humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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domingo, 25 de mayo de 2014

La Palabra Creadora


La Palabra Creadora

De todos los instrumentos que el espíritu posee, la
mente es el más importante, el especial en la obra
de la creación, pues si la laringe espiritualizada y
perfecta en el futuro hablará la Palabra Creadora, la
mente perfeccionada decidirá tocante a la forma
particular y volumen de vibraciones, por lo que sin
duda será factor determinante. La Imaginación,
fuerza preeminentemente femenina, será la facultad
espiritualizada que dirigirá la creación.
La imaginación, por tanto, es algo imprescindible,
fundamental. Ella es quien proyecta nuestras casas,
nuestros vestidos, nuestros aviones y nuestro entero
futuro. Cualquier perfeccionamiento, tanto en lo
físico como en lo espiritual, ha de ser imaginado
previamente en cuanta posibilidad para que pueda
llegar a convertirse en una cosa real. Si el lector
tiene la amabilidad de examinar el diagrama 3, entre
las funciones de los diferentes vehículos humanos y
las partes de un estereoscopio, la mente
corresponde a la lente. Ella equivale al foco
mediante el cual las ideas producidas por la
imaginación del espíritu se proyectan sobre el
universo material. Primeramente son sólo
pensamientos-forma (imaginaciones), pero cuando
el deseo de realizar las posibilidades imaginadas ha
puesto al hombre en acción en el Mundo Físico,
entonces se convierten en lo que denominamos
"realidades concretas".
De todas formas, actualmente la mente no se
encuentra lo bastante desarrollada aún de manera
que pueda permitir dar una imagen cierta y clara de
lo que el espíritu imagina., es decir, no está
debidamente enfocada, pues proporciona cuadros
confusos y borrosos. De ahí las necesidades de la
experimentación, pues demostrando los defectos de
la primera concepción, conducirá a nuevas
imaginaciones e ideas, y ello hasta que la imagen
producida por el espíritu en sustancia mental haya
cuajado debidamente en sustancia física.
En definitiva, sólo somos capaces de formar en la
mente imágenes que tengan relación con la Forma
porque la mente humana no se desarrolló hasta el
Período Terrestre y, por tanto, se halla ahora en su
estadio primero de forma o "mineral", por lo que en
nuestras operaciones nos encontramos limitados a
las formas, a los minerales. Por ello, si bien
podemos imaginar maneras o medios de trabajar las
formas minerales de los tres reinos inferiores,
apenas si podemos hacer algo o nada en los
cuerpos vivientes. Podemos ciertamente injertar un
árbol con una rama viviente, o llevar una parte
viviente de un animal al hombre, pero en realidad no
es con "la vida" con lo que estamos trabajando sino
con la forma únicamente. Esto debe quedar bien
grabado, indeleblemente. Crear la vida está más allá
del poder del hombre, y así será hasta que su mente
no se desarrolle y se convierta en
una estructura ciertamente viviente.
En el Período de Júpiter, hasta cierto punto, la
mente se vivificará, y el hombre podrá imaginar en
ese entonces formas que vivirán y crecerán como
las plantas.
En el Período de Venus, una vez que su mente haya
adquirido "sentimiento", podrá crear cosas vivientes
y sensibles, además de poseer capacidad para
crecer.
Y cuando obtenga la perfección, al final del Período
de Vulcano, la mente podrá "imaginar" la creación de
criaturas que vivirán y crecerán, sentirán y pensarán.
En concordancia con lo anterior, nuestra humanidad
actual tendrá a su cargo la oleada de vida que
comenzó su evolución en el Período Terrestre, la
que justamente anima ahora a los minerales. En
este momento estamos trabajando con ellos por
medio de la imaginación y dándoles forma, haciendo
con ellos barcos, puentes, ferrocarriles, casas,
ordenadores y aviones, además de vehículos
espaciales y otros sueños imaginarios.
Ya, en el Período de Júpiter, guiaremos la evolución
del reino vegetal, porque lo que, encontrándose
ahora en estado mineral, para entonces tendrá una
existencia análoga a la de las plantas: Lo haremos
de igual modo a como lo hacen en el presente con
las plantas los Ángeles. Nuestra mente se habrá
desarrollado de tal manera que no sólo tendremos
capacidad para imaginar formas, sino que seremos
capaces de animarlas dándoles vitalidad.
En el Período de Venus, los minerales de hoy
habrán avanzado un paso más, por lo que
deberemos dirigir a los animales de ese tiempo, tal a
como lo hacen hoy los Arcángeles con los animales
presentes, dándoles vitalidad y formas sensibles.
Y ya, en el Período de Vulcano, nuestro privilegio
consistirá en proporcionarles una mente germinal,
como los Señores de la Mente lo hicieron con
nosotros en la Época Atlante. Los minerales de hoy
serán la humanidad de dicho período, y nosotros
habremos pasado a través de estados análogos a
los recorridos por los Ángeles y los Arcángeles y
avanzado un poco más, pues alcanzaremos un
punto evolutivo superior al de los presentes Señores
de la Mente, pues nunca tiene lugar
una reproducción exacta en parte alguna, y sí en
cambio un perfeccionamiento progresivo debido a
los trazos hacia arriba y hacia adelante de la espiral.
El Espíritu Divino absorberá al Espíritu Humano al
finalizar el Período de Júpiter, al Espíritu de Vida a la
conclusión del Período de Venus, y a la Mente
perfeccionada – encerrando todo lo adquirido a lo
largo de los siete períodos, a la finalización del
Período de Vulcano.
Posteriormente surgirá un largo intervalo de
actividad subjetiva, durante el cual los espíritus
virginales absorberán todos los frutos del Período
Septenario de Manifestación habido. Pasado este
intervalo se sumergirán en Dios – de quien vinieron
– para re-emerger al alborear otro Gran Día, como
otros de sus Gloriosos Colaboradores, pues durante
la pasada evolución sus posibilidades latentes
habrán sido transmutadas en poderes dinámicos, y
habrán adquirido no sólo Poder de Alma sino Mente
Creadora como fruto de su peregrinaje a través de
la materia. Por tanto, habrán avanzado desde la
impotencia a la omnipotencia y de la nesciencia a la
omnisciencia.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

