humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship

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Cristo Salvador

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viernes, 19 de septiembre de 2014

CÓMO PUEDO LLEGAR A SER UN AUXILIAR INVISIBLE?





Capítulo II
CÓMO PUEDO LLEGAR A SER UN AUXILIAR INVISIBLE?

Quizá se esté preguntando quiénes son los Auxiliares Invisibles y cómo llegaron a serlo.
Los Auxiliares Invisibles pertenecen a muchas oleadas de vida. Estos benéficos seres se hallan en todo el sendero que va desde Dios, el Ser Supremo, y los Grandes Seres que moran en los diferentes planos cósmicos, hasta los Espíritus de la Naturaleza que trabajan con el fuego, la tierra, el aire y el agua. En este capítulo consideraremos a los Auxiliares Invisibles que pertenecen a la oleada de vida humana. Podemos dividirlos someramente en dos clases:
los Auxiliares conscientes y los inconscientes.
Los Auxiliares conscientes son generalmente Hermanos Legos y Hermanas Legas. Han alcanzado el punto evolutivo en el que pueden abandonar sus cuerpos a voluntad, salir en su
cuerpo alma, y trabajar como Auxiliares en plena posesión de todas sus facultades. Luego, pueden regresar a sus cuerpos y recordar exactamente donde han estado, y lo que hicieron y dijeron. Pueden retener lo que han aprendido y pueden evocar sus experiencias en su mente cuando quiera que deseen. Se les ha enseñado cómo trabajar con los vivos y con los muertos, cómo operan las leyes espirituales, y cómo curar al enfermo.
Los Auxiliares inconscientes son personas que salen de sus cuerpos, por la noche, mientras duermen, para ayudar a otros. Hacen lo que pueden para ayudar, pero no recuerdan lo que han hecho. Un Auxiliar así no es capaz de enviar mensajes a través del delgado y reluciente cordón plateado hacia el cerebro físico y hacer que se registren en él. Por esta razón no puede recordar donde ha estado y qué hizo. Es necesario un largo curso de entrenamiento y mucho
esfuerzo para llegar a ser consciente en los planos internos, pero puede hacerse y muchas personas han avanzado hasta ese punto.
Cualquiera que lo desee puede ser un Auxiliar, si reúne los requisitos necesarios. Algunas personas han sido Auxiliares en pasadas vidas, han renacido y son Auxiliares aún. Cualquier
persona que haga del Sermón de la Montaña o de los Diez Mandamientos una parte de sí mismo, puede llegar a ser un Auxiliar. Cualquier persona que tenga la leyes de Dios escritas
en su corazón, puede llegar a ser un Auxiliar consciente, sin tener en cuenta cual sea su raza, credo, color o religión. El camino está abierto a todos.
Si usted desea ser un Auxiliar debe tener una mente sin prejuicios. Debe creer que puede hacer lo que se ha propuesto llevar a cabo a lo largo de líneas religiosas, y ayudar a la humanidad. Debe ser altruista y dispuesto a ayudar a todos sin tener en cuenta quienes sean.
Esto es muy importante, porque los Seres Superiores consideran el corazón y los deseos y no la apariencia externa. Muchos aspirantes fracasan porque no están dispuestos a hacer esto, debido a algún sentimiento de superioridad o prejuicio.
El aspirante debe tener una inquebrantable fe en Dios. Debe creer que nada puede dañarle mientras esté fuera de su cuerpo durante el sueño. Lleva un largo tiempo para la mayoría de los estudiantes llegar a ser valientes Auxiliares Invisibles. Olvidan que están fuera de sus cuerpos y no pueden ser dañados por personas ni animales. Huyen en momentos críticos, se apresuran a regresar a sus cuerpos y se meten dentro de ellos, permaneciendo despiertos largo
rato. Algunas veces regresan con tal precipitación que dañan sus cuerpos físicos con el choque. Tales personas son de poca utilidad cuando no pueden completar el trabajo que han sido envidados a realizar.
Le contaré una historia muy interesante de una Auxiliar que desertó, y luego permaneció despierta pensando sobre lo que acababa de ocurrir y lamentándose por haber abandonado a
causa del miedo: Dos Auxiliares fueron enviados a ayudar a una yegua realmente valiosa que estaba pariendo un potro demasiado grande para que lo diese a luz por sí misma. El dolor la estaba volviendo loca y no sabía lo que hacía. Corría de un lado a otro y estaba terriblemente excitada. Su instinto animal la indujo a pedir ayuda a su amo, trepó los escalones del porche y pateó la puerta de la casa. Luego, el asustado animal volvió a insistir en su esfuerzo por expulsar al potro de su cuerpo. Esto la hizo marearse y se cayó por los escalones. Después de esto la yegua consiguió levantarse y comenzó a correr sin freno por el patio.
La gente salió de la casa y, viendo la situación en la que el animal estaba, quería dispararle y acabar con su sufrimiento.
­ No hagáis eso porque se le puede ayudar ­ dijo el Auxiliar.
Esta yegua pertenecía a un muchacho de unos trece años, que la amaba tiernamente. Había hecho un juguete de ella y, cuando era una potranca, incluso le permitía entrar en la casa. El muchacho se lamentó cuando vio a su yegua en problemas.
­ ¿Puede usted hacer algo por ella? ­ dijo el muchacho al desconocido.
­ Sí, creo que sí ­ replicó el Auxiliar sonriendo.
La Auxiliar se dejó contagiar por el sentimiento de miedo de la gente y del animal y olvidó que no podía ser herida mientras estaba fuera de su cuerpo. No quería que su compañero se acercara al espantado animal. Comenzó a ponerse nerviosa viendo a la yegua tan salvaje e ingobernable; se fue y no regresó.
El Auxiliar era valiente; se acercó a la yegua y la tocó. Esta se calmó inmediatamente, porque el dolor cesó con el tacto. El Auxiliar podía ver al Espíritu Grupo de los caballos en el Mundo del Deseo, y le preguntó qué debía hacer para salvarla. El Espíritu Grupo le dio instrucciones; tomó una cuerda, ató un extremo alrededor de las patas traseras del potro y el otro extremo a un poste. Luego condujo a la yegua, alejándola del poste, para que esto tirara del potro hacia fuera. El Auxiliar hablaba al animal todo el tiempo para mantenerlo calmado.
El potro salió sin problemas; el Auxiliar desató la cuerda de sus patas traseras, viendo que estaba fuerte y en buenas condiciones. Sin esta ayuda tanto la yegua como el potro hubieran muerto.
El Espíritu Grupo le dio las gracias al Auxiliar y le dijo que esperaba que la otra Auxiliar lo hiciera mejor la próxima vez, porque era una persona de coraje. Estos Auxiliares habían
visto al Espíritu Grupo antes, cuando habían ayudado a otro hermoso caballo pardo cuyas patas se habían roto en un accidente.
Quizá usted pueda imaginar cómo es la apariencia del Espíritu Grupo. Sólo trate de concebir un espíritu como un Ángel con el cuerpo de un hombre apuesto, una cabeza de caballo, y el cuerpo etérico de un caballo extendiéndose tras de él. Imagínese un rostro
inteligente, con ojos maravillosamente compasivos y una radiante luz envolviendo su cuerpo y extendiéndose en todas direcciones. Entonces tendrá una pequeña idea de este maravilloso Espíritu Grupo, que tiene bajo su custodia a los caballos, los guía y los dirige. Cuando ellos sufren y mueren, él siente el dolor más intensamente que los propios caballos. El Espíritu Grupo hace todo lo que puede por sus protegidos, y los seres humanos misericordiosos que son benévolos y solícitos con sus caballos, son bendecidos por el Espíritu Grupo.
Estos Auxiliares volvieron en dos ocasiones para ver a la yegua y al hermoso potro.
El dueño dijo que le habían ofrecido mil dólares por el potro, pero que no lo vendería. El hombre interrogó al desconocido queriendo saber su nombre y dirección, pero naturalmente esto no le podía ser facilitado.
­ Si realmente me necesita otra vez ­ dijo el Auxiliar ­ estaré aquí.
Se puede ver por esta historia que los Auxiliares necesitan ser valientes y sin miedo.
Deben recordar que están fuera de sus cuerpos y que no pueden ser heridos por ninguna criatura asustada.
Los Auxiliares Invisibles deben también tener algún conocimiento de cómo cuidar al enfermo y al herido. Los más capacitados y experimentados son los mejores, porque deben pensar y actuar rápidamente.
Un estudiante oculto debe ser lo bastante valeroso para permanecer firme en su religión contra toda oposición. Cuando un estudiante toma resueltamente el Sendero hallará que su familia y sus amigos se opondrán a sus deseos y pueden tratar de apartarle de su camino.
Pueden ridiculizar sus creencias. Pueden poner obstáculos en su camino y ocasionarle muchas incomodidades físicas y mentales. Los miembros de su familia pueden abandonarlo, tomar otro camino e ignorarlo. Puede perder sus amigos y tener que buscar a otros que le entiendan.
Debe permanecer más o menos solo. Será señalado como una persona peculiar. Algunos pueden decir que tiene una religión imaginativa e impracticable. Sus amigos pueden aún decir
que es un tonto o un loco por creer en la ley del renacimiento.
Quizá usted se extrañe de que no haya más estudiantes ocultos. Esto es porque la gente está mucho más interesada en la buena vida, y prefiere estudiar sobre las cosas materiales de este mundo, antes que estudiar cómo prepararse para promocionarse a través de líneas espirituales.
Alguna gente toma las enseñanzas místicas como una curiosidad. Oyen hablar sobre clarividencia y la desean por razones egoístas. Tales personas pueden incluso llegar a ser probacionistas y estudiar más o menos diligentemente durante un tiempo. Algunos de ellos
pronto se cansarán de privarse de carne, pescado y otras cosas, de las cuales un probacionista promete abstenerse a su yo superior. Así vuelven a su vieja senda y nunca hacen ningún progreso espiritual en esta vida.
Cualquier religión es válida, siempre que haga a la gente mejor, aquí y ahora. Una religión así debe hacer a la gente amable y considerada en el hogar, concienzuda en todas sus cuestiones de negocios, leal para con sus amigos, y lista para perdonar a sus enemigos. Las enseñanzas ocultas harán todo esto, si son comprendidas y practicadas plenamente.
Cuando alguien ha decidido dedicar su vida al servicio de la humanidad debe meditar largamente antes de dar este paso, porque una vez se ha dado el paso, pierde su lugar en el lento progreso de la humanidad. Si persiste, encontrará felicidad y satisfacción en el trabajo que haga, en el conocimiento que ganará, y en los nuevos amigos que hará. Si abandona y cesa de tratar de mejorar, hallará que no encaja en ningún lado. No estará satisfecho con lo que haga como lo estuvo con lo que hizo en el pasado, y siempre sentirá que ha pedido algo que era vital para su paz mental y su felicidad.
Debemos recordar que cada hombre debe resolver su propio destino. Cuando consideramos el destino pensamos al mismo tiempo en la ley del Renacimiento y en la ley de Consecuencia.
Estas leyes trabajan en armonía con las estrellas, de tal manera que un niño nace en el momento en el que los planetas de nuestro Sistema Solar le van a dar las condiciones que le son necesarias para ganar experiencia y avanzar en la escuela de la vida. Somos lo que somos debido a lo que hemos sido en pasadas vidas, y nuestras acciones presentes determinan las condiciones futuras. Si usted desea llegar a ser un Auxiliar, necesita estudiar este tema desde
todos los ángulos, y entonces será capaz de entender cómo hacer un buen comienzo.
No solo tenemos trabajo para hacer en la Tierra sino que, cuando alcancemos el Cielo, estaremos también ocupados. Cuando accedamos al Mundo del Pensamiento trabajaremos para modificar la superficie de la Tierra que será el escenario de nuestras futuras luchas en las limitaciones de la densa Tierra donde viviremos otra vez. Además de esto, estaremos diligentemente comprometidos en aprender cómo construir mejores cuerpos físicos en los cuales trabajar cuando renazcamos de nuevo.
Durante el tiempo en que estamos en el Cielo, aprenderemos cómo construir toda clase de cuerpos, porque un cuerpo denso no es suficiente. También necesitamos un cuerpo vital, un cuerpo de deseos, un cuerpo mental y un cuerpo alma antes de que podamos llegar a ser Auxiliares Invisibles.
Los más avanzados de la humanidad también han estado desarrollando otro cuerpo que es llamado el cuerpo del espíritu de vida, o cuerpo causal. Este cuerpo está correlacionado con
el Mundo del Espíritu de Vida. Cuando el cuerpo del espíritu de vida está formado, un Auxiliar puede abandonar su cuerpo y viajar de un plantea a otro. Hay aún otro cuerpo que deberemos construir en el futuro. Es el cuerpo del espíritu divino, que es el más alto vehículo del hombre. Cuando un hombre funciona conscientemente en ese vehículo, puede dejar su cuerpo y viajar, con plena conciencia, de un Sistema Solar a otro.
No podemos cambiar nuestro pasado pero, en cierta medida, sí que podemos cambiar nuestras vidas futuras. Podemos hacer nuestras vidas más armónicas con las leyes de Dios y, en este sentido, podemos elevarnos sobre las leyes de nuestro mundo físico y, a su tiempo, liberarnos de ellas.
Para que podamos entender mejor cómo cada hombre debe trabajar sobre su propio destino, le hablaré de un hombre que está resolviendo su destino bajo condiciones de verdadera prueba: Hace unos pocos años dos Auxiliares conocieron a un hombre que estaba
enfermo en cama y solo. Durante su vida había causado muchos problemas a los demás. El descalabro de un banco le ocasionó la pérdida de todo su dinero y se fue al Norte para empezar una nueva vida.
­ No he tenido sino problemas y reveses, pero he perseverado ­ dijo el hombre ­ Una noche, una jauría de lobos me atacó y una mujer vino, los detuvo y curó mis heridas. Me dijo que, si hubiera ayudado a mi prójimo, mi vida no sería tan desventurada y solitaria. Que
debía enfrentar mi propio destino, tal como lo había hecho yo mismo y que tendría que entender los errores que había cometido. Pregunté a la mujer cómo podría hacerlo, y me contestó que me mudara a una ciudad y viviera una vida de servicio a toda la humanidad y a los animales. Comencé a hacer eso con gran regocijo. Pero mi alegría no duró mucho porque escasamente me ganaba la vida y estaba hambriento todo el tiempo. Finalmente, conseguí un trabajo pero me robaron la primera paga en el camino a casa, el mismo día del cobro. La propietaria me echó de la habitación donde vivía y acabé en la fría calle. Fui a mi jefe, que
me ayudó esa semana, y fui y pagué mi renta. Posteriormente, me enamoré de una mujer, pero me abandonó el día antes de nuestra boda. Esto alejó de mí todos mis deseos de ser bueno.
­ Usted iba a casarse con ella por motivos egoístas ­ dijo el Auxiliar ­ ¿Ayudó usted a alguien durante ese tiempo?
­ No, difícilmente podía ayudarme a mí mismo ­ replicó el hombre.
­ ¿Cuando comenzó de nuevo a ser útil? ­ inquirió el Auxiliar.
­ Bueno ­ dijo el hombre ­ una noche, la misma mujer vino a mí en un sueño y me dijo que ayudase a la humanidad con lo que tuviese. La primera persona a quien ayudé fue una muchacha india. Desde entonces he ayudado a miles de personas, perros, gatos, y diversos
animales.
Un domingo de primavera, por la mañana, salí al bosque sin poner atención hacia donde me dirigía. Finalmente llegué hasta una guarida de lobos y uno de ellos me gruñó. Esto me hizo volver en mí, comprendí que la muerte estaba cerca y me aterroricé. Oré a Dios y le dije que prolongara mi vida algo más. Prometí que trataría de comprender algunas de las cosas malas que había hecho.
Entonces un lobo cogió a uno de sus cachorros y lo depositó a mis pies. Vi que una de sus patas traseras estaba seriamente herida. La lavé cuidadosamente, la vendé con mi pañuelo y luego lo puse en el suelo. Después de esto el cachorro fue hacia su madre. Luego caminé entre los ocho lobos y ninguno de ellos me molestó.
Volví a casa sintiéndome como un hombre nuevo y progresé rápidamente en mi trabajo.
Ahora soy el superintendente de la planta. Salí al bosque otra vez hace como un año. Liberé a una gran serpiente de una trampa y no trató de morderme. No quiero morir. No estoy preparado todavía. He reparado mucho de lo que hecho, pero quiero finalizar.
­ Vivirá para finalizar su trabajo ­ le aseguró el Auxiliar.
­ Por favor, dígame por qué la mujer me abandonó cuando íbamos a casarnos ­ dijo el hombre.
El Auxiliar dijo al hombre que él había hecho el amor a una mujer antes de esto, para satisfacer sus deseos, y luego la había abandonado, así que tenía que reparar lo que había hecho.
­ Usted se encontrará con esa mujer a quien ha injuriado ­ dijo el Auxiliar ­ Y tendrá una oportunidad para corregir lo erróneo que ha hecho y darle al niño un nombre. Ciertamente usted está resolviendo su destino.
Los Auxiliares vieron que el cuerpo alma de aquel hombre estaba comenzando a brillar.
Hicieron cuanto pudieron por ayudarle y siguieron con su labor. Esperemos que haya pagado su deudas, que en lo futuro su vida sea útil y feliz, y que no tenga que ir al Purgatorio cuando le llegue la muerte.

