humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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martes, 5 de enero de 2010

Dos preguntas y sus respuestas


CAPITULO VI

DOS PREGUNTAS Y SUS RESPUESTAS

Un estudiante pregunta: “¿No es la Naturaleza la culpable de las deformaciones en el Reino
Vegetal y Animal, lo mismo que en la raza humana? ¿Puede existir una inteligencia
perfectamente equilibrada y sana juntamente con una voluntad poderosa en un cuerpo
deforme?”
En primer lugar sería del caso preguntar qué es lo que se entiende aquí por Naturaleza.
Bacon dice que Dios y la Naturaleza se diferencian entre sí como el sello y su estampa. La
Naturaleza es el símbolo visible de Dios, y en nuestra época tenemos una fuerte tendencia a
pensar en la Naturaleza en forma muy materialista. Pero en toda manifestación de la
Naturaleza existen fuerzas, no fuerzas ciegas, sino inteligentes, que son las que motivan la
acción. Cuando hablamos de electricidad, de magnetismo, de expansión del vapor, etc., en
realidad se trata de inteligencias invisibles para nosotros, que se ponen en operación cuando
se establecen ciertas condiciones. Los Espíritus de la Naturaleza forman las plantas, los
cristales de roca y juntamente con otras numerosas jerarquías están trabajando
continuamente en torno de nosotros, aunque invisiblemente, sin embargo, están siempre
ocupadísimos en hacer eso que llamamos Naturaleza..
Son seres evolucionantes, como nosotros, y por el hecho mismo de que estén
evolucionando se ve que nos son perfectos y que, por lo tanto, pueden cometer errores que
resulten en deformaciones o mal conformaciones, de manera que puede decirse que las
inteligencias invisibles que hacen lo que nosotros llamamos la Naturaleza, son culpables de
frecuentes errores, lo mismo que nosotros.
En cuanto a la otra pregunta respecto a si puede existir una inteligencia sana y equilibrada,
así como una poderosa voluntad en un cuerpo deforme, podemos contestar que sí,
indudablemente, pero como la expresión de esa inteligencia depende de la eficiencia de su
instrumento, puede encontrarse obstaculizada por la deformidad física, en la misma forma
en que un hábil obrero puede encontrarse obstaculizado en su eficiencia por el estado de sus
herramientas.
La siguiente observación es muy digna de tenerse en cuenta: SE DICE EN LA OBRA
Concepto Rosacruz del Cosmos que la facultad de percibir el espacio está relacionada con
el delicadísimo ajuste de los tres canales semicirculares del oído, que señalan tres
dimensiones del espacio, El pensamiento lógico y el talento matemático están siempre en
relación con la precisión de su ajuste.
“Parece que la percepción de la cuarta dimensión ha sido obtenida por matemáticos de alto
grado. ¿Podríais indicarnos si ha habido algún cambio en la disposición de esos canales
semicirculares o cuál es el proceso que nos lleva a la conciencia de la cuarta dimensión?”
“Parecería que los Espíritus de la Naturaleza y los elementos tienen esta conciencia de la
cuarta dimensión, la cual constituye un grado superior al que nosotros poseemos
actualmente y quizá superior aun al que poseen las abejas o los caballos de Elberfeld.
¿Queréis proveernos del eslabón que falta? ¿Qué es lo que hace al hombre o a la humanidad
superior a estos seres y cuál es la disposición de estos canales semicirculares en el caso de
esos caballos excepcionales? ”
Para la mayoría de la humanidad las cifras constituyen algo absolutamente seco, no sólo
carecen de interés, sino que son completamente aburridoras, porque estamos acostumbrados
a vivir una vida objetiva entre otras personas y amigos, y damos expresión a nuestros
deseos, sentimientos y emociones, y cuanto má s intensos son, tanto más interesante
encontramos la vida, mientras que, por el contrario, las cosas que no nos ofrecen ninguna
emoción, las consideramos aburridas y sin interés. Por consiguiente, la mayoría no se ocupa
de las matemáticas ni de nada que agudice la mente, sin despertar simultáneamente la
naturaleza emocional.
Sabemos que Dios geometriza, y que todos los procesos de la Naturaleza están fundados en
un cálculo sistemático efectuado en la Mente Maestra. Cuando Dios, como gran Arquitecto
del Universo, ha construido todo el mundo de acuerdo con cálculos matemáticos, entonces
sabemos que consciente o inconscientemente el matemático va dirigiéndose por un rumbo
que eventualmente lo llevará a encontrarse frente a frente con Dios y esto en sí mismo
