Neptuno: principio de la instrumentación

Neptuno: principio de la instrumentación

Neptuno es el portador de la luz del Sol espiritual, llamado Vulcano entre los ocultistas,

el cual es visible detrás del visible Sol. Por ello hay aún muy poco de la humanidad capaces

de poder ser afectados por el, salvo que produce un estado caótico mental cuando se halla

colocado en aspectos contrarios.

Cuando nos volvemos instrumento de las Fuerzas Omnímodas, ya sean Blancas o

negras entregamos nuestra voluntad personal en consagración para servir a nuestro concepto

de los propósitos de esas fuerzas. Tal es la frase: “Hágase tu voluntad y no la mía”.

Aquellos cualificados para actuar cual instrumentos, como medios para desencadenar

tal Poder son empujados a hacerlo por impulsos irresistibles, aún cuando no estén

conscientes de ello.

Juana de Arco, Max Heindel, Isadora Duncan, Bernadette Soubirous, Padre Flannagan

entre otros fueron instrumento para el establecimiento de instituciones para instrucción,

regeneración humana y curación.

El símbolo esotérico de Neptuno (lanza ahorquillada del dios del mar) es el “tridente”,

símbolo que representa el Cáliz vuelto hacia arriba, abierto para recibir la influencia de las

energías inspiradoras o astrales.

Asimismo se nos dice que Neptuno no es miembro de nuestro sistema solar, sino que

funciona como un “trasmisor de energías galácticas” a nuestro sistema.

Neptuno es una vibración femenina, impresionable, sensible, reflectiva, fluídica y

receptiva. Así como la Luna es “madre” en el sentido personal, Neptuno también es “madre”

en un sentido universal. En este sentido significa la “Madre Iglesia”, omnímoda, toda

clemencia, toda redención. Es Neptuno el gran océano alojando en sus profundidades la

evolución de millones de formas, la virtud de la compasión, el amor comprensivo que no

reconoce barreras para su expresión, que es universal.

La religión y el arte son dos maneras de que el hombre exprese su reconocimiento de la

divinidad y se vuelva instrumento en las manos divinas. Así la poesía, el drama, la música, el

baile y la pintura (pero sobre todo las dos primeras) son expresiones de Neptuno donde el

hombre le da forma a su idealismo dirigiendo la técnica según su voluntad encendida por la

inspiración.

El músico nos habla de la melodía y armonía tonal siendo esta la palabra en el plano

interior.

El actor simboliza en cada representación un patrón vibratorio particular o nivel del

espíritu.

En estas capacidades como músico, artista, sanador, maestro y filántropo el hombre

se manifiesta como un trasmisor microcósmico de fuerzas super-dimensionales.

Así la instrumentalización es una liberación concentrada de poder que cuando se utiliza

por individuos de grandes dimensiones de conciencia no respeta personas ni cosas y hace

posible un gran servicio de curación y reajuste en todas las fases de la vida humana.

Pero cuando es desatado a través de una conciencia que aún no está regenerada ni

espiritualizada encarnada en el egotismo, la instrumentación se convierte en un proceso por el

cual pueden exponerse cosas muy negativas. Así lo podemos ver en algunos criminales

donde la intensidad de las capacidades del deseo predomina sobre la Voluntad y la

Inteligencia, donde la intensidad del propósito unida a la perversión y las condiciones

inadaptadas tienden a desarrollar sensibilidad a fuerzas astrales destructivas generando el

desorden que estos seres conllevan. Tal es el ejemplo de aquél que su sexualidad intensa

pero sin orientación lo conduce a cometer asesinato y crueldad, o de la “inquisición” de la

Iglesia en la edad media. Podríamos decir que estos seres son instrumentos de magia negra

en la medida que otro poder se desata a través de ellos muchas veces de forma inconsciente

y los impulsa a actuar.

Neptuno aspectando negativamente, es la huída de la realidad a través de las drogas, la

indolencia, la perversión y el suicidio y debe estudiarse como una indicación kármica que el

Principio ha sido pervertido en el pasado. Opera de manera que empaña la vida de las

personas con ilusiones porque la ilusión ha sido perpetrada. En los períodos en que Neptuno

es activado estas personas colocan las cosas fuera de lugar y se les pierden, los asuntos

materiales aparecen caóticos y confusos, ocurren y se dicen cosas cuyas causas no pueden

determinarse, las relaciones toman un aspecto extravagante y son reveladas cosas

insospechadas. En los planos más sutiles de experiencias se despiertan extrañas emociones

perturbadoras; pueden sentir éxtasis complejos y peculiares; la fuerza de voluntad y el

propósito parecen disolverse en sentimientos insólitos de indiferencia; fantasías semejantes

al trance y sueños fantásticos son experimentadas y muchas veces encontramos una

búsqueda fascinante a través de un múltiple pasaje por las religiones. La persona cuyo mapa

lleva un énfasis intenso del elemento tierra experimenta cuando se activa su Neptuno mucho

miedo y la expresión material de la vida aparece fuera de foco.

Los buenos aspectos a Neptuno dan lugar a intensos momentos de inspiración y

exaltación, y tal vez la persona pueda referirse a un prójimo de desarrollo elevado e

inclinación espiritual o a una iluminación artística. Cuando se halla en los ángulos y

especialmente en elevaciones cerca del Medio Cielo, produce ocultistas y místicos de

temperamento superior, pero en cambio cuando se encuentra en casas bajas produce la

mediumnidad en el mejor de los casos, pues a menudo causa locura.

Para entender la cualidad de aquello que viene a través de éste canal que viabiliza

Neptuno en las personas debemos atender a los planetas que aspectan a Neptuno, a su

dispositor, y su posición en el mapa. Por tanto, todo patrón no regenerado de Neptuno da

lugar a que la persona, inundada por olas de afluencia de los planos astrales, sojuzgue su

corazón, su mente y su conciencia a medios que no son ni meritorios, ni dadores de salud.

Neptuno sin aflicción en el mapa es una potencialidad para la transmutación por medio

de la Idealidad, es decir por medio del ejercicio de la oración y la devoción a ideales elevados,

lo cual abre los caminos hacia la purificación del organismo entero a través de la regeneración

de la salud física y la respuesta al poder terapéutico del arte en general.

Los planetas en Piscis, dispositados por Neptuno son potencialidades para el

desenvolvimiento de Conciencia Cósmica desde la redención de karma por el idealismo antes

mencionado.

La casa que contiene Neptuno encierra el secreto de cómo expresa el nativo la

Conciencia Cósmica y a través de que patrones de experiencia; hacia que fines es la persona

utilizada por las fuerzas espirituales o astrales, la fuente de conciencia de lo espiritual y la

inspiración, el punto de entrega a la voluntad de Dios, la instrumentalización para la verdad y

la trascendencia de la separatividad.

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Curso de Astrología básico Página: 102 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay