerzo extra, Marte extrae del depósito de glicógeno de Júpiter su
combustible. Saturno es activo también en el hígado, formando la bilis, la urea y el
ácido úrico.

Es un tanto difícil para una gran proporción de estudiantes de astrología el
segregar y combinar las diversas funciones de este órgano; pero si tenemos en
cuenta que Cáncer es el signo de exaltación de Júpiter y el signo opuesto,
Capricornio, es el hogar de Saturno y el signo de exaltación de Marte,
comprendemos facilísimamente que el gran benéfico Júpiter se esfuerza en
almacenar en el hígado el glicógeno que es tan necesario para la actividad
corporal. Del mismo modo, Marte, el regente del punto de exaltación opuesto,
desparrama y malgasta temerariamente la energía muscular y está ayudado e
instigado en sus actividades destructoras por Saturno, que produce la bilis y la
urea que se deposita durante el trabajo muscular como ácido úrico en las diversas
partes del cuerpo, donde se manifiesta como gota o reumatismo. Saturno también
hace torpe al hígado y produce el estreñimiento.

Júpiter gobierna los suprarrenales y la circulación arterial; de aquí que sus
aflicciones formen el tejido adiposo, la grasienta degeneración de los músculos,
los tumores y las vegetaciones morbosas, la dilatación de los órganos, pérdida del
azúcar y de la albúmina como en la diabetes y trastornos semejantes. El
envenenamiento de la sangre, la hiperemia y la apoplejía son debidas a las
aflicciones de Júpiter.

Los siguientes efectos pueden notarse cuando Júpiter está afligido en los
doce signos.

Júpiter afligido en Aries da tendencia a los vahídos y desvanecimientos, a
las congestiones cerebrales, a la somnolencia, a los desmayos y delirios, a la
ulceración de las encías de la mandíbula superior, y por acción refleja en Libra, a
la diabetes y a la depresión debida a la falta de secreción de las suprarrenales.

Júpiter afligido en Tauro da tendencia a la glotonería; de aquí a la plétora
y la apoplejía, siguiendo los empeines y los carbunclos, así como la ulceración de
las encías, y por acción refleja en Escorpio, a los catarros nasales y al
derramamiento de sangre por tales vías.

Júpiter afligido en Géminis da tendencia a la pleuresía, a las afecciones
de la sangre, a la congestión pulmonar y a la apoplejía de los pulmones, y por
acción refleja en Sagitario, a la rotura de huesos, a la gota y al reumatismo de
caderas y muslos.

Júpiter afligido en Cáncer da tendencia a la glotonería que causa la
dilatación del estómago, a los dolores del hígado, a la ictericia y a la hidropesía, y
por su acción refleja en Capricornio, que rige la piel, a los granos y pústulas, y a
otras erupciones semejantes.

Júpiter afligido en Leo da tendencia a la apoplejía y a la degeneración
grasienta del corazón, a la debilidad de la acción valvular, y a una circulación
perezosa en ocasiones, con palpitaciones y estados febriles en otras, y por acción
refleja en Acuario, a las hinchazones de los tobillos.

Júpiter afligido en Virgo da tendencia a la dilatación del hígado y a
menudo a su ulceración y a la ictericia.

Júpiter afligido en Libra da tendencia a la melancolía debido a la
disminución de la secreción adrenal, a los abscesos renales, a la diabetes, a las
erupciones de la piel como consecuencia de la acción perezosa de los riñones, y
por su acción refleja en Aries, a la congestión del cerebro, al coma y al vértigo.

Júpiter afligido en Escorpio da tendencia a la dilatación de la glándula de
la próstata, a los tumores uterinos, a los abscesos de la uretra, a la hidropesía, a
la hidremia, a un exceso de urato y a la estangurria, y por acción refleja en Tauro,
a la apoplejía y las hemorragias nasales.

Júpiter afligido en Sagitario da tendencia al reumatismo y a la gota, y por
acción refleja en Géminis, a la apoplejía pulmonar y a la corrupción de la sangre.

Júpiter afligido en Capricornio da la tendencia a diversas afecciones de
la piel, y por su acción refleja en Cáncer, a las enfermedades digestivas, a la
hidropesía, a la ictericia y a la degeneración grasosa del hígado.

Júpiter afligido en Acuario da tendencia a los edemas dolorosos
puerperales, y por su acción refleja en Leo, a la apoplejía y a las palpitaciones.

Júpiter afligido en Piscis da tendencia a las hinchazones y al sudor de los
pies, y por su acción refleja en Virgo, a la dilatación del hígado, a los tumores
abdominales, a la ictericia y a los trastornos intestinales.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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