EL MUNDO DEL DESEO
CAPÍTULO III
LA ANATOMÍA DEL CUERPO DE DESEOS
EL AURA INMORTAL O EGOICA
Para una comprensión del aura astral es necesario introducir brevemente en este punto un tema sobre "auras" de un mundo superior, que será explicado plenamente más adelante.
En las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental se afirma que el Ego como tal, tiene su ser en la Región del Pensamiento Abstracto, el Tercer Cielo; pero el Segundo Cielo, Región del Pensamiento Concreto, es llamado el "verdadero hogar" del Ego, pues allí donde permanece la mayor parte del período entre encarnaciones, trabajando en su ambiente para su próxima vida en el cuerpo. Volviendo al Tercer Cielo, el Ego, permanece en su pura esencia, y en su verdadero mundo, y está rodeado por un aura permanente, y la "Imagen del Hombre" en este elevado mundo es la Imagen Ideal, el Arquetipo de los Arquetipos para toda la evolución en el mundo de la materia por debajo de la Región del Pensamiento Abstracto. Esta es la IDEA, HOMBRE. Nótese que aquí decimos IDEA y no "Ideal". La Región del Pensamiento Abstracto, es el "Caos" el "semillero del Cosmos". Aquí se originan o germinan todas las IDEAS del desenvolvimiento, de las cuales proceden las formas evolucionarias creadas en las Regiones o mundos inferiores. La más elevada instrucción espiritual pertenece a esta Región. Operando desde el Ego del Instructor, al Ego del discípulo, sin intermediario o instrumento, y en la época corriente de nuestra evolución - la Época Aria- LA OBRA DE DESENVOLVIMIENTO DEL EGO ES LA OBRA SUPREMA. Todo esfuerzo por ponerse en contacto con la "esencia espiritual escondida en el interior" se enfoca en la IDEA, HOMBRE, u HOMBRE, IDEA, y su VESTIDURA, DE LUZ PERMANENTE. Este hombre, IDEA, es la perfección de todos los "Yo Soy" de todas nuestras pasadas encarnaciones, y encierra la promesa de las futuras. Puesto que su "aura" pertenece al Espíritu Humano es de especial significado para nuestras condiciones corrientes como seres humanos. Tras él, de nuevo está el ESPÍRITU VIRGINAL: LA IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, pero así como no conocemos a Dios, cara a cara, tampoco conocemos Su Imagen cara a cara, ni podemos conocer nuestra verdadera y propia Individualidad, en nuestro presente limitado estado de conciencia.
Lo mejor que podemos hacer es conocernos a nosotros mismos como Egos: YO SOY, o YO SOY ESE, que en su más remoto significado espiritual se relaciona con el Espíritu Virginal en términos de nuestra propia experiencia personal con el Ego. Cuando llegamos a conocernos más y más como Egos y Espíritus Humanos del Tercer Cielo, la conciencia se extiende más hacia el pasado y hacia el futuro, y comenzamos a experimentar la realidad de otro "Yo", no sólo de las pasadas encarnaciones, sino del "Yo" que somos nosotros cuando estamos fuera del cuerpo en el sueño y entre vidas terrestres. Y comenzamos a recordar nuestra vida del plano interno que tanto conecta o separa a dos encarnaciones sucesivas.
El aura egoica, o luz del Yo Soy en el nivel egoico - el Espíritu Humano- es el signo y el sello de nuestro pasado y presente estado de evolución. Cambia poco en el curso de una vida, pero cambia. El Aura "permanente" de la cual hablan algunos ocultistas, es el vehículo del Espíritu Humano (como leemos) en el Cosmos, y revela inequívocamente la verdadera condición de cualquier Espíritu donde quiera, pero es especialmente útil en el Mundo del Deseo, donde las formas externas cambian tan rápidamente para confusión del neófito que está funcionando allí.
Aunque el aura mental -cuerpo mental- y el cuerpo de deseos muestran un parecido reflejo con el Aura Egoica, existen diferencias. Los colores del aura mental todavía muestran un cierto parecido con el Aura Egoica; pero los colores del cuerpo de deseos parecen toscos y densos por comparación y si bien los colores oscuros -negro y pardo- faltan en dicha Aura, son comúnmente observados en el aura del cuerpo de deseos. La afirmación espiritual de la verdad parece ser que el verdadero HOMBRE y la verdadera AURA pertenecen igualmente al Reino Egoico, y que entre más descendamos en los mundos de materia, mayor divergencia se nota con el Aura Arquetípica; esta divergencia constituye en pérdida de color, luz, poder, belleza y armonía.
Conforme el hombre mejora espiritual, mental y emocionalmente se parece más al Hombre Luminoso del tercer Cielo, que es el hombre cristiano para la Región del Pensamiento Abstracto.
del libro "Temas Rosacruces" Tomo Segundo, de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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