supone una expansión de la conciencia. Si consideramos el hecho de que cada uno de los
canales semicirculares es realmente un nivel suprasensitivo, ajustado para indicar a nuestra
conciencia los movimientos de nuestro cuerpo LOS ESPIRITUS Y LAS FUERZAS DE
LA NATURALEZA en largo, ancho y alto, también comprenderemos que su ajuste de
precisión es necesario para la percepción en el espacio . Si son exactos, entonces la
percepción en el espacio de esa persona es perfecta, y si se entrega al estudio de las
matemáticas y sus teorías concordarán con lo que ve en el mundo y sus hechos reales. En
algunas mentalidades elevadas engendra cierto amor por las cifras y los números, de
manera que pueden reposar en esa mentalidad que para los demás es fuente de cansancio y
fatiga, y entonces el amor por las cifras puede despertar en él las facultades latentes, pero
no debido a ningún cambio en los canales semicirculares, porque estas estructuras óseas no
se cambian fácilmente en el curso de una vida. No queda duda alguna, sin embargo, de que
todo aquel que tenga vocación por la música o las matemáticas formará más tarde, en el
Segundo Cielo, esos canales con mayor precisión y ajuste, en el período que va desde la
muerte a un nuevo nacimiento.
Con respecto a la conciencia de los elementos o Espíritus de la Naturaleza, es correcto
presumir que tienen lo que podría llamarse una conciencia cuadridimensional, porque
además de la altura, largo y anchura, existe lo que podríamos llamar compenetrabilidad de
los éteres. Con la visión etérica se puede ver a través de una montaña y si tenemos un
cuerpo etérico como el que tienen los Espíritus de la Naturaleza, entonces podemos caminar
a través de las rocas más duras del granito. No presentarán esas rocas a nuestra marcha más
obstáculo que el aire a nuestra marcha en la tierra. Y en realidad ni siquiera eso, porque
aquí a veces nos obstaculiza el viento. Pero aun entre los Espíritus de la Naturaleza hay
diferentes entidades y una correspondiente variación de la conciencia.
Los cuerpos de los gnomos están formados principalmente por éter químico, y de ahí que
pertenezcan a la tierra y sean terrenos, esto es . uno nunca los ve volando como los silfos.
Pueden ser quemados en el fuego. También se van volviendo viejos, en una forma no muy
distinta de los seres humanos.
Las ondinas, que viven en las aguas y los silfos del aire también están sujetos a la muerte,
estando sus cuerpos formados por el éter vital y el éter luminoso respectivamente, lo que lo
hace mucho más longevos, de manera que mientras los gnomos no viven más que unos
cuantos centenares de años, las ondinas y los silfos pueden vivir millares de años, y las
salamandras, cuyos cuerpos están formados principalmente por el cuarto éter, se dice que
viven muchos millares de años. La conciencia que anima y forma estos cuerpos pertenece a
un número de jerarquías divinas que están obteniendo mas y mas experiencia de esta
manera, y las formas que están construidas de materia y están así animadas, han alcanzado
cierto grado de conciencia de si mismas. Durante esas larguísimas existencias, tienen cierto
sentido de su propia vida transitoria, y en rebeldía contra este estado de cosas se produce
esa guerra de los elementos, notablemente entre el Fuego, el Aire y el Agua. Imaginándose
que se los tiene en esclavitud, tratan de liberarse de sus grilletes por la fuerza, y como no
tienen bastante sentido para guiarse por sí mismos, corren desordenadamente en forma
destructiva, lo que a veces puede producir grandes catástrofes. La conciencia de los gnomos
es demasiado lerda para que sean capaces de tomar la iniciativa, pero frecuentemente se
hacen cómplices de los demás Espíritus de la Naturaleza, abriéndose pasajes en las rocas, lo
que favorece luego las explosiones.
Sin embargo, todo esto nada tiene que ver con los caballos de Elberfeld u otros animales
prodigios. Estos constituyen la vanguardia de sus respectivos Espíritus –colectivos o
grupales, y probablemente es la última vez que se han encarnado en forma animal. Cuando
se producen estos casos, esos espíritus son relegados al Caos, donde tendrán que esperar
durante la Noche Cósmica, hasta que sus hermanos menos dotados lleguen al estado de
desenvolvimiento necesario para comenzar su evolución humana en el Periodo de Júpiter.
del libro "Temas Rosacruces I" de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel

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