humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

*
* *

*




CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS
Max Heindel

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship
Ingrese aquí

Auxiliar Invisible

Cristo Salvador

Cristo Salvador

Powered By Blogger

viernes, 18 de enero de 2013

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ ES UN CENTRO ESPIRITUAL



CARTA Nº 24
Noviembre de 1912

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ ES UN
CENTRO ESPIRITUAL

El 28 del mes pasado hizo un año que excavamos el terrenos para la construcción del
primer edificio en Mount Ecclesia. Fue un glorioso día de sol, típico en California, sin una nube
que empañase el cielo, cuyo azul intenso rivalizaba con el azulado del Océano Pacifico, visible
hasta más de cien millas desde donde estábamos, sobre los terrenos de la Sede Central. Éramos un
pequeño núcleo de nueve, la mayoría miembros visitantes. Al dirigir nuestra vista hacia el verde
valle de San Luis Rey, en dirección de las grandes montañas cubiertas de nieve en el Este y
contemplar las blancas paredes, el techo de rojas tejas y la cúpula dorada de la Misión de San Luis
Rey, donde los Padres Franciscanos tanto trabajaron enseñando a mejicanos e indios durante siglos,
nos pareció de buen augurio.
Aquí estábamos unos cuantos entusiastas sobre una corta extensión de terreno árido, en el
que todos aspirábamos a establecer un Centro Espiritual. Aquellos antiguos Padres se encontraron
en situación parecida, mejor tal vez en algunos casos y peor en otros.
Los medios de locomoción y de transportes modernos, nos permiten llegar hoy día a todas
las partes del mundo, y en cambio el campo de acción de ellos se limitaba entonces a las inmediatas
proximidades.
Ellos se vieron obligados a labrar la tierra y también las almas de sus rebaños para obtener
sus medios de vida. Solicitaron de sus feligreses el esfuerzo físico a la vez que ellos extendían los
planos, y mediante los esfuerzos combinados se erigió un templo en el que todos pudieran
entregarse al culto y adoración. En este particular aspecto estaban mucho mejor situados que
nosotros; toda la asociación en pleno estaba presente en el lugar donde se llevaban a cabo las
operaciones, prontos a la ayuda física para la construcción de la Misión, que era para ellos lo que
nuestro Centro General será para la Fraternidad Rosacruz. Pero nosotros no tenemos ningún pupilo,
no reclamamos autoridad y repudiamos la interferencia con la libertad individual por ser
diametralmente opuesta a las enseñanzas Rosacruces, que son las más altas del mundo. "Si tú eres
Cristo, ayúdate a ti mismo", esto es lo que se le dice al candidato que pasa por la iniciación y gime
bajo el peso de la prueba. Nadie que sea un inválido puede, a la vez, ser auxiliar; cada cual debe
aprender a sostenerse por sí solo.
Nuestra sociedad cuenta hoy con un número de asociados cuatro veces mayor que hace un
año, y por consiguiente, el trabajo ha aumentado considerablemente, aunque el sistema y la
maquinaria nos capacita a tres de nosotros que trabajamos en las oficinas a hacer el trabajo de un
grupo nutrido de empleados, verificándose los trabajos caseros y el de jardinería por gente
asalariada. A pesar de todo esto, el trabajo usual de la preparación de cartas en las variadas clases,
examen y corrección de lecciones, el envío mensual de unas 1.500 cartas individuales para ayudar a
nuestros estudiantes a solventar sus dificultades, además de las clases por correspondencia, nos
agobia algunas veces y parece que no podamos admitir más solicitudes por falta de ayuda para
efectuar la parte mecánica del trabajo. Pero al parecer, milagrosamente, se despeja el cielo de
pronto, inventamos un método nuevo de llevar a cabo una cierta parte del trabajo con mayor
rapidez o menos esfuerzo, poniéndonos en situación de hacer frente a un nuevo aumento de trabajo,
