humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship

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lunes, 15 de septiembre de 2014

OBSESIÓN, ELEMENTALES, VAMPIROS Y ENTIDADES





Capítulo VI
OBSESIÓN, ELEMENTALES, VAMPIROS Y ENTIDADES

Muy pocas personas entienden lo que significa obsesión. Para la mayoría, la palabra obsesión quiere decir un deseo muy intenso de hacer o querer algo.
Hay dos formas de obsesión. En la primera, uno es controlado por sus propios deseos de diferentes cosas. No nos referimos a esa forma de obsesión, porque sabemos que el tiempo y las circunstancias la harán desaparecer.
La segunda forma de obsesión es la que ha desconcertado a todo el mundo a lo largo de todas las épocas, excepto a los verdaderos estudiantes ocultistas, que han avanzado lo suficiente para conocer por ellos mismos qué es realmente la obsesión.
Cuando una persona, sin problemas aparentes, se vuelve silenciosa e inactiva y actúa como si hubiera perdido la razón, no puede hablar y yace como si estuviese dormido, los médicos lo llaman enfermedad del sueño. No es éste el caso. Esa persona no ha evitado el ser muy negativa mentalmente, ha agotado su resistencia corporal y ya no puede resistir las acometidas de los elementales y entidades que están al acecho para obsesar a cualquiera.
La situación de esa persona dependerá de la clase de entidad o elemental que haya entrado en su cuerpo. Si la entidad o elemental es inexperto y no sabe cómo usar el cuerpo o las cuerdas vocales, la persona que ha sido obsesada yacerá inmóvil, como si durmiera, pero en realidad oirá todo lo que se diga y sabrá todo lo que se haga con su cuerpo.
El enorme e inconsciente peligro para los que viven vidas licenciosas y para los que son descuidados en sus acciones y pensamientos, es la obsesión. Hay algunas personas que están
afligidas por cuerpos de pecado, que intentan obsesarlos y obligarlos a hacer toda clase de maldades, desde robos insignificantes hasta el asesinato. Después de que la víctima ha sido
encarcelada, la entidad la abandona cumpliendo la pena impuesta. Entonces se va en busca de nuevos incautos.
Los elementales y entidades son de dos clases: experimentados e inexpertos. Las entidades inexpertas generalmente expulsan a una persona de su cuerpo, entran en él y luego no pueden salir. La entidad o elemental experimentada sabe cómo manejar el cuerpo humano y puede entrar en él y abandonarlo a voluntad. Cuando una persona obsesada muere, sus vehículos internos pueden ser retenidos por elementales durante siglos. El legítimo propietario
deambulará en el Mundo del Deseo esperando deshacerse de la entidad para recuperar sus vehículos y poder finalizar su evolución.
Un cuerpo de pecado está formado por la unión del cuerpo vital y el cuerpo de deseos de una persona que en esa vida particular ha sido inusualmente cruel y malvada. Cuando una persona así muere, la maldad y el odio que ha generado en su corazón y en su mente
ocasionan el entrelazamiento de sus cuerpos de deseos y vital y se convierten en una amenaza para la sociedad. Esta es una de las razones por las que la pena capital debe ser abolida.
Cuando una persona malvada está fuera de su cuerpo, tras la muerte, y encuentra a otra persona, de voluntad débil, puede fácilmente hacerla víctima de su influencia y obligarla a hacer mucho daño mientras está bajo su influencia.
Muchos criminales se pegan a la tierra después de la muerte y andan muchos años incitando a otros a realizar malas acciones. Acumulan así un horroroso lastre de karma, por el que deberán pagar en un tiempo futuro. Cuando, finalmente, el espíritu abandona el purgatorio, debidamente escarmentado, se le permite entrar en los mundos superiores, donde permanece por un tiempo. El cuerpo de pecado es capaz de vivir una existencia independiente
durante cientos de años y parece tener una conciencia individual que lo mantiene esperando al ego que lo creó. Cuando éste renace, el viejo cuerpo de pecado es atraído hacia él y, normalmente, permanece con él a través de toda la vida como un demonio. Tal cuerpo de pecado intenta causar todos los problemas que pueda al ego.
A través de algunas historias intentaré mostrar cómo tratan los Auxiliares Invisibles con los elementales, entidades y vampiros cuando los encuentran en el curso de su labor de ayuda a la humanidad.
Una noche, unos Auxiliares salieron con una Hermana Lega que era su amiga. Todos iban en sus vehículos superiores para ayudar a la gente. Esta Hermana Lega trabaja con personas que tienen problemas con sus cuerpos de pecado y las ayuda todo lo que puede.
Uno de los Auxiliares le pidió que les mostrara un vampiro, pero no había ninguno por allí en aquel momento. Sin embargo, vieron mucha gente con sus cuerpos de pecado siguiéndoles. Estas personas tenían expresiones temerosas en sus rostros y parecía como si estuvieran esperando que les sobreviniese algún problema.
Estos cuerpos de pecado eran cosas de un aspecto horrendo. La parte del cuerpo que había sido utilizada para hacer el mal, era desproporcionada con relación al resto del cuerpo. Por ejemplo, un hombre en su vida pasada había usado sus manos para estrangular a otros o infligir torturas. Su cuerpo de pecado tenía unas manos enormes que casi tocaban el suelo.
Otro hombre había emitido muchos pensamientos malvados desde su cerebro y su cuerpo de pecado tenía una enorme cabeza. Otro hombre se había entregado a prácticas inmorales y sus órganos generadores eran muy grandes. Estos cuerpos de pecado eran algo de apariencia espantosa y los Auxiliares se atemorizaron al ver algunos de ellos.
He aquí un caso de obsesión que unos Auxiliares hallaron una noche en un hospital, donde habían trabajado en algunas ocasiones anteriores. Los médicos tenían a una mujer amarrada a la cama. Decían que estaba loca y había estado de esta forma durante varios meses. Los Auxiliares fueron a verla. La encontraron fuera de su cuerpo, en el que había un elemental.
Era una persona negativa y el elemental se introdujo en su cuerpo, expulsándola a ella.
Parecía tener unos treinta y cinco años y era bien formada y bien parecida.
Los Auxiliares hablaron con ella; les dijo que se había unido a una secta vudú y que éste era el resultado.
­ Si se pone usted bien, ¿vivirá una vida provechosa? ­ preguntó uno de los Auxiliares.
­ Sí, lo haré ­ contestó ella ­ Por favor, haga que esta cosa deje tranquilo mi cuerpo. Me hace daño, porque no para de dar tirones y retorcerse. He sufrido mucho desde que me expulsó de mi cuerpo y frecuentemente he rezado a Dios para que me permita morir o me
deje recuperar mi cuerpo. Amo mi cuerpo y tendré un gran cuidado con él si puedo recuperarlo. Usted es la única persona que se me ha acercado y con la que he podido hablar.
He visto muchas cosas y tengo mucho miedo. ¿Me ayudará usted?
El Auxiliar llamó a una buena amiga suya, que pasa prácticamente el día y la noche completos trabajando fuera de su cuerpo como Auxiliar, y le preguntó si podrían ayudar a aquella pobre mujer.
­ Sí, debes ayudarla ­ dijo ella ­ Llévala al laboratorio, santíguala y ordena a la entidad maligna que salga fuera de ella y entre en un cobaya, luego mátalo y la entidad regresará al Mundo del Deseo.
Los Auxiliares y el supervisor llevaron a la paciente al lugar designado. Tuvieron que atarla a la camilla a causa de la entidad que tenía control sobre su cuerpo. Esta entidad se inquietó porque sentía un peligro cercano. Luego, el Auxiliar santiguó a la mujer y dijo a la entidad que saliera. Ésta dio un tirón del cuerpo, salió y fue a meterse dentro de un cobaya; entonces el Auxiliar mató al animal y la entidad tuvo que ir al Mundo del Deseo para recibir su castigo por el mal que había hecho. Antes de irse, la entidad tomó varias formas. Se apareció como un perro, luego como un gato, luego como una larga serpiente y luego como un hombre del tamaño de un elefante. Miró a los Auxiliares, pero el Auxiliar le dijo que se
fuera y así lo hizo.
Después de esto el Auxiliar dijo a la mujer que podía regresar a su cuerpo.
­ Mi cuerpo me hace daño ­ dijo ella.
­ Si regresa usted, dejará de hacerle daño ­  replicó el Auxiliar.
Ella se introdujo en su cuerpo y fue devuelta a su cama, estando ya perfectamente sana, aunque muy débil. Permaneció en el hospital hasta que recuperó las fuerzas y después marchó a su hogar, curada y en buen estado.

* * *
No mucho después de esto, estos mismos Auxiliares fueron al interior de un bosque, al campamento vudú al que ella se había unido. Estaba localizado bajo tierra, con una casa edificada sobre la entrada. Había alrededor de treinta hombres y mujeres en una habitación nauseabunda. Estaban haciendo toda clase de cosas y adoptando toda clase de posturas. Se habían quitado la mayor parte de la ropa.
Mientras se dedicaban a estas extrañas prácticas, un hombre registraba sus ropas y se apropiaba de todos sus objetos de valor. Cuando vio a los Auxiliares se fue y se lo dijo al jefe, que vino entonces vestido con una larga bata.
­ Seguidme ­ dijo y los condujo a una habitación donde había tres cráneos humanos sobre una mesa.
Un Auxiliar tomó uno de los cráneos y se dio cuenta de que aquella persona había sido sacrificada al dios vudú. El hombre de la bata larga preguntó a los Auxiliares si querían unirse a la sociedad.
­ No ­ dijo el Auxiliar ­ Venimos para pedirle que deje ir a estas personas. Debe también devolverles todas sus pertenencias.
El jefe se enfureció mucho y dijo que sacrificaría aquellos extraños a su dios vudú. Hizo sonar un timbre y dijo a un hombre que tuviese listo el altar para los dos extranjeros, porque el dios así lo deseaba. Entonces entraron cuatro hombres y apresaron a los Auxiliares, que
fueron conducidos a una gran habitación, donde había gente reunida. El jefe les dijo que el dios vudú los necesitaba. Dos de las mujeres se desmayaron del susto.
Un Auxiliar miró en torno y vio la cosa más horrible que hubiese visto nunca en su vida.
Era un cuerpo de pecado con forma de hombre y tenía una gran boca cubierta de sangre. Sus manos eran tan grandes como el asiento de una silla y sus brazos eran enormes.
­ Vamos ­ dijo la Auxiliar ­ No podemos hacerle nada y en cambio él puede hacernos daño.
El jefe dijo al hombre que estaba a su lado con un cuchillo, que atacase a los desconocidos, y él levantó el cuchillo para hacerlo.
­ Atrápalo ­ ordenó el Auxiliar antes de que pudiera atacarle.
Entonces el terrible cuerpo de pecado embistió al jefe que retrocedió aterrorizado.
­ Entregádle a alguien. A quien sea, para que no me atrape a mí ­ gritó a sus criados.
Tan pronto como el cuerpo de pecado atrapó al hombre, el Auxiliar le dijo que lo soltara y que regresase el Mundo del Deseo. El cuerpo de pecado podía hablar:
­ Este hombre me ha hecho lo que soy, a través de muchas vidas de maldades ­ dijo ­ y ahora voy a llevármelo.
­ No, no es el momento; pero sí vete tú al Mundo del Deseo ­ ordenó el Auxiliar.
El cuerpo de pecado se fue y el malvado cabecilla se trastornó, actuando como un loco. El Auxiliar lo agarró y lo llevó a una habitación apartada.
Dijo a la gente que se pusiera la ropa, tomaran sus objetos de valor y abandonasen el lugar.
Ellos lo hicieron y comenzaron a salir; entonces el Auxiliar santiguó a todo el mundo al salir por la puerta y la habitación se llenó de elementales de los que habían sido liberados, que siguieron a los Auxiliares. Uno de los Auxiliares estaba asustada de su espantoso aspecto y permanecía cerca de su compañero.
El Auxiliar dijo a los elementales que se fueran o los quemaría.
­ Tú no puedes hacernos daño ­ dijeron ­ así que iremos por vosotros.
El Auxiliar apiló todo lo que quedaba en aquel lugar y echó un poco de petróleo sobre el montón, porque aquella gente tenía lámparas de aceite y velas. Justo antes de que prendieran fuego al lugar, los Auxiliares miraron bajo el altar y vieron los cuerpos muertos de dos
mujeres y un hombre que habían sido mutilados. También encontraron una mujer viva en el ático de la casa y la liberaron. Se llevaron al loco, prendieron fuego el edificio y los elementales se quemaron.
Pronto la casa estuvo envuelta en llamas y los Auxiliares entregaron al loco a la policía, pero más tarde se escapó, regresó a la casa en llamas, se metió dentro de ella y se quemó. Este ego había ocasionado que muchas personas se volviesen locas y fueran obsesadas. Los Auxiliares lo vieron en el Mundo del Deseo corriendo de un lado para otro como un loco. Su horrendo cuerpo de pecado fue destruido con los elementales. Cuando este hombre renazca otra vez, tendrá una oportunidad para vivir de nuevo una vida honesta y saldar algunas de sus deudas de destino. Porque cosechamos lo que sembramos.
Cuando lea usted sobre casos similares a éste, en que las personas han sido utilizadas como víctimas de sacrificios, debe saber que alguien está siendo forzado a asesinar a otros por su cuerpo de pecado, que él mismo construyó a través de vidas de maldad en el pasado.
Los Auxiliares Invisibles pueden destruir algunas veces sus vehículos y hacerles ir al Mundo del Deseo, pero la gente corriente está indefensa ante un caso de esta índole, así que nadie trate de hacer nada mientras está en su cuerpo físico o estará en serio peligro.

