CAPÍTULO XVI - DESARROLLO FUTURO E INICIACIÓN
LOS SIETE DÍAS DE LA CREACIÓN
Los rosacruces llaman al Período Terrestre, Marte-Mercurio. Los Grandes Días de Manifestación creadores están significados en los nombres de los días de la semana, porque éstos han sido denominados según los estados evolutivos por los que han pasado los espíritus virginales en su peregrinación a través de la materia.
DÍA CORRESPONDE AL ESTA REGIDO POR
Sábado Período de Saturno .......................Saturno
Domingo Período Solar ...........................El Sol
Lunes Período Lunar .......................La Luna
Martes Primera mitad del Período Terrestre ...........................Marte
Miércoles Segunda mitad del Período Terrestre ......................Mercurio
Jueves Período de Júpiter .........................Júpiter
Viernes Período de Venus ..........................Venus
El Período de Vulcano es el último Período de nuestro plan evolutivo. La quintaesencia de todos los períodos precedentes es extraída por la recapitulación, espiral tras espiral. Ningún nuevo trabajo se realiza hasta la última Revolución en el último Globo, y entonces únicamente en la Séptima Época. Por lo tanto, el Período de Vulcano puede decirse que corresponde a la semana, que incluye todo lo de los siete días.
La afirmación de los astrólogos de que los días de la semana están regidos por el planeta particular que indican está bien fundada. Los antiguos estaban familiarizados con esos conocimientos ocultos, como lo demuestran sus mitologías, en las que los nombres de los dioses estaban asociados con los días de la semana:
Saturday (sábado) es sencillamente el día de Saturno; Sunday (domingo) está relacionado al Sol, y Monday (lunes), a la Luna (Moon). Los latinos llamaban al martes "Dies Martis", que muestra claramente su relación con Marte, el dios de la guerra. El nombre Tuesday (martes) se deriva de "Tirsdag", "Tir" o "Tyr", que es el nombre del dios escandinavo de la guerra. Wednesday (miércoles) era "Wotensday", de Woten, también un dios del norte; los latinos denominábanlo "Dies Mercurii", demostrando así su relación con Mercurio, según indicábamos en nuestra lista.
Thursday (jueves) o "Thorsdag" se llama así porque "Thor" era el dios del trueno, y los latinos denominábanlo "Dies Jovis" como el día del dios del trueno "Jove" o "Júpiter".
Friday (viernes) se llamaba así porque la diosa del norte, de la belleza, se llama "Freya", y por análogas razones llamábanlo los latinos "Dies Veneris" o el Día de Venus.
Estos nombres de los Períodos no tienen nada que ver con los planetas físicos, sino que se refieren a las encarnaciones pasadas, presentes y futuras de la Tierra; porque si como dice el axioma hermético "como arriba es abajo", el macrocosmo debe tener sus encarnaciones como las tiene el hombre, el microcosmo.
La ciencia oculta nos dice que hay 777 encarnaciones, pero no quiere significar que la Tierra sufra 777 metamorfosis. Lo que significa es que la vida evolucionante hace:
7 Revoluciones en torno de los
7 Globos de los
7 Períodos Mundiales.
Este peregrinaje de la involución y de la evolución, incluyendo el camino recto de la Iniciación, está significado en el Caduceo o "Cetro de Mercurio" (véase el diagrama 15), así llamado porque ese símbolo oculto indica el sendero de la Iniciación, que quedó abierto únicamente desde el principio de la mitad-mercurial del Período Terrestre. Algunos de los misterios menores les fueron dados a los primitivos lemures y atlantes, pero no las Cuatro Grandes Iniciaciones.
La serpiente negra del diagrama 15 indica el sendero cíclico y tortuoso de la Involución, comprendiendo los Períodos de Saturno, Solar y Lunar, y la mitad- marciana del Período Terrestre, durante cuyo intervalo la vida evolucionante construyó sus vehículos, no haciéndose plena y claramente consciente del mundo externo hasta la última parte de la Época Atlante.
La serpiente blanca representa el sendero que la raza humana seguirá a través de la mitad-mercurial del Período Terrestre y de los Períodos de Júpiter, de Venus, y Vulcano, durante cuyo peregrinaje la conciencia humana se expandirá hasta la omnisciencia, la Inteligencia Creadora.
El sendero serpeante es el sendero seguido por la gran mayoría, pero el Cetro de Mercurio, en torno del cual se arrollan las serpientes, muestra "el estrecho y recto camino", el sendero de la Iniciación, que permite a los que por él viajan el realizar en pocas vidas lo que requiere millones de años para la mayoría de la humanidad.
Apenas necesitamos decir que no puede darse descripción alguna de las ceremonias iniciáticas, puesto que el primer voto del Iniciado es el silencio, pero aunque fuera permitido no sería importante. En lo que a nosotros concierne, para conseguir dar una ojeada general al sendero evolutivo, basta con indicar los resultados de tales ceremonias.
