humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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martes, 5 de enero de 2010

Educación del niño (parte 1)

PRINCIPIOS ROSACRUCES PARA LA
EDUCACION DE LOS NIÑOS
CAPITULO I
EDUCACION DEL NIÑO
(PARTE I)
Quizá no exista problema más importante que la educación de los niños. En primer lugar, los padres conscientes que anhelan proporcionar a sus hijos el máximo de ventajas, comienzan antes del nacimiento y aún antes de la concepción, a dirigir sus pensamientos amorosos hacia la misión que van a cumplir en este sentido. Tienen especial cuidado en que su unión, que ha de brindar como resultado la generación de un nuevo ser humano, se efectúe bajo las influencias estelares más propicias, o sea cuando la Luna pasa por un signo que facilite la construcción de un cuerpo fuerte y saludable, teniendo de antemano sus propios organismos en la mejor de las condiciones físicas, morales y mentales. Luego, durante la época de la gestación mantienen constantemente en su imaginación la idea de una fuerte y útil vida para el ser esperado.
Tan pronto como les es posible, después del nacimiento, efectúan el horoscopo del niño, "pues los padres prudentes son también astrólogos". Pero si desgraciadamente no son capaces de realizar este estudio por sí mismos, de una manera completa, deben por lo menos, estudiar las influencias planetarias por cuyo medio comprendan perfectamente lo que el astrólogo les pueda decir, pero de ningún modo deben consultar a un astrólogo profesional para que les aconseje, uno de esos que prostituyen esta divina ciencia por dinero, sino que deben buscar el consejo de un astrólogo espiritual aunque tengan que buscarle y esperar durante un tiempo. En el mapa natal del niño pueden verse las fortalezas y debilidades de su carácter, y de este modo los padres se verán en la posibilidad para estimular las buenas cualidades y tomar las medidas necesarias para contrarrestar las malas tendencias antes de que se conviertan en realidades, y consecuentemente ayudarán en gran escala al nuevo espíritu para vencer sus defectos.
Después los padres deben tener entendido que lo que conmúnmente llamamos nacimiento no es nada más que la venida al mundo del cuerpo físico visible, el cual nace y presta su alto grado de eficiencia mucho antes que los vehículos invisibles del ser humano, debido a la sencilla razón de que aquél lleva mucho más tiempo de evolución. Lo mismo que el feto está escudado contra los impactos del mundo visible por el protector vientre de la madre durante el proceso de la gestación, asimismo están protegidos por envolturas de éter y de materia de deseos los vehículos sutiles, los cuales los protegen hasta que se hallan en el estado de madurez y capacidad para enfrentarse con las condiciones exteriores del mundo.
Durante los primeros años las fuerzas que actúan mediante el polo negativo del Éter Reflector están activas en extremo. Los más puros de nuestros niños son clarividentes hasta este día, permaneciendo en un estado inocente exento de pecados. Así fue con los lemurianos, que eran todavía inocentes y puros y poseían una percepción interna que les daba una oscura idea del contorno externo de los objetos, pero que les iluminaba mucho más claramente su naturaleza interna, sus cualidades anímicas, por una percepción espiritual nacida de su pureza inocente. Del mismo modo, en sus primeros años, los niños pueden "ver" los mundos suprafísicos, y muy a menudo charlan acerca de lo que ellos ven, hasta que la burla y el ridículo de los padres, o el castigo por "decir tonterias" les obliga a callar.
Es verdaderamente deplorable que los pequeños se vean reducidos a mentir (o al menos negar la verdad) debido a la incredualidad de sus "sabios" mayores. Asimismo, las investigaciones de la Sociedad de Estudios Psíquicos (Society for Psychical Research) han dado por resultado el descubrimiento de que los niños, frecuentemente, tienen compañeros invisibles, que les visitan a menudo hasta que alcanzan algunos años de edad. Durante estos años la clarividencia de los niños es, lo mismo que la de los médiums, de carácter negativo.
Lo mismo ocurre con las fuerzas que trabajan en el cuerpo de deseos. La pasiva facultad del sufrimiento del dolor físico se halla presente en ellas, mientras que el sentimiento de emoción está casi por completo ausente. El niño, por supuesto, exteriorizará su emoción a la menor provocación, pero la duración de tal sentimiento es sólo momentánea. Todo está en la superficie. De este modo podemos ver que todas las cualidades negativas se hallan latentes en la entidad recién nacida, pero antes de que sea capaz de utilizar sus diversos vehículos, las cualidades positivas deben madurar.
El niño posee el eslabón de la mente, pero es casi incapaz de mostrar ninguna actividad individual de pensamiento. Es excesivamente sensitivo a las fuerzas que actúan sobre el polo negativo de la mente, y por lo tanto es imitador y enseñable.
No debemos imaginarnos, por lo tanto, que cuando el pequeño cuerpo de un niño ha nacido, el proceso del nacimiento ha terminado. El espíritu, habiendo construido ya muchos cuerpos físicos, los construye muy rápidamente, pero el cuerpo vital es una adquisición posterior del ser humano. Por esta razón, no estamos tan especializados en la construcción del último vehículo. Por consiguiente necesitamos más tiempo para construir el cuerpo vital de los materiales no utilizados en la delineación del arquetipo y no viene a la vida hasta la edad de siete años, o sea el período en el que el niño echa su segunda dentición. El cuerpo de deseos es aún una adquisición posterior del complejo hombre y no es traído al nacimiento hasta la edad de catorce años, es decir, la edad de la pubertad; y por último, la mente, que hace al hombre lo que es: "Hombre", no tiene lugar su nacimiento hasta los veintiún años. Según la ley es la edad reconocida como la más temprana para que el individuo esté capacitado para ejercer sus derechos civiles.
Respecto a la influencia que el nacimiento de los diversos vehículos tiene sobre la vida, podemos decir: Aunque los órganos han sido formados para la hora en que el nuevo ser viene a la vida, durante el tiempo del nacimiento a los siete años, o cambio de los dientes, las líneas del crecimiento del cuerpo físico se determinan. Los órganos de los sentidos toman formas definidas, las cuales nos dan las tendencias de su estructura e inician una u otra dirección en su desarrollo. Después aumentan de tamaño, pero todo su crecimiento sigue las líneas determinadas en estos siete primeros años, y las equivocaciones o negligencias de las oportunidades de este período no podrán ser rectificadas después en la vida. Si los miembros y órganos han tomado la conformación debida, el cuerpo total después de su desarrollo completo será armonioso; pero si ha habido alguna deformación, entonces el cuerpo físico de la persona será más o menos desproporcionado. Es un deber del pedagogo y educador el proporcionar al niño la debida atmósfera en este período, según la naturaleza lo hace antes del nacimiento, pues solamente esto puede dar al sensitivo organismo la dirección justa y tendencia apropiadas de crecimiento.
(continúa)
del libro "Temas Rosacruces I" de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel

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