JESÚS Y CRISTO - JESÚS
Para obtener algún ligero vislumbre del Gran Misterio del Gólgota, y para comprender la Misión de Cristo como fundador de la Religión Universal del futuro, es necesario que reconozcamos primero su naturaleza exacta, e incidentalmente con la de Jehová, que es la cabeza de tales religiones de raza como el Taoísmo, Budismo, Hinduismo, Judaísmo, etc.; así como también la identidad de "El Padre" a Quien Cristo entregará el reino a su debido tiempo.
En el credo cristiano se encuentra esta sentencia : "Jesucristo el único bien amado Hijo de Dios".
Por esto se entiende generalmente que cierta persona que apareció en la Palestina unos 2000 años ha, de quien se habla como Jesucristo - un individuo solamente -, era el único bien amado Hijo de Dios.
Ése es un gran error. Hay tres seres bien distintos y muy diferentes caracterizados en esa sentencia. Es de la mayor importancia que el estudiante comprenda claramente la naturaleza exacta de esos tres Grandes y Exaltados Seres, que difieren enormemente en gloria; aunque todos ellos merecen nuestra más profunda y devota adoración.
Rogamos al estudiante observe el diagrama 6, y notará que el "Unico Hijo" (el Verbo de que habla San Juan) es el segundo aspecto del Ser Supremo.
Este "Verbo", únicamente él, fue "engendrado por su Padre (el primer aspecto) antes que todos los Mundos". Sin Él no fue hecho nada de cuanto ha sido hecho", ni aun el tercer aspecto del Ser Supremo que procede de los dos aspectos anteriores. Por lo tanto, el "único engendrado" es el exaltado Ser que está más allá de todo el Universo, salvo únicamente el aspecto Poder del que lo creó.
El primer aspecto del Ser Supremo concibe o imagina el Universo antes del comienzo de la manifestación activa, incluyendo los millones de Sistemas Solares y las grandes Jerarquías que habitan los Planos Cósmicos de existencia sobre el séptimo, que es el campo de nuestra evolución. (Véase el diagrama 6.) Ésta es también la fuerza que disuelve todo lo que se ha cristalizado más allá de toda posibilidad de ulterior crecimiento, y, por último, la que cuando ha llegado el final de la manifestación activa, reabsorbe en sí misma todo lo que es, hasta el alborear de otro nuevo Período de manifestación.
El segundo aspecto del Ser Supremo es el que se manifiesta en la materia como fuerza de atracción y cohesión, dándole así la capacidad de combinarse en varias clases de formas. Ése es el "Verbo", el "Fiat Creador" que moldea la Substancia-Raíz Cósmica primordial, en una manera semejante a la formación de figuras por medio de vibraciones musicales, como se indicó antes, formando el mismo tono siempre las mismas figuras. Así que ese gran y primordial Verbo trajo a ser, en sutilísima materia, a todos los diferentes mundos, con todas sus miríadas de formas, que desde entonces han sido copiadas y trabajadas en detalle por las innumerables Jerarquías creadoras.
Sin embargo, el "Verbo" no pudo haber hecho eso hasta que el tercer aspecto del Ser Supremo hubiera preparado la Substancia-Raiz Cósmica y la hubiera despertado de su estado normal de inercia, poniendo los innumerables átomos inseparables girando sobre sus ejes, colocando esos ejes en diferentes ángulos unos de otro, dando así a cada uno, diferente "grado de vibración".
Esa variedad en los ángulos de inclinación de los ejes y las intensidades vibratorias habilitaron a la Substancia-Raíz Cósmica para formar diferentes combinaciones; combinaciones que son las bases de los siete grandes Planos Cósmicos. Hay en cada uno de esos Planos, diferente inclinación de los ejes y también diferente intensidad vibratoria, y, por consiguiente, las condiciones y combinaciones de cada uno de ellos son diferentes de las de cualquier otro debido a la actividad del Unico Engendrado".
El diagrama 14 muestra que:"El Padre" es el más elevado Iniciado de la humanidad del Período de Saturno. La humanidad ordinaria de aquel Período son ahora los "Señores de la Mente".
"El Hijo" (Cristo) es el más elevado Iniciado del Período Solar. La humanidad ordinaria de aquel Período son ahora los Arcángeles.
"El Espíritu Santo" (Jehová) es el más elevado Iniciado del Período Lunar. La humanidad ordinaria de este Período son ahora los Ángeles.
Este diagrama muestra, además, cuales son los vehículos de esos diferentes órdenes de seres, y comparándolos con el diagrama 8 se verá que sus cuerpos o vehículos (indicados por rectángulos en el diagrama 14) corresponden a los globos del período en el que ellos fueron humanos. Este es siempre el caso por lo menos en lo que concierne a las humanidades ordinarias; porque al fin del período en el cual cualquier oleada de vida se individualiza como seres humanos, esos seres retienen cuerpos correspondientes a los globos en que han funcionado.
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Diagrama 14: Los Vehículos de los iniciados más elevados y de la Humanidad Ordinario
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Por otra parte, los Iniciados han progresado y desarrollado vehículos superiores para ellos mismos, abandonando el uso ordinario del vehículo inferior, cuando han obtenido la capacidad de emplear un vehículo nuevo y superior. Ordinariamente, el vehículo inferior de un Arcángel es el cuerpo de deseos; pero Cristo, que es el más alto Iniciado del Período Solar, ordinariamente emplea el espíritu de vida como vehículo inferior, funcionando tan conscientemente en el Mundo del Espíritu de Vida como nosotros en el Mundo Físico. Rogamos al estudiante note este punto particularmente, porque el Mundo del Espíritu de Vida es el primer Mundo Universal, según explicamos en el capítulo que hablaba de los Mundos. Es el mundo en el que cesa la diferenciación y la unidad comienza a ser manifiesta, por lo menos en lo que concierne a nuestro sistema solar.
Cristo tiene el poder de construir y funcionar en un vehículo tan inferior como el cuerpo de deseos, como el que usan los Arcángeles, pero no pueden descender más. El significado de esto se verá ahora.
Jesús pertenece a nuestra humanidad. Cuando el hombre, Jesús, se estudia en la memoria de la Naturaleza, puede seguirse hacia atrás vida tras vida, en las que vivió bajo diversas circunstancias, bajo varios nombres, en diferentes encarnaciones, lo mismo, en ese respecto, que cualquier otro ser humano. Esto no puede hacerse con el Ser Cristo. En su caso, sólo puede encontrarse una sola encarnación.
No debe suponerse, sin embargo, que Jesús fue un individuo corriente. Era un tipo singularmente puro de mente, muy superior a la gran mayoría de nuestra presente humanidad. A través de muchas vidas estuvo recorriendo el Sendero de Santidad, preparándose así para el mayor honor que haya podido tener un ser humano.
Su madre, la Virgen María, era también un tipo de la más elevada pureza humana, y debido a ello fue elegida para ser la madre de Jesús. Su padre era un elevado Iniciado, virgen, capaz de realizar el acto de la formación como un sacramento, sin ningún deseo o pasión personal.
De esta manera, el hermoso, puro y amante espíritu que conocemos bajo el nombre de Jesús de Nazareth nació en un cuerpo puro y sin pasiones. Este cuerpo era el mejor que podía producirse en la Tierra, y la tarea de Jesús en esa encarnación, era la de cuidar y desarrollar hasta el mayor grado de eficiencia posible a su cuerpo, preparándolo para el gran propósito que debía servir.
Jesús de Nazareth, nació más o menos, en el tiempo indicado por la Historia, y no en el año 105 antes de Cristo, según se dice en algunas obras ocultistas. El nombre de Jesús era común en el Oriente, y un Iniciado llamado Jesús vivió en el año 105 A.C., pero obtuvo la Iniciación egipcia y no fue Jesús de Nazareth , con el que estamos nosotros relacionándonos.
El individuo que más tarde encarnó bajo el nombre de Cristián Rosenckreuz ya estaba en una encarnación muy elevada cuando nació Jesús de Nazareth, y está encarnado actualmente. Su testimonio, así como el resultado de las investigaciones directas de otros rosacruces, concuerdan en que el nacimiento de Jesús de Nazareth tuvo lugar al principio de la Era Cristiana, en la fecha que se atribuye generalmente.
Jesús fue educado por los Esenios y alcanzó un elevado grado de desarrollo espiritual durante los treinta años en que usó su cuerpo.
Podemos decir aquí, como paréntesis, que los Esenios eran una secta que existía en Palestina, además de las dos mencionadas en el Nuevo Testamento: Los Fariseos y los Saduceos. Los Esenios eran una orden extremadamente devota, muy diferente de los materialísticos Saduceos y completamente opuesta a los hipócritas y vanidosos Fariseos. Evitaban toda mención de sí mismos, así como de sus métodos de estudio y de adoración. A esta última particularidad se debe el que nada se sepa de ellos y de que no estén mencionados en el Nuevo Testamento.
Es una ley del Cosmos el que ningún Ser, por elevado que sea, pueda funcionar en cualquier mundo sin tener un vehículo construido con el material de ese mundo. (véase los diagramas 8 y 14) Por lo tanto, el cuerpo de deseos era el vehículo inferior del grupo de espíritus que habían alcanzado el estado humano en el Período Solar.
Cristo era uno de esos espíritus y era, por consiguiente, incapaz de construir para Sí Mismo un cuerpo vital y un cuerpo denso. Podía haber trabajado sobre la humanidad con un cuerpo de deseos, como lo hicieron sus hermanos más jóvenes, los Arcángeles, como Espíritus de Raza. Jehová les había abierto el camino para entrar en el cuerpo denso por medio del aire que el hombre inhalaba. Todas las religiones de las razas fueron religiones de ley y creadoras del pecado por la desobediencia a esa ley. Estaban bajo la dirección de Jehová, cuyo vehículo inferior es el Espíritu Humano, que lo correlaciona al Mundo del Pensamiento Abstracto, donde todo es separatista y, por lo tanto, conducente al beneficio propio.
Esta fue, precisamente, la razón que hizo necesaria la intervención de Cristo. Bajo el régimen de Jehová la unidad era imposible. Por lo tanto, el Cristo que poseía como vehículo inferior el unificante espíritu de vida, debía entrar en un cuerpo humano denso. Debía aparecr como un hombre entre los hombres y entrar en ese cuerpo, porque únicamente desde adentro es posible conquistar la Religión de Raza, que influye en el hombre desde afuera.
Cristo no podía nacer en un cuerpo denso, porque nunca había pasado por una evolución semejante el Período Terrestre, y por lo tanto, tenía que adquirir primero la capacidad de construir un cuerpo denso como el nuestro. Pero aunque hubiera poseído esa capacidad hubiera sido inconveniente que un ser tan elevado empleara con ese propósito la energía necesaria para construir el cuerpo durante la vida antenatal, infancia y juventud, hasta llevarlo a la madurez necesaria para su uso. Él había cesado de usar ordinariamente vehículos tales como el espíritu humano, cuerpo mental y cuerpo de deseos, aunque había aprendido a construirlos en el Período Solar y retuviera la capacidad de construirlos y funcionar en ellos cuando quiera que fuese requerido. Él usó todos sus vehículos propios, tomando únicamente el cuerpo vital y denso de Jesús. Cuando el último tenía treinta años de edad, Cristo entró en esos cuerpos y los empleó hasta el final de Su Misión en el Gólgota. Después de la destrucción del cuerpo denso, Cristo apareció entre sus discípulos en el cuerpo vital, en el que funcionó aún durante algún tiempo. El cuerpo vital es el vehículo que Él empleará cuando aparezca nuevamente, porque nunca tomará otro cuerpo denso.
