LA INFLUENCIA DE LOS PLANETAS REGENTES AFLIGIDOS
pág. 207
Cuando el regente de la vida está afligido por una conjunción paralelo,
cuadratura u oposición de los otros planetas, especialmente por los maléficos —
Saturno, Marte, Urano y Neptuno — afectan a la vida de manera hostil, lo cual
puede ser determinada como sigue.
El Sol como planeta regente. Cuando el cobarde y arrogante Sol es el
regente de la vida y está afligido, las personas nacidas bajo su influencia
debilitadora son egotistas en extremo, llenas de fanfarronería, pagadas de sí
mismas y arrogantes. Si tienen autoridad sobre cualquier otro, el cual es tímido,
ellas le mandarán con vara de hierro, pisotearán sus delicados sentimientos sin el
menor asomo de conmiseración ni de conciencia; pero sí, por otra parte, caen bajo
la autoridad de algún otro, estos déspotas se convertirán en unos encanijados, sin
espina dorsal a fuerza de inclinarse, que adularán, se arrastrarán y acatarán hasta
el menor capricho de su patrono aunque le odien con un intenso rencor que
únicamente está contenido por su miedo. Estas personas gimen y adulan con el
miedo más cerval, aunque dispuestas a saltar y a devorar a quien las manda si
estuviera en su poder. Ésta es la característica de uno de los caracteres más viles
de la gama planetaria.
Venus como planeta regente. Cuando el desaliñado, el indolente y
perezoso Venus es el regente del horóscopo y está afligido, las personas son
sensuales y libertinas, sucias y desaliñadas, de gustos depravados, pervertidas y
de conducta despreciable; son, en efecto, parásitos sociales. Usan un lenguaje
obsceno y ruidoso y son apasionados de la música de naturaleza desagradable y
chillona. Aman la jarana y los vicios, y sus afecciones se expresan en pasiones
lujuriosas, groseras y sin freno, siendo amantes del amor libre y de la perversión
moral. Se solazan con los vicios y visten con colores chillones, con adornos,
exagerados y lentejuelas, con joyas de bisutería y de imitación, que no tienen valor
alguno.
Mercurio como planeta regente. Cuando el embustero, deshonesto y zafio
Mercurio es el regente de la vida y está afligido, las personas nacidas bajo su
influencia están bien enteramente desequilibradas mentalmente, de modo que
tienen que ser recluidas por su propio bienestar en instituciones adecuadas, o bien
son astutos que tienen la capacidad de ocultar su estado mental y viven de la
sociedad como ladrones, carteristas, salteadores y criminales de naturaleza
semejante. Son notoriamente embusteros y prefieren el dar malas direcciones a
los demás a decir la verdad, aún en el caso de que sea beneficioso para ellos. Son
ya de la comprensión más roma o de una astucia tan consumada que parece que
están impelidos por una fuerza irresistible para defraudar a la persona más
sencilla e incauta. Sobresalen como personas de confianza, como correveidiles y
semejantes ocupaciones indignas e insubstanciales. Son totalmente indignos de
confianza y deshonestos en todas sus relaciones; neuróticos y pervertidos, en fin,
piltrafas de la sociedad. Estas personas son también habladores empedernidos y
listos siempre para criticar calumniar o manchar la reputación de los demás. En
resumen, son una amenaza para la sociedad en todas sus actividades.
La Luna como planeta regente. Cuando la voluble y visionaria Luna es la
regente de la vida y está afligida, hace a las personas extremadamente inquietas,
con aversiones al trabajo de cualquier clase, les gusta estar siempre de mudanza
y si no pueden viajar de una ciudad a otra, se mudan de casa en casa y de una
ocupación a otra, tan pronto como les es posible, pretendiendo infundir su misma
impaciencia en todos aquéllos con quienes se ponen en contacto. Si las
aflicciones son muy severas, la mente sufre y sus fases mentales coinciden con
los cambios del luminar de la noche.
