Venus: principio de la armonía.
Venus es la resultante de la transmutación de lo emocional, la manifestación de la
perfección y la belleza. Es la reacción estética instintiva nacida del refinamiento interno, es
nuestra habilidad innata de percibir y apreciar el color, la línea, la modulación y la proporción.
Nosotros como individuos vivimos en y para el “yo” a través del primitivo Marte, que
encarna el impulso de la conservación y nos identifica con las corrientes de vida a través de
los embates del cuerpo de deseos y el resultante “karma”. El propósito de Marte es la
consciencia de la propia individualidad. Cuando se ha cumplido la etapa egoísta de
dominación de los otros para nuestros propios fines, entonces se establece una relación que
expresa la propia individualidad y contribuye a la vez al bien del otro.
Venus en cualquier horóscopo es el símbolo de la facultad estética (ritmo, balance,
proporción y gusto resultado del refinamiento interno), y de la potencialidad del amor.
Neptuno por el contrario, es nuestra reacción a la belleza creada artificialmente.
Venus es la complexión hermosa, el cuerpo elegante y la dulce voz. Suyos son el arte
de el baile y el canto. Neptuno es el uso hábil de los cosméticos que crea la ilusión de la
belleza, las lecciones de baile y de canto por las cuales los seres inventan mayor hermosura
que la que poseen.
Neptuno y Venus en el horóscopo indican el talento artístico, forman la base estética.
Venus es nuestra capacidad para actuar en términos de intercambio armonioso con
los otros, en cooperación y ayuda, con buena voluntad y propósitos constructivos a fin de que
se asegure el mutuo desarrollo. El impulso del amor proporciona la base más satisfactoria
para el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades, por ello la conciencia Venusiana
es la base perfeccionista del cuerpo de la relación. Ritmo, balance, proporción y gusto están
tan evidentes en las relaciones cultivadas como en las cualidades de las cosas que llamamos
bellas.
Saturno, que encarna la responsabilidad física se exalta en el signo de Libra lo que
nos indica que la experiencia de la relación implica automáticamente la responsabilidad de
realización.
La tríada emocional consta de Marte, Venus y Urano. Marte es la proyección
individualista mientras que Venus es su transmutación y refinamiento por medio de la relación.
Urano, la octava superior de Venus es la fusión de las dos dentro del individuo. La mezcla de
las dos potencialidades femeninas y masculinas conocida como las “bodas herméticas” y la
expresión creadora de ésta vibración que manifiesta su cumplimiento sin la necesidad de un
compañero es la frecuencia vibratoria superior de Urano. Las polaridades fundidas le permiten
a la persona crear desde su propio centro, en un nivel más elevado de conciencia emocional
que Marte o Venus o en intercambio entre sí a través de dos personas distintas. De aquí que
Venus en Acuario, signo que rige Urano sea una expresión trascendente de amor basado en
el desapego y la libertad.
Venus rige los signos de Libra y Tauro, en su parte masculina y femenina
respectivamente. En Libra encuentra su más pura expresión de las relaciones y en Tauro
halla una poderosa expresión de su potencialidad emocional pero en términos más mundanos.
Se exalta en el signo de Piscis, dónde es la esencia del amor espiritualizado.
Su detrimento se encuentra en los signos de Escorpión y Aries. En Escorpión es
intensamente magnética e indicativa del amor en términos de deseo sexual y la pasión. En
Aries, Venus es “amor como expresión propia”.
Venus está en caída en el signo de Virgo y aquí es el amor como “algo por hacerse”.
Es mental, analítico y crítico, tiende a despedazar las cosas para observar las partes pesadas.
El afecto se expresa en términos de “bien” y “mal”, “deber” y “adaptabilidad”.
La esfera de la potencialidad de Venus en un horóscopo se halla determinando los
aspectos así como los planetas “dispositados” por Venus.
Las cuadraturas y oposiciones a Venus o las conjunciones maléficas representan las
posibilidades de anular el impulso hacia la unión y la expresión del amor, así como estados de
conciencia que inhiben el desarrollo de los impulsos estéticos y sociales.
Venus en trino representa florecimientos del alma, el cultivo de gracias mentales,
emocionales internas y las capacidades para un vivir hermoso y alegre.
Venus poderosa por influencia pero afligida por aspectos es “impulso sin cultivar”. Aquí
encontramos al hombre gregario que no puede distinguir los amigos de los conocidos, la mujer
que solo le gustan los colores bellos y no los combina bien, el artista que canta e irrita con su
voz.
Cuando Venus está sin aspectos, la casa de su colocación indica el foco del impulso
social, el signo de su ubicación la potencialidad escondida de la naturaleza amorosa. Este
patrón es indicativo de una encarnación en la cual se ha hecho preparación alquímica para el
futuro. Quien tiene Venus sin aspectos puede no ser sociable o alegre pero si labora la
simpatía para animar a otra persona o para hacerla feliz su buena voluntad cultivará la energía
Venusina.
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Curso de Astrología básico Página: 93 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay
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