* * *
En la Biblia leemos las siguientes palabras de sabiduría:

Todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el pago debido a las buenas o malas acciones que haya hecho mientras estaba revestido de su cuerpo.
2 Cor. 5:10.
Los Auxiliares necesitan conocimiento, porque deben tratar con muchas clases de personas, y se les supone capaces de capear toda clase de situaciones cuando son enviados en misión. Se les dan los medios para llevar a buen fin el trabajo que va a hacerse. Mediante la Conciencia de Júpiter, que es algo así como una cinta cinematográfica, se muestra a los Auxiliares las personas a quienes van a ayudar y qué deben hacer por ellos.
Hay algunas personas que son tan perezosos y descuidados como niños traviesos y llegan a ser unos ociosos faltos de recursos. Usted habrá visto a muchos de estos miembros de la familia humana. Sin duda que usted se ha extrañado de por qué no se esfuerzan en trabajar por mejorar las condiciones de su propia vida. Parecen resistir todos los impulsos por hacerles mejores, siguen la línea de menor resistencia y mendigan o roban lo que necesitan.
He aquí una historia que muestra cómo se ayudó a unas personas una noche, y cómo unos vagabundos decidieron echarles una mano para conformar sus destinos. Los vagabundos se aproximaron a una casa planeando robar a la gente que vivía en ella. Enviaron a uno a llamar a la puerta para pedir comida. Éste fue hacia la puerta, mientras el resto permanecía en el jardín. El individuo esperaba poder entrar en la casa y ver qué había en ella. Luego, los otros
la asaltarían y robarían.
Ocurrió que dos Auxiliares estaban dentro ayudando a una persona enferma. Cuando oyeron un fuerte golpe en la puerta, los Auxiliares miraron afuera y vieron al vagabundo y a los otros malhechores.
­ Iré a la puerta ­ dijo la Auxiliar, porque sabía que la gente de la casa estaba nerviosa y temerosa.
­ ¿Qué desea? ­ preguntó la Auxiliar al facineroso, después de que hubo abierto la puerta.
Este pidió algo de comer. La Auxiliar cerró cuidadosamente la puerta, fue y le trajo un poco de pan y mantequilla. Y le dio la comida al hombre, que aparecía malcarado. Entonces la Auxiliar vio a cuatro bandoleros más, de pie, cerca de la puerta, con rostros hostiles. La Auxiliar sabía que intentarían robar en la casa y decidió evitar que eso ocurriera, a ser posible. Fue hacia donde estaban los hombre y les habló.
­ ¿Qué puedo hacer por ustedes? ­ preguntó.
Los hombres murmuraron algo sobre su mala suerte y la Auxiliar comenzó al mismo tiempo a reprocharles el que fueran descuidados y holgazanes. Les dijo que son los errores de cada hombre los que endurecen su vida y que nadie más tiene la culpa. La Auxiliar habló a cada hombre por turno y le dijo a cada uno cuando nació y dónde. Y les habló de los principales acontecimientos de sus vidas.
Los individuos estaban tan asombrados que no sabían qué hacer. Uno de ellos reconoció que lo que ella le había dicho era verdad.
­ Sí, es verdad ­ dijo otro.
La Auxiliar les habló de su vida y de sus esfuerzos para hacer el bien y triunfar en su trabajo y de cómo trató de hacer dinero honradamente. Los hombres miraban a la Auxiliar con sorpresa y asombro. El Auxiliar le dijo a su compañera que mostrara su aura. Ella lo hizo así y los hombres quedaron asustados.
­ Señora Ángel,¿vienen ustedes del Cielo? ­ preguntó uno de los hombres.
­ Sí, venimos del Cielo ­ replicó la Auxiliar ­ Seres humanos, Ángeles y Arcángeles trabajan en cualquier parte del universo. Todo el mundo, buenos o malos, debe trabajar o quedar desvinculados de su oleada de vida ­ Les habló hasta que hizo ver muy claro a los vagabundos que cada hombre debe trabajar en redimir su destino y que cosechamos lo que sembramos.
Los cinco hombre se volvieron y se fueron calladamente, más sabios que cuando vinieron.
Habían cambiado sus pensamientos sobre lo que iban a hacer y decidieron ser mejores en el futuro.

* * *
Si usted desea ser un Auxiliar, debe gustarle trabajar. Si pone usted pundonor en su trabajo, intenta implicarse a sí mismo en él y actúa verdaderamente lo mejor que puede, triunfará a la larga. Un Auxiliar Invisible ama el trabajo. Una vez que se hace consciente de que se le permite tomar parte en esa obra, se torna ansioso por actuar lo mejor posible y merecer ser promocionado de tal manera que pueda ser capaz de realizar misiones más y más difíciles
mientras está fuera de su cuerpo durante el sueño. Son necesarios Auxiliares de todas clases.
La gente con tareas humildes son tanto o más necesarias que los altamente experimentados ingenieros, doctores, profesores y otros profesionales. Hay un lugar para todo el que desee servir.
No debemos ser negligentes en los deberes ordinarios de nuestras vidas. No debemos esperar hacernos cargo de nuevas obligaciones y dejar a un lado las que ya hemos asumido.
Es posible para nosotros ser realmente buenos estudiantes de Ocultismo sin descuidar ninguna de nuestros deberes cotidianos. No estaremos preparados para trabajos más elevados a menos que estemos determinados a cumplir nuestras obligaciones con nuestros familiares.
Trabajando como Auxiliares llegaremos a realizar las cosas más interesantes y de más valor que podamos hacer. No querremos hacer nada que pueda causarnos perder nuestro lugar en
un grupo de Auxiliares. Debemos, no sólo apuntar alto, sino trabajar hacia la meta que nos hemos fijado.
Consideremos qué lugar debe tener la religión en nuestra vida moderna y veamos qué parte debemos jugar en el drama de la vida, para hacer del mundo un lugar mejor para todos los que vivimos en él. El apóstol Santiago escribió a los cristianos de su tiempo y les dijo muchas cosas que les alentaron a esforzarse con ahínco por vivir mejor y ser más útiles. El siguiente consejo nos dice cómo podemos ser mejores Auxiliares:

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídasela a Dios, que a todos da copiosamente y no zahiere a nadie, y le será concedida
Toda dádiva preciosa y todo don perfecto de arriba viene, como que desciende del Padre de las luces, en quien no cabe mudanza ni sobra de variación Pero habéis de ponerla en práctica y no sólo escucharla, engañándoos a vosotros mismos.
Si alguno se precia de ser religioso, y no refrena su lengua, engañándose a sí mismo, su religión es vana
Ante Dios Padre, la religión pura y sin mancha consiste en visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y preservarse de la corrupción de este siglo

Santiago 1:5, 17, 22, 26, 27.

