NO PAZ, SINO GUERRA
Todas las Religiones de Raza son del Espíritu Santo. Son insuficientes, porque están basadas en la ley, lo que produce el pecado y acarrea la muerte, el dolor y la tristeza.
Todos los espíritus de Raza saben esto y comprenden que sus religiones son simplemente pasos necesarios hacia algo mejor. Esto queda demostrado por el hecho de que todas las Religiones de Raza, sin excepción, indican a Uno que vendrá. La religión de los persas indica a Mithras; la de los caldeos a Thammuz . Los antiguos dioses del norte preveían la aproximación de la " luz de los dioses" cuando el brillante Sol-Espiritual les sucediera y un más hermoso y nuevo orden se estableciera en "Gimle", la Tierra regenerada. Los egipcios esperaban a Horus, el nuevo nacido del Sol. Mithras y Tammuz estaban también simbolizados como órbitas solares y todos los templos principales estaban construidos mirando al Este, para que los rayos del Sol naciente pudieran brillar directamente a través de las puertas abiertas; aun el templo de San Pedro en Roma está edificado así. Todos estos hechos demuestran que se sabía generalmente que el que vendría sería un Sol-Espiritual para salvar a la humanidad de las influencias separatistas necesariamente contenidas en todas las religiones de raza.
Esas religiones eran pasos necesarios para la humanidad a fin de prepararse para el advenimiento de Cristo. El hombre debe primeramente cultivar un "yo" (una "individualidad") antes de que pueda llegar a ser realmente desinteresado y comprender el aspecto superior de la Fraternidad Universal - unidad de propósitos e intereses - de la que Cristo echó las primeras bases en su primera venida, y cuya fraternidad será una realidad tangible cuando el vuelva.
Como el principio fundamental de toda religión de raza es la separación, inculcando la investigación propia a expensas de otros hombres y naciones, es evidente que si ese principio se lleva a sus últimas conclusiones debe tener necesariamente una tendencia destructiva que finalmente frustraría la evolución, a menos que fuera sucedida por una religión más constructora.
Por lo tanto, las religiones separatistas del Espíritu Santo deben dar lugar a la unificante religión del Hijo, que es la religión cristiana.
La ley debe hacer lugar al Amor, y las razas y naciones separadas deben unirse en una Fraternidad Universal, con el Cristo como Hermano Mayor.
La religión Cristiana no ha tenido aún el tiempo necesario para realizar ese gran objetivo. El hombre está aun bajo la influencia del espíritu de raza dominante, y los ideales del Cristianismo son aún demasiado elevados para él. la inteligencia puede ver alguna de sus bellezas, y fácilmente admite que debemos amar a nuestros enemigos; pero las pasiones del cuerpo de deseos son aun demasiado fuertes. Siendo la ley del Espíritu de Raza "ojo por ojo", el sentimiento dice "me vengaré". El corazón anhela Amor: el cuerpo de deseos espera la venganza. La inteligencia ve en abstracto, la belleza de amar a nuestros enemigos, pero en casos concretos se alía con los sentimientos vengativos del cuerpo de deseos con la excusa de hacer justicia porque el "organismo social debe ser protegido".
Es de congratularse, sin embargo, que la sociedad se sienta impulsada a criticar los métodos empleados. Los métodos correctivos y la misericordia se van haciendo cada vez más notables en la administración de las leyes, como se demostró por la favorable acogida que se acordó a esa institución moderna: los Tribunales para Niños. Otras manifestaciones de esta tendencia pueden notarse en la frecuencia con que se dejan a prueba prisioneros de guerra en los tiempos actuales. Esta es la vanguardia del sentimiento de Fraternidad Universal, que está haciendo sentir su influencia lenta, pero seguramente.
Sin embargo, aunque el mundo está avanzando y aun cuando, por ejemplo, le haya sido comparativamente fácil al autor asegurarse una concurrencia en sus visitas a las diversas ciudades en que ha dado conferencias, dedicando los diarios páginas enteras a ellas ( y hasta primeras páginas), mientras se ha limitado a hablar de los mundos superiores y de los estados post-mortem, ha podido comprobar que tan pronto como el tema de la Fraternidad Universal se trataba, sus artículos han ido a parar siempre al canasto.