El resultado en conjunto de la iniciación, es dar al aspirante espiritual una oportunidad para desarrollar sus facultades y poderes superiores en corto tiempo por medio de un ejercitamiento muy severo, con el que adquiere la expansión de la conciencia que toda la humanidad poseerá en un lejano futuro, pero cuya gran mayoría la realizará siguiendo el lento proceso de la evolución ordinaria. Podemos conocer los estados de conciencia y los poderes correspondientes alcanzados por el candidato conforme pasa a través de las sucesivas grandes iniciaciones, los que serán poseídos por la humanidad en general en el futuro. Algunos vislumbres hemos dado ya, pero otros más cabe deducir de la ley de Consecuencia, los que pueden darnos una visión de conjunto de la evolución frente a nosotros y de la magnitud de los grandes grados iniciáticos. Con ese objeto quizá pueda ayudarnos el contemplar el pasado y los grados de conciencia por los que ya atravesó la humanidad en los Períodos precedentes.
Recordemos que durante el Período de Saturno la inconsciencia del hombre era semejante a la del cuerpo denso cuando queda sumergido en el estado de trance profundo; esta consciencia fue sucedida, en el Período Solar, por la consciencia del sueño sin ensueños. En el Período Lunar se obtuvo la primera vislumbre de la actual consciencia de vigilia, pero como una consciencia pictórica interna de las cosas externas. Toda la consciencia cnsistía en representaciones internas de los objetos, colores y sonidos externo. Por último, en la segunda parte de la Epoca Atlante, esa consciencia
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Diagrama 14A: Como Arriba Es Abajo
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imaginativa dio lugar a la consciencia plena de vigilia actual, con la que los objetos pueden ser observados fuera, distintos y definidos. Cuando se obtuvo esa consciencia objetiva el hombre percibió la realidad del mundo exterior y por vez primera vislumbró la diferencia entre el "yo" y el "no yo", los otros. El hombre comprendió entonces su separativdad y desde entonces la consciencia del "yo" el egoísmo, predomina. Anteriormente no había habido ni pensamiento ni ideas sobre ese mundo externo, y por consiguiente no había tampoco memoria de los sucesos.
Ese cambio de la consciencia pictórica interna a la consciencia objetiva del yo fue efectuado muy lentamente, con una lentitud proporcional a su magnitud, desde la permanencia en el Globo C de la tercera Revolución del Período Lunar hasta la última parte de la Epoca Atlante.
Durante ese tiempo la vida evolucionante pasó a través de cuatro grandes estados de desenvolvimiento análogo al animal antes de alcanzar el estado humano. Esos grados del pasado corresponden a los cuatro estados no pasados aún y a las cuatro iniciaciones.
Dentro de esos cuatro estados de conciencia ya pasados hay trece grados, y desde el estado actual del hombre hasta la última de las Grandes Iniciaciones hay trece iniciaciones: Los nueve grados de los misterios menores y las Cuatro Grandes Iniciaciones.
Hay una división similar entre nuestros animales actuales, la que puede distinguirse en su Forma, porque como la forma es la expresión de la vida, cada grado de desarrollo de ésta debe corresponder necesariamente a un desarrollo de consciencia.
Cuvier fue el primero que dividió el reino animal en cuatro clases primarias, pero no supo dividir esas clases en subclases. El embriologista Karl Ernst von Baer, el Profesor Agassiz y otros científicos, clasifican el reino animal en cuatro divisiones primarias y trece subdivisiones, como sigue:
I. - RADIADOS
1. - Pólipos (anémonas marinas, corales).
2. - Asterias (estrellas marinas, erizos marinos).
3. - Crustáceos (langostas, etc.).
II. - MOLUSCOS
4. - Acéfalos (ostras, etc.).
5. - Gasaterópodos (caracoles).
6. - Cefalópodos.
III. - ARTICULADOS
7. - Gusanos
8. - Crustáceos (langostas, etc.)
9. - Insectos.
IV. - VERTEBRADOS
10. - Peces
11. - Reptiles
12. - Aves
13. - Mamíferos
Las primeras tres divisiones corresponden a las tres Revoluciones remanentes de la mitad-mercurial del Período Terrestre y sus nueve grados corresponden a los nueve grados de los misterios menores, que habrán sido obtenidos por la humanidad en general cuando haya llegado a la mitad de la última revolución del Período Terrestre.
La cuarta división de la lista de los animales avanzados del reino tiene cuatro subdivisiones: Peces, reptiles, aves y mamíferos. Los grados de consciencia así indicados corresponden a estados análogos de desarrollo que alcanzará la humanidad al final de los Períodos Terrestres, de Júpiter, de Venus y de Vulcano, y que cualquier individuo calificado puede obtener actualmente por medio de la iniciación. La primera de las Grandes Iniciaciones da el estado de consciencia que alcanzará la humanidad ordinaria al final del Período Terrestre; la segunda el que alcanzará aquélla al final del Período de Júpiter, la tercera da la extensión de consciencia que se alcanzará al finalizar el Período de Venus; y la cuarta da al iniciado el poder y la omnisciencia que alcanzará la humanidad únicamente al final del Período de Vulcano.