* * *
Otra noche, unos Auxiliares que habían salido a ayudar a la humanidad se encontraron a una niña que corría calle abajo.
­ ¿Adónde vas? ­ preguntó la Auxiliar.
­ Señora, por favor, venga y salve a mi mamá ­ jadeó ella ­ Mi papá la golpeó, ella se cayó y ahora no puede hablarme y él está pegando a mi hermano.
Los Auxiliares se apresuraron a ir con ella a su casa, donde encontraron al padre pegando al muchacho. El Auxiliar le dijo que parara, él se volvió e intentó golpear al Auxiliar, pero falló. Entonces sacó su arma, disparó al chico en el hombro y luego apuntó con la pistola a la niña. Justo entonces el Auxiliar hizo que el hombre se desplomara al suelo inconsciente.
­ Por favor, señora, salve a mi mamá y a mi hermano ­ suplicó la niña.
Los Auxiliares vendaron la cabeza de la madre y trabajaron sobre el muchacho para salvarle la vida. El hombre recobró la conciencia y empezó a maldecir de la forma más terrible. El Auxiliar observó que estaba obsesado y borracho y que no sabía lo que hacía.
El Auxiliar santiguó al hombre y dijo a la entidad que se fuera, esta se marchó y, al mismo tiempo, el hombre recobró la lucidez, viendo lo que había hecho.
­ He terminado con él ­ dijo la esposa, y empezó a empaquetar sus cosas. El hombre le suplicó que lo perdonara y prometió que sería un buen esposo para ella y un buen padre para los niños. La mujer le dijo que le perdonaba pero que de todas formas había terminado con él.
Los Auxiliares hablaron con ambos y dijeron a la madre que sería mejor para ella permanecer con su esposo, porque era un hombre ya curado, pero ella mantuvo su palabra y lo abandonó, llevándose a sus dos hijos con ella. Los niños tenían miedo de su padre y se
apartaron de él cuando se acercó. Los Auxiliares no pudieron culpar a la mujer por dejarlo, ya que le había causado mucho sufrimiento y amargura.
La mujer preguntó a los Auxiliares quiénes eran, ellos se lo dijeron y ella se sorprendió de su trabajo. El marido tenía el corazón destrozado por lo que había hecho y por la pérdida de su familia. La entidad obsesora lo había desalojado de su cuerpo y había tomado posesión de él haciendo las maldades, mientras el propietario real permanecía fuera, incapaz de hacer nada.

* * *
Muchos casos de la así llamada enfermedad del sueño son realmente casos de obsesión.
Una noche, unos Auxiliares fueron a ver a una joven que estaba durmiendo desde hacía mucho tiempo. Permanecía al lado de su cuerpo, enfrascada en una profunda reflexión. Un Auxiliar la tocó en el hombro y ella se volvió rápidamente.
­ Oh!, ¿voy a estar de esta manera para siempre? ­ preguntó ­ ¿Estoy muerta o qué pasa?
¿qué he hecho para estar así? Hace un tiempo, estuve a punto de casarme, pero ahora no puedo conseguir que nadie me oiga ni me vea.
La pobre joven se alteró mucho y los Auxiliares la tranquilizaron. Uno de ellos le dijo que en un pasado lejano había utilizado su poderosa mente para hipnotizar a la gente, para exhibir su poder mental sobre las personas, y que mantuvo a algunas de sus víctimas bajo su influencia tanto tiempo y debilitado tanto su poder de resistencia, que cayeron presa de entidades y fueron obsesados el resto de sus vidas.
La joven dijo que si tuviese otra oportunidad daría a sus antiguas víctimas una oportunidad para el renacimiento a través de ella, pues quería hacer algo para salir de la situación en la que se encontraba. Preguntó a los desconocidos cómo habían hecho para llegar hasta ella y le contestaron que una señora les habló de ella, que obtuvieron permiso para ir a verla y hacer por ella lo que pudieran. Le dijeron que se vería libre de su situación en poco tiempo gracias a sus oraciones a Dios pidiendo ayuda y fortaleza.
El Auxiliar le dijo que una vez tuvo a su cargo unos esclavos de color, que usó sus poderes hipnóticos sobre ellos y que tenía a todo el mundo atemorizado en kilómetros a la redonda.
­ ¿Dará usted una oportunidad para nacer a estas víctimas de su pasada vida y será una buena madre para ellos? ­ preguntó el Auxiliar.
­ Sí, ¿por qué no? ­ dijo ­ Actué erróneamente con ellos, ¿no?
Se le mostró mediante la Conciencia Jupiteriana lo que había hecho en el pasado para merecer un destino tal como ser víctima de la enfermedad del sueño en esta vida. Vio cómo era capaz de mirar a uno de los nativos y hacer que cayera bajo su influencia.
Los Auxiliares vieron una entidad en su cuerpo, que no podía salir. Cuando la entidad, a veces, salía, ella podía entrar parcialmente en su cuerpo físico y era capaz de moverlo o decir unas pocas palabras. Entonces la entidad la expulsaba para hacerse más sitio, y ella tenía que permanecer junto a su cuerpo, invisible para su familia y amigos.

* * *
He aquí otra historia que me relataron: Unos Auxiliares fueron enviados a una casa en un lugar de las montañas en la parte meridional de los Estados Unidos. Se les dijo que fueran a
detener a un hombre que estaba golpeando a su familia. A uno de ellos se le dijo que tuviese cuidado y que se mantuviese pendiente de su compañera Auxiliar para que ésta no se llegara a asustar tanto que se precipitase hacia su hogar y penetrase en su cuerpo tan súbitamente, que sufriese un shock.
Cuando llegaron al lugar encontraron a un hombre pegando a su esposa. Ya había golpeado a su hija hasta dejarla amoratada e inconsciente. Cuando el hombre vio al Auxiliar en la habitación pareció como si se volviese loco. Los Auxiliares miraron tras de él y vieron el más espantoso y horrible cuerpo de pecado que pudiesen imaginar.
Este cuerpo de pecado gruñó a los Auxiliares.
­ Vayámonos ­ dijo la Auxiliar ­ No quiero ver ningún cuerpo de pecado.
­ No podemos irnos hasta que liberemos a este hombre de su cuerpo de pecado ­ dijo el otro Auxiliar.
Este cuerpo de pecado tenía una cabeza del tamaño de un barril de cerveza, sus caderas y vientre parecían un tonel enorme, y sus dientes se curvaban como los colmillos de un jabalí salvaje. Sus manos eran de cerca de un metro de ancho y colgaban hasta el suelo. Sus pies parecían grandes palas.
El cuerpo de pecado tenía un punzón afilado con el cual estaba pinchando la nuca del hombre y haciéndole continuar con lo que estaba haciendo. El hombre estaba borracho pero parecía como si hubiese sido bien parecido antes de que empezase a beber whisky.
El Auxiliar mandó al elemental que se irguiese y así lo hizo. Luego lo hizo ir hasta una esquina de la habitación. Después de esto, hizo que el hombre parase de golpear a su mujer, que estaba casi inconsciente. Preguntó al hombre por qué le estaba pegando a su mujer.
­ No lo sé ­ dijo mientras se secaba la frente como si estuviese aclarando su mente ­ No sé por qué lo hice. Algo me obligaba a ello.
El hombre miró sorprendido a los Auxiliares que estaban materializados y resplandeciendo vivamente.
Ellos fijaron su atención en la esposa y le pidieron que se levantara. Estaba en un estado lastimoso, seriamente magullada y sus ropas estaban hechas jirones, porque el hombre las había rasgado, al igual que las de su hija, bajo la influencia del cuerpo de pecado.
­ Ángeles, dejadme morir ­ dijo la mujer ­ ya he sufrido lo suficiente y no quiero vivir más.
La muerte será bienvenida para mí. Dejadme morir.
Mientras los Auxiliares estaban hablando con la mujer, que estaba en el suelo, el cuerpo de pecado se precipitó sobre el hombre y le hizo comenzar de nuevo. Éste saltó sobre su mujer, que perdió la conciencia y se quedó rígida. Y, al instante, ella se vio junto a su cuerpo.
­ ¿Qué ha ocurrido? ­ preguntó.
La Auxiliar se volvió hacia su compañero y dijo:
­ ¿Está muerta?
­ Está en un desmayo profundo ­ replicó.
El Auxiliar hizo que el cuerpo de pecado dejara al hombre, pero aquél embistió al Auxiliar y este lo santiguó y le dijo que se fuera. Una llama azul brotó donde estaba, y los Auxiliares no lo vieron más. Habían quemado sus éteres inferiores. El cuerpo de pecado había entrelazado suficiente cantidad de este éter de su cuerpo vital para retener su cuerpo de deseos unido a él mientras estaba utilizándolo. El cuerpo de deseos, entonces, regresó al Mundo del Deseo para desintegrarse.
El hombre dio un grito y cayó desmayado; tres pequeños elementales salieron de él y el Auxiliar los destruyó enseguida. El hombre gemía y se retorcía de diferentes maneras y luego se fue poniendo rígido hasta que se quedó inerte.
  Oh, está muerto! ­ dijo la Auxiliar.
­ Espera ­ dijo su compañero ­ y verás si está vivo o muerto.
El Auxiliar santiguó al hombre otra vez y un elemental enorme salió y corrió a meterse en un perro que estaba agazapado bajo una mesa. El perro saltó por la ventana y se encaminó a un precipicio profundo; los Auxiliares sabían que el perro saltaría y se mataría y el elemental se vería obligado a ir al Purgatorio y a ser castigado por sus malas acciones.
Los Auxiliares pusieron a la niña y a su madre sobre cama andrajosa y las ayudaron a restaurar sus fuerzas y calmar sus dolores. Se dirigieron al hombre, antes de que recuperara la
conciencia, y le mostraron lo que había hecho a su familia. Él miró sorprendido a su mujer y a su hija.
­ ¿Quién lo hizo? ­ preguntó mientras las acariciaba y besaba.
Eran un hombre transformado, porque había estado obsesado durante años y había sido controlado por su cuerpo de pecado. No tenía conciencia de nada de lo que había hecho. Dijo que haría las cosas mejor y que se marcharían de aquel lugar tan pronto como pudieran.
Un Auxiliar preguntó al otro cuál era la causa de aquél problema. Ambos fueron hacia la mujer y la niña y las tomaron de la mano. El hombre estaba al otro lado de su esposa sosteniéndole la mano. Los Auxiliares solicitaron ver las vidas de estas personas y cuál había
sido el origen de aquella situación.
El panorama de sus vidas retrocedió tres vidas hasta el momento en que la esposa y madre comenzó a practicar la brujería con su hija, que era otra mujer no emparentada con ella. El marido era el mediador entre ellas y la gente rica que las empleó para que trabajaran para ellos. Pronto se hicieron gente malvada y cayeron muy bajo. Destruyeron muchos hogares y destrozaron muchas vidas. Finalmente murieron solos y en lastimosa situación. El hombre fue el peor de los tres. Construyó este terrible cuerpo de deseos a causa de sus pensamientos malvados y acciones perversas.
En la siguiente vida tuvieron una existencia de enfermedad y miseria, y la madre y la hija actuales, aunque a miles de kilómetros una de la otra, comenzaron a expiar sus malas acciones pasadas haciendo lo que podían para enseñar a todos a cuidar su salud y no vivir temerariamente. Pero no sabían por qué estaban tan ansiosas de ayudar a otros.
Eran hombres pero, debido a su pobre estado de salud, no podían realizar ningún trabajo.
Ambos sufrieron mucho a causa de la miseria. El hombre actual era entonces una mujer. Iba de un sitio a otro, hundiéndose más y más hasta que la enfermedad la superó y murió sin arrepentimiento. El destino los reunió como marido, mujer e hija para terminar de pagar sus deudas.
Dieciséis años antes del tiempo presente, el hombre y la mujer se conocieron y se casaron, y más tarde nació la niña. Poco después él quedó obsesado y había tratado a su familia muy duramente desde entonces.
La mujer decía que no podía abandonar a su marido porque una vez lo había amado y habían vivido felizmente, hasta que empezó a beber. El hombre había estado obsesado durante doce años y estaba cada vez peor, hasta que la vida fue un infierno para ellos.
Los tres vieron sus vidas pasadas como un panorama desplegado ante ellos, y prometieron vivir vidas mejores. El hombre estaba asustado y quería saber si caería en lo mismo otra vez.
 No, estará usted bien a menos que comience a beber de nuevo ­ replicó el Auxiliar.
El hombre dijo que no había sido él mismo durante doce años, porque sabía que no era propietario de su cuerpo, ya que permanecía fuera de él la mayor parte del tiempo, que con
frecuencia deseaba actuar mejor, pero que había algo que le hacía actuar como lo había hecho. El pobre hombre dijo también que, cuando estaba fuera de su cuerpo, le atormentaban toda clase de cosas. Eran elementales. Medían quince centímetros de alto por veinticinco de ancho y de aspecto horrible.
Estos elementales lo angustiaban de tal manera que, cuando recuperaba su cuerpo, tenía la pavorosa sensación de que algo le estaba vigilando todo el tiempo. Nunca los vio, pero ellos
lo condujeron a empezar a beber; luego se encontró a sí mismo fuera de su cuerpo y alguien que estaba en él y apaleaba a su mujer y a su hija. Cuando recuperó su cuerpo definitivamente no sabía nada de esto y se sorprendió de lo que le había ocurrido.
Dijo que los desconocidos se lo habían clarificado todo y que, a través de la oración y el servicio a la humanidad, esperaba redimir sus pecados pasados.
Esta es una historia triste, pero tales cosas ocurren en todas partes del mundo y es nuestro deber intentar entender las razones de por qué ocurren cosas tan horribles y tratar de hacer lo que podamos para contarlas a otros, de tal manera que la humanidad pueda saber la verdad.
Así, cuando conocemos los peligros de la bebida y otras perversiones, somos menos propensos a la obsesión, que es una situación verdaderamente espantosa.