El apóstol Santiago era un ego adelantado que no tuvo miedo de elegir seguir a Cristo y, después de que hubo elegido, seguirle sin vacilar jamás, continuado fiel hasta la muerte. En esos tiempos no era cosa fácil seguir los dictados del corazón.
Después de que Cristo Jesús fue crucificado, todos los discípulos estaban en peligro porque tenían muchos enemigos. Los ideales de Cristo eran demasiado elevados para ser seguidos por los hombre malvados de aquellos días, que temían a los que, instintivamente,
reconocían como nobles y honestos. Aquellos hombres sabían que estaban actuando incorrectamente cuando mataban y encarcelaban a los primeros cristianos, porque tenían las doctrinas del Antiguo Testamento. Conocían las enseñanzas de los profetas y tenían los Diez Mandamientos.
Veamos cómo el hombre de los tiempos modernos puede poner en práctica las enseñanzas del cristianismo. Unos pocos están haciéndolo ahora y serán recompensados por su fe y sus obras. Pero ¿qué ocurre con la mayoría? ¿Practican la palabra o son sólo oyentes, engañándose a sí mismos? La verdad es que no son practicantes y muchos no son ni siquiera oyentes. Preguntémonos por qué ocurre eso.
Muchas influencias, que son perjudiciales para todos nosotros, están actuando en este gran mundo nuestro. En lejanas tierras, las condiciones son malas. Los diplomáticos de todo el mundo declaran estar trabajando para promocionar la paz. Pero, ¿están haciéndolo con sabiduría y están pidiendo inspiración a Dios? La respuesta es no en la mayoría de los casos.
Dependen de su pobre habilidad para prevenir qué cosas ocurrirán. Confían en la esperanza de que puedan hacerlo correctamente, lo cual es una falsa base sobre la que edificar una paz duradera.
Nosotros somos los guardianes de nuestros hermanos y estamos confrontados con la necesidad de elegir qué parte vamos a tener en la vida actual. Los líderes de las naciones del tiempo presente tienen una tremenda responsabilidad. ¿Cómo están llevando a cabo su trabajo? ¿Están utilizando la justicia y la misericordia? ¿Están guiando a sus seguidores por el camino de la paz? Si quiere usted ser un Auxiliar Invisible, debe emplear la misericordia y la
justicia en la vida diaria, porque un hombre malvado no puede hacer obras de misericordia durante la noche. Un hombre así no puede ser empleado como un Auxiliar para sanar al enfermo y predicar el evangelio del recto vivir. Un Auxiliar debe ser honesto consigo mismo y con los demás.
Se supone que los estudiantes ocultos obedecen las leyes del país donde viven. Deben obedecer los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Cristo lo mejor que su capacidad les permita hacerlo. Un gran místico ha dicho que el orgullo del intelecto, la intolerancia y la impaciencia son los pecados capitales de nuestros días. Si le gusta ser un Auxiliar Invisible tenga cuidado en evitar estos defectos o los Grandes Seres no podrán utilizarlo en sus benéficos trabajos por la humanidad.
Los que deseen prepararse para servir como Auxiliares Invisibles deben tomar parte en la vida de la comunidad en la que viven. Para tener un mejor gobierno, deben llevar a cabo su parte en la promoción de los mejores intereses de las personas que han de ser gobernadas.
Mucha gente sigue las directrices de quienes están en el poder, no porque les amen o crean en ellos, sino porque desean el prestigio, el dinero o el poder que esperan recibir de ellos. Hay personas hoy día que están listas para vender sus almas por treinta monedas de plata, como Judas hizo cuando traicionó a su amigo y Salvador.
Para ser Auxiliar se debe tener una firme creencia en Dios. La religión tiene su lugar en cada nación, en cada hogar y en el corazón de cada persona de ese hogar. No es necesario que
todos los Auxiliares crean exactamente en la misma religión. De cuando en cuando, se han dado diferentes tipos de religiones al pueblo y cada religión ha cubierto las necesidades espirituales de la gente entre la cual fue introducida. Todas las religiones proceden de Dios y de los Grandes Seres que han trabajado desde los primitivos tiempos para mejorar a la humanidad que vive sobre la Tierra. Todas las religiones tiene similares fundamentos y objetivos. Las primitivas religiones han conducido a la religión cristiana, que fue fundada por Cristo Jesús hace dos mil años.
Hay muchas religiones en el mundo moderno y, si cada persona viviera los más elevados conceptos de sus religión, el mundo sería un lugar mejor de lo que es. ¿Cuál es el problema?
¿Por qué no está cada hombre a la altura de su religión? Bien porque no lo desea o porque no lo ha intentado lo suficiente. Naturalmente, es más fácil seguir la línea de menor resistencia.
Hace falta valor para cumplir los Diez Mandamientos. Para hacerlo, el hombre debe creer en Dios, emplear mucho tiempo en meditar sobre Dios y leer sobre Él. No debe tomar el nombre
del Señor en vano. Esto significa que no debe jurar porque, si lo hace, seguramente será castigado por ello. Cada persona es juzgada silenciosamente por su familia, sus vecinos y otros. Si usa el nombre de Dios irreverentemente no es un hombre religioso, y realmente se
engaña a sí mismo, cuando pretende ser un cristiano.
La gente religiosa debe ser más cuidadosa en la educación de sus hijos. Los niños aprenden en gran medida por la observación, y son grandes imitadores. Si un niño oye a sus padres maldiciendo, se capacita para hacerlo él mismo a corto plazo, y un hábito tal es muy
difícil de corregir. Los que deseen servir a los Hermanos Mayores deben evitar esta costumbre funesta.
Luego está el mandamiento, No robarás. Debemos respetar el derecho de propiedad de los demás, y guardar todas las leyes, porque queremos hacerlo así. Entonces, no necesitaremos a
nadie que nos vigile, porque mantendremos la obediencia; porque somos servidores de la ley, y trabajamos con ella, y porque deseamos hacer lo que es correcto y justo. Todos los servidores públicos elegidos o escogidos para servir en un puesto público deben recordar sus enseñanzas religiosas y ser justos y equitativos con todos. Deben procurarse asistentes y colaboradores que sean capaces de trabajar honestamente. Los servidores públicos deben
cuidarse de la intolerancia hacia los de otras razas o credos. Los que están tratando realmente de vivir vidas honestas tienen dificultades. Sin embargo, deben cumplir sus obligaciones
como buenamente las entiendan y no dejarse influenciar por las fuerzas del mal que permanecen en el ambiente.
A través de toda la Biblia, leemos sobre los conflictos entre el bien y el mal.
Frecuentemente, los malvados han estado en el poder, o en mayoría, y el bien parece haber sido derrotado en la lucha. Es hora de que toda la buena gente de todas las religiones se mantenga firmemente y con fortaleza en el camino recto. Ni los individuos ni las naciones deben robar. No deben matar, y no deben levantar falsos testimonios contra sus vecinos. La gente que comete estos pecados será castigada en esta vida o en cualquier otra. Una persona que ha levantado falso testimonio contra otra persona será colocada en una situación donde habrá alguien cometiendo falso testimonio contra ella. Entonces sufrirá como hizo sufrir al otro, porque cosechamos lo que sembramos. No debemos codiciar lo que pertenece a otros.
De cada uno de nosotros se espera que hagamos lo que es correcto, sin importarnos lo que vaya a ocurrir.
El abogado, o el juez, deben llevar su religión a la corte. Éste debe oír cuidadosamente las pruebas presentadas y tratar honestamente de ser justo y equitativo. La pena capital debe ser abolida. La prisión es más humana en todos los casos. Las prisiones deben ser salubres y la comida debe ser nutritiva y suficiente. Si se supone de un hombre que ha cometido un crimen y es sentenciado a prisión durante años, y posteriormente se descubre que era inocente,
entonces el hombre debe ser liberado y su nombre públicamente desagraviado. Sin un infortunado es ahorcado o electrocutado, el crimen caerá sobre el estado y no se puede hacer restitución alguna al perjudicado.
Un juez religioso intentará impartir justicia lo mejor que pueda. Un hombre que verdaderamente intenta ser un sirviente de Dios desarrollará su intuición. Entonces, será capaz de discernir el motivo real detrás de cada acción e, infaliblemente, emitirá una decisión justa. Si un hombre así es honesto consigo mismo y con los demás, será recompensado por su concienzuda atención hacia su misión en la vida. Un hombre así dará lugar a un Auxiliar
Invisible muy útil.
Consideremos a un médico y veamos cómo puede hacer uso de su religión en la práctica de la medicina. Un médico tiene un alto ministerio y puede ganar mucha recompensa en el Cielo, y elaborar mejores condiciones para sí mismo en su próxima vida en la tierra; o puede amontonar un gran sufrimiento para sí mismo en el Purgatorio y en otras vidas por la manera en que se comporte. El deber de un médico es aliviar el sufrimiento, y auxiliar a aquellos que demandan sus servicios cuando están enfermos.
Un médico debe posponer sus intereses para tratar al enfermo. No debe cobrar honorarios que estén más allá de los recursos de sus pacientes que tienen escasez de bienes de este mundo. Los que pueden pagar, deben hacerlo enseguida. Cada doctor debe estar dispuesto y deseoso de hacer alguna obra de caridad. San Lucas fue llamado el médico amado, debido a sus actos bondadosos. Un médico tiene más oportunidades de servicio que la mayoría de la
gente. Si es un buen hombre, será un Auxiliar provechoso, porque el trabajo de curación es una de las más importantes líneas de trabajo llevadas a cabo por los Hermanos Mayores y sus ayudantes.