Con esto se relaciona un asunto del que hablaremos más tarde, el que el objeto de todo ejercitamiento esotérico es el trabajar sobre el cuerpo vital para construir así el espíritu de vida y acelerar su desarrollo. Cuando tratemos de la Iniciación nos será posible dar algunos detalles más; pero no podemos decir nada más sobre el asunto ahora. Al relatar los sucesos incidentales a la existencia post-mortem, se trató parcialmente este punto, y rogamos al estudiante tenga en cuenta que se supone que el hombre ha conquistado ya en gran extensión su cuerpo de deseos antes de entrar en el esoterismo. Su ejercitamiento esotérico y las primeras iniciaciones están destinados a trabajar con el cuerpo vital, cuyo resultado es la organización del espíritu de vida. Cuando Cristo penetró en el cuerpo de Jesús, éste era un discípulo de grado elevado, y, por consiguiente, su espíritu de vida estaba bien organizado. Por lo tanto, el vehículo inferior en el que funcionó Cristo y el vehículo mejor organizado de los vehículos superiores de Jesús, eran idénticos; y Cristo, cuando tomó el cuerpo vital y el denso de Jesús, se encontró con una cadena completa de vehículos desde el Mundo del Espíritu de Vida hasta el Mundo Físico.
El significado de que Jesús pasara varias iniciaciones es debido al efecto que estas tienen sobre el cuerpo vital. Jesús ya había alcanzado las más elevadas vibraciones del Espíritu de Vida. El cuerpo vital de un hombre ordinario se habría paralizado instantánamente bajo las terribles vibraciones del Gran Espíritu que entró en el cuerpo de Jesús. Aún ese cuerpo, purísimo y extrasensible como era, no podía soportar del todo los tremendos impactos durante muchos años, y cuando leemos que ciertas veces se separó Cristo de sus discípulos, o cuando caminó sobre el mar para ir en busca de ellos, el esoterista sabe que Cristo había abandonado momentáneamente los vehículos de Jesús para darles un descanso, dejándolos al cuidado de los Hermanos Esenios, que sabían mejor que Cristo como había que tratar tales vehículos.
Este cambio fue consumado con el pleno y libre consentimiento de Jesús, quien supo durante esa encarnación entera que estaba preparando un vehículo para Cristo. Y se sometió alegremente para que la humanidad pudiera recibir el gigantesco ímpetu que se le daría en su desenvolvimiento por el misterioso sacrificio del Gólgota.
De esta manera (como se ve en el diagrama 14), Cristo Jesús poseía los doce vehículos que forman una ininterrumpida cadena desde el Mundo Físico hasta el mismo Trono de Dios. Por lo pronto, Él es el único ser del Universo que está en contacto a la vez con Dios y con el hombre, capaz de mediar entre ellos, porque Él ha experimentado , personal e individualmente, todas las condiciones y conoce todas las limitaciones incidentales a la existencia física.
Cristo es único entre todos los Seres en los Siete Mundos. Unicamente Él posee los doce vehículos. Nadie , salvo Él, es capaz de sentir tal compasión ni comprender tan ampliamente la situación y las necesidades de la humanidad; nadie, salvo Él, está calificado para traer el remedio que satisfaga todas nuestras necesidades.
Así, pues, ya conocemos la naturaleza de Cristo. Él es el Iniciado más elevado del Período Solar, que tomó los cuerpos vital y denso de Jesús para poder funcionar directamente en el Mundo Físico y aparecer como un hombre entre los hombres. Si hubiera aparecido de una manera milagrosa hubiera sido contrario al plan evolutivo, porque al final de la Época Atlante la humanidad obtuvo la libertad de obrar bien o mal. Para que aprendiera a dominarse a sí misma no podía emplearse coerción alguna. Antes de entonces la humanidad había sido conducida voluntariamente o no; pero después se les dio a los hombres la libertad, bajo las diferentes Religiones de Raza, estando cada religión adaptada a las necesidades de su Tribu o Nación particular.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel
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