humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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viernes, 15 de noviembre de 2013

LA ALIMENTACIÓN CARNÍVORA Y EL USO DE PIELES


CARTA Nº 90
Mayo de 1918



LA ALIMENTACIÓN CARNÍVORA Y EL
USO DE PIELES

Un estudiante que confesó que el continúa adicto a la dieta de carne en cierto sentido, ha tenido en ocasiones un anhelo de hablar a los otros de las enseñanzas Rosacruces, pero
siempre se ha creído que él era un hipócrita cuando abogaba por el vegetarianismo, y pregunta como puede vencer este hábito y si debe aplazar el predicar a los demás hasta
que haya conseguido tal dominio.
Esta consulta tiene un interés general, pues aunque los estudiantes de las enseñanzas Rosacruces son sinceros y consecuentes tienen las misma imperfecciones que todos los
demás seres humanos, pues de lo contrario no estarían aquí, y por esta razón una carta que toque esta materia puede ser provechosa para muchos.
No se necesita ningún argumento para demostrar que no es probable que uno tenga éxito si discursea de espiritualismo delante de una copa de aguardiente, ni el abogar por una
vida inofensiva mientras estamos comiendo un filete. Además, aquellos que conocen nuestras costumbres en la vida cotidiana, están dispuestos a notar la diferencia que va entre lo que decimos y lo que hacemos. Por lo tanto, lo mejor es el poder vivir las enseñanzas que profesamos antes de pretender convertir a los demás. Al mismo tiempo es una palabra muy dura la de hipócrita, porque uno abogue por un ideal el cual no haya sido capaz de alcanzar. En tanto que uno crea sinceramente que la dieta exenta de carnes es buena a intentar el vivir de acuerdo con lo que cree, la tal persona está justificada en predicarlo así, aunque ella ocasionalmente infrinja la regla. La estrella polar guía al marinero seguramente a su puerto de descanso, aunque nunca la alcanza. De igual modo, si nosotros ponemos nuestros ideales a la altura de las estrellas, podemos no alcanzarlos en esta vida, pero sin duda alguna, será mejor para nosotros el tenerlos y
anhelarlos.
Por otra parte, se puede conseguir con un poco de voluntad el dominar fácilmente el use del tabaco, del alcohol y del alimento carneo. Seguramente el pensamiento del sufrimiento que se causa a los pobres animales en los trenes, camino del matadero y la agonía que precede al momento en el que la cuchilla termina con su vida, o el cuchillo penetra en su garganta, inducirá a muchos de los que aspiran a la vida superior a dejar
tal hábito y les llenará de compasión por estas pobres criaturas que por falta de habla no se pueden defender. Por razones semejantes el uso de pieles y plumas como ornamento
debe ser evitado por la parte del bello sexo de nuestras filas. Es igualmente inconsistente y sin duda producirá comentarios desfavorables si cualquiera predicara el
evangelio de una vida inofensiva ataviada de ese modo.
Desgraciadamente, la vida compleja de nuestra civilización nos fuerza al uso de pieles para muchas cosas, debido a la razón de que no hay otro material propio en el mercado
para su reemplazo; por ejemplo, zapatos, etc. Pero, sin embargo, debemos hacer cuanto nos sea posible para evitar el uso de cualquiera cosa que provenga del cuerpo de un
animal que requiera su muerte. Una de las mayores bendiciones de la guerra actual es la de que el hombre está viendo que la carne no es un alimento indispensable y que vivimos mucho mejor sin tomar alcohol. Tengamos la seguridad de que este es el principio del fin y que el hombre cesará muy pronto en cebar o cazar animales por su carne o su piel. Mientras tanto, demos el ejemplo nosotros y pongamos toda nuestra
fuerza de voluntad para conseguirlo.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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domingo, 3 de noviembre de 2013