Cristo ha sido llamado el Gran Médico debido a su extraordinaria capacidad para sanar la enfermedad y el sufrimiento. Cristo no sólo sanaba al enfermo, sino que curó al ciego y expulsó demonios. Expulsar demonios significa que podía curar casos de obsesión. Los
Auxiliares hacen frecuentemente las mismas cosas hoy día. El médico moderno puede hacer mucho para ayudarse a sí mismo y a los demás, si es un hombre religioso que realmente desea
llevar a cabo su importante deber para con los demás.
Un hombre así necesita una religión llena de esperanza, porque será más exitoso si es capaz de inducir esperanza y confianza en sus pacientes. Si pone su corazón por entero en su trabajo, desarrollará la intuición necesaria, que le ayudará a diagnosticar casos de enfermedad difíciles, y a tratarlos con éxito. Algunos de los médicos actuales han desarrollado sus mejores facultades, por lo tanto están mucho mejor capacitados para curar al enfermo.
Un auténtico médico, y cualquier otra persona, evitarán la embriaguez y otras actitudes disolutas y se mantendrán en buena salud para que puedan siempre tener la cabeza despejada
y lista para cualquier emergencia que pueda surgir. Cualquiera que desee ser un Auxiliar debe mantenerse apartado todas las formas de licores intoxicantes.
He aquí un mandamiento difícil de obedecer para la gente del mundo moderno. Es éste:
No matarás. Mucha gente lo entiende como que no deben matar seres humanos, pero los estudiantes de ocultismo saben que los animales están incluidos en este mandamiento.
Recordemos que Daniel y sus amigos rehusaron comer carne de la mesa del rey de Babilonia.
Para obedecer realmente este mandamiento de Dios se debe vivir una vida inofensiva. Debe usted dejar de comer carne, pescados y aves, porque ellos son nuestros hermanos menores.
Los que hacen otros, por necesidad económica, maten animales para sus dietas, son realmente cómplices del hecho, porque son responsables de la muerte de los animales. Un hombre religioso y honesto no puede convertirse en carnicero o en cazador de animales productores de piel. Tales hombres no pueden ser aceptados como Auxiliares Invisibles.
Sólo hay una excusa para el cazador que no lo hace por deporte. Si está hambriento o si su familia tiene necesidad de comida y es necesario matar un animal para sobrevivir, puede ser
perdonable el hacerlo, incluso si está tratando de vivir una vida religiosa. Cazar sólo por deporte es perverso y el hombre que declare ser cristiano debe comprometerse en ello abierta
o secretamente. Todo cazador se sitúa a sí mismo en una posición en la que llega a ser inhumano e insensible a todo dolor y sufrimiento.
Los científicos también necesitan de la religión en su trabajo. Si un científico dedica su tiempo a trabajar en lo que será útil para los seres humanos y los animales, será recompensado; de otra manera, será castigado por sus actos. Los científicos que han
perfeccionado tratamientos para diferentes dolencias humanas, han ayudado en nuestro mundo moderno. Muchos científicos han trabajado por el bien de la humanidad y podemos
estar seguros de que serán recompensados tras la muerte. Muchos de los científicos del pasado han sido Auxiliares Invisibles muy útiles.
Los inventores que deseen llegar a ser Auxiliares Invisibles deben trabajar para el bien de la humanidad. Sería mejor si cada inventor se preguntara a sí mismo si su invento hará del mundo un lugar más seguro y feliz donde vivir, o si causaría más sufrimiento y criminalidad.
Los inventores deben utilizar sus habilidades para ayudar a la humanidad y no para causar sufrimiento.
En los tiempos de la Atlántida, la gente tenía un maravilloso instrumento llamado generador de agua. Por medio de este útil invento, la gente podía formar agua usando el oxígeno y el hidrógeno de la atmósfera, combinando estos gases de tal manera que formaban agua pura. Este invento se ha perdido. Algún día, a algún hombre merecedor de ello se le mostrará cómo hacer un generador de agua y perfeccionarlo para la humanidad. Sería
maravilloso para la gente de las tierras semidesérticas, donde llueve de manera insuficiente.
También puede solucionar el problema de garantizar el agua para la ciudades y comunidades rurales. Para inventar este instrumento el inventor tendrá que mejorarse a sí mismo, porque ésta es la mejor manera de aprender los secretos de la naturaleza.
Es posible para un hombre desarrollar facultades dentro de sí mismo, que le capacitarán para leer en la Memoria de la Naturaleza. Entonces, puede investigar muchas cosas en su búsqueda de la verdad y del conocimiento. Antes de que pueda alcanzar este estado, debe llegar a ser un Auxiliar, tanto en sus horas de vigilia como en las de sueño. Un hombre recibe dones espirituales como recompensa por sus méritos y por la persistencia en las buenas obras.
Un campesino puede llegar a ser un Auxiliar Invisible si se vale de su religión en su trabajo. Puede hacer su parte para mejorar la calidad del grano, lo vegetales y las frutas que crecen en su granja. Él da a los miembros del reino vegetal una oportunidad para crecer y ganar experiencia. El campesino incrementa la comida disponible para alimentar a otros. Si produce buena comida y la vende a un precio razonable, está ayudando a otras personas a vivir y a trabajar en sus respectivos destinos y a asimilar las lecciones necesarias.
Un buen granjero es bondadoso con sus animales y los alimenta convenientemente. Si resultan heridos, los cuida y trata de proporcionarles bienestar. Un granjero que trata de ser un
hombre religioso tiene buen cuidado de los miembros de su familia y se preocupa de que tengan la oportunidad de asistir a la escuela y a la iglesia. Trata de enseñar a sus hijos cómo trabajar la granja, para que sean capaces de tener su propio medio de vida.
Algunos hombres han ayudado al mundo desarrollando nuevas y mejores clases de vegetales, frutas, árboles y plantas. Hombres así dejan un mundo mucho mejor y ganan tesoros en el Cielo por sus servicios. Toda religión puede ser juzgada por lo que hace la gente
que cree en sus prácticas y enseñanzas.
La religión ha hecho mucho por miles de personas que viven actualmente. Si la verdad fuera conocida, hallaríamos que mucha gente ha sido curada por su fe en Dios. Otra gente ha
sido salvada de la muerte gracias a sus oraciones sinceras. Si usted quiere ser un Auxiliar, elija alguna religión, estúdiela, vívala y manténgase alejado de las prácticas perversas del mundo. Debe usted orar a Dios pidiendo sabiduría y consejo y hacer todo lo mejor que pueda.
Si usted hace esto, esté seguro de que avanzará hasta el nivel en que pueda ser utilizado como un Auxiliar de la humanidad.
Si desea usted ser un Auxiliar debe ser altruista. Debe estar dispuesto a actuar en bien de los demás. No quiero decir que deba usted regalar todo lo que tiene, sino que puede compartir
con otros lo que posee. Si es usted los bastante afortunado para tener dinero o poder, entienda que eso es suyo para usarlo sabiamente con algún buen propósito. Esté dispuesto a dar su
tiempo para ayudar a otras personas que están esforzándose por mejorarse a sí mismos, de tal manera que puedan avanzar en alguna línea de esfuerzo concreta, o a ayudar a otros a aprender las enseñanzas místicas. He aquí dos historias que hablan sobre un hombre egoísta y sobre otro altruista:
Una noche, dos Auxiliares se detuvieron en una casa donde un muchacho tenía apendicitis.
Se les dijo que el doctor no quería ir a ver al chico enfermo, a menos de que se le pagasen cincuenta dólares por la visita. Aquel doctor vivía a cierta distancia del pueblo y era muy afamado. La Auxiliar fue a verle para pedirle ayuda para el joven enfermo y él rehusó hacer la visita, a menos que ella le garantizara que recibiría su dinero.
La Auxiliar regresó con el enfermo y el Auxiliar envió una llamada a los Grandes Seres pidiendo ayuda. Se les dijo, por medio del pensamiento, que dieran masaje cuidadosamente al apéndice del chico y lo vaciaran. El Auxiliar hizo esto y dio masaje al intestino grueso del chico, evacuó el contenido del apéndice y el muchacho mejoró al momento. Los Auxiliares dijeron a los padres del chico que le dieran sopa y vegetales ligeros, pero no carne. Luego
prometieron regresar para ver al joven al cabo de uno o dos días.
Dos días más tarde, los Auxiliares volvieron a ver al chico y hallaron que se encontraba bien. Dijeron a sus padres que su chico se restablecería completamente.
­ Deben ustedes ser siempre cuidadosos con la dieta ­ dijo el Auxiliar ­ y no le permitan comer ninguna clase de semilla.
­ El doctor vino ayer para ver a nuestro hijo ­ dijo la madre ­ Dijo que estuvo preocupado toda la noche por él y se ofreció para hacer lo que pudiera sin cobrar honorarios, si lo deseábamos. Yo le dije que no le necesitábamos porque unos nuevos amigos habían venido a
ayudarle. Él quiso saber quiénes eran nuestros amigos y dónde vivían. Dijo que le gustaría ver a la señora que le había llamado.
La Auxiliar se había materializado en la consulta del doctor el día anterior cuando le había pedido que fuera a ver al joven. El médico había rehusado ir rotundamente, a menos que se le pagaran sus honorarios de cincuenta dólares. Ella le había dicho que vendría un tiempo en el que estaría contento de ir a cualquier parte para ayudar a una persona enferma, sin importarle cuán lejos estuviese.
Los padres del muchacho querían saber quiénes eran los desconocidos y ellos les hablaron de su trabajo. Estos Auxiliares han conocido a muchos otros doctores que eran desinteresados
y se alegraban de hacer lo que pudiesen por el enfermo.

* * *
He aquí una historia sobre cómo un Auxiliar salvó a un hombre de ir por la vida sólo con un brazo. Esta historia es tan extraña que es casi increíble. Sin embargo, algunas personas saben que es verdad. Dos Auxiliares, uno de los cuales es médico, fueron enviados a un país de Europa para ayudar a un hombre. Este país estaba sufriendo una terrible guerra en aquel tiempo.
Los Auxiliares llegaron al lugar, justo cuando un hombre cortaba el brazo a otro con su sable. Los Auxiliares se precipitaron hacia el hombre herido, la Auxiliar recogió el brazo desprendido y su compañero le dijo que lo colocara en su lugar, bajo el hombro del herido.
Así lo hizo ella rápidamente, y el Auxiliar situó los dos extremos juntos, los frotó y se unieron al momento, y el hombre empezó a mover su brazo.
Los soldados que vieron lo que ocurría estaban tan atónitos que no podían moverse. Un Auxiliar les dijo que se fueran a ocupar de sus asuntos o recibirían su merecido. Eso significaba que serían castigados por lo que habían hecho, cuando llegase para ellos el tiempo de recoger lo que habían sembrado.
El hombre que había recibido esta ayuda era un estudiante avanzado de ocultismo. Los Auxiliares le dieron algunas instrucciones y le dijeron que volviera a sus ocupaciones, porque
no sería molestado de nuevo. El estudiante tenía visión y audición espiritual y estaba haciendo un buen trabajo entre la gente de aquel lugar. Ambos Auxiliares recordaban claramente los detalles de este útil trabajo, y la Auxiliar se maravilló de que tal cosa pudiese
ocurrir. El poder de curación que viene de Dios puede hacer muchas cosas maravillosas por la gente que se ha ganado tal ayuda.
Otra recompensa por vivir rectamente es ser capaz de vivir la propia existencia purgatorial aquí en la Tierra y luego ir derecho al Primer Cielo después de la muerte. Esto se puede lograr reviviendo los sucesos del día en orden inverso, cada noche antes de irse a dormir y juzgando las propias acciones cuidadosamente, y viviendo una vida útil, limpia y honesta.
Este ejercicio vespertino se llama retrospección. Es muy valioso para un estudiante que desee avanzar en el sendero del logro, porque capacita a una persona para aprender todas las lecciones de esta vida y aún lecciones que están ordinariamente reservadas para vidas futuras.
El ejercicio ayuda al estudiante a restaurar la armonía en su cuerpo de deseos conscientemente, y en menos tiempo del que sería necesario durante el sueño. Proporciona más tiempo al ego para salir como Auxiliar. Cuando un estudiante hace su a fondo su
retrospección cada noche, limpia su cuerpo de deseos y empieza a trabajar para construir su cuerpo alma.

