LOS HABITANTES DE LOS PLANOS
CAPÍTULO II
EL PLANO ETÉRICO DEL MUNDO FÍSICO
En ciencia oculta, el Plano Etérico es considerado como el lado "interno" u oculto del mundo de materia con sus múltiples fenómenos físicos.
La visión que revela el plano etérico a los habitantes del mundo físico es simplemente una extención de la visión física. En consecuencia el plano etérico es a menudo percibido por personas que no pretenden tener facultades espirituales especiales y así vemos como historias del mismo y de sus habitantes se encuentran en la literatura popular del mundo.
Más aún, existe una clara armonía en los datos suministrados por los videntes de toda raza, clima y época; por ejemplo, en Europa el arte de los antiguos Etruscos muestra las mismas tradiciones acerca de las hadas, conocidas tanto en Irlanda como en Inglaterra.
Los hebreos también tenían una literatura tradicional sobre este tema, como se puede ver en el libro de Enoc, en el que se indica que sin excepción todo aspecto de la naturaleza, aún los pastos y céspedes tienen un "Ángel" o "Espíritu" designado como su gobernante o guardián.
Por ejemplo leemos: "Yo miré y vi la casa del tesoro de la nieve y los Ángeles que guardan sus terribles depósitos y las nubes de donde salen y entran. Me mostraron la casa del tesoro del rocío, como aceite de oliva y la apariencia de su forma, como de todas las flores de la tierra; y más aún, muchos Ángeles custodiando la casa del tesoro de estas cosas y cómo son hechos. Ellos trajeron delante de mí, a los ancianos y Regentes de las órdenes estelares, y me mostraron doscientos Ángeles, que rigen las estrellas y sus Servicio a los ciegos y que vuelan con sus alas y se llegan alrededor de los que navegan". (Secretos de Enoc IV-VI).
Estas referencias no son obviamente sólo para los Ángeles Estelares, sino para las Jerarquías de seres inferiores, también, a quienes llamamos "hadas", o Espíritus de la Naturaleza tales como los gnomos, las ondinas, silfos y salamandras. Las hadas propiamente dichas pertenecen al orden de los gnomos, o Espíritus de la tierra que trabajan con los Ángerles que rigen sobre "toda hierba". Ellas en particular trabajan bajo la instrucción de la Jerarquía Angélica, quién les muestra la imágenes arquetípicas según las cuales debe se hecho su trabajo de construcción.
En el prólogo de nuestro folleto "Los Espíritus y la Fuerzas de la Naturaleza" la señora Augusta Foss de Heindel comenta "he escuchado muchas historias que no han sido escritas; de las experiencias de Max Heindel con los Espíritus, de la vida de estos, y de su apariencia. El había afirmado muchas veces que escribiría alguna vez un libro entero sobre los Espíritus de la Naturaleza, pero su arduo trabajo de fundación, interfirió con esta muy necesaria obra. Sólo muy pocos artículos han sobrevivido.
En los primeros días de Mt. Ecclesia, varios niños fueron traídos aquí por sus padres. Una niñita llamada Harriet, es mencionada en el número de noviembre de 1916 en la revista Rayos de la Rosacruz (página 32). La corta historia que aparece allí se titula "Hadas" pero no tiene firma y aunque parece ser un relato de Max Heindel acerca de aventuras con hadas, es completamente evidente que fue escrita por su secretaria a partir de notas accidentales".
"La pequeña Harriet W .... es para quién escribe, la visitante más interesante que haya tenido Mt. Ecclesia en muchos años. Tiene siete años de edad y ve a las hadas; así es que cuando su madre le dijo que Max Heindel era también un amigo de los "enanitos" tuvo mucho deseo de conocerle. Desgraciadamente su pequeño cuerpo está lejos de estar bien, y los padres pensaron que una visita a Mt. Ecclesia la ayudaría. Ella está ahora con nosotros esperando quedar aquí durante algún tiempo". Tuvo mucho gusto en verla y al momento comenzó a contarle una historia acerca de las pequeñas hadas de Mt. Ecclesia, que van por ahí con sus colores y pinceles y pintan todas las hermosas flores que aquí tenemos. También le contó (un cuento popular, de como las hadas van y ordeñan las vacas, cada una toma su pequeña flor para beber de ella, y la leche que sacan es tan rica y amarilla, que después que la han usado para beber retiene su color dorado, luego la devuelven a la planta de la que originalmente la habían arrancado; estas las llamamos copas de mantequilla, o "botón de oro".