LA EDAD ACUARIA Y LA NUEVA ALIANZA


CARTA N° 89
Abril de 1918


LA EDAD ACUARIA Y LA NUEVA
ALIANZA

Después de haber escrito la lección del estudiante y pensando sobre las diferentes fases de la Pascua y de los acontecimientos que se suceden alrededor de tal época, según la
Biblia dice, se me ocurrió a mí cuan cerrado esta el libro santo de la Biblia para aquellos que desconocen las enseñanzas de la Sabiduría Occidental, así como las que se desprenden del conocimiento de la astrología esotérica; así, pues; por esta razón decidí emplear esta carta para dilucidar uno de los puntos que vinieron a mi imaginación.
Seguramente recordaremos que de acuerdo con Lucas (capítulo 22) , Cristo envió a Pedro y a Juan con instrucciones para buscar a un hombre que llevase un cántaro de
agua y que entrasen en la casa donde aquel lo hiciera, porque en tal sitio se había de celebrar, la Pascua. Después se nos dice que en aquel lugar Cristo dio a sus discípulos el
pan y el vino que constituían la Nueva Alianza, declarando que Él no volvería a beber del jugo de la vid. Esto es completamente mal comprendido por los hombres. Para la
gran mayoría de la humanidad el hombre con el cántaro de agua no tiene ningún significado, ni tampoco el hecho de que la Pascua se había de celebrar en la casa de
aquel hombre y no en ningún otro lugar. Asimismo las gentes creen que Cristo dio a sus discípulos vino .para beber, mientras que la Biblia dice precisamente todo lo contrario.
Hay un gran significado en este relato cuando lo leemos como está escrito y lo examinamos a la luz de una enseñanza esotérica.
Primeramente tengamos en cuenta el modo en que los caudillos de la humanidad han dado a cada raza nueva un determinado y apropiado alimento, como ya lo hemos dilucidado en el Concepto Rosacruz del Cosmos. Resumiendo, diremos que a Caín, la segunda Raza del hombre, que era semejante al vegetal y tenía cuerpo vital, se le dio el grano. A Abel, la Tercera Raza del hombre, que tenía ya cuerpo de deseos, se le
suministró la leche. A Nemrod, la Cuarta Raza del hombre, que estaba dotada de mente, se le dio la carne como alimento. El vino fue dado a la Quinta Raza del hombre por Noé
y esto le hizo un egotista sin Dios, así que la inhumanidad del hombre para con el hombre se ha convertido en axioma, pero también le ha ayudado a alcanzar el nadir de
su evolución material. Ahora, sin embargo, está empezando la evolución espiritual y las ideas altruistas deben ser fomentadas o por lo menos preparadas para que germinen,
para que puedan manifestarse en la Sexta Raza. Esto también requiere un cambio en la alimentación y en la dieta.
Mientras que estos estados de la evolución han tenido lugar, el Sol ha rodeado por precesión el Zodiaco muchas veces. Pero cada estado fue inaugurado bajo un signo determinado y específico, y cada uno fue precedido y sucedido por ciclos menores en los cuales hubo replicas de las grandes épocas y edades. De este modo los últimos seis o
siete millares de años mientras el Sol pasaba por Tauro, el signo del Toro, Aries, el signo del Carnero y Piscis, el signo ácueo y fluídico, han sido épocas de desenvolvimiento material, alimentadas y nutridas a impulsadas por la carne y el vino.
Aún Cristo al principio de su ministerio convirtió el agua en vino ratificando su uso continuo durante la Edad de Piscis. Pero al final de su carrera terrenal envió a sus discípulos a que prepararan la Pascua, el paso al más allá, en la casa del Aguador y allí abolió la carne y el vino dándoles pan y la copa de agua como la Nueva Alianza para el
Reino de Dios, donde Él ha de reinar como Príncipe de la Paz.
¿Puede haber alguna cosa más clara y explícita? Cristo es el Espíritu del Sol, y cuando el Sol cruce el Ecuador en el equinoccio vernal en el signo del Aguador, la Edad
Acuaria se manifestará, en la cual la dieta exenta de carnes y de alcoholes de la Nueva Alianza estará en boga y alboreará la era del altruismo. Ahora estamos comenzando a sentir una influencia bienhechora, aunque está siglos aparte aun, y, nosotros estamos aquí para contribuir a la preparación de aquella época.
Por lo tanto, es necesario que nos purifiquemos física, moral, mental y espiritualmente para que sirvamos de ejemplo luminoso a los demás y de este modo conducirles a la
gran Luz, la cual nosotros hemos tenido la gran fortuna de ver.
Recordemos también que cuanto mayor sea nuestro conocimiento, tanto mayor será nuestra responsabilidad por el uso que de él hagamos, y a menos que vivamos de
acuerdo con nuestros tan elevados ideales, mereceremos una mayor condenación.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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sábado, 26 de octubre de 2013