Saturno como planeta regente. Cuando el mórbido, melancólico y
malicioso Saturno es el regente de la vida y está afligido, roba a la vida toda su
alegría y brillantez, de modo que estas personas se convierten en reclusos y
misántropos melancólicos tan miserables y avariciosos que se someterán a sí
mismos a la privación hasta del alimento y de todas las comodidades de la vida,
aún cuando tengan medios más que suficientes para satisfacerlas. Son crueles,
duros y suspicaces de los actos de los demás, y si eligen un trabajo como
detectives se convierten en hurones humanos, perros de presa que la conservarán
hasta la muerte y se deleitarán con su ruina. Si alguna persona defrauda a
semejante gente, mantendrán rencor para siempre y procurarán vengarse aunque
para ello tengan que estar madurando la venganza durante toda su vida. Pero el
final de estas personas es siempre malo; de algún modo o de otro se exceden a sí
mismas y caen en las trampas que habían puesto para los demás. Generalmente
mueren de una muerte innoble y el mundo siente un síntoma de tranquilidad
cuando ellos mueren.
Júpiter como planeta regente. Cuando el indolente, altisonante y egotista
Júpiter es el regente de la vida y está afligido, la persona es a menudo un parásito
de la escala social, un jugador, un hombre de confianza y especulador, deportista,
amigo de la ostentación y de la exhibición y siempre viste ropas de colorinches,
diamantes de pasta y joyería barata. Se le encuentra generalmente en tabernas o
bares, en los hipódromos o lugares semejantes, jugando a las cartas o a los
caballos, los cuales son sus medios favoritos para ganarse la vida; son muy
llamativos y egotistas, ansiosos de atraer la atención no importa el medio, y a
menudo figuran en procesos judiciales debido a sus transacciones inconfesables o
conducto inmoral, o por no pagar sus deudas, porque tales personas son unos
adeptos de comprar todo lo que necesitan a crédito y de nunca pagarlo si tienen a
su alcance algún medio para no satisfacer sus deudas. Entre las clases
trabajadoras figuran generalmente como demagogos y agitadores, incitando a las
huelgas y revueltas, pero siempre están dispuestos a venderse a los patronos y
hacer fracasar tales huelgas. Los encontramos entre los patronos italianos típicos,
como dependientes de confiterías y en ocupaciones semejantes.
Marte como planeta regente. Cuando el arrogante, egotista y temerario
Marte es el regente de la vida y está afligido, la persona es un egoísta de la peor
clase, dispuesta a alcanzar sus deseos por la fuerza o por la destrucción si otros
medios fracasan; prefiriendo intimar a los demás a que hagan su voluntad antes
bien que someterles sin esfuerzo. Son capataces de esclavos de primera clase,
así como encargados de secciones de las brigadas de los ferrocarriles, de campos
de construcción y de lugares semejantes, manifestándose como embusteros,
brigantes, guapos y fanfarrones, o pugilistas; unos atrevidos a quienes gusta
arriesgar su vida y la vida de los demás en cualquier momento y en cualquier
empresa.
Urano como planeta regente. Cuando el tozudo, errabundo e
independiente Urano es el regente de la vida y está afligido, la mentalidad de las
personas está generalmente obsesionada en una dirección u otra y llegan a
convertirse en fanáticos, y generalmente hay también una sensualidad excesiva y
gustos pervertidos. Están siempre dispuestos y anhelan una ocasión o argumento
para tomar pretexto para exteriorizar sus ideas; pero están tan hipnotizadas por
sus propios extravíos y chifladuras que nunca se les puede convencer ni pueden
ver tampoco cuándo su argumenta va en contra de sus opiniones. Siempre
defienden y abogan por las ideas más radicales e inconvencionales.
Neptuno como planeta regente. Cuando el mediumnístico, neurótico e
indulgente consigo mismo Neptuno es el regente de la vida y está afligido, las
personas son de una naturaleza soñadora, neurótica y negativa, propensas a
convertirse en médiums de espíritus desencarnados y aún de ser obsesionadas
por ellos. Tienen muchas disposiciones para desenvolver fuerzas psíquicas de un
grado bajo, tales como clarividencia involuntaria, de los que consultan en espejos
el porvenir, etc., etc.; y si son incapaces de desarrollar estas facultades, a menudo
simulan que poseen la mediumnidad y otros dones psíquicos con el deseo de
defraudar y de embaucar a los demás. Tienen una fuerte facultad de imitación y se
hacen fácilmente adeptos de la superchería.
***
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
No hay comentarios:
Publicar un comentario