CARTA Nº 78
Mayo de 1917
EL DESENVOLVIMIENTO
DEL CORAZÓN Y LA INICIACIÓN
Mientras me hallaba dictando la lección de este mes se me ocurrió preguntar a los estudiantes si obtienen el
máximo beneficio o provecho de estas lecciones o no. Todo esto depende completamente de la manera de estudiarlas, ya que no es posible obtener más de lo que nosotros pongamos en ella. Por consiguiente, juzgué oportuno dedicar esta carta a una pequeña discusión acerca de la mejor manera de utilizarlas para lograr el máximo de rendimiento.
Sabemos que el objeto de las enseñanzas Rosacruces estriba en el desarrollo del espíritu y del corazón al propio tiempo, y el dar a todas las explicaciones un sentido tan lógico que el espíritu esté pronto a recibirlas, dejando entonces rienda suelta al corazón para trabajar con el material así recibido. Si simplemente se leen
las lecciones, meditando ligeramente sobre ellas hasta hallarlas razonables como una explicación del sujeto abordado y olvidándolas enteramente a renglón seguido, poco será el bien que ellas produzcan, puesto que se habrá usado solamente el intelecto y no el corazón. El mejor método, después de que la lección ha quedado asimilada intelectualmente y aceptada, es el tomarla en forma devocional durante el resto del mes,
a diferentes intervalos, al sentirse dispuesto para tal ejercicio. Se debe repasar la lección entonces tratando de no pensar en lo más mínimo en ella o sea apartando de ella, lo más lejos posible, al intelecto. Hay que esforzarse en sentirla, porque el sentimiento es una de las funciones del corazón. Procúrese visualizar las diferentes cosas y materias tratadas en ella.
Por ejemplo, la lección que acompaña esta carta versa sobre la humanidad durante el estado hermafrodita.
Lleva a la mente la entrada de los espíritus de Lucifer y el paso de la regeneración bajo la custodia de Mercurio. Si usted visualiza ante sus ojos internos la condición del hombre durante los diferentes estados que se han sucedido, usted sacará de ello un gran beneficio. Esto es más fácil de hacer que visualizar y
sentir los cambios que han de ocurrir en lo futuro, pues en lo íntimo de la conciencia nuestra subsisten latentes todos los sentimientos experimentados durante las épocas pasadas de la evolución, siendo solamente cuestión de práctica el poder recordarlos a voluntad.
Se recordará usted, por lo que se dice en el Concepto Rosacruz del Cosmos, respecto al método de la Iniciación, que alguna vez cuando llegue a aquel punto tendrá que retroceder por el camino que ha recorrido, para sentir y ver conscientemente aquello de que estaba inconsciente al pasar sobre ello. Por esto
la práctica anterior es una preparación. Cuanto más pueda verse uno a sí mismo en el estado mental indicado, tanto más profundamente podrá sentirse a sí mismo en la condición correspondiente y considerar la mano protectora y conductora de las jerarquías divinas que nos han ayudado en el camino de la evolución, y tanto más se estará preparado para el tiempo que ha de venir y en el que tendrá que atravesarse
aquel camino en el proceso de la Iniciación. No es aventurado afirmar que de la Iniciación, de esta manera, se derivarán muchos más beneficios que si no se está preparado por este método.
De ésta práctica de sentir la lección recibirá una ayuda grande, muy grande, en su progreso espiritual; y si se usa acertadamente iluminará las lecciones todas proporcionando un punto de vista espiritual interno que no es factible obtener de ninguna otra manera. Por consiguiente, espero sinceramente que grabará lo dicho en el fondo de su corazón y se habituará a practicarlo con regularidad hasta con aquellas lecciones que, a primera vista, puedan parecerle bastas y sin interés. Este proceso le proporcionará el placer de descubrir y extraer
perlas escondidas bajo la superficie y con las que nunca hubo soñado.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
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