LA NOBLEZA DE TODOS LOS TRABAJOS


Carta nº 88
Marzo de 1918


LA NOBLEZA DE TODOS LOS
TRABAJOS

Una señora muy entusiasmada por la belleza, grandiosidad y satisfactorias enseñanzas Rosacruces deplora el destino que la ha reducido a una cocina, a un fregadero, al cuidado de los hijos y a la monotonía del cuidado de la casa, y dice que si tuviera la ocasión para predicar el evangelio que encuentra en estas doctrinas recientemente descubierto por ella, iría por el mundo para dárselo a conocer a todas las almas que a
millares lo buscan y ansían.
Todo esto sería muy conveniente para ella y esos millares de personas, pero mientras tanto, ¿ qué sería de esos tiernos niños privados de los cuidados de su madre? Debemos
no olvidar nunca el. punto importante de que todos aquellos que fueron llamados a trabajar en la viña del Maestro estaban desocupados en el mercado del mundo. No
tenían lazos embarazosos que les impidieran de trabajar todo el día en la viña, y nadie que no esté libre de obligaciones primordiales puede comprometerse a trabajar por los
demás. Si aspiramos a tal clase de trabajo para enseñar a nuestros semejantes, se nos abrirá el camino algún día, pero para ello es preciso que seamos fieles a nuestros
deberes actuales.
En cuanto a la palabra "humilde" que ella emplea para indicar los quehaceres domésticos, es desgraciadamente muy generalmente usada. El maestro dice también que
el repetir todos los días las mismas lecciones a sus niños es monótono y pesado, la madre dice que los quehaceres domésticos son rutinarios, el jefe de la familia, el padre,
llama a su profesión del mismo modo y así por igual toda la sociedad. Cada uno piensa que si se pudieran cambiar por fulano o mengano o por esta o la otra clase de trabajo su
ocupación, la vida cambiaría inmediatamente en una alegría y bendición completas.
Esto es vivir en una completa ilusión a irrealidad.
"El hombre que es nacido de mujer es de una duración de pocos días y éstos llenos de molestias." No importa dónde esté colocado, hay solo un medio para mejorar, un
camino para vencer, y éste es el de adoptar una actitud mental, justa y recta.
Un gran motor de gas marchando a una gran velocidad puede desafiar a una armada de hombres robustos para que lo detengan, pero una simple mota de carbón depositada en
el punto de la chispa o un tornillo pequeño que funcione flojo, pueden rápidamente hacerlo parar o perder potencia. Así, pues, un poco de hollín, que nosotros despectivamente llamamos suciedad, puede, bajo determinadas circunstancias, hacer
mucho más que muchos hombres. Por lo tanto, no debemos tener la extravagancia de ensalzar a unos como héroes y despreciar a otros por humildes. Hay almas tan nobles
que están remendando medias, como las que se sientan en sillas presidenciales.
Todo depende en el amor que cada uno ponga en el desempeño de su cometido.
Pero cuántos hay que realmente quieran decir monotonía al decir de algunos trabajos que son humildes? Todo el trabajo es más o menos rutinario y la constante realización
de los mismos oficios se hace a menudo monótona. Hay una razón muy buena por la cual nuestra fase actual de desarrollo incluye este principio de rutina. Nos estamos
preparando ahora para hacer frente a la Edad Acuaria con sus desarrollos intelectuales y espirituales grandiosos. Esto requiere un despertar del aletargado cuerpo vital, cuya
nota-clave es la de repetición. La rutina de nuestra ocupación diaria proporciona este despertar y sí nos rebelamos, entonces se hace monótona y retarda nuestro progreso.
Pero, por el contrario, si nosotros amalgamamos nuestras tareas con amor, entonces adelantaremos muchísimo en nuestra evolución y cosecharemos el premio de nuestro
contento.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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lunes, 7 de octubre de 2013