* * *
He aquí la historia de un niño que fue obsesado cuando tenía ocho años, pero que finalmente fue sanado: Un Martes por la noche, dos Auxiliares fueron a la casa de una familia y hallaron a un niño de doce años que estaba obsesado. Estaba atado a la cama por la noche y, durante el día, se le colocaba en una habitación especialmente construida. Los Auxiliares hallaron a su madre sentada a su lado y sosteniéndole la mano. La entidad yacía en la cama, dentro de su cuerpo físico. El muchacho, en su cuerpo de deseos, estaba en el regazo de su madre. Había un hermoso efluvio azul subiendo de la cabeza de la madre. Era debido a sus
muchas oraciones por su hijo.
Una Auxiliar se materializó inmediatamente y tocó a la madre en el hombro; ella se despertó.
­ Somos amigos que hemos venido a ayudarla ­ dijo ella.
­ Oh, Ángel!, estoy contenta porque no he dormido en mi cama desde hace cuatro años y estoy casi agotada ­ dijo la madre ­ No puedo encontrar a nadie que me ayude con él.
­ ¿Cómo ha llegado su hijo a este estado? ­ preguntó la Auxiliar.
­ Tenía ocho años cuando súbitamente cayó bajo un hechizo después de que viniese un día de la escuela ­ dijo la madre ­ quedó inconsciente y permaneció de esta manera durante cuatro meses. Luego se volvió violento. Lo llevamos al hospital, donde estuvo largo tiempo, pero no se mejoró, así que lo trajimos a casa. Lo abandoné todo y le dediqué todo mi tiempo.
Rara vez he abandoné la casa y, cuando lo hice, estaba tan nerviosa que no podía disfrutar.
Así que dejé completamente de salir y no he ido más allá del jardín desde hace tres años. Por favor, ayúdeme si puede usted. Si no puede, llévenos a los dos al Cielo o donde quiera que debamos ir. 
Ambos Auxiliares estaban ahora materializados y uno de ellos pidió a la madre que dejase la habitación, mientras trabajaban con el muchacho. Ella rogó a los Auxiliares que le permitieran quedarse, pero rehusaron, porque sabían que estaba demasiado débil para
soportar cualquier emoción.
­ Voy a desatar al chico ­ dijo un Auxiliar ­ Ahora, no huyas.
­ Permaneceré aquí ­ dijo el otro Auxiliar ­ pero mejor me atas a mí para estar seguro.
Lo hizo así y entonces desató al chico. La entidad que estaba en el cuerpo del muchacho saltó fuera de la cama, agarró al Auxiliar y trató de morderle.
­ Átale otra vez ­ recomendó la Auxiliar.
­ No ­ dijo su compañero, y empujó a la entidad lejos de sí. Entonces santiguó el cuerpo del muchacho y dijo a la entidad que saliera.
La entidad salió del cuerpo y se hinchó hasta que se hizo más grande que los dos Auxiliares juntos. La entidad se plantó ante el Auxiliar, que le ordenó permanecer quieto.
Entonces se detuvo y el Auxiliar la santiguó. Una llamarada azul salió de ella. Esta llama olía como azufre. La entidad dio un gritó y desapareció.
El cuerpo del muchacho cayó al suelo cuando la entidad salió de él. Un Auxiliar levantó el cuerpo, lo puso en la cama y persuadió al chico a que regresase a su cuerpo, se quedara en él y despertase.
­ ¿Dónde está mi mamá? Quiero verla ­ dijo el chico.
Un Auxiliar fue hacia la puerta, llamó a la madre y le dijo que fuese a buscar a su marido y entrasen en la habitación. Los padres del chico entraron. El joven llamó a su madre y le dijo con voz débil:
­ Mamá, cada noche me sentaba en tu regazo y te oía rezar y empecé a rezar contigo. Oía todo lo que decías a papá y a otras personas. Yo estaba al lado de mi cuerpo y algo estaba dentro de él. Yo no estaba en mi cuerpo. Estaba al lado de mi cuerpo y esa cosa me
lastimaba.
La madre preguntó con voz llorosa si su hijo había perdido al razón.
­ No, madre, algo había en mí que me empujaba hacia afuera ­ dijo el chico ­ Yo no podía hablar pero vi a los Ángeles entrar a través de la pared, apareció primero la cabeza y después todo el cuerpo y luego ella te tocó en el hombro.
Era que el muchacho había visto a los Auxiliares materializarse. Este es un rápido proceso en el cual la cabeza se forma primero y el resto del cuerpo lo hace casi enseguida. Cuando los Auxiliares desaparecen la cabeza es la última parte del cuerpo en ser visible.
­ Sí, ella me tocó ­ habló la madre. Se volvió a uno de los Auxiliares ­ Estoy tan contenta de que esté sano y pueda hablar! ¿cuándo podré desatarle?
Antes de que los Auxiliares pudieran responder el muchacho habló:
­ Ya no estoy atado. Mira.
El Auxiliar dijo al chico que se levantara y así lo hizo, pero estaba demasiado débil para caminar. Dijo a sus padres que lo alimentaran; les aseguró que su hijo se pondría bien en el plazo de una semana, que le permitieran levantarse durante un rato todos los días y que llevase gafas oscuras durante un mes para proteger sus ojos.
­ ¿Hizo usted lo que ha dicho mi hijo? ­ preguntó el padre dirigiéndose a uno de los Auxiliares.
­ Sí ­ contestó él.
­ Oh, madre! ­ continuó el chico ­ Esa cosa trató de golpearme y me empujó e hizo algo que me hizo caer al suelo. (Quería decir que su cuerpo cayó al suelo.) Entonces esa cosa (se refería a la entidad) se hizo realmente grande y fue tras el hombre. El hombre dijo e hizo algo y una llama azul que olía mal salió de esa cosa, que después desapareció gritando. 
­ ¿Es cierto eso? ­ preguntó el padre.
­ Sí ­ contestó el Auxiliar.
­ Si el chico estaba inconsciente, ¿cómo pudo ver y oír lo que ocurrió? ­ cuestionó el desconcertado padre.
­ El ego, es decir, el muchacho mismo ­ dijo el Auxiliar ­ no estaba inconsciente y podía ver y oír. Estaba obsesado por una entidad que nosotros le extrajimos, la desintegramos y la enviamos al Mundo del Deseo.
Luego explicó al padre algo de sus enseñanzas religiosas.
­ Bien, Ángel ­ dijo el padre del chico ­ había oído estas enseñanzas y las consideré de la misma clase de las que se imparten en la iglesia, porque no vi ninguna diferencia. Algunos de sus miembros no deben estar en posesión de estas nobles enseñanzas.
Los Auxiliares le explicaron que ellos eran humanos y trabajaban fuera de sus cuerpos por la noche. El hombre dijo que no podía creerles a menos le dijesen el lugar en que vivían.
Naturalmente, ellos no se lo dijeron. Habían ido hasta allí para responder a las oraciones del chico y de su madre y no para convencer al padre de nada.
En ese momento, el joven se durmió. El Auxiliar dijo a su madre que se fuese a la cama.
­ No dormiré si lo hago ­ dijo ella.
­ Vaya a la cama y dormirá perfectamente ­ dijo un Auxiliar.
Ella lo hizo y pronto cayó en sueño profundo de paz y descanso. Los Auxiliares siguieron su camino felices de haber servido a otros. Ahora, este muchacho estaba curado de la obsesión gracias a la oración. Debe haber causado en una vida pasada un sufrimiento igual a otro niño y estaba cosechando su castigo. Sus padres actuales eran también sus padres en el pasado y ninguno de ellos trató de enseñarle a ser bondadoso o estuvieron de alguna manera
involucrados en su comportamiento incorrecto. El abuso del poder mental en una vida conduce a incapacidad física en existencias posteriores.

* * *
Una noche de invierno, dos Auxiliares iban sobre la zona norte de Europa y vieron a una mujer en problemas. Una mujer obsesada estaba forzándola a entrar en el agua helada donde seguramente se hubiera ahogado. La había derribado sobre el hielo resbaladizo, la había pateado en el vientre y la mujer estaba encogida de dolor. Un Auxiliar bajó y detuvo a la mujer agresora. Esta se enfrentó al Auxiliar, pero él la santiguó y expulsó a la entidad, que se vio obligada a ir al Mundo del Deseo.
La legítima propietaria del cuerpo volvió a entrar a él; entonces vio lo que había hecho y quedó muy arrepentida por lo que había ocurrido. Los Auxiliares incorporaron a la mujer agredida, sus amigos llegaron y se la llevaron a casa. Esta mujer había querido ser una médium pero la experiencia la había escarmentado por completo.
La mujer que había estado obsesada era una cabecilla e instructora y tenía unos veinticinco años. Estaba instruyendo a un grupo como mediums y los había convocado para una reunión en las primeras horas de una mañana para iniciar a algunos de sus seguidores, como ella los llamaba, pero en realidad iba a ofrecer a una de las mujeres a su guía, que requería sangre de un ser humano. Ya había recogido una suma de dinero de las mujeres. Los Auxiliares salvaron
a la mujer y abortaron el plan del médium de matar a la mujer como ofrenda a su guía.

