EFECTOS PATÓGENOS DE NEPTUNO
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Neptuno, la octava de Mercurio, actúa principalmente sobre el sistema
nervioso (regido por Mercurio) y algunas veces ocasiona extravíos y frenesí
cuando la persona está fuera de sí debido a excitaciones religiosas o de otra
naturaleza. En otras ocasiones produce letargia, coma, catalepsia, trance o
mediumnidad, en los cuales las energías corporales están en suspenso mientras
que las fuerzas psíquicas se hallan en un estado de hiperactividad. Este planeta
gobierna el canal espinal, el cual está lleno de éter durante la vida. (Es cierto que
los cirujanos pueden horadarlo y extraer de él un fluido, pero también se puede
extraer agua de una caldera de vapor y todos sabemos que el vapor se condensa
en agua). Este gas luminoso es llamado el fuego espiritual de la espina por los
ocultistas, y mediante la vibración de la glándula pineal, regida también por
Neptuno, se produce la vista espiritual, pero lo que la persona vea depende del
grado y de la nota de estas vibraciones.
Por medio de la oración, de la concentración y de la meditación puede
producirse un estado de éxtasis religioso en el cual el sujeto ve las huestes
celestiales, o en el caso de que produzca una vibración supranormal de un grado
inferior por bebidas o drogas, puede ver formas demoníacas como las relatadas
por los que sufren de delirio, las cuales son debidas a Neptuno, especialmente
cuando está colocado en el signo acuático Piscis. La influencia patógena de
Neptuno es más adversa en la casa sexta duodécima (o el signo duodécimo,
Piscis) la cual gobierna los dolores, los inconvenientes y los desfallecimientos. Si
estas dos casas están ocupadas por Tauro y Escorpio, signos que rigen la
garganta y los genitales, hay un deseo pasional pervertido y anormal que da
tendencia a los vicios solitarios y a las perversiones de naturaleza aún peores. La
mente, regida por Mercurio la octava inferior de Neptuno, es morbosa en su
inclinación sobre estas cuestiones deshonestas y los padres que tengan hijos con
Neptuno en las casas sexta o duodécima deben vigilarlos muy cuidadosamente,
especialmente si Neptuno está en oposición con Urano, que es el caso de un
número considerable de aquéllos que están ahora (año 1918) alcanzando la
pubertad, porque Neptuno ha estado atravesando el signo psíquico Cáncer,
mientras que Urano estaba en el signo opuesto, Capricornio.
Nosotros hemos comprobado que Neptuno, en cuadratura con Saturno y
Júpiter, ocasiona una locura incurable; Neptuno en conjunción con Marte en Aries
y en cuadratura con Urano y la Luna en Cáncer, produce una locura temporal de
carácter periódico, y Neptuno en conjunción con la Luna y en cuadratura con
Urano ocasiona la obsesión o el control por espíritus. Hemos visto también otras
muchas indicaciones, pero los efectos completos de Neptuno no han sido aún
observados sistemáticamente. Por nuestra parte estamos trabajando con esta
finalidad y esperamos que en años venideros podamos suministrar datos veraces,
precisos y completos.
***
Del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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