* * *
Una noche, dos Auxiliares tuvieron la oportunidad de ver a tres personas concentradas:
una estudiante, un hombre corriente y un hombre de negocios. Todos ellos lo hicieron bien.
La estudiante era una mujer casada con dos niños adorables. Bañó a los niños, los metió en la cama y dejó algunas cosas preparadas para su marido. Dejó la casa en orden y luego se fue a la cama. Después de que se acostó, se relajó. Los Auxiliares vieron sus destellos de pensamiento hasta que dejaron de irradiar. Su mente se oscureció y entonces comenzó a evocar los acontecimientos del día. A veces su mente resplandecía y a veces se apagaba, primero rojo, luego negro, y luego verde y gris, mostrando las diferentes emociones por las que atravesaba. Finalmente, su mente se aclaró y un pálido azul y amarillo surgió de su cabeza. Luego se volvió y comenzó a dormir. Los Auxiliares la vieron como abandonó su
cuerpo en un hermoso cuerpo de deseos, y se fue.

* * *
A continuación, los Auxiliares vieron a un hombre yaciendo en un catre en una pensión.
Había tenido un día duro, tratando de conseguir algo para comer y dinero suficiente para pagar una cama donde dormir. Tenía dificultad para controlar su mente. La única cosa en la que se concentraba era cómo ganarse la vida. Su infancia se desplegaba ante él y se vio a sí mismo sentado en el regazo de su madre. Ella le estaba diciendo que fuera bueno y se hicieran un buen hombre. Él era feliz y alegre, hasta que su madre murió cuando tenía unos
doce años. Después, pasó por algunos hogares con su padre, y luego se unió con algunos muchachos que le llevaron por mal camino. El hombre gimió y dijo:
­ Madre,  qué diferentes hubieran sido las cosas si hubieras vivido!
­ Su madre le dio instrucciones suficientes ­ dijo el Auxiliar ­ para el resto de su vida, si es usted capaz de resistir y ser honesto. Hay mucho que puede hacer si desea ser un hombre y no un pelele.
­ Si pudiera encontrar un empleo, sería bondadoso ­ prometió el hombre ­ Haré por los demás lo que me gustaría que me hicieran.
­ Hallará usted algún trabajo ­ prometió el Auxiliar.
El hombre pronto estuvo dormido y sobre su cuerpo. Su cuerpo de deseos aparecía muy feo, con colores lúgubres y fangosos, excepto el oscuro rojo de la pasión. Nunca vio a los Auxiliares. Sólo oyó al Auxiliar cómo hablaba a su ego. Los Auxiliares estaban seguros de que este hombre se rehabilitaría y lo haría mejor.

