CARTA Nº58
Septiembre de 1915
MEDIOS ANTINATURALES DE
CONSECUCIÓN
Cuando se investiga un sujeto determinado en El mundo invisible, se abren a nuestra vista innumerables
fascinadores senderos. Constantemente nos vemos distraídos de nuestra línea general de investigación por
este, aquel o el otro tema que atraiga nuestra atención, con el consiguiente peligro y grande, de perder la
meta de vista y errar en un laberinto de incoherencia. A menudo, por mi parte, la tentación de seguir un
sendero es más fuerte que mi poder de resistencia y recientemente, durante la escritura de "EI Velo del
Destino", la figura de un anacoreta, con el cuerpo consumido por el hambre hasta parecer un esqueleto (y
que se había disciplinado hasta hacer brotar sangre de sus llagas que no había dejado nunca cicatrizarse,
pensando que servía a Dios con estas austeridades), me condujo a buscar el origen de estas horrorosas
prácticas. He escrito un largo articulo sobre este asunto para nuestra revista, pero es tan importante el asunto
y son tantos los estudiantes de la Fraternidad que no son subscriptores de la revista, que he juzgado que lo
mejor de todo es relatar aquí los puntos principales.
En los antiguos Templos de los Misioneros las grandes verdades enseñadas por la Fraternidad Rosacruz
relativas al cuerpo vital eran dadas al aspirante a la Iniciación. Aprendía que este vehículo se componía de
cuatro éteres: el Éter Químico necesario para la asimilación; el Éter de Vida que propulsa el desarrollo y la
propagación; el Éter de luz que es el vehículo de la percepción del sentido y el Éter Reflector, receptáculo de
la memoria.
Se instruía completamente al aspirante respecto a las funciones de los éteres inferiores comparados con los
dos superiores. Supo que todas las funciones puramente animales del cuerpo dependían de la densidad de los
dos éteres inferiores y que los otros dos éteres, los más elevados, componían el cuerpo de alma, el vehículo
del servicio en el mundo invisible. Aspiró a cultivar esta gloriosa vestidura por medio de la abnegación
propia, reprimiendo las inclinaciones de la baja naturaleza por la fuerza de la voluntad, lo mismo que
hacemos nosotros hoy en día.
Pero hubo quien, impelido por su extremado celo por llegar, no importa cómo, olvidó que solamente por
medio del servicio y del desprendimiento se desarrolla el manto dorado nupcial, compuesto de los dos éteres
superiores. Este pensó que la máxima ocultista "Oro en el crisol, escoria en el fuego; ligero como el viento,
arriba y arriba", significaba solamente que en tanto que se expulse la escoria de la baja naturaleza, no
importaban los medios de lograrlo. Y reflexionó que siendo el Éter Químico el agente de la asimilación,
podía ser eliminado del cuerpo vital agotando el cuerpo físico. Y pensó igualmente que siendo el Éter de
Vida la avenida de la propagación, podría destruirlo viviendo el celibato. Entonces le quedarían solamente
los dos éteres superiores o a lo menos habrían aumentado en volumen considerablemente con relación a los
otros dos.
A este objeto practicó toda suerte de austeridades imaginables; el ayuno y la abstinencia entre otras. Por este
proceso antinatural, perdió el cuerpo la salud y se extenuó. La naturaleza pasional, que buscaba gratificación
por la práctica de la función propagadora, fue aplacada por el castigo. Cierto es que de esta, horrible manera
la naturaleza inferior pareció ser sometida; y es cierto igualmente que al alcanzar las funciones corporales
tan enorme decaimiento, visiones, o más bien alucinaciones, fueron la recompensa de aquel individuo; mas
la verdadera espiritualidad no ha sido nunca obtenida profanando o destruyendo "el templo de Dios", el
cuerpo, y el ayuno puede llegar a ser tan inmortal como la gula.
Esforcémonos en usar la moderación en todas las cosas para ser ejemplares a los demás y alcanzar la
admisión al Templo por obra de un justo vivir.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
*
*
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario