Júpiter es el medio por el cual las fuerzas espirituales se hacen manifiestas a la
conciencia terrenal.
Así el símbolo de Júpiter nos describe a un semicírculo, emblema general del espíritu,
sombreando la cruz de la manifestación material. Ello nos refiere a la función de la
alimentación ( Luna representada en el semicírculo) penetrando toda expresión material.
Júpiter debe trabajar siempre a través de la forma. Su esfera está condicionada por los
dictados y exigencias de Saturno.
El es las cualidades de mente y corazón que proveen energía y elevación a la
conciencia evolutiva.
En el cuerpo físico gobierna la sangre arterial, que desempeña un trabajo de renovación
y mantenimiento nutriendo y purificando.
Júpiter siempre es más que “simplemente suficiente”, es grandeza y expansión.
No es una vibración estética pero su personalidad resalta claramente en la complejidad,
magnificencia y esplendor del espectáculo, el “ballet” y la gran ópera. Suya es la extensión de
la energía de Marte puesta en el “drama” (representación).
El es el amante de la vida, entusiasta, risueño, progresista, generoso y benevolente.
Es nuestra capacidad de dar sinceramente, abundantemente y sabiamente
mezclándonos con las vidas de los demás para auxiliarlos.
Júpiter es filantropía ,la beneficencia de la religión, cualquier medio por el cual individual
o colectivamente mejoramos las condiciones de éste plano.
A través de su expansión contrarresta las posibles dificultades causadas por la
cristalización de Saturno debida al miedo de perder.
Cuando el producto de entrada es logrado por un rendimiento benéfico Júpiter y Saturno
trabajan acordes. Así cuando se ha logrado el “rendimiento” como expresión de gratitud para
recibir el “ingreso”, Júpiter demuestra su poder de la mejor manera, ya que la gratitud
proporciona una cualidad de receptividad a la conciencia, armonizándola más y más con el
crecimiento y la plenitud de la expresión. La psicología de Júpiter de dar gracias por la ofrenda
y tener la buena voluntad de compartirla infunde una corriente de energías renovadoras a
estados cristalizados, mórbidos y malsanos. A través de Júpiter también sentimos
automáticamente el impulso de compensarnos de la privación que sentimos más
intensamente necesitada, sustituimos lo que nos falta a través del mejoramiento y la
beneficencia.
Júpiter es el símbolo del sacerdote o “padre espiritual”, quien orienta a la persona más
inmadura por las vías del desenvolvimiento espiritual.
Al sintetizar los patrones de Júpiter en un mapa, no solamente observamos sus
aspectos y ubicación, también debemos ver las condiciones de la novena casa para encontrar
el significador espiritual de su Júpiter.
Este planeta gobierna la novena casa del horóscopo que representa la profesión de la
ley como protección del pueblo, así como también la Iglesia como institución protectora e
instructiva. Esta casa resume la “conciencia del bien y del mal”, el verdadero discernimiento y
comprensión destilados de la experiencia y que proveen el pábulo para el progreso
constructivo en la vida. Júpiter es nuestra expresión externa directa de ésta conciencia “del
bien y del mal” y su posición en el horóscopo demuestra como y por cuales medios nos
impulsamos a enseñar a la gente el camino que creemos debe seguir.
Según sean los aspectos al regente de la novena casa ello estará indicando las
posibilidades del nativo de encontrar su religión o el maestro espiritual que necesita en ésta
vida.
Júpiter sin aspectos indica que ha llegado el momento de empezar a dar.
Cuando Júpiter tiene malos aspectos estos se manifiestan por medio del desbalance, la
falta de dominio, y la falta de cultivo, indica que necesita control y guía. También puede estar
representando problemas psicológicos que deben ser abordados a través de la razón, los
hechos, el discernimiento y el análisis.
Así podemos encontrarnos con individuos que en su interior manifiestan falso orgullo,
arrogancia, ilusión de que la riqueza material les da poder, etc. Este mismo patrón de aflicción
produce también experiencias que prueban su generosidad, el comportamiento en su religión
con sus pares y respecto a su fe.
Cuando Júpiter esta afligido pero “dispositado” por un planeta sin aflicción indica que las
cualidades del planeta “dispositor” pueden usarse para ayudar a Júpiter a controlarse y
disciplinarse.
Un planeta afligido “dispositando” a un Júpiter sin aflicción indica que el planeta puede
ser redimido a través de las mejores cualidades de Júpiter.
Júpiter rige los signos de Sagitario y Piscis y se exalta en Cáncer.
En Virgo y Géminis está en detrimento y en Capricornio en caída. En Virgo es analítico,
detallista y crítico. En Capricornio es oportunista, pues tiende a dar esperando algo a cambio.
* * *
Curso de Astrología básico Página: 96 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay
No hay comentarios:
Publicar un comentario