humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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lunes, 27 de diciembre de 2010

La evolución


IX. La evolución

Basándose en sus observaciones sobre la naturaleza de los procesos de
desintegración atómica, los científicos materialistas han deducido varias leyes
referentes a la desintegración atómica. Aplicando esas leyes a diferentes
materiales, es posible deducir por cuanto tiempo han tenido lugar los procesos
de desintegración atómica en el seno del material sin interferencias externas.

De esta forma, el tiempo desde que una roca se solidificó o el tiempo desde
que una planta o un animal murieron pueden ser determinados con una
muestra de la roca, de la planta o del animal. Empleando esos procedimientos,
los científicos han encontrado que las rocas lunares tienen entre cinco y seis
mil millones de años de antigüedad y que las más antiguas rocas terrestres
datan de tres a cinco mil millones de años. Se han encontrado fósiles de
formas animales y vegetales que datan cerca de 560 millones de años. Cuando
se ordenan cronológicamente los fósiles según el momento de su formación, se
aprecia que inicialmente sólo las formas de vida más sencillas estaban
presentes y a medida que pasaba el tiempo aparecían formas más y más
complejas. Los fósiles más antiguos son algas, medusas, corales blandos y
gusanos primitivos. Más tarde aparecieron los primeros crustáceos, después el
primer pez, después los primeros anfibios, luego los reptiles, pájaros,
mamíferos y por último hicieron su aparición los primeros humanos.

El científico materialista aprende sobre el pasado haciendo
observaciones en el presente y extrapolándolas al pasado de acuerdo con las
leyes científicas tal y como él las entiende. Este método lógicamente tiene
limitaciones en cuanto a lo lejos que puede alcanzar en el tiempo y en cuanto a
su precisión. El clarividente puede estudiar el pasado con más precisión y
puede ir más atrás en el tiempo que el científico materialista porque puede leer
el registro del pasado, el cual se almacena en los mundos suprafísicos. El
científico materialista no puede ver los poderes suprafísicos que dirigieron el
desarrollo de los procesos físicos pero el clarividente sí puede ver lo que esos
poderes hicieron y, por consiguiente, puede ayudarnos a completar el cuadro.

El clarividente Max Heindel da cuenta detallada de la evolución de la
Tierra y las especies vivientes sobre ella, así como de los espíritus que trabajan
en dichas formas en El Concepto Rosacruz del Cosmos. Comienza su
exposición en un tiempo incluso anterior a la existencia del sistema solar
actual. Cuenta como la humanidad actual eran seres espirituales dentro de
Dios en un pasado remoto y carecían de cuerpo denso, sentimientos o
pensamientos como tenemos ahora. Carecíamos de conciencia del yo y de
capacidad para tomar iniciativas. Con el fin de ayudarnos a desarrollar la
conciencia del yo, varias jerarquías creadoras divinas nos ayudaron a construir
cuerpos en un proceso sumamente dilatado que incluía la construcción repetida
de cuerpos, el trabajo mediante los mismos un tiempo y después el abandono
de esos cuerpos, la modificación de su diseño y después la construcción de
otro nuevo cuerpo. Esto había sucedido durante edades incluso antes de que la
tierra actual comenzara a existir. Los espíritus que habitan hoy en día cuerpos
animales también habían sido instruidos en la formación de cuerpos antes de
la tierra actual pero en general comenzaron más tarde que la humanidad
actual. Los espíritus que habitan los vehículos vegetales de hoy en día también
habían sido instruidos en la construcción de cuerpos antes de existir la tierra
actual, aunque comenzaron generalmente después que los animales actuales.

Los clarividentes dicen que la génesis de las especies vivientes en la
tierra actual siguió estos pasos: primero los humanos (con la ayuda de diversas
jerarquías creadoras) construyeron formas minerales (diversas combinaciones
atómicas y moleculares así como cristales). Después los humanos
abandonaron las formas minerales y construyeron, con ayuda, formas
vegetales y trabajaron dentro y a través de ellas. Después abandonaron las
formas vegetales y construyeron, con ayuda, formas animales y finalmente,
construyeron, siempre con ayuda, formas humanas y siguen actualmente
construyendo y mejorando dichas formas. Una vez que una forma ha sido
construida, puede ser reproducida por generación y otros espíritus diferentes
de los que la diseñaron originalmente pueden habitarla. De esta manera, los
espíritus animales y vegetales comenzaron su actividad en la tierra entrando en
las formas construidas originalmente por y para los humanos. Al estar menos
avanzados, los animales y plantas no podían manifestar tanta habilidad en la
construcción de cuerpos como lo habían hecho los humanos, de forma que
bajo el cuidado de los espíritus animales y vegetales (y de los espíritus
superiores que los guían) las formas que habían tomado de los humanos
comenzaron en algunos casos a degenerar. Por ejemplo, después de que un
cuerpo de "mono primigenio" hubiera sido construido por los humanos, algunas
de esas formas corporales (habitadas por espíritus humanos) fueron mejoradas
hasta la forma humana actual, mientras que otras (habitadas por espíritus
animales) degeneraron hasta las formas simias actuales. Con el tiempo, por
supuesto, a medida que los espíritus animales sigan trabajando sobre las
formas de simios, aprenderán gradualmente a mejorarlas.

Los científicos materialistas han observado que el material genético de la
descendencia es a veces diferente del material genético de los padres. Los
científicos materialistas no son capaces de ver los poderes que dirigen los
cambios en el material genético porque esos poderes tienen su origen en los
mundos suprafísicos. Max Heindel describe con detalle las numerosas
jerarquías creativas que han dirigido y dirigen aún los procesos de construcción
del cuerpo. Esas jerarquías creativas construyen con un propósito. Intentan
hacer los cuerpos capaces de responder más y más a la voluntad de los
espíritus que los habitan. Nosotros, como humanos, estamos entre las
jerarquías creadoras y trabajamos en la mejora del diseño tanto de los cuerpos
animales como de los vegetales. La mayor parte de este trabajo creador se
hace entre vida y vida terrestre, cuando nuestra conciencia está enfocada en
los mundos superiores.

Algunas especies nuevas son creadas y otras se extinguen, algunas
avanzan mientras que otras degeneran. Lo importante para retener en mente,
sin embargo, es que los espíritus nunca se extinguen y que, en general,
evolucionan constantemente. La ley básica de la evolución es "Adelante y
hacia arriba, para siempre".

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Ciencia
y
Religión

Por

Elsa M.
Glover


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