La consciencia objetiva con la que obtenemos conocimientos del mundo externo dependen de lo que percibamos por nuestros sentidos. A esto lo llamamos "real", en contradistinción de nuestros pensamientos e ideas que llegan a nosotros a través de nuestra consciencia interna; su realidad no es aparente para nosotros, en la misma forma que un libro o una mesa o cualquier otro objeto visible en el espacio. Los pensamientos o ideas nos parecen confusos e irreales, y en consecuencia hablamos de ellos como de un "mero" pasatiempo y de "sólo" una idea.
Las ideas y pensamientos actuales, tienen, no obstante, una evolución ante ellos; están destinados a convertirse en tan reales, claros y tangibles como cualquier otro de los objetos del mundo externo que ahora percibimos por intermedio de nuestros sentidos. Actualmente, cuando pensamos en una cosa o en un color, el cuadro o color presentado por la memoria a nuestra consciencia interna no es sino obscuro y sombrío comparado con la cosa en que pensábamos.
En el Período de Júpiter se producirá un cambio marcado en ese respecto. Entonces las imágenes internas ensoñativas del Período Lunar volverán, pero estarán sujetas a la voluntad del pensamiento y no serán simples reproducciones de los objetos exteriores. Así que habrá una combinación de las imaginaciones del Periódo Lunar y de los pensamientos e ideas desarrollados conscientemente durante el Período Terrestre, esto es, que será una consciencia pictórica consciente de sí.
Cuando un hombre del Período de Júpiter diga "rojo" o exprese el nombre de un objeto, se presentará a su visión interna una reproducción exacta y clara del tono particular de rojo en que esté pensando o del objeto de que se esté hablando, cuya reproducción será también visible para el interlocutor. No habrá malentendido alguno en cuanto a lo que quiere significarse por las palabras emitidas. Los pensamientos e ideas serán visibles y vivos; por lo tanto, la hipocresía y la adulación quedarán completamente eliminadas. Los hombres se verán exactamente como son. Habrá buenos y malos, pero esas dos cualidades no se encontrarán mezcladas en la misma persona. Habrá hombres perfectamente buenos o perfectamente malvados, y uno de los problemas más serios de entonces será la manera de obrar con estos últimos. Los Maniqueos, una Orden de espiritualidad aun superior a los rosacruces, están actualmente estudiando ese problema. Puede obtenerse una idea anticipada de esas condiciones con un corto resumen de su leyenda. Todas las órdenes místicas tienen una leyenda simbólica de sus ideales y aspiraciones).
La leyenda de los Maniqueos dice que hay dos reinos -el de los Luminosos y el de los Sombríos-. Estos últimos atacan a los primeros y quedan derrotados, debiendo ser castigados. Pero como los Luminosos son perfectamente buenos y los Sombríos son perfectamente malos, aquéllos no pueden infligir a éstos ningún mal, así que tienen que castigarlos haciéndoles Bien. Por lo tanto, una parte del reino de los Luminosos se incorpora al de los Sombríos y de esta manera el mal queda vencido con el tiempo. El Odio no será sometido por el odio, sino que sucumbirá ante el Amor.
Las imágenes internas del Período Lunar eran la expresión del alrededor externo del hombre. En el Período de Júpiter esas imaginaciones serán expresadas desde dentro; serán una facultad de la vida interna del hombre. Poseerá además la facultad que cultivó en el Período Terrestre de ver las cosas fuera de sí mismo, en el espacio. En el Período Lunar no veía las cosas concretas, sino sus cualidades anímicas. En el Período de Júpiter verá ambas y tendrá por lo tanto una comprensión perfecta de todo cuanto lo rodee. En un estado posterior a éste, del mismo Período, dicha capacidad perceptiva será substituida por una fase superior aún. Su poder de formar concepciones mentales claras de colores, objetos o tonalidades, le permitirá ponerse en contacto con seres suprasensibles de diversos órdenes y asegurarse su obedicencia, empleando sufuerza de voluntad. Podrá admitir de sí mismo las fuerzas necesarias para ejecutar sus designios, pero dependerá, sin embargo, de la ayuda de esos seres suprafísicos, quienes estarán entonces a su servicio.
Al finalizar el Período de Venus, podrá emplear su propia fuerza para dar vida a sus imaginaciones y para arrojarlas como objetos en el espacio. Entonces poseerá una consciencia objetiva, consciente y creadora.
Muy poco podemos decir acerca de la elevada consciencia espiritual que será alcanzada al finalizar el Período de Vulcano; estaría mucho más allá de nuestra comprensión actual.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel
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