CARTA Nº 49
Diciembre de 1914
DESEO: - ESPADA DE DOS FILOS
Este es el momento anual en el que los buenos deseos se ponen a la orden del día “Felices Pascuas y Año
Nuevo" son las palabras que se oyen por doquier, y en conformidad con el uso tradicional, los trabajadores
de Monte Ecclesia extienden a todos los miembros de todo el globo la usual salutación de la época.
Pero a la vez que de este modo tan cordial nos deseamos los unos a los otros bienandanzas y regocijos en el
año futuro, después de todo, aunque los deseos hacia los otros puedan ser animantes y satisfactorios, son
realmente de menor importancia. Pero lo que es de vital importancia es lo que nos deseemos nosotros
mismos individualmente. Si el mundo entero conspirase antagónicamente contra nuestros deseos, nosotros, a
pesar de ello, alcanzaríamos completo éxito, siempre que en todo momento pudiéramos mantener la
intensidad y persistencia necesaria con relación al deseo. ¿Es riqueza lo que deseamos? Ésta puede ser
nuestra por el ejercicio de nuestra voluntad. Si deseamos poder y popularidad también lo poseeremos,
siempre que envolvamos a nuestro deseo con un ardor irresistible. ¿Estamos enfermos, débiles o inválidos
en otros sentidos? También podemos limpiarnos de estas impurezas corporales mediante un deseo intenso de
salud. Las restricciones sociales o condiciones familiares embarazosas desaparecerán ante el vehemente
deseo de aquel que desea.
Pero hay también otro aspecto. El deseo es una espada de dos filos y lo que pudo parecer como la mayor de
las bendiciones en un momento de contemplación, puede que se convierta en una maldición cuando pase a
nuestra posesión el deseo. La mayor fortuna puede desaparecer en unas cuantas horas por un terremoto o por
una baja de Bolsa y el rico siempre está temiendo la pérdida de sus posesiones. Para ser popular tenemos
necesidad de estar constantemente pendientes de los gestos y caprichos de todos y sin tomarnos para
nosotros ni tiempo, ni descanso. Las enfermedades corporales que parecen espinas clavadas en nuestra
carne, que parece que roban la fragancia de todas las horas de alegría y de las cuales desearíamos vernos
libres, pueden convertirse en la mayor de las bendiciones.
Pablo tenia semejante enfermedad y suplicó al Señor, quien le dijo: “Mi gracia es suficiente para Ti."
Asimismo puede suceder con las condiciones inarmónicas familiares, etc. Hay en todas las relaciones
humanas ciertas lecciones que deben aprenderse por nuestro propio bien y, por lo tanto, debemos ser muy
precavidos y cuidadosos, no desear que se nos quiten de delante sin añadir, siempre, las palabras que fueron
usadas por Cristo durante la pasión en la cruz del jardín de Getsemani. Aunque su cuerpo se estremecía
contemplando la tortura que le aguardaba, dijo: "No se haga mi voluntad, Padre mío, sino la Tuya."
Debemos recordar siempre que hay una sola cosa por la cual podemos orar con fervor ininterrumpido, y con
llena intensidad y esta es la de que seamos placenteros a Dios.
Y ahora, querido amigo, la Fraternidad Rosacruz es una asociación compuesta de muchos miembros
individuales. Usted es uno de ellos y ¿no querremos mirarnos como un solo miembro para desearnos a
nosotros mismos a la Fraternidad, un bautismo mayor de la gracia de Dios durante el año de 1915, para que
nosotros podamos ser más eficaces en nuestro trabajo de Dios sobre la Tierra y precipitar el día de Cristo?
¿Y querremos desearlo con tal intensidad que todos trabajaremos por tal finalidad durante todo el año con el
máximo celo y fervor?
Pueda Dios bendecir a la Fraternidad Rosacruz y hacerla un factor más eficiente en Su trabajo por el mundo.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
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