LA ÉPOCA HIPERBÓREA
En diferentes puntos del globo incandescente comenzaron a formarse con el transcurso del tiempo costras o islas en medio del mar de fuego.
Entonces aparecieron los Señores de la Forma y los Angeles (la Humanidad del Período Lunar), y envolvieron la forma densa del hombre en un cuerpo vital. Aquellos cuerpos abotagados comenzaron entonces a crecer en tamaño, absorbiendo materiales del exterior por ósmosis, por decirlo así. Cuando se propagaban ya no se dividían en dos mitades, sino en dos partes desiguales. Ambas crecían hasta adquirir el tamaño original del padre.
Como la Época Polar era realmente una recapitulación del Período de Saturno, puede decirse que durante ese tiempo el hombre pasó a través del estado mineral; tenía el mismo vehículo -el cuerpo denso- y una conciencia semejante a la del estado del trance. Por razones análogas, atravesó el estado vegetal durante la Época Hiperbórea, pues el hombre tenía entonces un cuerpo denso y uno vital, y una conciencia semejante a la del sueño sin ensueños.
El hombre comenzó su evolución en la Tierra después de que Marte fue arrojado de la masa central, y lo que ahora es la Tierra no se había desprendido todavía del Sol; pero al finalizar la Europa Hiperbórea, la incrustación había progresado tanto, que se había convertido en un verdadero obstáculo para el progreso de algunos de los más elevados seres solares. El estado incandescente, por otra parte, obstaculizaba la evolución de algunas criaturas de grado inferior, tales como el hombre, que en este estado necesitaba un mundo más denso para su futuro desarrollo. Por lo tanto, la parte que ahora es la Tierra fue arrojada del Sol al finalizar la Europa Hiperbórea y comenzó a girar en torno del cuerpo de su padre, siguiendo una órbita un tanto distinta de la que ahora sigue. Poco después fueron arrojados Venus y Mercurio, por razones análogas.
La cristalización siempre comienza en el polo del planeta en el cual el movimiento es lento. La parte solidificada va avanzando gradualmente hacia el Ecuador, obedeciendo a la fuerza centrífuga. Si esta fuerza es más fuerte que la tendencia cohesiva, la masa solidificada es arrojada al espacio.
Cuando el globo terrestre fue separado de la masa central, incluía la parte que actualmente es nuestra luna. En este gran globo estaba evolucionando la oleada de vida que ahora está pasando a través del reino humano, así como las oleadas de vida que comenzaron su evolución en los Períodos Solar, Lunar y Terrestre, y que están evolucionando actualmente a través de los reinos animal, vegetal y mineral.
Ya hicimos mención de los rezagados de varios períodos, que en estos últimos tiempos pudieron subir un escalón en la evolución. Había algunos, sin embargo, que no dieron ese paso. No evolucionaban y, en consecuencia, fueron dejados cada vez más atrás, hasta que llegaron a convertirse en un pesado obstáculo e impedimento para los que progresaban. Y se hizo necesario el expulsarlos para que la evolución de los demás no se retardase.
Al principio de la Epoca Lemúrica, esos "fracasados" (nótese que eran fracasados y no meramente rezagados) habían cristalizado la parte de la Tierra ocupada por ellos hasta tal punto que ésa formaba como una inmensa escoria sobre la Tierra blanda e ígnea. Habíanse convertido, pues, en un obstáculo y una obstrucción, y entonces, ellos, junto con la parte de la Tierra que habían cristalizado, fueron arrojados al espacio. Esa es la génesis de la Luna.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel
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