La Parte de la Fortuna
Es un punto del horóscopo que se opone o favorece las fortunas monetarias en
concordancia con los aspectos que recibe de los planetas. Es la más importante de las partes
arábicas.
La distancia del Ascendente a la parte de la fortuna es igual que la distancia del Sol a la
Luna.
No es una energía planetaria, sino que es un punto de armonía entre el Sol, la Luna y el
Ascendente.
Es donde uno tiene tendencia a fluir con facilidad y donde generalmente tiene la suerte
de desarrollar bien las cosas de esa área.
El signo en el cual la parte de la fortuna cae representa las características que deberían
incorporarse en su personalidad. Estas características deben usarse constructivamente con
los asuntos de la casa a fin de mitigar las emociones de la fase lunar cuando nacemos.
La parte de la fortuna es como la extracción de lo mejor que tiene el Sol, la Luna y el
Ascendente, es el punto en el que podemos llegar a estar centrados respecto a estos tres,
puesto que ellos por separado pueden ir por lugares distintos marcando una necesidad de
realización diferente cada uno. Contiene la esencia de nuestra propia búsqueda espiritual y
como sincronizamos con las corrientes cósmicas, que nos llevan hacia nuestro nodo Norte y la
evolución de nuestra alma.
En este punto nos podemos realizar como individuos sin que el karma nos ate al
pasado. Representa la presencia en el ahora, es decir ese punto en donde todos los “yo” de
nuestro interior están unidos y cooperando, por tanto el punto exacto en el cual uno encuentra
la forma de disolver el karma.
Es en este sentido que el individuo estará superado el karma colectivo también, por
resonancia, ya que en ese estado, cuando logra unir su mente con su cuerpo de forma
vivencial, manteniendo la mente concentrada en lo que está haciendo, sin pensar en otra
cosa que en eso, entonces también su medio logra ser modificado poniéndose en sintonía con
las energías cósmicas.
Al estar confiados de nuestra acción, con plena certeza de que es lo correcto, ya no
tenemos que pensar en ello otra vez, sino fluir con las experiencias del presente y disfrutar de
ellas. Esto es muy difícil para todos nosotros, dado que en general pensamos una cosa,
deseamos otra, e incluso hacemos otra diferente.
Es en este sentido muy importante la meditación oriental y el ejercicio de concentración
para educar la mente a comprender lo que sucede afuera y sobre todo lo que nos sucede
dentro. Aprender de nuestros propios pensamientos, emociones y acciones, dejándolos fluir,
como un observador externo que no está identificado con ellos es lo que da lugar al proceso
interior de comprensión de todas esas tendencias internas, extrayendo una verdad superior
que las unifica a todas.
La parte de la fortuna indica, entonces, ese instante en que nos centramos en el ahora
llenándolo solo con pensamientos que pertenecen a lo que estamos haciendo en ese
momento.
El símbolo que representa la fortuna, un círculo dividido por una cruz en su interior, es
aquel que durante mucho tiempo se ha utilizado para simbolizar al planeta tierra. Indica el
espíritu (círculo) centrado dentro de la materia (cruz). La capacidad de brillantez y realización
del Sol unido al carácter personal e interno de la Luna, al unirse al Ascendente hacen que nos
encontremos con su total exteriorización en el entorno de la tierra: la realización de la
personalidad en el ámbito material.
La casa y el signo de la parte de la fortuna indican el área específica en la que uno
puede enfocar sus energías positivas y es capaz de beneficiarse, lo que le traerá un sentido
único de alegría y felicidad. Es el punto en el que un hombre encuentra sus ideales y busca
enfrentarse a ellos cooperando con aquello que es único en su vida.
El punto opuesto a la parte de la fortuna es llamado la parte de la fortuna impersonal y
es el punto en el que debemos tratar de ser impersonales en la observación de los demás. La
fortuna impersonal son aquellas cosas que vemos en los demás y que a menudo ellos nos
dicen o nos comentan, o incluso nos animan a hacer. Debemos saber como tomarlo sin que
nos distraiga, para que nos sirva para apreciar mas nuestra alegría en el ahora de la parte de
la fortuna. Tenemos que distinguir aquello que nos hace felices y lo que parece que hace
felices a los demás que es lo que vemos reflejado en la parte de la fortuna impersonal.
Indica
también, las formas en las que podemos juzgar a los demás si no estamos en nuestra parte
de la fortuna e integridad personal, las distintas maneras de hacer un intercambio benéfico
con los otros, y la forma en la que nos podemos distraer y perder nuestra experiencia del
ahora.
La parte de la fortuna se estudia tomando en cuenta la fortuna impersonal, que es lo que
normalmente sentimos que es la felicidad de los demás, lo que forma un equilibrio con lo que
disfrutamos nosotros y así conseguimos complementar lo que disfrutan los demás.
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Curso de Astrología básico Página: 108 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay
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