Nº 35. — VICIOS SOLITARIOS Y TUBERCULOSIS
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Buenos aspectos: Neptuno trígono con Urano; Urano sextil con la Luna, y
Júpiter sextil con Venus.
Malos aspectos: Marte en conjunción con Venus; el Sol en conjunción con
Saturno; Urano cuadrado con Mercurio y Neptuno en oposición con la Luna.
Éste es el horóscopo de una mujer nacida el día 21 de mayo de 1883, a las
5 a. m.; a los 88 grados de longitud Oeste y a los 44 grados de latitud Norte. El
estudiante verá inmediatamente que cinco de los nueve planetas están colocados
en la casa duodécima, que gobierna los sufrimientos, los dolores y la ruina. Esto
ha sido una disposición característica de su vida. Esta señora es una trabajadora
competente en su profesión de taquigrafía y teneduría; pero, no obstante, se ha
visto privada de empleo varias veces y en ciertos momentos ha estado a las
puertas del hambre. Esto es debido a la oposición de Saturno y Neptuno desde la
casa duodécima con la Luna en la sexta, la casa de las colocaciones. Júpiter,
aunque exaltado en la casa segunda y sextil con Venus, no tiene fuerza para
dominar esto.
Con respecto a las cualidades mentales vemos que Mercurio está en
cuadratura con Urano y la Luna en oposición con Neptuno. Esto la hace escéptica,
criticona, muy peculiar y espasmódica en sus procesos mentales, con una
imaginación extremadamente mórbida. Urano está colocado en la quinta casa que
gobierna los cortejos y las relaciones entre los sexos antes del matrimonio, y, por
consiguiente, en cuadratura con Mercurio indica una disposición mental sin
convencionalismos, con una tendencia a relaciones de promiscuidad que
envuelven la crítica y el escándalo público. Esto en sí mismo es una configuración
y estado de la vida extremadamente desgraciado, pero es solamente una de la
serie de aflicciones que señalan en la misma dirección, porque en la casa
duodécima, la casa de los dolores, desgracias y desfallecimientos, encontramos a
Marte, el planeta de la energía dinámica, en conjunción con Venus, el planeta del
amor, en el signo de fuego de Aries, otra indicación de inflamación sexual; y, por
último, notamos Neptuno en Tauro en oposición con la Luna en Escorpio, que
gobierna los órganos generadores. Esto último es lo peor de todo, porque hace a
la mente muy anormal sobre este extremo, evocando ante la imaginación cuadros
e imágenes mórbidos y cuando la configuración ocurre desde las casas sexta y
duodécima es una indicación cierta de vicios solitarios autopersonales
inveterados.
Naturalmente tales prácticas con el tiempo minan la salud y la enfermedad
se manifiesta en las partes del cuerpo más débiles con arreglo a las indicaciones
del horóscopo.
En el caso presente encontramos a Saturno en la cúspide de Géminis en
conjunción con el Sol. Géminis es el signo que rige los pulmones y la conjunción
que vemos es casi exacta, faltando solamente 26 minutos. De modo que las
fuerzas saturninas frías y cristalizantes están endureciendo los pulmones y
produciendo la enfermedad que conocemos como tuberculosis, que lentamente
está agotando su vitalidad y llevándola a una muerte temprana. Puede notarse de
paso que su madre sucumbió de tuberculosis en el preciso momento en que daba
a luz esta señora. Marte por progresión ha llegado ahora casi al lugar que
ocupaba Neptuno al nacer. Esto probablemente por desgracia acentuará el
mórbido deseo indicado por Neptuno en oposición con la Luna, de modo que su fin
no se hará esperar mucho.
La tuberculosis, aunque seria, no es, sin embargo, necesariamente fatal si
esta desgracia pudiera ser refrenada o puesta bajo condiciones en que le fuera
imposible entregarse a la masturbación que consume su vitalidad. De este modo
los indicios de tristeza que son resultante también de la conjunción de Saturno con
el Sol en la casa duodécima podrían ser eliminados si se le proporcionara una
perspectiva más brillante de su vida. Entonces las medidas corrientes empleadas
contra la tuberculosis probablemente la salvarían.
Lo oculto tiene una inmensa atracción sobre ella, indicado por el trígono
exacto de Neptuno y Urano, así como por el sextil de Urano con la Luna. Tocando
estas notas y dándole un nuevo interés sobre la vida es muy, posible el
substraerla de las mórbidas corrientes actuales de su pensamiento. De cualquier
modo la salvación de las malas configuraciones debe buscarse siempre por medio
de los buenos aspectos, y substituyendo lo superior por lo inferior puede hacerse
físicamente hasta que cambie su situación mental. Un curador bien con Libra o
Acuario saliendo y cuyo Saturno no esté en Escorpio podría rendir mucho
beneficio; pero aquí se necesita mucha firmeza y, por lo tanto, sería preferible
probablemente el signo fijo.
* * *
del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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