LA NECESIDAD DE PONER EN ACCIÓN NUESTRA INTELIGENCIA


CARTA Nº 87
Febrero de 1918


LA NECESIDAD DE PONER EN ACCIÓN
NUESTRA INTELIGENCIA

Cristo nos exhortó a que dejáramos que brillara nuestra luz y en la parábola de los talentos Él indicó el que a quien mucho se le dé, mucho se le ha de exigir, y que cada uno, no importa cuan poco haya recibido, se espera que lo ponga a rédito, que arroje su pan a las aguas para que pueda volver a él después de muchos días largamente aumentado. Ahora estamos acercándonos al principio de un nuevo año. Hemos recibido las
inapreciables enseñanzas Rosacruces. Por lo tanto, se requiere de nosotros que pongamos este conocimiento en algún use con el fin de ayudar a aquellos de nuestros semejantes, quienes no han recibido aún una solución al problema de su vida y están buscando la verdad.
Nosotros, con muy buen acuerdo, no gustamos de las personas endiosadas que tienen una idea exagerada de sus propias capacidades y que abruman a los demás hasta el fastidio con sus discursos indeseables. Pero los estudiantes de la Fraternidad Rosacruz parece que adolecen del temperamento y enfermedad opuestos lo cual es tan malo. El menosprecio propio, la timidez y la falta de confianza propia invalidan nuestra habilidad
y nuestro talento, produciendo su atrofia, justamente como pasa con los ojos de los animales que han dejado la luz solar para meterse en cuevas y no salir de ellas, o como la mano que se mantiene inactiva al lado durante años perdiendo su fuerza para moverse. Nuestros talentos se atrofian si no se usan. Seremos responsables, además, por acumulación de conocimientos y retraerlos de aquellos que los están buscando,
como el sirviente de la parábola que enterró su talento en lugar de emplearlo para que pudiera dar de sí algún
fruto.
Nosotros hemos sostenido siempre que en materia de creencias no se debe forzar la atención de otras personas, pero hay millares de coyunturas todos los años en las que podemos decir una palabra calculada para traer el efecto de que se nos haga alguna pregunta acerca de nuestra filosofía por parte de algún amigo que nos haya escuchado. Es perfectamente legitimo el dirigir y platicar a las personas mientras tanto estén
interesadas. Pablo exhortaba a sus prosélitos el que se prepararan con un estudio del Evangelio y si nosotros
seguimos tal regla preparándonos para contestar inteligentemente a las preguntas que se nos hagan, veremos
que las personas quedan interesadas en lo que podemos y tenemos para enseñarlas.
Por esta época los hombres están interesados intensamente en la vida después de la muerte; pero para contestar debidamente sus preguntas debemos poseer un conocimiento suficiente de las enseñanzas Rosacruces infiltradas en lo más profundo de nuestro ser y las debemos dominar de tal manera que no haya
vacilaciones ni titubeos al emitirlas. Un poco de conocimiento es muy peligroso en materias de religión y de filosofía, también como de las otras cosas. Debemos poseer lo bastante y de la clase legítima para poder penetrar con ello en el campo de propaganda de los demás. Pero esto no es nada difícil. Aunque es muy interesante a instructivo para los estudiantes de las enseñanzas Rosacruces que están muy interesados en
ellas y poseen un gran conocimiento de la filosofía al pasar adelante con los misterios de los periodos y
evoluciones, épocas y razas, días y noches cósmicas, etc., todo lo que es necesario para confortar al hombre ignorante de estas doctrinas es un conocimiento total y profundo de las leyes de Consecuencia y del Renacimiento en la forma que se han dado en nuestra literatura. Estos son los principios vitales que les
conciernen más a ellos. Estas leyes son la carne de la nuez de las enseñanzas Rosacruces. Si nosotros podemos dar una conferencia de ellas a una persona que se halle desesperada, ya sea por haber perdido a un ser cercano y querido o porque le parece que el mundo se le va a caer encima y que no podrá hallar un lugar para ella en él, que no encuentra una salida en el callejón en que se halla metida, podremos solventar sus
problemas de una manera razonable y lógica indicándole como la ley del Renacimiento, unida a la ley de Consecuencia, está trabajando constantemente por el. bien de la humanidad y el modo en el que ella puede recoger todo el bien que ansíe amoldándose a trabajar en armonía con estas dos grandes leyes. De este modo le habremos hecho un señalado servicio y desarrollado al mismo tiempo nuestra propia alma.
Asimismo me permitiría sugerir que se formaran clases en los diferentes centros de estudios para analizar todo lo que se ha dicho en nuestra literatura acerca de la actuación de estas leyes bienhechoras, para que de este modo los estudiantes puedan adaptarse a sí mismos para rendir un importante servicio a su comunidad, ayudando a las gentes a solucionar los problemas de la vida, que son tan desconcertantes para la gran
mayoría.
Yo confío que esta sugestión pueda serles de mucho beneficio durante el. año venidero.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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martes, 17 de septiembre de 2013