El mundo en general no gusta de considerar cosas que el cree son "demasiado" altruistas. Debe haber "algo en ello". No mira nada como norma de conducta completamente natural si no ofrece alguna oportunidad de "conseguir algo de" sus semejantes. Las empresas comerciales se planean y conducen según ese principio, y, ante la mente de esos que están esclavizados por el deseo de acumular riquezas inútiles, la idea de la Fraternidad Universal conjura las terribles visiones de la abolición del capitalismo y su inevitable consecuencia, la explotación de los demás, con el inevitable naufragio también de los "intereses del negocio". La palabra "esclavizados" describe exactamente ese estado. De acuerdo con la Biblia, el hombre debería tener dominio sobre todo el mundo, pero en la mayoría de los casos es cierto lo inverso: es el mundo quien tiene dominio sobre el hombre. Cada hombre que tenga intereses propios admitirá, en sus momentos de lucidez, que constituyen para el una fuente inagotable de fastidios; que se ve constantemente obligado a hacer planes con sus posesiones o, por lo menos, a cuidarlas para evitar ser desposeído de ellas, pues sabe por "dura experiencia" que los demás están siempre tratando de conseguir ese fin. El hombre es esclavo de todo lo que, por inconsciente ironía, llama "mis posesiones", cuando en realidad son éstas las que lo poseen a él. Bien dijo el Sabio: "Las cosas son las que van en la montura y cabalgan sobre la humanidad".
Este estado es el resultado de las religiones de raza con sus sistemas de ley; por lo tanto, todas señalan a "Aquel que debe venir". La religión Cristiana es la única que no espera a Aquel que debe venir, sino a a Aquel que debe volver. Su vuelta depende de cuando se libere la Iglesia del Estado. La Iglesia, especialmente en Europa, está ligada al Carro del Estado. Los ministros de aquella se encuentran cohibidos por consideraciones económicas y no se atreven a proclamar las verdades que sus estudios les han revelado.
Un viajero recientemente asistió en una Iglesia de Copenhague (Dinamarca) a una ceremonia de confirmación. La Iglesia está allí bajo el dominio del Estado y todos los ministros de aquélla están bajo el poder temporal. Los feligreses no tienen nada que decir sobre el asunto. Pueden asistir a la Iglesia o no, como gusten, pero están obligados a pagar las tarifas que mantienen a la institución.
Además de efectuar los oficios bajo el gobierno del Estado, el pastor de la Iglesia visitada estaba condecorado con varias órdenes conferidas por el rey, siendo el brillo de las bandas un silencioso pero elocuente testimonio de la gran esclavitud de la Iglesia ante el Estado. Durante la ceremonia el pastor rogó por el rey y los legisladores para que estos pudieran regir al país sabiamente. Mientras duren los reyes y los legisladores, esa oración será muy apropiada; pero es muy chocante oírlo exclamar al final: "... y, Todopoderoso Dios, protege y fortifica nuestro ejercito y armada".
Una oración semejante sólo demuestra claramente que el Dios adorado es el Dios de la Tribu o Nacional, el Espíritu de Raza, porque el último acto de Cristo Jesús fue arrancar la espada de manos del amigo que quería protegerle con ella. Aunque Él dijo que no había venido a traer la paz, sino la guerra, era porque preveía los mares de sangre que producirían las naciones "cristianas" militantes en su mala imterpretación de sus enseñanzas, pues sus elevados ideales no podían ser inmediatamente alcanzados por la humanidad. Los asesinatos, guerras y otras atrocidades semejantes cometidas, son terribles, pero son también potentes ilustraciones de lo que el Amor abolirá.
Existe aparentemente una contradicción aparente entre las palabras y los actos de una mujer que dice: "Voy a limpiar toda la casa y arreglarla", y entonces saca las alfombras, apila las sillas unas sobre otras, produciendo un desorden general en la antes ordenada casa. El que observara únicamente ese aspecto del asunto, podría exclamar justificadamente: "está poniendo las cosas peor que antes"; pero cuando se comprende el propósito de su trabajo, se comprende también el desorden momentáneo, sabiendo que la casa quedará mejor después de ello.Análogamente, debemos tener presente que el tiempo transcurrido desde la venida de Cristo Jesús no es más que un momento comparado con la duración de un sólo Día de Manifestación. Debemos aprender a conocer, como Whitman, "la amplitud del tiempo" y mirar más allá de las pasadas y presentes crueldades y de los celos de las sectas en guerra hacia la edad de la Fraternidad Universal, que marcará el gran nuevo paso del progreso humano en su larga y gloriosa jornada desde el barro hasta Dios, desde el protoplasma hasta la consciente unidad con el Padre, ese
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... one far-off divine event To which the whole creation moves (1)
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Podemos agregar que el pastor mencionado, durante la ceremonia de recibir a sus discípulos en la iglesia, les dijo que Jesús Cristo era un individuo compuesto; que Jesús era la parte humana mortal, mientras que Cristo era el Espíritu inmortal y divino. Creemos que si el asunto se le hubiera discutido, no habría sostenido la afirmación, a pesar de que al afirmarlo emitió un hecho oculto.
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(1) Ese acontecimiento lejano hacia el que se mueve la creación entera. (N. del T.)
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel
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