"La editora también hizo arreglos con Harriet para un real y alegre paseo es noche con las hadas de Mt. Ecclesia. Tan pronto como su cuerpo se durmió y ella salió de él a la tierra de los sueños, encontró una maravillosa carroza esperando. Fue hecha de lo que era originariamente una gran hoja de repollo que las hadas habían adornado con tapizados de flores, de modo tal que era simplemente el más fino, suave y fragante cochecito imaginable.
Una araña que vive en el pórtico de la casita de Harriet se ofreció para hacer un dosel y preservar del rocío a Harriet mientras ella hacía su paseo. También hizo un arnés para una docena de mariposas que las hadas habían pintado con dibujos especiales y hermosos; esas mariposas fueron entonces unidas a la carroza. Luego las gotas de rocío cayeron y por cada gota de rocío, de modo que en pocos momentos la carroza de Harriet estuvo brillantemente iluminada con miles de lucecitas resplandecientes.
Cuando todo estuvo listo, las mariposas volaron hasta el pórtico para esperar a Harriet y en el momento que ella salió de su cuerpo el Sr. Heindel la presento a la reina de las hadas y a todas las otras hadas de Mt. Ecclesia y por último, a una pequeña divertida hada de nombre Salta-Brinca-Salta, Entonces Harriet fue puesta en su carruaje y todo el grupo voló por el aire por encima de Mt. Ecclesia hasta el mar donde las ondinas estaban sentadas en las rocas y acariciaban las pequeñas focas que saltaban en el agua y fuera de ella. Después de eso comenzamos a hacer algunos juegos y Harriet corrió un carrera con Salta-Brinca-Salta, y ganó. Después de eso jugamos al escondido, y Harriet fue tan astuta que se envolvió toda ella en un rayo de luna, de tal modo que nadie pudo verla; ellos creyeron que ella era un rayo de luz. Pero antes de que nos diéramos cuenta, el sol comenzó a asomarse por encima de las colinas y dijo "Buenos Días" a las hadas, quienes se escabulleron, y tanto Harriet como el Sr. Heindel tuvieron que apresurarse a llegar a sus camas, para estar a tiempo de despertar y desayunar, pero no sin antes haber concertado una cita con las hadas para encontrarse de nuevo en la noche siguiente y continuar el juego".
En "Espíritus y Fuerzas de la Naturaleza", afirma Max Heindel: "También en el éter podemos observar a los Ángeles, cuyo cuerpo más denso está hecho de ese material, así como nuestro cuerpo está formado de gases, líquidos y sólidos. Estos seres están un grado más avanzado que la evolución animal. Nosotros nunca hemos sido animales como los de la presente fauna, sin embargo, en un estado previo del desarrollo de nuestro planeta tuvimos constitución semejante al animal. Entonces los Ángeles eran humano, aunque nunca poseyeron un cuerpo denso como el nuestro, ni han funcionado nunca en ningún material más denso que el éter. Con el tiempo el hombre será como los Ángeles.... Como el éter es la avenida de las fuerzas vitales, creadoras, y como los Ángeles son expertos constructores con el éter, podemos fácilmente comprender que ellos estén eminentemente capacitados para ser los guardianes de las fuerzas propagadoras en la planta, el animal y el hombre".
En varias citas presentadas al lector hemos establecido referencias de tres clases de seres etéricos: 1) los que habita los elementos simbólicamente denominados Fuego, Tierra, Aire y Agua, y trabajan con ellos, siendo conocidos en ciencia oculta como Salamandras, Gnomos, Silfos y Ondinas 2) las hadas propiamente dichas que en realidad pertenecen al grupo Gnomos de los Espíritus de la naturaleza y habitan y trabajan en el elemento Tierra; 3) los Ángeles, oleada de vida que se encuentra un grado más avanzada que la humana y cuyo cuerpo más denso está hecho de éter. Puesto que el éter es una parte del mundo físico, los Ángeles, así como los Espíritus de la Naturaleza, están en contacto estrecho y directo con el plano terrenal.
Nótese que todos los vidente observan a los seres etéricos tomar una apariencia similar a la de los seres humanos, aunque los contornos de sus cuerpos no son duros ni fijos. Ahora, puesto que ellos no necesitan comer, dormir ni trabajar, como los seres humanos en el mundo físico, sino que en lugar de eso operan a través del lado de la fuerza, o energía, surge un gran número de interrogantes. ¿Por qué estos seres muestran apariencia similar a la de los seres humanos, siendo que su evolución es diferente?
En el próximo capítulo discutiremos los varios problemas de los habitantes del plano etérico; los cuales incluyen su vida, forma, actividad y leyes que gobiernan su existencia.
del libro"Temas Rosacruces" Tomo Segundo, de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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