DIOS: ORIGEN Y FINALIDAD DE LA EXISTENCIA


CARTA Nº 86
Enero de 1918


DIOS: ORIGEN Y FINALIDAD DE LA
EXISTENCIA

Nos encontramos otra vez sobre el umbral de un nuevo año, una época en que es costumbre el formar resoluciones de nuestros anhelos y aspiraciones. Como quiera que los estudiantes de las enseñanzas rosacruces deben estar especialmente interesados en el.asunto del desarrollo espiritual, he pensado que las
consideraciones que siguen pueden serles en esta ocasión muy provechosas.
La palabra "santidad" se ha asociado en la mente de muchas personas con la idea de que la gente de tal naturaleza posee una cara larga y un temperamento hipócrita y como consecuencia de esto los hombres están, generalmente, muy mal dispuestos contra aquellos que hacen profesión de santidad. Pero esto, como es natural, no es la verdadera marca. El hombre realmente santo no es un aguafiestas ni un marchitador de
alegrías y regocijos, no es indolente en sus negocios; cumple completamente con su deber, tanto en su hogar
como en su trabajo y pone toda su alma en sus trabajos; es un valioso modelo de fidelidad y generalmente es respetado por todos aquellos que le conocen, porque sus acciones hablan más alto que las palabras que inspiran elogios. Es muy cuidadoso en todos los tratos con sus semejantes, esforzándose en deber a los que con el se rozan solamente amor y siempre listo y ansioso para ayudar a los otros; es, en resumen, un hombre
modelo en todos los aspectos de la vida.
Pero esta vida de mundana rectitud no es en sí misma una prueba de santidad. Hay muchas personas
espléndidas en el mundo que llevan unas vidas modelo por razones de ética y se comportan de manera que
inspiran respeto a todos los que las conocen. También son caritativas y se destacan, en armonía con su
opinión, en todos los trabajos relacionados con ellos. Sin embargo, repetimos, no es esta la prueba. La
prueba que señala la diferencia entre el hombre modelo meramente y el, en realidad, santo, se ve en las horas
de ocio cuando el deber ha quedado cumplido y la obligación de nuestras profesiones terminada en aquel
día. En aquel momento se verán los caminos tan distintos que siguen la parte mundana y la parte santa, pues
en aquella hora el hombre de mundo perseguirá. la diversión, recreos y placeres para dar una salida a su
energía, o quizá irá en busca de su vicio favorito en concordancia con la inclinación de su mente o con sus
medios económicos. Pueden ser simplemente juegos o deportes, o bien canto y música, teatros, tertulias, o
cualquier otro medio que el cree le proporciona un buen pasatiempo.
Pero el hombre santo es como el acero tocado con la piedra imán y obligado forzosamente a dirigir su punta
al polo. Una vez que el corazón ha sido tocado por la piedra imán del amor de Dios, el deber le lleva hacia
los negocios del mundo que requieren legítimamente nuestra atención. El hombre santo no solamente no rechaza sus obligaciones, sino antes bien, se excede en su cumplimiento y llenándolas mejor y más conscientemente que antes de entregarse a servir a Dios. Al mismo tiempo nota inconscientemente el impulso y anhelo de volver mentalmente a comulgar con el Padre, lo cual es análogo a la forma por la que la aguja de acero imantada que ha estado alejada por alguna presión, de la dirección del Norte, vuelve hacia
ella en el momento de quedar libre. En el momento en que la llamada del deber ha quedado contestada perfectamente y la presión levantada por aquel momento, los pensamientos del hombre santo se vuelven automáticamente hacia la Divinidad. Una marcha en el tranvía de o hacia los negocios es un momento muy oportuno para una meditación de esta clase, y el tiempo que empleamos en la espera de algún amigo se
puede utilizar con este propósito también. En efecto, no se le presenta al hombre santo ningún momento de libertad de los negocios del mundo sin que sus pensamientos giren instantáneamente hacia su origen y meta:
Dios.
Hemos oído de hombres que han estudiado leyes en los tranvías, con ocasión de ir o volver de sus negocios; otros han aprendido idiomas, utilizando los ratos de ocio que otras gentes desperdician con pensamientos errantes, sin finalidad ni objeto. Aprendamos, pues, de aquéllos la lección que su conducta nos ofrece y durante el próximo año practiquemos la costumbre de volver nuestros pensamientos hacia Dios durante los
momentos libres que tengamos. Si lo practicamos fielmente, nos veremos mucho mas adelantados en el camino que lleva al desarrollo del alma.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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lunes, 2 de septiembre de 2013