* * *
Otra noche, estos Auxiliares estaban en una ciudad de la zona meridional de los Estados Unidos y pasaron cerca de un hospital.
­ Entremos ­ dijo uno de ellos.
Entraron y fueron hacia las salas, invisibles para los pacientes y enfermeras porque estaban en sus cuerpos de deseos. En su camino entraron en el quirófano. Allí vieron a unos médicos intentando anestesiar a una mujer. Estaba amarrada a una mesa, pero se debatía contra ellos.
Un Auxiliar la miró a los ojos y vio que estaban fijos. Luego vio al ego de la mujer al lado de su cuerpo con los ojos dilatados por el miedo. Entonces supo que estaba obsesada y que la entidad obsesora había tomado posesión de su cuerpo, mientras mantenía fuera a su legítimo propietario. La mujer rogó a los Auxiliares que hicieran algo por ella.
Los médicos pensaban que algo andaba mal en la cabeza de la paciente e iban a operarla.
Un Auxiliar pidió a los Seres Elevados que erradicaran por completo de la mente de los médicos la idea de operarla. Entonces uno de ellos retrocedió.
­ Esperemos ­ dijo ­ Si la anestesiamos podemos ocasionarle algún problema cardíaco y morirá.
Los otros dos médicos estuvieron de acuerdo, así que enviaron de nuevo a la paciente a la habitación. Los desconocidos la acompañaron y observaron cómo la ataban a la cama. El
enfermero salió de la habitación y los Auxiliares fueron hacia la mujer, trabajaron sobre su cuerpo y expulsaron a la entidad obsesora. La entidad pareció contenta de irse, porque estaba
atrapada en el cuerpo y no le gustó el éter de la anestesia. Entonces, un Auxiliar la santiguó y le ordenó que saliera; la entidad salió rápidamente y se marchó. La mujer entró a su cuerpo y dio las gracias a los desconocidos. Enseguida empezó a eructar el éter pasándolo a través de su tracto intestinal. Era este gas lo que incomodó a la entidad cuando estaba dentro del cuerpo. Ella había sentido el dolor y la angustia de todo lo que le habían hecho en el hospital porque estaba unida a su cuerpo mediante el cordón de plata.
Una Auxiliar materializó sus manos y trabajó con la mujer, que pronto se quedó dormida.
Dejó una nota para la enfermera, que estaba fuera de la habitación. La nota decía: No aten a esta paciente porque está curada y ya no causará más problemas.. Sabía que la enfermera se alegraría porque, después de todo, ya no tendría que cambiar la ropa de la cama tan frecuentemente. Los Auxiliares partieron y se fueron a ayudar a otros.
Los estudiantes ocultos que deseen convertirse en Auxiliares Invisibles deben aprender todo lo que puedan sobre los peligros de la obsesión, para ser capaces, primero, de ayudar a otros cuando en el desarrollo de su labor sean enviados a ayudar a gente víctima de la ella y, segundo, para evitar ese peligro para sí mismos.
Algunos estudiantes están tan ansiosos de aprender más sobre los mundos invisibles, que coquetean con el espiritismo o con las Enseñanzas Orientales Indias, que son peligrosas para las personas del mundo occidental, porque los ejercicios respiratorios, a menudo, son la causa de que determinadas entidades sean atraídas hacia tales personas. Estas entidades pueden, sin excepción, obsesar a una persona si se le ofrece una oportunidad.

* * *
He aquí un suceso sobre una mujer que obsesó a su loro después de que murió: Una noche de Noviembre, dos Auxiliares fueron enviados a una casa de los estados del sur, donde una mujer había muerto hacía unas dos semanas. Desde su muerte, el loro de la familia se había estado comportando de una forma muy extraña. Se había estado peleando con todo el mundo, menos con la joven de la casa, que tenía unos doce años. La difunta madre de la joven había
sido cariñosa con los animales y había enseñado al loro todo lo que pudo. Lo había tratado de igual forma que a su hija, que era la niña de sus ojos.
La madre tenía miedo a morir y, cuando falleció, la chica dijo que el loro había tenido un ataque, o algo así, y comenzó a dar instrucciones sobre el funeral de su madre. Cuando el empleado de la funeraria llegó y empezó a embalsamar el cuerpo de la mujer, el loro empezó a gritar:
­ Deténganle. Me está haciendo daño. Ella no está muerta.
El loro continuó gritando y saltando por todas partes.
­ Se está quemando por dentro ­ dijo. Luego empezó a moverse más lentamente
­  Oh, se está congelando. Ponedle su abrigo! ­ dijo el loro.
La joven dijo a los Auxiliares que nadie podía explicarse el extraño comportamiento del loro.
­ Desde ese momento, el loro habla exactamente como mamá ­ continuó la joven.
Un Auxiliar preguntó a la chica qué clase de libros leía su madre y ella les mostró la biblioteca. Vieron toda clase de libros de Ocultismo, que trataban sobre respiración, transmigración, renacimiento, etc. Los Auxiliares comprendieron entonces lo que había ocurrido al loro: La difunta lo había obsesado, ocasionando todos aquellos trastornos a su familia.
En ese momento, el loro ocasionó un alboroto. Estaba fuera de su jaula y había seguido a los Auxiliares y a la joven a la biblioteca. Empezó a atacar a los Auxiliares con el pico y las garras.
­ Sacádlos fuera ­ dijo ­ Matadlos. Están persiguiéndome y quieren llevárselo.
­ Manténte tranquilo ­ dijo uno de los Auxiliares al loro y este se quedó quieto.
El padre, el hermano y una tía de la chica miraban a los Auxiliares.
­ No son humanos ­ dijo el loro súbitamente ­ Son Ángeles.
El ego humano que estaba en el cuerpo de loro reconocía que los Auxiliares no eran gente ordinaria en cuerpos humanos. Entonces el Auxiliar hizo sentarse a la familia y les explicó las enseñanzas ocultas. Les dijo que algunas personas, en vidas anteriores se suicidan, y se les enseña una dura lección. Nunca volverán a suicidarse. Si lo hacen, cuando regresan a la tierra tienen miedo a morir y obsesionan a cualquiera y toman su cuerpo para evitar ir al Purgatorio o al Cielo porque no quieren abandonar esta tierra. Le dijo a aquella gente que el ego de la mujer que murió vio al loro fuera de su cuerpo, durmiendo y, apenas murió, se precipitó en el
cuerpo del loro. Y, dado que no estaba totalmente desconectada de su propio cuerpo, sintió todo lo que el embalsamador le hizo.
Los Auxiliares explicaron lo que tiene lugar cuando se embalsama el cuerpo de una persona inmediatamente después de su muerte. El líquido para embalsamar quema al ser introducido en el cuerpo y, cuando comienza a condensarse, la persona siente frío y se queja
de una rigidez helada al ir endureciéndose el cuerpo.
Toda la familia entendió lo que el Auxiliar les dijo. Éste continuó diciéndoles que procurasen que nadie de su familia fuera embalsamado cuando muriese. El esposo quiso saber que debían hacer con el loro.
­ No sé, pero llamaré a alguien que lo sabrá ­ contestó el Auxiliar. Llamó mentalmente a una elevada Hermana Lega, para que viniese y les ayudase, y enseguida llegó.
De nuevo, el loro hizo frente a los Auxiliares, y uno de ellos se puso nervioso otra vez, pero la recién llegada tranquilizó al loro. Se sentó, lo llamó, y el loro voló hasta su regazo. La mujer comenzó a hablarle y todos los que estaban presentes oyeron lo que le dijo.
­ Amiga mía! En la vida anterior a ésta, cuando usted era un hombre, se suicidó debido a que su marido actual, que era entonces una mujer, murió de enfermedad. Esta chica era entonces un muchacho. Lloró la pérdida de ustedes dos y pronto murió. Usted fue conducida al lugar adonde va la gente que se suicida, y allí permaneció durante cuarenta años, es decir, hasta el momento en que usted hubiera muerto de muerte natural. Las lecciones fueron muy duras. Ahora tiene miedo a morir. Pero no tendrá la misma experiencia esta vez. ¿Por qué le roba su experiencia a este pobre pájaro? Será castigada por esto. Sus amigos de aquí no pueden retenerla y no la retendrán, porque usted causaría problemas entre su marido y su próxima esposa y se crearía más castigo para usted. ¿Por qué no sale del cuerpo y continúa con su evolución, a la que tendrá que enfrentarse algún día, de todas formas?
La Hermana Lega hablaba con una voz muy suave al loro, mientras le palmeaba.
­ Oh, tengo miedo de morir ­ dijo el loro ­ No quiero volver allí. Por favor, déjeme estar aquí. Mi hija cuidará de mí.
­ Su hija no es capaz de cuidar de sí misma y, cuando la otra mujer llegue, debe usted irse dijo la Auxiliar ­ Entonces será usted tratada de mala manera por los demás, debido a su costumbre de hablar, y será finalmente matada por un perro.
­ ¿Me promete que no me llevará a aquel horrible lugar? ­ dijo el loro.
­ Sí ­ dijo la Auxiliar.
­ Haga que mi hija me lleve al sótano con mi querido esposo ­ dijo el loro ­ Quiero enseñarles una cosa que tengo para mi hija.
Todos, excepto la tía, bajaron al sótano y el loro les mostró un lugar que la madre había construido en la pared, donde guardaba todo el dinero que había ahorrado. Parecía que había unos ocho o nueve mil dólares en papel y en monedas de plata en una caja fuerte de acero en forma de medio barril. Dejaron el dinero allí y subieron otra vez a la casa.
­ Estoy preparada para partir ­ dijo el loro ­ Señor, ten misericordia de mí. No he hecho daño a nadie pero siempre he tenido miedo de morir. No puedo salir ­ dijo el ego de la mujer en el cuerpo de loro.
Entonces la Hermana Lega hizo algo y el cuerpo del loro cayó como muerto.
­ Ven, Polly ­ dijo la Hermana Lega ­ Entra en tu cuerpo ­ y entonces el loro, lentamente, se levantó. Pataleó durante un rato y luego habló.
­ ¿Qué pasa, Mary? ¿Dónde está mamá? ­ Todos notaron inmediatamente el cambio en la voz y la manera de hablar del loro.
­ Señora ­ dijo la joven ­ déjeme ver a mi mamá antes de que se vaya usted con ella.
Entonces sabré que todo lo que usted dice es verdad.
Al momento su madre apareció de pie ante ella. La madre dijo a la familia todo lo que le había ocurrido cuando el embalsamador estuvo allí, y todo lo que tuvo lugar durante los días que siguieron.
­ No tengo miedo de ir con estos Ángeles ­ dijo ­ Espero que seáis buenos y que no permitáis que el embalsamador se ocupe de ninguno de vosotros. Estaré esperándoos cuando
vengáis.
La materializada madre los besó a todos y acto seguido desapareció. Los tres Auxiliares llevaron a la mujer a la Región Fronteriza y la dejaron allí. El hombre a cuyo cargo estaba aquella zona dijo que tendría sólo una estancia muy breve en el Purgatorio e iría después al Primer Cielo.