y como ya dejamos dicho, hacemos hoy cuatro veces más de lo que hacíamos hace un año, con
menos ayuda y menos trabajo.
Pero mientras la Fraternidad en su mayor parte ha podido ser atendida, el Centro General en
si ha sufrido alguna negligencia. La propuesta Escuela de Curación, el Sanatorio y lo más
importante de todo ello, la Iglesia -donde la Panacea debe ser preparada y en donde los poderosos
servicios de curación esparcirán sobre todo el mundo la salud física y moral -, todo esto hasta ahora
sólo son ideas en germen. Como el grito de dolor de la humanidad doliente llega a nosotros por
medio de millares de cartas, nuestro anhelo por la realización de los planes de los Hermanos
Mayores se hace más intenso y tan agudo, en efecto, que parece ser que vaya envuelto en él el ansia
concentrada de todos los que han apelado a nosotros que están tristes y enfermos.
Nuestra fraternidad está desparramada por todo el planeta. Nosotros no podemos seguir el
ejemplo de los misioneros españoles y rogar a nuestros estudiantes que hagan ladrillos físicos y los
vayan colocando en la pared, ladrillo sobre ladrillo, en señal de trabajo de amor. Por mi parte
tampoco he solicitado un centésimo de nadie -el trabajo de la Fraternidad Rosacruz ha venido
siendo soportado absolutamente con donativos voluntarios y el modesto ingreso reunido por la
venta de mis libros - ni tampoco haré un llamamiento para cubrir el fondo para la construcción de
un edificio; todo esto debe salir del corazón de los amigos si lo habremos de reunir de algún modo;
pero sintiendo como sentimos aquí en la Residencia el intenso latido de dolor del mundo, me
impele el buscar los medios de realizar el plan "de convertir a la Residencia de la Fraternidad
Rosacruz en un Centro espiritual lo más eficaz posible”.
Hace un año yo escribí a los estudiantes diciéndoles el momento critico que romperíamos el
terreno en Mount Ecclesia y pedí a todos que entrasen en su cuarto reservado y estuviesen con
nosotros en oración, si no podían estarlo personalmente, siendo maravilloso el ver el impulso
estimulante que notamos de aquel esfuerzo espiritual colectivo, por cuyo estimulo se ha adelantado
el trabajo durante el pasado año en un grado apreciable y, por lo tanto, otra vez me siento inclinado
a invocar la ayuda de todos bajo las mismas líneas.
Los afiliados al movimiento llamado Ciencia Cristiana nos "demuestran", cuando lo
quieren, el modo de levantar edificios con el dinero que afluye a sus arcas; los prosélitos del
Pensamiento Nuevo envían una "demanda", y los cristianos de todas las denominaciones "suplican"
fondos. Todos ellos usan un método fundamental, pero emplean nombres diferentes. Todos desean
magníficos pilares de piedra y cristal y ellos los consiguen.
Yo sé que es necesario un lugar y un edificio apropiado a la dignidad de nuestro trabajo,
pero a pesar de necesitarlo tanto, yo no puedo rogar por columnas y piedras ni puedo pedir a los
estudiantes que ellos lo hagan; pero sí puedo, quiero y hago el suplicarles a todos y cada uno que se
me unan en la oración que elevo de que "la Residencia de la Fraternidad Rosacruz pueda llegar a
ser un Centro espiritual lo más eficaz y poderoso".
Ore con toda su alma para que los trabajadores de la Residencia se vean bendecidos por la
gracia para poder llevar adelante el trabajo, haga de ellos el foco de sus amorosos pensamientos
para que también seamos capaces de irradiar esa gracia hacia el mundo hambriento por tal limosna
de amor. En nosotros mismos somos débiles, pero por sus oraciones y la gracia de Dios nosotros
podremos ser una poderosa fuerza en el mundo, y si buscamos el Reino de Dios, tales
menudencias, como edificios necesarios para el trabajo, surgirán en el momento oportuno con el
decurso de los tiempos sin que degrademos la oración convirtiéndola en medios de adquirir
posesiones materiales.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

*


* * *

No hay comentarios:

Publicar un comentario