EL DOLOR ACTUAL Y LA PAZ FUTURA


CARTA Nº85
Diciembre de 1917


EL DOLOR ACTUAL Y LA PAZ FUTURA

Desde largos siglos atrás nos llega a nosotros la voz de Isaías en una de sus profecías más grandes e
inspiradoras del alma:
"Ha nacido un niño entre nosotros, un hijo nos ha sido dado; y el gobierno ha de pesar sobre sus hombros: y
su nombre sera el de Maravilloso, Consolador, el Dios Todopoderoso, el Padre Eterno, el Príncipe de la Paz.
"Del desarrollo de su gobierno y paz no habrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, y para ordenarlo
y establecerlo con juicio y justicia desde entonces, por los siglos de los siglos."
Tampoco es menos potente el canto del coro de  ángeles sobre las alturas de Galilea para elevar y estimular a
las almas hacia tan sublime ideal:
"Paz en la Tierra y buena voluntad entre los hombres."
Pero viendo y examinando cara a cara los sucesos actuales del mundo, tales sentencias parecen que suenan a
burlas y desde el punto de vista del hombre corriente, todas las bulgaridades de los religiosos no pueden hacer menos odiosa la situación en el llamado "mundo cristiano".
Pero cuando aplicamos la escala cósmica de medida y perspectiva la cosa es muy diferente, y en este sentido
Goethe dice admirablemente que:

"Quién nunca comió su pan con tristeza, quién nunca ha pasado las horas de la noche en vela, llorando, esperando por el mañana, aquel no conoce los poderes celestiales."

Lo mismo pasa con los individuos que con las naciones. El dolor y el sufrimiento parecen desgraciadamente que sean sólo los maestros a los cuales oímos. De aquí la necesidad de sus lecciones. Viendo la vida como una cosa eterna no nos desmaya el incidente llamado “pérdida de la vida" de la guerra actual.
Aquellos que mueren volverán a nacer otra vez y por esta experiencia serán mejores que lo que son ahora.
La paz y la buena voluntad están emplazadas para manifestarse a su debido tiempo, cuando hayamos aprendido a abolir a la guerra, y así podemos regocijarnos por la perspectiva y orar anhelosa y devocionalmente por su consumación. Yo suplicaría de una manera especial a los estudiantes de la
Fraternidad Rosacruz el que se unieran a nosotros en esta petición en la Nochebuena, a la medianoche, cuando el servicio usual se efectuará en nuestra Pro-Ecclesia por los trabajadores de Mount Ecclesia.
Adjuntamos una hojita conteniendo las frases de saludo propias de estas Pascuas y que los empleados de Mount Ecclesia envían a todos los miembros que se hallan diseminados por el mundo y que lleva por titulo :
"La Biblia en un Fulgido", y confiamos en que serán para ustedes interesantes e instructivas.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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miércoles, 14 de agosto de 2013

