CARTA Nº 16
Marzo de 1912
NECESIDAD DE LA DEVOCIÓN
Como quiera que el tema sobre el matrimonio, del que hacíamos referencia en nuestra lección del
pasado mes, se vuelve a considerar en cierto sentido en la carta de éste, tengo la sensación de que la carta de
este mes de los estudiantes, tal vez sea más provechosa si la dedicamos a un punto sobre el que he deseado
hablar desde hace mucho tiempo.
"El Concepto Rosacruz del Cosmos" ha encontrado una acogida tan fenomenal, y ha hecho brotar tal
gratitud y admiración en todo el mundo, que yo debería sentirme halagado por la atención que se le concede
en todas partes. Pero antes al contrario, empiezo a sentirme cada vez con mayor temor de que el libro pueda
dejar de dar todo su fruto y de perder la orientación hacia la que han
intentado darle nuestros Hermanos Mayores. El objeto del libro, tal como se designa en las páginas 13 y 14
es el de satisfacer la mente mediante la explicación intelectual del misterio del mundo, de forma que al lado
devocional de la naturaleza del estudiante le sea dable desarrollarse en los principios que su intelecto haya
aprobado. El Concepto Rosacruz del Cosmos, yo creo, se ha abierto camino por esta apelación al intelecto y
por la satisfacción que ha causado a la mente investigadora. Ciento y aun miles de cartas han testimoniado
que estudiantes que en vano han estado buscando durante años, han encontrado en él lo que buscaban. Unos
cuantos solamente aparecen como capaces para sobrepujar la concepción intelectual, y a menos que el libro
dé al estudiante un fervoroso deseo de sobrepasar el sendero del conocimiento y la continuación por el de la
devoción, el libro constituirá un fracaso en mi opinión.
En otra sociedad formada en estas mismas normas, he conocido grupos que han estado durante años
disputando ante un plano del átomo, ahondando profundamente en todos los más minuciosos detalles de la
espiral y de sus desarrollos, pero con una extraordinaria frialdad e indiferencia ante las penas del mundo que
les rodea; y es con profunda pena y gran temor que me doy cuenta del desarrollo de esta tendencia entre
algunos de nuestros estudiantes, la cual espero pueda ser refrenada antes de llegar a ocasionar la muerte del
corazón. El "conocimiento infla, pero el amor edifica", dice Pablo, viéndose este ejemplo bien claramente
demostrado en la actitud de los guías de la sociedad a que me refiero, quienes con frecuencia deprimen la
religión Cristiana desde la tribuna o la imprenta, porque carece de una concepción intelectual del universo.
Permítame que le recuerde la advertencia expuesta por nuestro Maestro en el Concepto Rosacruz del
Cosmos, y que se refiere a los diagramas: "En el mejor de los casos, son muletas para la ayuda de nuestras
limitadas facultades; cuando dibujamos un diagrama para explicar los misterios espirituales, es lo mismo
que si sacáramos todas las ruedecillas de un reloj y las desparramásemos para demostrar la forma en que nos
indica la hora." Aunque los diagramas puedan ser una valiosa ayuda en determinado periodo de nuestro
desarrollo, nos incumbe siempre a nosotros recordar sus limitaciones y esforzarnos por medio de nuestra
intuición el concebir la verdadera idea espiritual. También me inclino a la creencia de que es de la mayor
importancia el que los estudiantes observen el verdadero designio del Concepto Rosacruz del Cosmos, el
objeto y la finalidad del mismo, de la forma más clara y precisa en todo momento. Así se hace constar en el
reverso de las postales que deben devolver los estudiantes en letras negras, y yo aconsejaría a cada
estudiante lo escribiera en letras mayúsculas, pegándolo en el Concepto Rosacruz del Cosmos para que lo
vea cada vez que abra el libro, pues no obstante, y tener todos el conocimiento y podamos solventar todos
los misterios, no seremos más que bronces que suenan o címbalos si no tenemos amor y lo ponemos al
servicio y ayuda de nuestros semejantes.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
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