* * *
Una noche, mientras dos Auxiliares Invisibles iban sobre África oyeron unos gritos que parecían de un ser humano. Descendieron y hallaron a un mono atrapado en los anillos de una serpiente. Hicieron que la serpiente soltara al mono y éste corrió, saltando hacia la Auxiliar y tratando de subir sobre ella. Ella lo bajó y lo curó, pero el mono no quería abandonarla.
­ ¿Qué pasa con este mono? ­ preguntó ella a su compañero.
­ Nada. Sólo tiene miedo ­ replicó él.
­ No. Hay algo que no va bien ­ dijo la Auxiliar.
El Auxiliar miró al mono cuidadosamente y dijo:
­  Ah, ahora comprendo! ­ llevó al mono a una aldea y llamó a los nativos.
Estos miraron al mono y retrocedieron.
­ Tiene el diablo dentro. Quemadlo. Traerá problemas a la tribu ­ dijo uno de ellos.
El mono estaba obsesado por uno de los hechiceros nativos y el espíritu del verdadero mono estaba al lado de su cuerpo. El Auxiliar preguntó al Espíritu Grupo del mono qué hacer para conseguir sacarlo. El Espíritu Grupo dijo al Auxiliar qué hierbas y ramas debía preparar para encender una hoguera. Así lo hizo y ahumó al ego obsesor para que saliera del cuerpo del mono. Cuando sostuvo al animal sobre el humo, el mono real se retorcía y chillaba.
Cuando el ego del hechicero salió, el fuego quemó su cuerpo etérico, o cuerpo vital, y él se elevó en el aire gritando. Tuvo que ir al bajo Mundo del Deseo para recibir su castigo.
Los Auxiliares persuadieron al propietario legítimo del cuerpo del mono para regresar a su cuerpo; lo curaron y se lo dieron a un nativo como mascota.
El Espíritu Grupo del mono dijo que el ego del hechicero intentaba obsesar a uno de los Auxiliares y por eso abandonó al mono. Ahora, este malvado ego no será capaz de dañar ni a hombres ni a bestias, ya que no podrá regresar a la tierra hasta que haya renacido. Para ese entonces estará purgado de sus malos deseos.

* * *
Una noche, dos Auxiliares fueron enviados a responder a las oraciones de una mujer que pedía ayuda. Su madre estaba obsesada y estaba acusando a su hija de intentar envenenarla.
Cuando los Auxiliares llegaron al lugar, reinaba el terror, porque la madre tenía un enorme cuchillo e intentaba asesinar a su hija. Cuando la madre vio a la Auxiliar, le preguntó si había venido a ayudar a su hija a matarla, y la atacó. Esta Auxiliar olvidó que estaba fuera de su cuerpo y no podía ser herida, así que corrió alrededor de la mesa del salón varias veces y luego desapareció.
El Auxiliar le quitó el gran cuchillo a la mujer obsesada y la hizo sentarse. Ella trató de morderle; él la santiguó y dijo a la entidad obsesora que abandonara a la mujer. La entidad abandonó su cuerpo e intentó atacar al Auxiliar por haberla expulsado. No pudo hacer nada más; dio un aullido y desapareció.
El cuerpo de la mujer se derrumbó y el Auxiliar lo colocó sobre la cama; el ego de la mujer regresó a su cuerpo de nuevo. El Auxiliar dijo a la hija que su madre estaría bien en unos pocos días, solo que algo débil. Le aconsejó que la alimentara bien con vegetales y
frutas.
­ No sabrá nada de lo que ha estado haciendo. La querrá a usted y será una buena madre le dijo a la hija.
La hija agradeció al Auxiliar todo lo que había hecho por ellas. Entonces el Auxiliar partió a buscar a su compañera, que había tenido miedo y se había ido. La encontró regresando a aquel lugar.

* * *
He aquí una historia de obsesión que terminó en tragedia: Una noche de Diciembre, dos Auxiliares fueron a ver a una joven que había asesinado a su amiga y luego se había suicidado. La vieron al lado de su cuerpo y fueron hacia ella. La joven se estaba preguntando
qué le había ocurrido.
Un Auxiliar la tocó y ella levantó la mirada.
­  Oh!, ¿Qué ha ocurrido? ­ dijo ­ ¿Estoy muerta? Yo no me suicidé.
­ Usted mató a su amiga, ¿no es verdad? ­ preguntó el Auxiliar.
­ No, yo no lo hice, sino esa cosa que había en mi cuerpo ­ contestó ella ­ Intenté detenerlo, pero continuó.
­ ¿Cuánto tiempo hace que esa cosa la ha estado molestando? ­ preguntó el Auxiliar.
 Un poco más de dos años ­ replicó ella.
­ ¿Cómo ocurrió? ­ inquirió él.
La pobre muchacha contó entonces su historia. Dijo que salió con su novio y con la joven asesinada y que se tomaron algunos whiskis con soda y, cuando volvió en sí, estaba en un hotel desconocido y no sabía quien había estado con ella. Tuvo una extraña sensación por todo su cuerpo. Se vistió precipitadamente, se fue a la escuela y después de la escuela a su casa. Entonces la cosa la expulsó y la mantuvo fuera el resto de la noche. A la mañana siguiente la cosa le permitió regresar a su cuerpo y fue de nuevo a la escuela.
La situación continuó así hasta que la amiga de la joven fue asesinada. Ella había ido a casa de su amiga y ambas salieron juntas y, entonces, la entidad la expulsó de su cuerpo y asesinó a su amiga. Luego, la entidad no abandonó su cuerpo y la policía la arrestó. La
entidad hizo la declaración. Dijo que había querido matar a alguien desde hacía dos años. El verdadero sentido de esto era que la entidad había querido matar a la chica asesinada porque
no pudo conseguir acceder a su cuerpo.
Como, tras haber estado la joven en la cárcel, la entidad no podía hacer más daño utilizando su cuerpo, la ahorcó y, al hacerlo, se suicidó a sí misma, pues no sabía que, si colgaba el cuerpo mientras permanecía dentro de él, se encerraría a sí misma en él al provocar
la muerte de la joven.
­ ¿Experimentó usted algo cuando murió? ­ preguntó el Auxiliar.
­ Sí, me ahogué hasta morir y perdí la conciencia ­ dijo ­ Luego, algo vino hasta mí y entró en mí y he estado aquí desde entonces.
Su cuerpo vital regresó a ella y pudo ver el panorama de su vida.
­ ¿Le hizo daño el embalsamador? ­ preguntó el Auxiliar.
­ Sí, me introdujo una sustancia caliente que me quemaba ­ dijo ­ Luego sentí frío y me helaba. No estoy muerta y quiero ver qué van a hacer conmigo.
­ Van a enterrar su cuerpo ­ dijo el otro Auxiliar.
­ Por favor, diga a mi familia que paren de llorar y lamentarse, y dígales también que yo no me suicidé y que no estoy muerta ­ suplicaba la pobre joven.
Esta joven, en una vida anterior, había coqueteado con el ocultismo y había engañado a un montón de personas, motivando que fueran obsesadas. Esa entidad o cuerpo de pecado la había formado ella misma con sus malas acciones y pensamientos, que la siguieron hasta que murió. Cuando renació, el cuerpo de pecado fue atraído hacia ella y le causó la muerte.
Ahora, a causa de sus fechorías, tendrá que esperar hasta el momento en que debiera morir de muerte natural y luego seguirá su evolución.
Todo el tiempo que los Auxiliares estuvieron hablando con ella se estuvo quejando de que se sentía asfixiada y vacía. No había nada que los Auxiliares pudieran hacer por ella, y como quería ver su funeral, aquéllos partieron y continuaron con su labor.

* * *
Otra vez, dos Auxiliares fueron enviados a un hospital a ayudar a una mujer que había estado en coma durante una semana. Se les dijo que se sintió enferma después de regresar de una reunión espiritista; se fue a la cama y no se había movido ni hablado desde entonces.
Cuando la Auxiliar llegó, el médico estaba esperándoles. La enfermera de sala llamó a la Auxiliar y ésta vio a la mujer. Luego, llamó a su compañero Auxiliar por teléfono y le dijo que creía que la mujer estaba obsesada.
­ Averígualo ­ dijo él.
­ No, no entiendo suficientemente bien la obsesión como para ocuparme de ella ­ replicó.
Más tarde, ya reunidos, los dos Auxiliares fueron a la sala, pero ya la habían trasladado a una habitación privada. El Auxiliar la examinó y halló una entidad en su cuerpo. Dijo a su compañera que abriese la ventana y se mantuviera detrás de él. Luego, santiguó a la mujer y dijo a la entidad que saliera. Ésta lo hizo y se precipitó sobre el Auxiliar, pero éste la santiguó y la entidad aulló, mientras un humo negro salía de ella; luego salió por la ventana y
desapareció.
Los Auxiliares persuadieron a la mujer para que regresara a su cuerpo; estaba extremadamente débil. El Auxiliar dijo a la enfermera que llamase al médico, que vino. El Auxiliar le dijo lo que debía hacer por su paciente:
­ Manténgala bajo control y vigile que esté bien cuidada ­ dijo ­ No estará agresiva, pero necesitará buenos cuidados y mucha atención, porque está en un estado muy débil.

* * *
Una noche, un Auxiliar salió a la calle y llegó al lugar en que un coche había chocado con un poste eléctrico. El automóvil había quedado destrozado y las dos parejas que iban en él estaban gravemente heridas. La gente los había sacado fuera del vehículo y yacían sobre la acera, esperando la llegada de una ambulancia.
El conductor de coche accidentado hablaba con un policía que le había preguntado qué había ocurrido.
­ Vi un gato cruzando la calle y me desvié bruscamente para evitar atropellarlo, perdí el control del vehículo y choqué contra el poste ­ dijo.
De repente, el Auxiliar vio delante de él a una entidad que parecía una enorme rata como del tamaño de un perro.
­  Eh!, ¿qué estás haciendo aquí? ­ preguntó sorprendido el Auxiliar.
La entidad sonrió de oreja a oreja, mostrando sus dientes mientras miraba todo aquel alboroto.
­ Yo hice esto ­ alardeó.
­ ¿Cómo lo hiciste? ­ preguntó el Auxiliar.
­ Yo era el gato que cruzaba la calle ­ dijo la entidad ­ El conductor me vio y se desvió para evitar atropellarme y se estrelló en el poste, pero no lo suficientemente fuerte.
­ ¿Por qué lo hiciste? ­ preguntó de nuevo el Auxiliar.
­ He estado siguiendo a este hombre durante dos vidas y ésta es la primera oportunidad que he tenido de matarlo ­ dijo la malvada entidad ­ No he hecho un buen trabajo, pero lo haré en otra ocasión.
­ ¿Por qué estás tan deseoso de matarlo? ­ inquirió el Auxiliar.
­ Hace tres vidas, este hombre motivó que mi amo se hiriera y falleciera como consecuencia de ello ­ dijo la entidad ­ Antes de morir, mi dueño me hizo jurar que mataría a este hombre, y lo he estado siguiendo desde entonces.
­ Bien, tu recorrido acaba justo aquí ­ dijo el Auxiliar.
La entidad miró al Auxiliar y gruñó:
­ Te mataré ­ y se abalanzó sobre él.
El Auxiliar se apartó a un lado la santiguó, y la entidad comenzó a aullar despidiendo humo.
Al instante, los presentes empezaron a percibir un olor especial y un hombre dijo que olía a azufre. El conductor atribuyó el olor al ácido de la batería del vehículo, que había sido seriamente dañada durante el accidente. La entidad fue obligada a ir al Mundo del Deseo a recoger su justo castigo.
Esta es una ilustración de lo que hombres perversos en el pasado pueden hacer para obtener su venganza. Perteneciendo a la hermandad negra, el amo de esta entidad la hizo trabajar para él. Estas entidades están contentas de trabajar para tales personas, porque saben que algún día serán capaces de obtener control sobre sus amos y causarles sufrimientos.
Tragedias tales como éstas son corrientes, pero pocas personas se dan cuenta de ello. Son inconscientes de todo esto y de muchas cosas más, de cuyo conocimiento se beneficiarían.