LA EPIGENESIS Y LA LEY DE CAUSACIÓN


CARTA Nº 84
Noviembre de 1917


LA EPIGENESIS Y LA LEY
DE CAUSACIÓN

Frecuentemente manifiestan algunos estudiantes varios errores, los cuales requieren corrección de vez en cuando. El más generalizado de estos es la idea equivocada de que todo lo que nos sucede es la consecuencia o efecto de alguna causa o acción nuestra en tiempos pasados, generalmente en alguna existencia previa.
Teóricamente los estudiantes conocen que esto no es exacto. Están conscientes de que además del destino acarreado por nosotros de otras vidas para su liquidación en esta vida, estamos ejerciendo una influencia causística por nuestros actos.
Una parte considerable de las acciones hechas en esta encarnación se convertirán en efectos antes de que la
muerte termine nuestra estancia en este alrededor ambiente, a la que los hechos que no se liquiden de este modo se arrastrarán y formarán las bases del destino de una existencia futura, en la que cosecharemos aquello que hayamos sembrado. Este destino arrastrado de una vida a otra esta indicado en nuestro
horóscopo y nos da ciertas características y tendencias o líneas de menor resistencia. No debe ser olvidado, sin embargo, que este destino de otras vidas anteriores nos da determinadas influencias o impulsos hacia líneas de acción concretas. Pero, de todos modos, existe una gran cantidad de libre albedrío en nuestras acciones, que dejan lugar al ejercicio de la epigénesis, o sea, la actividad creadora divina que forma las bases
de la evolución.
Como ya dejo dicho, los estudiantes saben perfectamente esto, teóricamente. Pero al relacionarlo con los problemas de la práctica de la vida diaria, parece que todos toman persistentemente la actitud de que todo lo que es, es un desarrollo o ampliación de algo que ha existido ya. Esto es cierto, especialmente, en el caso de aquellos que han estudiado las religiones orientales antes de sumarse al movimiento de los estudiantes de las enseñanzas de la Sabiduría Occidental.
Pero por esta actitud mental de ignorar o no aceptar la acción de la epigénesis están retardando el desarrollo de su alma a un grado tal del que no están conscientes. En efecto, está  ocurriendo con ellos algo que es semejante a lo que sobreviene a los materialistas durante su existencia post mortem en el momento en que están pasando la frontera entre el Purgatorio y el Primer Cielo, donde se les ve discurrir en una monotonía
que es muy doloroso el contemplar. Esta frontera es, por decirlo así, un remanso fuera de la corriente de la vida donde el progreso forma una pausa. El materialista esta allí debido a la razón de su negación de la existencia post mortem, la cual le ha puesto fuera del contacto de las corrientes espirituales que generan el movimiento y la acción durante aquella existencia.
Asimismo, cuando nosotros ensalzamos y recalcamos la ley de Causación e ignoramos constante y persistentemente la ley de la Epigenesis, nos estamos colocando fuera de la línea de acción de esta última, y nuestras ocasiones de ejercitar iniciativa se pierden más a menudo que si fuera del otro modo, con el
resultado de que nos encontramos más obstruidos y nos hacemos más estériles a medida que pasan los años.
Por lo tanto, si nos esforzamos inteligentemente en considerar los problemas de la vida, tomando como ejemplo en las acciones de aquellos que nos rodean así como las nuestras propias, para buscar y extraer de ellas el principio de la Epigénesis y vigilamos su modo de operar, hallaremos ocasiones para emplear nuestras iniciativas abriendo ante nosotros un porvenir que nunca lo hubiéramos creído posible. Vigilando el
modo en que la Epigénesis actúa en otras personas podemos aprender el modo de aplicarla a la nuestra.
Confío que mantendrá usted en su imaginación lo antes dicho y si así lo hace, obtendrá un gran beneficio por la práctica persistente de este principio.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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