* * *
El último hombre era un astuto y duro hombre de negocios que yacía en su cama pensando sólo en cómo podría llevar a cabo una transacción que arruinaría a otro hombre que estaba en la misma clase de negocio. Maquinaba un plan de acción que llevaría lentamente a ese otro hombre fuera de los negocios. Después que se fue a dormir, se fue a su elegante oficina y planeó sobre su trabajo. Su imaginación corría con él y en el ojo de su mente veía dinero
rodeándole por todas partes. Su cuerpo de deseos mostraba sólo codicia y egoísmo. Su cuerpo mental era muy grande.
Los Auxiliares comprobaron que el aspecto principal de la retrospección es que la persona debe tener un objeto o punto de concentración. Primero, debe estar en un lugar tranquilo, de
tal modo que pueda observar los sucesos del día, destacar las imperfecciones y sustituirlas con cualquier cosa que sea buena.
En la concentración o retrospección para limpiar los propios vehículos, se deben repasar los sucesos del día hacia atrás. El estudiante debe ser justo y equitativo consigo mismo. Debe
tratar firmemente de castigarse a sí mismo cuando haya hecho algo incorrecto y elogiarse donde ha hecho algo bueno.
El objetivo es adiestrar a la conciencia de tal modo, que se vea incomodada cuando se cometa lo incorrecto, lo que perturbará a la persona hasta que el error sea dominado. Después de que se hace esto durante un tiempo, el individuo cesará de actuar incorrectamente y obrará rectamente sin esperar recompensa.
La persona que desee llegar a ser un Auxiliar Invisible debe llevar un inventario de su vida y darse cuenta de lo que necesita eliminar y dónde necesita mejorar. Debe buscar el camino de la regeneración. Tiene tres caminos para escoger. Primero, puede elegir estudiar las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental. Segundo, puede escoger el método de la Biblia.
Tercero, puede decidirse por el camino del científico ocultista.
El camino de las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental es el más seguro y firme que yo conozco, porque enseña al estudiante cómo purificar su cuerpo de deseos día a día. Por este método se viven las experiencias del Cielo y el Purgatorio aquí y ahora.
El científico ocultista toma el sendero del intelecto y no acepta nada que no satisfaga a su inteligencia. A menos que sea extremadamente creyente terminará de purificarse en las
regiones del Purgatorio.
El cristiano devocional reza y es bautizado y se une a una iglesia. Se llama a sí mismo una persona convertida y un hijo de Dios. Cuando muere va al Cielo y se monta en una nube y toca el arpa. No es capaz de reconocer que cualquier cosa que el hombre siembre, eso mismo cosechará.
Nuestro querido Hermano Mayor Cristo enseñó que un hombre debe hacer reparación de sus malas acciones. Si ha estafado alguna cosa a alguien, debe restituir lo que ha quitado a quien le pertenecía, o a su familia. Si un hombre hiere a una persona en un accidente, debe pagar los daños. Si la restitución no se hace, tendrá que gastar su tiempo en el Purgatorio, limpiando su átomo simiente y luego, en otra vida, tendrá que equilibrar su cuenta y pagar sus deudas de destino.
Mucha gente ha descubierto que es mejor investigar a través de alguna organización que proporcione adiestramiento especial a través de líneas Místicas y Ocultas. Hay siete escuelas de Misterios Menores y cinco escuelas de Misterios Mayores. Cada una de las diversas escuelas de Misterios Menores tiene una escuela preparatoria que adiestra a los estudiantes para la admisión en la verdadera escuela. Toda la humanidad debe estudiar con una de esas escuelas. Cada una de esas escuelas es útil para la gente de determinada región o raza.
Los estudiantes son usualmente atraídos a las enseñanzas de la escuela más apropiada para su desarrollo pero, a veces, la gente comete errores y sigue enseñanzas que no son ajustadas a
su desenvolvimiento espiritual. Los pueblos del mundo occidental deben estudiar los métodos ideados para sus necesidades y no seguir la disciplina utilizada por los pueblos del Este.
Las enseñanzas espirituales nunca deben ser vendida, por lo que es mejor no estudiar con una asociación que cobra por dar lecciones o por enseñar cómo desarrollar los poderes espirituales. Es correcto para los estudiantes hacer ofrendas voluntarias. Deben hacer su parte para financiar cualquier organización que hayan elegido, porque no se puede esperar obtener algo por nada.
Se me ha dicho que Jesús tiene la responsabilidad del trabajo de las iglesias y que tiene un conjunto de Auxiliares Invisibles trabajando con él. Estos Auxiliares fueron los discípulos de Cristo. Después hay trece Hermanos Mayores que tienen a su cargo a aquellas personas que trabajan en el mundo como científicos.
Antes de que un estudiante pueda elevarse como Auxiliar Invisible, debe, primero, desarrollar lo suficiente el cuerpo alma para materializar su cuerpo si fueses necesario. Los Alquimistas Medievales lo llamaban el cuerpo astral porque por medio de él uno podía recorrer las regiones estelares. En otras palabras, ellos podían acostarse, dejar sus cuerpos y salir como Auxiliares a lejanas tierras y ayudar a otros en muchos lugares. Posteriormente, podían regresar a sus cuerpo e introducirse en ellos y volver a su diario trabajo como de costumbre.
El cuerpo alma es uno de los cuerpos del espíritu. Está compuesto de los dos éteres más elevados del cuerpo vital. Estos éteres se llaman el éter luminoso y el éter reflector. El cuerpo de deseos está en constante movimiento, pero el cuerpo alma no se mueve. Se construye desde la cabeza hacia abajo.
El cuerpo alma del hombre ordinario es sólo una línea. El cuerpo alma de un hombre que está comenzando a desarrollarse se extiende alrededor de unos tres centímetros más allá del borde del cuerpo vital. El tamaño del cuerpo alma de un Hermano Lego depende de cuántas iniciaciones haya recibido. El cuerpo alma de un Hermano Lego característico, con unas pocas iniciaciones, se extiende alrededor de un metro y medio más allá del borde del cuerpo de deseos. El cuerpo de deseos de una persona así se extiende unas cuarenta y cinco centímetros desde el cuerpo físico. Estos cuerpos superiores del hombre forman un aura ovalada que envuelve e interpenetra su cuerpo físico.
El Ángel ordinario tiene un aura de cerca de dos kilómetros de ancho aproximadamente, mientras que el aura de un Arcángel se extiende tan lejos como podamos extender la mirada.
El aura de un Liberado es mucho más grande que esto. Es tan brillante que, cuando un Auxiliar la ve, queda casi cegado por el esplendor de su resplandeciente cuerpo alma y de su dorado cuerpo mental, y no puede ver su cuerpo de deseos profusamente coloreado. Cuando miramos a un Liberado, sólo podemos ver la resplandeciente luz de su semblante. El resto de su cuerpo es tan luminoso que no podemos mirarlo ni aún cuando estamos fuera de nuestro cuerpo físico durante el sueño. No podemos dar una idea de cuán lejos se extiende su aura en el espacio, porque eclipsa a nuestro Sol físico que provee a nuestra Tierra de luz y calor.
Para construir un cuerpo alma que sea lo bastante grande para ser usado como un vehículo para viajar, una persona debe vivir una vida de amor y servicio a la humanidad. Entonces,
inconscientemente, atraerá mayor cantidad de los dos éteres superiores que serán incorporados a su cuerpo alma y este continuará creciendo. Cuanto más haga una persona por ayudar a otros, más crecerá su cuerpo alma; pero debe ser ineogísta y estar dispuesto a ayudar a todo el que pueda, sin tener en cuenta quién es. El cuerpo alma se empequeñecerá si no continuamos haciéndolo crecer. No se puede permanecer estático. Se avanza o se retrocede.
Cuando avanzamos, agrandamos el cuerpo alma pero, cuando retrocedemos, perdemos algo de él.
Para ilustrar cómo los aspirantes pueden hacer que su cuerpo alma crezca, le relataremos cuatro historias verídicas del trabajo hecho por algunos Auxiliares que están tratando de seguir las sugerencias dadas en este capítulo.
Una vez, dos Auxiliares fueron a la casa de un hombre bebedor y celoso cuya esposa e hijo le temían. Regresaría a su casa borracho y golpearía a ambos. La mujer dijo a los Auxiliares cómo su marido la había estado tratando durante seis años.
­ Se comporta muy bien cuando está sobrio ­ dijo.
Al poco rato, el hombre llegó a casa y el jovencito corrió hacia su madre. La Auxiliar se interpuso entre el hombre y el niño, porque vio que estaba borracho. Él agarró a la Auxiliar y masculló una maldición. Ella expandió su aura y el hombre pareció quedar helado en el sitio donde estaba, con sus manos y piernas separadas y la boca abierta.
­ Vaya a sentarse ­ dijo la Auxiliar, y el hombre fue hasta la silla más próxima y se sentó, sobrio de repente.
­ Ángel, ¿qué vas a hacerme? ­preguntó.
­ Deje de beber de una vez ­ le dijo ­ Deje de comer carne, pero puede continuar comiendo pescado durante seis meses. Después, abandone toda comida de carne, pollo y pescado. Debe usted tratar a su familia amablemente. Su esposa no le ha dado ningún motivo
para estar celoso. Además, vaya a la iglesia con ellos.
­ No nos gusta la iglesia de aquí ­ dijo la esposa.
La Auxiliar entonces les habló sobre sus enseñanzas y dónde conseguir los libros. Les dijo que podían estudiar y vivir las mismas enseñanzas.
­ Lo haremos ­ dijo el hombre.
­ Debe usted mejorar su hogar para su familia ­ dijo la Auxiliar mientras se iba ­ Si vuelve a beber, regresaré y le llevaré al Purgatorio.
Dijo esto porque sabía, por el aspecto del cuerpo vital del hombre, que no viviría mucho más, a menos que dejara de beber de una vez.
­ Abandonaré la bebida y haré tal como ha dicho ­ prometió el hombre.