* * *
He aquí el relato de un joven emu que fue obsesado por un nativo bushman.
Un emu es un gran pájaro, como un avestruz, que se encuentra en Australia. Una noche, se envió a unos Auxiliares a Australia a ver a un joven emu salir del huevo. Cuando llegaron al nido, vieron a la madre emu mirando un gran huevo. Además, había un bebé emu que probablemente había salido del huevo el día anterior. Era un pollo gris plateado con franjas marrones en la espalda. La Auxiliar sintió deseos de tenerlo en sus manos.
Parecía como si el polluelo, que aún permanecía en el huevo estuviese intentado salir, pero no pudiese romper el cascarón. La madre pájaro sabía que el polluelo que ya había nacido estaba lo bastante seco y fuerte como para abandonar el nido, y que ya era tiempo de que el otro saliese del huevo, así que lo ayudaba apresuradamente. La impaciente madre emu rompió el cascarón con su pico. Lo asía, lo alzaba y luego lo golpeaba violentamente contra el suelo.
Esto rompió todo el cascarón, y el polluelo se desenrolló y se estiró completamente. Los Auxiliares lo observaron cuidadosamente y vieron que era diferente del otro.
Un Auxiliar vio que un ego había penetrado en el huevo y había expulsado a su legítimo propietario. A una situación así la llamamos obsesión. Ese ego que estaba en el cuerpo del
polluelo de emu era el de un hechicero de los nativos bushman australianos, de quienes se dice que son los más retrasados de todos los pueblos de la tierra.
Este hombre quería regresar, así que obligó al polluelo a salir de su cuerpo. Era un hombre cruel, que tenía miedo de morir y afrontar su castigo, aunque lo tendría que afrontar cuando el pájaro muriese. El polluelo tenía la cabeza de un ser humano y el cuerpo y las alas de un emu. No era capaz de hablar.
Se les dijo a los atónitos Auxiliares que esta extraña criatura estaría protegida, tendría una vida muy dura y sería tan severamente tratada, que este ego no obesaría jamás a nadie más.
Iba a ser capturado por los nativos y conservado como una curiosidad.

* * *
Una noche, mientras dos Auxiliares se desplazaban, vieron a una joven medio desnuda corriendo entre unos matorrales. Descendieron y la detuvieron. Vieron enseguida que estaba
loca. Le preguntaron adónde iba y contestó que iba a buscar a su amante que se había ido.
Los Auxiliares la sacaron del bosque y la llevaron al pueblo cercano. Allí encontraron algunas personas que la conocían y que indicaron a los Auxiliares el camino de su casa. La llevaron hasta allí, donde encontraron a su madre. Les dijo que su hija trabajaba en una oficina y estaba enamorada de uno de los hombres de la compañía. Este hombre se había ido de viaje sin decir nada a la joven. Poco después, la chica comenzó a asistir a reuniones
espiritistas. Luego, compró una esfera de cristal, un soporte para la misma, tela roja de terciopelo y algunas velas diminutas. A partir de entonces, su vida se centró en esa actividad:
el espiritismo, y la bola de cristal. Una noche, la joven gritó y dijo que algo se había roto en su cabeza. La madre dijo que suplicaba a su hija que dejase de mirar a la bola, pero no lo hizo. Alrededor de las dos de la mañana la joven fue a la habitación de su madre.
­ Estoy mal, madre ­ dijo ­ y creo que estoy perdiendo la razón.
­ ¿Qué hiciste? ­ preguntó la madre.
­ La mujer que ha estado enseñándome, me dijo que me mostraría cómo obtener visión espiritual para poder localizar a mi amigo y ver lo que está haciendo ­ dijo la chica ­ Le di doscientos cincuenta dólares y le compré la esfera de cristal, el soporte, la ropa y las velas por setenta y cinco dólares.
La joven gritaba de terror.
­ Madre!, mira esa cosa espantosa! Es un hombre. No, es una serpiente. No, es un gato malvado pero, oh, tan grande. Ayúdame, madre. No dejes que esas cosas me atrapen.
La madre dijo que, entonces, llamó al médico y éste dijo que su hija sufría de alucinaciones y le preguntó qué había bebido o fumado. La madre le contestó que la joven no había fumado ni bebido nada pero que había estado mirando en una bola de cristal, durante
horas en ciertas ocasiones, y algunas veces durante toda la noche.
El médico le dio unas medicinas para mantenerla tranquila, pero sólo fueron eficaces durante un breve tiempo. Luego, la madre llamó otra vez al médico y, tan pronto como éste la vio, dijo que la joven se había vuelto loca de remate y que debía ser ingresada en un manicomio. La madre dijo que no podía hacer eso, así que puso barrotes en la ventana y mantuvo a su hija allí durante seis meses.
Una noche, la chica se escapó, y la gente del pueblo salió a buscarla. La madre dijo que había rezado casi continuamente para que su hija pudiese regresar sana.
El Auxiliar introdujo a la pobre joven en su habitación y cerró la puerta. Pocos momentos después oyeron a alguien acercarse a la puerta y caer al suelo. Abrieron y vieron a la joven loca inconsciente en el suelo. Su ego permanecía al lado de su cuerpo y los Auxiliares le hablaban. La joven les dijo que su amante era un oficial de la compañía, que la había abandonado por una tontería y que quería encontrarlo. Una amiga le habló sobre la espiritista y fue a verla.
­ Ahora lo siento, pero quiero recuperar a mi amante ­ dijo.
Uno de los Auxiliares llamó a una elevada Hermana Lega y le pidió que curara a la joven.
La Hermana Lega vino y miró a la chica.
­ La joven ha aprendido la lección, pero estará enferma durante muchos días ­ dijo. Hizo algo a la cabeza de la joven y esta volvió a entrar en su cuerpo, hablando de una forma normal.
­ Gracias Dios ­ dijo ­ Esas cosas se han ido. Nunca volveré a hacer esto. Decid a los demás que se aparten de los espiritistas.
Los Auxiliares hablaron entonces a la joven y a su madre sobre sus enseñanzas. La madre dijo que le gustaría aprender estas cosas. Entonces la Hermana Lega tomó la mano de la joven y los pensamientos salieron disparados de su cabeza tan rápidos que los Auxiliares a duras penas los vieron. La madre no podía ver los pensamientos de la Hermana Lega y pensó que estaba rezando una oración silenciosa por su hija.
La Hermana Lega dijo a los Auxiliares que la muchacha había ganado el amor del hombre y que ella estaba llamándolo.
­ Él volverá a ella, porque no tiene motivo para tratarla de esta manera ­ dijo.
Para entonces, la joven estaba profundamente dormida, y dormir era lo que más necesitaba desde que había recuperado su condición normal. La Hermana Lega dijo a su madre que le diera vegetales y fruta para comer, pero no carne. Le dijo que no necesitaba llamar al médico.
­ Su hija estará muy enferma pero se pondrá bien ­ dijo la Hermana Lega ­ La espiritista verá cómo se le devuelve su propia moneda y dejará el pueblo.
Un Auxiliar preguntó a la Hermana Lega si la joven se hubiese recobrado alguna vez en esta vida sin ayuda espiritual.
­ No ­ contestó ella ­ y hubiera seguido loca durante largo tiempo en el Mundo del Deseo después de su muerte.
Es realmente maravillosos ser servidores y amigos de los Hermanos Legos y las Hermanas Legas, que pueden hacer tanto para ayudar a la humanidad. Los Auxiliares Invisibles adoran ir con ellos, observarlos durante su trabajo y asistirles todo lo que pueden en su provechosa actividad.

* * *
Dos Auxiliares Invisibles fueron enviados con mucha urgencia, a un lugar de los Estados Unidos, junto a una joven, que había estado practicando ejercicios de respiración de una Filosofía Oriental. Se había acostumbrado a permanecer varias horas por la mañana en una bañera.
La muchacha dijo que se le había explicado que, cuando alcanzase cierto estado, podría salir de su cuerpo y remontarse a los reinos del más allá; así que había procedido a seguir las instrucciones que le habían dado y ahora estaba fuera de su cuerpo e incapaz de permanecer en él.
Cuando los Auxiliares llegaron a la casa, en respuesta a las fervientes oraciones de la madre, la hallaron tratando de persuadir a su hija para que saliera de la bañera.
­ Yo salgo, pero mi cuerpo no me sigue ­ dijo la joven ­ Cuando me dicen que salga yo lo hago, pero no puedo hablar y hacer que me oigan cuando estoy fuera. Cuando regreso a mi cuerpo puedo hablar pero no puedo alzar mi cuerpo. Por eso es por lo que les llamé pidiendo ayuda.
La madre de la joven se puso frenética de miedo. Los Auxiliares preguntaron a la chica cuánto tiempo había estado practicando aquellos ejercicios.
­ No he estado mucho tiempo, pero he sido muy persistente ­ respondió.
Antes de que los Auxiliares le proporcionaran asistencia, le hablaron del peligro de hacerse uno mismo tan negativo como para salir fuera del cuerpo en una bañera, y de los peligros de ser obsesada por entidades invisibles. La chica se asustó mucho y prometió a los Auxiliares que, si la ayudaban a regresar a su cuerpo, nunca más haría ninguna clase de ejercicios respiratorios. Desde que se le dieron aquellas indicaciones, la joven está completamente
decidida a no realizar ningún ejercicio proporcionado por personas sin escrúpulos, que se llamas a sí mismas maestros, y sabe ya que, cuando un alumno está preparado, acude un Maestro, y que, cuando alguien reza sinceramente desde el fondo de su corazón, se le proporciona ayuda, por la que no se le pide ningún precio.
La joven había llegado a hacerse muy negativa y había disminuido su resistencia y vitalidad, hasta el punto de que la unión con su cuerpo se había debilitado extremadamente y se encontraba fuera de él y sin poder controlarlo. Los Auxiliares la unieron a su cuerpo y le advirtieron seriamente para que tuviese cuidado en el futuro. También le hablaron de unas enseñanzas ocultas occidentales no peligrosas.

