Astrología y Alquimia
Encontramos, en la Astrología, una relación entre lo que denominamos elementos de
la naturaleza (tierra, agua, aire y fuego) y las distintas capacidades del hombre.
Simbólicamente, el elemento Tierra significa el Mundo físico y aquello que constituye
nuestra envoltura más externa, el cuerpo denso, con el cual ocupamos un lugar en el mundo material.
El Agua corresponde a aquello que es mucho menos definido y estable y se
corresponde con el Mundo del deseo y el adecuado vehículo que posee el hombre para
moverse en esa materia, el cuerpo de deseos (o cuerpo astral) el cual correlacionamos con
su vida anímica, sus emociones, sus afectos. El Aire corresponde a algo todavía más móvil,
algo así como la libre movilidad de la actividad del pensamiento (la mente), y se correlaciona con el Mundo del pensamiento y su contraparte en el hombre: el cuerpo mental. El Fuego corresponde a la fuerza de la voluntad dentro de nosotros.
El hombre debe emplear conscientemente el fuego que alberga en su interior para
fundir las sustancias inferiores y obtener por destilación la quintaesencia (aprendizaje referido a la experiencia física, etérica, emocional, mental concreto y mental abstracto), o sea esa sustancia sutil referida por los Alquimistas y con la cual obtenían la Piedra Filosofal.
Esto es lo que está representado por el enigma de la esfinge. En ella los antiguos
representaron un extracto simbólico de los cuatro elementos del Zodíaco, en una figura
compuesta por los signos fijos de cada elemento.
El cuerpo de la esfinge representa a Tauro, por lo tanto al elemento Tierra.
Las alas de Águila están simbolizando precisamente la transmutación del cuerpo de
deseos, pues el Águila es la imagen superior del Escorpión, o sea el elemento Agua.
Las garras de la esfinge son garras de León, el elemento Fuego.
Y finalmente una cabeza humana que representa al signo de Acuario y corresponde al
elemento Aire.
Así, la esfinge marca el camino que ha de recorrer el hombre desde su salida del
continente atlante; vale decir, que debe lograr la superación de su naturaleza inferior al dirigir su voluntad a través de la mente para llegar a actuar en el mundo material conforme a las Leyes Divinas.
Por lo que se abren para el hombre cuatro campos de acción en donde él va a tener
que imprimir el sello de divino origen.
El primero de estos campos corresponde al elemento Tierra. El vehículo del que
disponemos para movernos en el plano material es el cuerpo físico. Como fruto de las
experiencias con dicho elemento, adquirimos conocimiento de las leyes naturales. Pero
también aprendemos a diferenciar lo perjudicial de lo útil, aumentando lo útil y disminuyendo lo perjudicial, para lo cual ha de valerse de un proceso de selección libre y consciente. Para realizar este trabajo disponemos de las fuerzas que se irradian desde los signos de CAPRICORNIO, TAURO y VIRGO.
El segundo de los campos de acción es el que corresponde al elemento Agua, que en
el hombre constituye el contenido total de su vida de deseo con todas las fases intermedias
entre el egoísmo y el altruismo. Lo que acá tiene que ser transformado en forma alquímica son las formas pasionales, de modo que ya no constituyan una especie de “padecer”, sino que se transmuten en el amor curativo, en el amor que vence al odio y está al servicio del dios interior de las otras personas, en el amor sin deseo personal. El vehículo del que disponemos en el plano del deseo es el que llamamos cuerpo de deseo (o también cuerpo astral) que interpenetra al cuerpo físico. Las fuerzas que nos ayudan en ésta tarea de transformación del deseo son las de los signos: CÁNCER , ESCORPIO y PISCIS.
El tercer campo de acción corresponde al elemento Aire que en el hombre constituye
el reino de sus pensamientos, de su vida mental. El vehículo correspondiente al plano de aire es el cuerpo mental que interpenetra a su vez el cuerpo físico y el cuerpo de deseos. La tarea consciente del ser humano en éste campo es el independizar los pensamientos de la vida instintiva, de las bajas pasiones. En ésta tarea el hombre aprende a separar y seleccionar, a diferenciar entre la verdad y el error. Las fuerzas que lo ayudan en ésta tarea son irradiadas desde los signos LIBRA ,ACUARIO yGÉMINIS .
El cuarto campo de acción corresponde al elemento fuego. Cuando el hombre ha
obtenido de los elementos Tierra, Agua, y Aire los alimentos para su crecimiento espiritual,
debe trabajar en la transformación del cuarto elemento, o sea la transformación del núcleo
humano más íntimo, el ser egoísta, en un ser que por el sacrificio (que significa sacro oficio)
aprende a desarrollar y proyectar la voluntad divina desde su Triple Espíritu. Lo que obtiene el ser humano de ésta aspiración es la perfección de la etapa humana por la obtención de la total libertad interior. Las fuerzas que lo ayudan en ésta tarea son irradiadas desde los signos de ARIES, LEO y SAGITARIO.
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SIGNOS REGENCIA EN EL CUERPO ELEMENTO MODALIDAD PLANETA REGENTE
Aries (ARIES) Cabeza Fuego Cardinal Marte
Tauro (TAURO) Cuello Tierra Fijo Venus
Géminis ( GÉMINIS) Pecho Aire Nivelador Mercurio
Cáncer (CÁNCER) Estómago Agua Cardinal Luna
Leo (LEO) Corazón Fuego Fijo Sol
Virgo (VIRGO) Intestino Tierra Nivelador Mercurio
Libra (LIBRA) Riñones Aire Cardinal Venus
Escorpio (ESCORPIO) Genitales Agua Fijo Marte y Plutón
Sagitario (SAGITARIO) Caderas Fuego Nivelador Júpiter
Capricornio (CAPRICORNIO) Rodillas Tierra Cardinal Saturno
Acuario (ACUARIO) Piernas Aire Fijo Saturno y Urano
Piscis (PISCIS) Pies Agua Nivelador Júpiter y Neptuno
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Curso de Astrología básico Página: 11 -- Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay
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