* * *
Otra noche, estos Auxiliares fueron enviados a un lugar donde una señora se hallaba enferma de neumonía. Estaba rezando para que la gente de la casa se mantuviese tranquila y no tocasen el piano ni pusiesen la radio tan ruidosamente. Había un amigo, tranquilo y
amable, ayudándola, pero la señora no podía hacer nada para evitar que sus parientes hicieran tanto ruido.
Los Auxiliares se materializaron en la habitación de la mujer enferma, y le hablaron.
­ Por favor, haga callar a esa gente de la habitación de al lado ­ dijo la enferma con voz frágil ­ Deseo que me dejen descansar, o morir en paz. Estoy demasiado débil y cansada.
La Auxiliar fue a la habitación vecina y la gente dejó de hacer ruido porque era una desconocida y querían oír lo que tenía que decir.
­ La señora que está en esa habitación está muy enferma y deben hacer ustedes menos ruido ­ dijo la Auxiliar.
­ Oh, no está tan enferma ­ dijo el hombre del piano ­ Está senil. Nosotros somos jóvenes y necesitamos música ­ y comenzó a tocar el piano otra vez.
­ Deje de tocar, quédese tranquilo y váyase a dormir ­ dijo la Auxiliar ­ Es hora de que esté ya en la cama porque es mucho más de medianoche.
­ Mujer ­ dijo el hombre ­ vaya a cuidar de la enferma mientras esté usted bien.
La Auxiliar desplegó su aura y la gente de la habitación escapó precipitadamente, a excepción del hombre que fue tan imprudente. La Auxiliar fue hacia él, le cogió por el cuello y el hombre se espantó.
­ Oh, yo no sabía que usted era un Ángel ­ dijo ­ Estaremos callados hasta que ella se encuentre bien.
Luego los familiares se fueron a la cama. El acompañante de la enferma, que se llamaba Rex, dio las gracias a la Auxiliar.
­ Estoy tan contento de que viniese, porque esta gente estaba a punto de despedirme y permitir que la señora muriese. Estoy contento de haber venido porque he visto a un Ángel.
Después de esto los Auxiliares trabajaron sobre la enferma y cuando partieron supieron que se repondría.
­ Cuando se encuentre mejor debe poner su casa en orden ­ dijo el Auxiliar.
Posteriormente, estos Auxiliares pasaron por aquel lugar en dos ocasiones y la casa estaba tranquila.

* * *
Una noche, unos Auxiliares fueron a la casa de un anciano y se reunieron con su esposa, hijos y algunos nietos. Conversaron sobre varias cosas y luego, gradualmente, les hablaron sobre sus enseñanzas.
­ Ratas, no hay nada de verdad en eso ­ dijo el viejo riendo.
El Auxiliar no replicó, pero empezó a hablar sobre los diferentes trabajos que los Auxiliares hacen y la Auxiliar, inconscientemente, comenzó a resplandecer y a emitir rayos de luz muy hermosos.
El viejo tenía una pipa en su boca y se le cayó mientras miraba fijamente a la Auxiliar. El otro Auxiliar continuó hablando y mirando al anciano. Finalmente, el bastón de éste se deslizó hasta el suelo.
­ ¿Estoy viendo Ángeles o visiones? ­preguntó súbitamente.
­ ¿Qué pasa, amigo mío? ­interrogó el Auxiliar.
­ Veo toda clase de hermosas luces y colores saliendo de esta joven ­ dijo el hombre ­ Señorita, ¿es usted un Ángel? Naturalmente que lo es. Bueno, tengo ochenta y ocho años y ahora veo uno. Caballero, ¿es usted también un Ángel? Dígame una cosa, ¿son humanas
todas las personas que veo?.
­ No lo sé. Eso depende de cómo lo vea usted ­ replicó el Auxiliar ­ El hombre tiene dos pares de ojos.
­ ¿Dónde está el segundo par? ­ preguntó el anciano con una risa.
­ Está en sus ojos ­ dijo el Auxiliar ­ Juntemos las manos y miremos tres o cuatro mil años atrás.
Entonces empezó a hablar sobre la vida del anciano y la reveló ante todos ellos. Se manifestó cómo conoció a su hermano y a sus padres y la visión avanzó hasta su vida presente. El anciano y el resto de la familiar estaba muy sorprendida e inquieta por lo que veían y oían. El Auxiliar les dijo a todos que, si viviesen vidas rectas, sus ojos podrían abrierse antes de que muriesen.
El anciano no tenía una vida muy limpia, así que el Auxiliar le dijo cómo purificarse y escapar al castigo que le esperaba.
Todos los miembros de la familia estaban muy interesados en la Auxiliar, a causa de su hermoso cuerpo alma y de su cuerpo de deseos.  Muchos colores se intercambiaban y llegaban a hacerse visibles. Los Auxiliares dejaron a esta gente mucho más sabia y feliz de lo que eran cuando ellos llegaron.

* * *
Una vez, unos Auxiliares vieron a un par de lobos a punto de atacar a un ciervo en un corral.
­ Ve y espántalos ­ dijo el Auxiliar a una compañera, que no tenía mucha experiencia como Auxiliar.
­ No puedo ­ dijo ella ­ me matarán y yo quiero vivir.
­ Ven conmigo ­ dijo él, pero ella rehusó protestando.
­ No, tengo miedo.
El Auxiliar fue, detuvo a los lobos, se hizo amigo de ellos y llamó a los otros Auxiliares para que vinieran junto a los lobos. La Auxiliar que había rehusado anteriormente, se acercó cautelosamente y actuando como si tuviera miedo. La otra Auxiliar tranquilizó al ciervo que estaba temblando de miedo porque estaba atado a un árbol en el corral.
El Auxiliar fue a la casa, despertó a los ocupantes y les dijo que pusieran al ciervo en el cobertizo o en el pajar porque de no hacerlo así lo matarían en el corral. Les dijeron que habían detenido a dos lobos que iban a matarlo.
Una jovencita oyó a los Auxiliares hablando sobre el ciervo y vino corriendo muy excitada. Venía gritando porque pensaba que habían matado a su cervatillo.
­ No, está a salvo ­ dijo el Auxiliar.
La chica salió, desató al cervatillo y lo llevó dentro de la casa, pues era muy pequeño.
Había un muchacho con los Auxiliares y quería saber qué animales eran aquellos, que parecían perros policías. Cuando se dio cuenta de que eran lobos, se apartó de ellos. Uno de los Auxiliares dijo a aquella gente que no ataran al cervatillo, porque no podría correr. Luego se llevaron a los lobos y los dejaron en un gran bosque.
Si siente usted el impulso de prestar un servicio al el mundo, debe empezar de una vez a prepararse para un nuevo campo de actividad. Tendrá usted que purificar su cuerpo y su mente. Tendrá que abandonar todos los hábitos perjudiciales, tan pronto como le sea posible.
Necesitará reconocer a todos los hombres como a sus hermanos, porque todos son hijos del mismo Gran Ser, el Dios de nuestro Sistema Solar.
Debe usted vivir una vida coherente siete días a la semana y debe estar deseoso y ansioso de ayudar a otros. No quiero decir con esto que les demos posesiones mundanas, porque eso sólo puede perjudicarles. Debe usted darse a sí mismo. Debe estar dispuesto a animar y alentar, aconsejar y ayudar a todo el venga a usted.

* * *

del libro LA LABOR DE LOS AUXILIARES INVISIBLES
por Amber M. Tuttle
traducción de Manuel Padrón

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