* * *
Una noche, unos Auxiliares fueron enviados a la región noroccidental de los Estados Unidos a una determinada casa. Allí hallaron a un hombre que estaba loco desde hacía cinco años. Tenía un desgarro entre su cuerpo vital y su cuerpo denso. Cuando estaba en su cuerpo y despierto, se volvía frecuentemente violento. Ello se debía a que no podía ayudarse ni expresarse a sí mismo. Cuando estaba fuera de su cuerpo se mostraba completamente sano.
Cuando los Auxiliares llegaron a su casa, estaba durmiendo. Hablaron con su madre y su hermana. Lo mantenían atado a una cama en un cuarto trasero. Muchos médicos habían estudiado su caso, pero ninguno les daba esperanzas. La familia había recurrido a la oración y, mediante esas oraciones, el hombre fue sanado, como se verá a continuación.
El hombre había estado leyendo libros de Ocultismo en los que se decía que se podía salir del propio cuerpo e ir a diferentes lugares, si se seguían ciertas indicaciones. Lo intentó durante largo tiempo y finalmente forzó su salida del cuerpo. Estuvo fuera cinco días. Los
médicos dijeron que estaba en trance y que regresaría, pero no podían decir cuándo.
Cuando logró regresar a su cuerpo, estaba loco. No había hablado de forma racional desde hacía cinco años. Los Auxiliares pidieron ver al hombre, y la madre los llevó a su habitación.
Vieron al ego del hombre al lado de la cama. Tenía una expresión atemorizada en su rostro.
Un Auxiliar quiso hablar con el pobre hombre, así que pidió a su madre que saliese de la habitación durante unos minutos. Ella se alegró de que se lo pidiese, porque dijo sentirse muy incómoda y nerviosa en aquella habitación.
­ Cuando estoy lavándolo o dándole de comer siento como si alguien quisiera retenerme ­ explicó.
Cuando la madre se fue, el Auxiliar habló al pobre hombre y él se volvió mirando a los desconocidos.
­ Por el amor de Dios, ayúdenme ­ dijo ­ Esas cosas que vi me han atormentado casi hasta matarme.
­ ¿Cómo llegó a esta situación? ­ preguntó el Auxiliar.
El hombre dijo que había comprado un lote de libros porque había oído que, estudiándolos, sería capaz de abandonar su cuerpo e ir a diferentes lugares cuando lo desease. Siguió las instrucciones durante largo tiempo e hizo ejercicios respiratorios de forma regular.
Finalmente consiguió salir de su cuerpo. Entonces vio millones de cosas precipitarse hacia él.
Oscilaban desde dos centímetros de altura al tamaño de un camión. Vio toda clase de serpientes, gusanos, y cosas por el estilo. Pasó un mal rato intentando entrar a su cuerpo de nuevo y, cuando lo consiguió, no podía manejarlo ni expresarse con él.
Este estado de cosas lo enfureció y no supo lo que hizo.
­ Entonces regresé a mi cuerpo ­ dijo ­ Me di cuenta de que estaba en un hospital. Más tarde me llevaron a casa y he estado aquí desde entonces.
Los Auxiliares le hablaron sobre las falsas enseñanzas y lo que ocurre cuando alguien intenta forzar el penetrar en los mundos internos sin que se le haya dicho cómo protegerse. El hombre miraba fijamente a la Auxiliar.
­ Señora, ¿es usted un Ángel? ­ preguntó ­ Si lo es, prometo a Dios que seré un buen hombre y nunca más haré esto, si Él me permite ser un hombre sano y normal de nuevo.
Súbitamente apareció una expresión de terror en su rostro.
­ Oh, mire señora Ángel! ­ gritó ­ Haga que eso se vaya. Oh, Señor! No puedo soportar esto mucho tiempo. Ayúdeme.  Vete!  Vete!  Socorro!
El hombre, que estaba fuera de su cuerpo, corrió hacia la Auxiliar, la que, a su vez, corrió hacia el otro Auxiliar, porque había visto también lo que el hombre: una entidad que parecía como una serpiente, con un cuerpo de medio metro de grueso, terminado en cuatro cabezas con largos cuellos.
­ Haz que se vaya ­ dijo la Auxiliar a su compañero.
­ Hazlo tú ­ le respondió él.
­ Vete ­ dijo ella a la feroz entidad.
Esta abrió todas las cuatro bocas y fue a por ella, que se protegió tras el valiente Auxiliar; el hombre se desmayó. El Auxiliar dio unos pasos hacia la perversa entidad, que retrocedió.
Le dijo que se fuera y la entidad desapareció. Entonces vino otra entidad aún más espantosa que la primera y el Auxiliar la hizo irse igualmente. Luego llegó una entidad humana y le dijo al Auxiliar.
­ No puedes hacer que me vaya ­ dijo ­ Puedo atraparos a los dos si no os vais.
El Auxiliar se volvió hacia su compañera.
­ ¿Estás conmigo? ­ preguntó.
­ Sí, aquí estoy ­ respondió ella.
El Auxiliar le dijo entonces a la entidad humana, en el nombre de Cristo, que se fuera y que nunca más volviese. Este aulló y se marchó, teniendo que ir al Mundo del Deseo, donde no podría hacer más daño. El Auxiliar preguntó a alguien distante, por medio del pensamiento, si podía ayudar a aquel hombre y se le dio permiso para hacer todo lo que pudiese por él. Se le dijo que ayudara al hombre a entrar en su cuerpo, primero por los pies, y cuidar que lo hiciera muy lentamente.
El Auxiliar levantó al hombre del suelo y lo tranquilizó diciéndole que entrase en su cuerpo. Este intentó meter la cabeza primero y el Auxiliar lo detuvo.
­ No, no sigas por ahí ­ le dijo.
­ Esta es la manera que he estado empleando para entrar y luego girando sobre mí, pero es doloroso ­ dijo el pobre hombre.
El hombre entró entonces primero por los pies, como se le había dicho. También lo hizo muy lentamente y consiguió entrar del todo correctamente. El Auxiliar le cerró dentro de su cuerpo y luego lo despertó, estando ya fuera de peligro. Lo desató, pero estaba demasiado débil para levantarse. Parecía estar puramente en la piel y los huesos y tenía muchas llagas de decúbito por haber estado atado tanto tiempo en la cama. Los Auxiliares lo levantaron y luego
llamaron a su madre y le pidieron que consiguiera ropa de cama y vestidos limpios para su hijo. Cambiaron la cama, curaron sus llagas y lo dejaron confortablemente.
Cuando la madre lo vio levantado quedó muy sorprendida.
­  Oh, señora! Nos hará daño ­ dijo.
­ No, madre. Ya está todo en orden ­ dijo el hombre con una voz clara y suave ­ Estos Ángeles me ayudaron y curaron mis llagas. Madre, alaba a Dios, de quien vienen todas las bendiciones.
Su madre se arrodilló a los pies de los Auxiliares.
­ Ángel, te doy gracias a ti y a Dios ­ dijo.
Después de que los Auxiliares hubieron colocado al hombre en la cama ya limpia, se sentaron y hablaron a la familia sobre su labor y cómo cualquiera puede hacerla. Explicaron cómo debe vivir una persona para ser un Auxiliar Invisible y salir de su cuerpo para sanar al enfermo.
El hombre que había sido curado les dijo que él quería ser un Auxiliar.
­ Yo quiero hacer esa clase de trabajo también ­ dijo la madre.
Los Auxiliares los dejaron muy contentos y siguieron con su labor. Podemos descansar seguros de que, si este hombre sigue una enseñanza Oculta segura, será un fiel estudiante. No
será de corazón débil como lo son muchos estudiantes ordinarios de hoy. Él sabe que hay Auxiliares Invisibles y que las oraciones son respondidas cuando provienen de un corazón sincero. Recibió una severa lección, pero todos aprendemos más a través de nuestros errores que de los acontecimientos placenteros de nuestra vida.

* * *
Una noche, dos Auxiliares fueron enviados a ayudar a una familia en uno de los estados occidentales y hallaron a dos mujeres que estaban obsesadas. El abuelo había muerto recientemente, la abuela desaparecía y la madre actuaba de una manera muy extraña. Los
restantes miembros de la familia estaban desorientados y no sabían qué hacer.
Los Auxiliares descubrieron que la abuela estaba obsesada y había estado, durante cinco años, unas veces bien y otras mal. Cuando estaba obsesada actuaba como un oso o como algún otro gran animal y no era capaz de hablar o de moverse normalmente. Mientras la cosa estaba obsesándola, andaba a gatas de un lugar para otro y se escondía. A veces podía estar obsesada durante cinco o seis días y estar sin comida ni agua. Esto había hecho sufrir a su
marido hasta llevarlo a la muerte.
La abuela había desaparecido otra vez y la Auxiliar dijo que trataría de encontrarla. Miró alrededor y la encontró debajo de una cama en el ático. Iba vestida con ropa de cama. Estaba casi muerta, ya que había estado debajo de la cama durante quince días. El Auxiliar vio
enseguida cuál era el problema y pronto la libró de la entidad que la había obsesado, pero era demasiado tarde para salvarle la vida. La pobre mujer pidió agua y luego murió de hambre y frío, porque era invierno.
Entonces, una joven, que era una nieta de la mujer muerta, dijo a los Auxiliares que su madre actuaba de la misma manera y los llevó a la habitación de aquélla. Los Auxiliares vieron a la mujer sobre la cama.
­ Por favor, ayúdeme ­ dijo ­ No puedo soportar esto mucho tiempo más.
El Auxiliar la santiguó, ordenó a la entidad que la dejase, y ésta lo hizo; pronto el Auxiliar la dejó bien y ella quedó muy agradecida. Los miembros de la familia estaban muy felices por su recuperación, porque temían que no viviera mucho tiempo.
La mayoría de nosotros es poco consciente de los peligros de la obsesión y el sufrimiento de los egos que tienen que pasar por una experiencia tan angustiosa, así como el de sus familias que viven vidas de temor, no sabiendo nunca lo siguiente que les asustará o les causará algún problema.

* * *
He aquí el relato de cómo fue destruido un vampiro: Una noche, dos Auxiliares Invisibles iban en un autobús en una ciudad del este. Había un hombre sentado cerca de ellos. Una vampiro entró furtivamente en el vehículo, se sentó al lado del hombre y le rodeó con sus brazos. Parecía una mujer de piel oscura, pero no tenía cuerpo físico.
El hombre comenzó a rezar porque tenía miedo de morir. Se sentía cada vez más débil.
Los Auxiliares podían ver el cuerpo de deseos de este cascarón absorbiendo la vitalidad del cuerpo vital del hombre.
Uno de los Auxiliares tocó a la vampiro en la espalda y le habló:
­ Fuera ­ dijo.
La vampiro hizo algunas muecas y obedeció la orden. Entonces, el Auxiliar regresó a la plataforma trasera, se materializó y dijo al revisor:
­ Uno de los hombres que hay en el autobús está enfermo, y debe ser atendido.
El revisor fue hasta el hombre y lo observó.
­ Sí, parece enfermo. Lo cuidaré ­ dijo.
Los dos Auxiliar dejaron el vehículo y siguieron a la vampiro hasta una de las Islas West Indies, donde la vieron ir a un cementerio y entrar en un cadáver humano que estaba lleno de sangre fresca.
Un vampiro es una entidad perversa, que tiene el poder de revivificar la sangre coagulada que un cadáver proporciona, y puede entrar en su cuerpo inmediatamente después de que muera.
El Auxiliar preguntó a su compañera si le daba miedo bajar a la fosa, expulsar a la vampiro y destruir el cuerpo.
­ No, vamos ­ contestó ella; bajaron y sacaron a la vampiro del cuerpo. Descubrieron que se había comido el cuerpo y había dejado los huesos y la piel intactos, como un cascarón.
Había depositado sangre de personas vivas dentro de él y había usado la fosa como su casa.
Después de que la vampiro fue expulsada, los Auxiliares materializaron las manos, rasgaron la piel y la sangre fluyó hacia la tierra. Esto ocasionó que la vampiro muriese lentamente. Esta vampiro había sido un ser humano muy perverso, que no deseaba morir. A su muerte había tomado posesión de este cadáver.
Un vampiro puede mantenerse fuera del Mundo del Deseo durante cientos de años, absorbiendo la vitalidad de seres humanos vivos como los Auxiliares vieron que hizo este.
Las personas que se sientan al lado de un vampiro rápidamente se sienten exhaustas.

* * *
Otra noche, estos Auxiliares sobrevolaban una ciudad de un estado occidental y vieron a una jovencita luchando con una vampiro. Éste tenía un cuerpo como el de un ser humano, manos como largas garras, una cabeza como la de un lobo enorme y grandes zarpas como pies. Esta cosa, de aspecto horroroso, estaba intentando atrapar a la niña, que se defendía con un largo palo.
­ Ve, busca a los padres de la niña y trae un cuchillo grande ­ dijo el Auxiliar a su compañera ­ mientras tanto yo la vigilaré.
Cuando la madre llegó, comenzó a gritar porque tenía miedo de acercarse a la niña. El padre estaba demasiado aterrorizado para ayudarla. La Auxiliar dijo a los padres que fueran con ella para que pudieran ver lo que su hija estaba haciendo.
La vampiro se volvió y miró a la gente y a la Auxiliar. Soltó una carcajada diabólica y dijo con una voz cascada:
­ Ella me tuvo como sirviente hace cuatro mil años, cuando vivía en Egipto, y yo tuve su cuerpo durante tres mil años. Ahora lo tendré otra vez. Ha estado jugando conmigo durante tres años, y ahora ella es una mujer y la atraparé.
Un Auxiliar preguntó a la madre de la joven cuántos años tenía su hija y le contestó que tenía trece años. Entonces los Auxiliares supieron que el cuerpo de deseos de la niña ya había crecido.
El Auxiliar se comunicó mentalmente con una Hermana Lega y le preguntó si podía ayudar a esta jovencita y ella contestó que sí podía. La atemorizada madre comenzó a clamar a Dios para que ayudara a su hija.
­ Dame el cuchillo ­ dijo el Auxiliar.
­ Por favor, ten cuidado ­ contestó la otra Auxiliar mientras le daba el cuchillo que había encontrado ­ Iré contigo si quieres.
­ No. Vayamos solo uno, no los dos ­ dijo él.
El Auxiliar fue hacia la vampiro; ésta saltó sobre él y la Auxiliar dio un grito. El Auxiliar se ladeó, haciendo que la vampiro embistiese sobre el cuchillo y entonces, lo que parecía ser su cuerpo denso se desgarró. La vampiro aulló y escapó hacia el bosque; los Auxiliares la persiguieron. Entraron en una caverna, bajo un gran árbol, cubierta de hierba y matorrales.
Hallaron un cuerpo de mujer muy amoratado, que había muerto hacía algún tiempo. El Auxiliar lo rajó, la vampiro aulló y gimió, desapareció y se fue al Mundo del Deseo para recibir su castigo largamente retrasado.
El Auxiliar miró en torno para ver si podía encontrar más cuerpos. Halló el cuerpo de un hombre, lo rajó y dentro había un vampiro muy feroz y malvado. Los Auxiliares hicieron el mismo trabajo con él.
Después de esto, los Auxiliares regresaron donde la niña y sus padres esperaban su regreso. Un Auxiliar les preguntó cómo encontraron a aquel engendro.
­ Un día, mientras estaba recogiendo violetas, me crucé con eso y pensé que era una anciana. Ella me contó un montón de historias y me dijo que no se lo dijese a mis padres. Un día, cuando yo no me sentía bien, me agarró y abrazó. Cuando me soltó, estaba tan débil y
decaída que a duras penas pude llegar a casa. (La vampiro había agotado su vitalidad absorbiéndola de su cuerpo etérico). Hoy me la encontré otra vez en el bosque y quería atraparme de nuevo, pero peleé con ella hasta que ustedes vinieron y me ayudaron.
Se les mostró a los Auxiliares que después de que la vampiro había echado fuera a este ego, que había sido un hombre en una vida anterior, tomó sus vehículos, es decir, su cuerpo vital, su cuerpo de deseos y su cuerpo mental, y los retuvo durante aproximadamente tres vidas y luego los abandonó, fue al Purgatorio y fue castigado por todos los errores que había cometido. Luego vino al renacimiento en una familia de los Estados Unidos. La niña tenía
una salud precaria y esta experiencia la curó de su deseo de encontrarse con este vampiro o con cualquier otro. Los padres preguntaron a los Auxiliares quiénes eran y ellos les hablaron
sobre su labor y luego se fueron.
Los estudiantes de ocultismo deben aprender todo lo que puedan sobre esto para poder ser más útiles ayudando a los demás y, al mismo tiempo, evitar prácticas dañinas y negativas que pueden dar lugar a que alguna entidad intente obsesionarlos.
Si estamos haciendo lo correcto y viviendo vidas buenas y útiles no tenemos por qué tener ningún miedo a las entidades perversas, porque no serán capaces de hacernos daño en modo alguno. Debemos intentar pensar constructivamente y evitar albergar ningún pensamiento de odio o venganza hacia nadie.

* * *
Una estudiante vio un vampiro en su habitación, una vez que estaba enferma. Se preguntaba si los vampiros rondan las habitaciones de los enfermos, y observó para ver cual sería el resultado.
­ No era tan grande como he visto en los dibujos de un libro ­ dijo ­ sino muy distinto. Su cuerpo estaba deformado, con la parte delantera más baja que el resto. Tenía una cabeza pequeña, ojos oscuros, pelo negro y alas prominentes. Las alas no eran de membranas, sino más parecidas a las de una mariposa, con líneas entrecruzadas sobre sustancia como de gasa. Me recordó a uno de esos aeroplanos que parecen pájaros. Me escudriñó atentamente,
vino directo hasta mi cara y se mantuvo pegado. Pensé que era muy atrevido. Pensé para mis adentros: Te ajustaré las cuentas ­ y encendí la lámpara. La criatura estaba entre la lámpara y yo. Puse un par de tijeras sobre la mesa y decidí cortarle las alas si venía otra vez, pero no lo vi de nuevo.
La estudiante descubrió más tarde que el vampiro había venido con un amigo de ella, que era muy negativo. Probablemente el vampiro esperaba encontrar una oportunidad de obsesar a este amigo.

* * *
He aquí cómo salvaron a una joven de que una tía suya, loca, la matara: Unos Auxiliares fueron enviados a una casa para salvar a una joven que había ido con su hermano gemelo a visitar a sus tíos. La tía era una mujer que intentaba hacer todo lo que ella pensaba que hacía la gente moderna. Incluso había empezado a fumar cigarrillos de marihuana, lo que le ocasionó el volverse loca. Luego, tomó aversión hacia su sobrina porque tenía mejor aspecto
que ella. Planeó introducirse en la habitación de la joven y matarla estrangulándola.
La mujer debía estar obsesada por una entidad muy perversa, porque entró en la habitación donde la chica estaba durmiendo, se deslizó sigilosamente sobre la cama, la aprisionó y comenzó a ahogarla. Se envió a unos Auxiliares para salvarla. Se precipitaron hacia el lugar y vieron lo que estaba ocurriendo. Durante un momento, la joven fue incapaz de respirar, y se debatía desesperadamente para librarse, pero no era rival para la mujer loca.
Los Auxiliares no podían apartar a la mujer para liberar a la aterrorizada joven sin herirla, así que el Auxiliar hizo que la mujer se quedase inmóvil, luego suspendió la gravedad y la hizo flotar con las manos y los pies colgando de su cuerpo.
Un Auxiliar llamó al marido de la mujer y le dijo lo que había ocurrido. El marido dijo que estaba preocupado y temía que algo sucedería. El Auxiliar le dijo al marido que sería mejor llevar a su esposa a un hospital, porque nunca se repondría.
El hombre se llevó a su esposa por una escalera trasera y los Auxiliares la vieron haciendo aspavientos con sus brazos y moviendo las piernas violentamente. El marido encerró a su
esposa en un armario y mandó a buscar a un médico.
La asustada joven quería marcharse de allí enseguida e irse a su casa. Su hermano gemelo llegó precipitadamente desde su habitación para ver qué había ocasionado el problema.
­ Soñé que mi tía estaba matando a mi hermana y que yo era incapaz de ayudarla ­dijo ­ Cuando me desperté estaba confuso y no podía entender qué pasaba. Lo que estaba
ocurriendole a mi hermana, estaba ocurriendome a mí y aún no he visto a nadie.
Uno de los Auxiliares dijo al joven que el gran vínculo de amor y afinidad entre ellos había ocasionado que él sintiera las sensaciones de su hermana por acción refleja. La joven era el ego más fuerte de los dos y tenía una influencia muy buena sobre su hermano.
El hermano pronto tuvo sus maletas preparadas y estuvieron listos para partir. El tío estaba muy disgustado por lo ocurrido y quería alejarlos de cualquier peligro que pudiera amenazarles en su casa. Los jóvenes se fueron y los Auxiliares siguieron con su labor.
La Auxiliar también se contagió del gran sentimiento de terror de la joven y recordó muy nítidamente la experiencia cuando se despertó a la mañana siguiente.
Si los fumadores de cigarrillos pudiesen darse cuenta de sus peligros, lucharían con todas sus fuerzas para vencer este hábito de fumar, porque siempre están en peligro de que les den un cigarrillo drogado que pueda conducirles a fumar marihuana, que puede llevar al que lo consume a cometer muchos crímenes que llevan a la prisión y a la muerte.

* * *
He aquí cómo un vampiro fue destruido en West Indies. Dos Auxiliares fueron enviados a este lugar para salvar a una joven de color. Se estaba celebrando una ceremonia tom tom y unos hombres iban a matar a una joven para complacer a un vampiro. Estaba muy asustada y no quería morir. Los Auxiliares vieron al vampiro, que estaba cerca. Esa cosa horrorosa estaba al lado de la muchacha, esperando a que el hechicero vudú cortara una vena de su
cuello para poder succionar la sangre cuando empezase a fluir de su cuerpo.
No había más que una cosa que hacer y el Auxiliar la hizo. Asió el cuchillo del hechicero y cortó al vampiro en dos mitades. El Auxiliar hizo esto tan rápidamente que nadie supo lo que había ocurrido.
Luego el Auxiliar liberó a la joven, recogió algunas ropas para ella y pronto abandonaron, primero aquel lugar y, más tarde, la isla. Las islas estaban tan alejadas unas de otras que los Auxiliares no querían llevar a la asustada muchacha a la isla próxima, pero tenían que hacerlo para salvar su vida. La llevaron a otra isla y le dijeron que no volviese, porque los nativos seguramente la matarían si la encontraban. Ella dijo que se mantendría alejada de aquel lugar.

* * *
Una noche, cuando unos Auxiliares estaban viendo escaparates en una de las grandes ciudades de Europa, vieron cómo una mujer dejaba caer sus regalos de Navidad y comenzaba a pedir ayuda a la gente cercana porque, decía, algo la poseía. Algunos de los presentes decían que debía ser una drogadicta, mientras que otros comentaban: Está sufriendo alucinaciones.
Alguien llamó a un médico que llegó y dijo que estaba bien pero que era víctima de alguna clase de tensión mental. Un Auxiliar pidió al otro que hiciera lo que pudiera por ella, así que se abrió paso hasta la mujer.
­ Por favor, ayúdeme ­ dijo ésta.
­ Haré lo que pueda ­ le dijo él.
El Auxiliar dijo al médico y a un policía que sujetaran a la mujer fuertemente, porque se comportaría como si tuviese un ataque. Entonces el Auxiliar dijo a la entidad que la había obsesado que saliese de la mujer. La entidad estiró la cabeza y comenzó a hablar.
­ Hace diez siglos yo era una sirviente suya y la he seguido diez vidas para obtener mi paga. Yo la poseí durante una vida después de que muriese durante los tiempos de la Atlántida.
El Auxiliar vio, en un destello, que ella había vivido una vida buena, limpia y religiosa durante nueve renacimientos y había expiado sus malas acciones. Tenía una influencia tan fuerte sobre la entidad que ésta la seguía vida tras vida. Era consciente de que algo la seguía, y sólo un delgado velo la separaba de la entidad. Toda su vida había tenido ese miedo de que algo quería hacerle daño. Todo esto le fue mostrado al Auxiliar en un relámpago y entonces le
dijo a la entidad que saliese del cuerpo.
La entidad se negó y el Auxiliar la santiguó, con lo que salió de un brinco, se elevó en una llama azul con un aullido, y la mujer comenzó a actuar como si tuviese un ataque. El aire, de pronto empezó a oler como si alguien estuviese quemando azufre. Una de las mujeres cercanas se desmayó y algunos de los presentes huyeron por el olor.
­ Esta mujer no está bien ­ dijo el policía.
­ No sé qué es ­ confirmó el médico.
Después de que la mujer se calmó, el Auxiliar le habló:
­ Amiga mía, vaya en paz. Ya nunca más será molestada. Viva una vida limpia y un día encontrará el sendero que la conducirá al Templo. Usted rechazó tomarlo hace diez siglos.
Ha pagado por sus pecados y le será dada otra oportunidad para seguir adelante.
­  Oh, gracias! ­ dijo ­ Iré a mi madre y le diré todo lo que ha ocurrido.
Parecía tener unos veinticinco años y estaba soltera. El médico y el policía querían saber quienes eran los Auxiliares.
­ Somos amigos de la humanidad ­ dijeron, y desaparecieron para seguir con su labor.
Los manicomios están llenos de una gran proporción de pacientes que están obsesados.
Algunos de ellos pueden ser curados, y son sanados por medio de la sanación espiritual.
Muchas personas no pueden ser curadas y deben continuar viviendo como están, hasta que la muerte los libere temporalmente.
Dado que la mediumnidad es peligrosa, no debemos tratar con ella en ningún sentido.
Debemos evitar el alcohol y todas las bebidas intoxicantes, porque tienden a hacer a las personas más negativas y a atraer elementales hacia los que las usan. La gente con deliriums tremens ven realmente lo que describen en sus delirios. Debemos vivir buenas vidas y no hacer mal a nuestros semejantes ni a nuestros hermanos más jóvenes, los animales, y así podremos evitar ser obsesados.
Mejor aún, podemos llegar a ser servidores de los Hermanos Mayores y, si somos fieles, se nos permitirá ayudar a otros que han sido descuidados en el pasado. Se nos puede permitir sanar a gente que ha sido víctima de entidades obsesoras. Así avanzaremos por el sendero que conduce hasta Dios, nuestro Divino Padre.

* * *

del libro LA LABOR DE LOS AUXILIARES INVISIBLES
por Amber M. Tuttle
traducción de Manuel Padrón

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