XXXI - ACERCA DEL CONOCIMIENTO DIRECTO


XXXI
ACERCA DEL CONOCIMIENTO DIRECTO

Ayudas de que dispone la humanidad

Toda persona interesada tiene a su disposición los
medios para poder investigar por sí misma todos los
hechos a que hemos ido haciendo referencia
anteriormente. Cualquier hombre o mujer puede
conocer por sí mismo las verdades relacionadas con
el peregrinaje del alma, la evolución pasada y el
futuro destino del mundo, sin necesidad de depender
de nadie. Por tanto, existe, naturalmente, un método
para ello que, de seguirlo de manera persistente,
puedan con él desarrollarse los poderes de un Dios.
Y si un buen artesano es sumamente escrupuloso
con las herramientas que usa o ha de usar, de igual
modo el Ego tiene a su disposición varios
instrumentos: un cuerpo denso, un cuerpo vital, un
cuerpo de deseos y una mente. Por lo que, y
obviamente, de su calidad y estado dependerá la
obra que pueda llevar a cabo para adquirir la
experiencia que persiga.
No olvidemos que el alma está aquí para adquirir
experiencias por medio de sus instrumentos, y los
distintos cuerpos y la mente son los que le
suministra cada nacimiento, y serán buenos, malos o
indiferentes de acuerdo con lo que se haya
aprendido en las experiencias pasadas para
construirlos. Pero sin duda, antes de dar comienzo al
trabajo de nuestro propósito, es lógico que hayamos
procedido a "afilar" nuestras herramientas, a
ponerlas a tono para la finalidad que perseguimos: la
unión y equilibrio entre el Yo Superior y el Yo
inferior, las dos polaridades, la masculina y la
femenina; en una palabra, la consumación
del matrimonio místico entre el triple espíritu (fuego)
y la quintaesencia de su reflexión en la materia o el
triple cuerpo (agua)
Hay tres grados para tal conquista espiritual y tres
son las ayudas al efecto. La primera ayuda es
la Religión de Raza, mediante la cual podremos
dominar el cuerpo de deseos, preparándolo para la
unión con el Espíritu Santo. Su expresión podemos
apreciarla en el Día de Pentecostés, pues como el
Espíritu Santo (Jehová) es el Dios de Raza, todos
los idiomas son dados por Él, cosa que llevaron a
cabo los apóstoles, dado que sus cuerpos de deseos
habían sido suficientemente purificados para
producir aquella unión y despertar en sí mismos
dicha facultad (El conde de Saint Germain, una de
las últimas encarnaciones de Cristián Rosenkreuz,
fundador de la Orden Rosacruz, hablaba todos los
idiomas, por lo que todos aquellos a quienes él
dirigía la palabra creían que era de la
misma nacionalidad que ellos. También él había
realizado la unión con el Espíritu Santo)
La segunda ayuda que la humanidad tiene a su
disposición en este momento es la Religión del Hijo,
la Religión Cristiana, la cual tiene por objeto la unión
con Cristo mediante la purificación del cuerpo vital.
"Hasta que El Cristo no nazca de vosotros…", dice
San Pablo. El cuerpo vital se construye mediante la
repetición, su palabra-clave, pues mediante ella se
crea y consolida la memoria. Los Guías de la
humanidad, pretendiendo dar ayuda inconsciente
por medio de ciertos ejercicios, indicaron la oración
como medio de producir pensamientos dulces y
puros destinados a elaborar y mejorar el cuerpo vital,
por lo que recomendaron que "oraran sin cesar".
Cristo mismo dio a la humanidad una oración que,
cuan Él mismo, es única y universal a un tiempo: el
Padrenuestro. Puesto que ya ha sido explicada más
arriba, únicamente remitiremos a ella.
Si las Religiones del Espíritu Santo (Jehová)
o Religiones de Raza, tuvieron por objeto la
elevación del género humano por medio del
sentimiento de pertenencia a un grupo determinado,
ya familiar, de tribu o nación, el propósito de la
Religión del Hijo tiene como misión elevar aún más a
la humanidad, hasta formar una Fraternidad
Universal compuesta por individuos separados y
libres.
La tercera ayuda consistirá en la Religión del Padre,
que consistirá en la eliminación de toda
separatividad mediante la inmersión en el Uno, así
que ya no habrá más "yo" ni "tú", puesto que, en
realidad, todos seremos uno. Sin embargo, esto no
ha de suceder mientras habitemos la Tierra física,
sino en un futuro estado en el que comprenderemos
nuestras unidad con todo, y teniendo cada uno
acceso a todos los conocimientos adquiridos por
cada individuo en particular. Tendrá similitud a como
una sola faceta de un diamante tiene acceso a toda
la luz que se filtra por cada una de las demás
facetas, y siendo una con ellas, si bien limitada por
líneas que le dan cierta individualidad "sin
separatividad". Así también el espíritu individual
retendrá la memoria de sus experiencias
particulares, si bien dado a los demás a un tiempo
los frutos de su propia e individual experiencia.
Por tanto, éstos son los medios por los que a la larga
se purifican los diferentes cuerpos de la humanidad,
pero, en cualquier caso, el aspirante al conocimiento
superior trabaja conscientemente para alcanzar esos
fines, por métodos bien definidos y de acuerdo con
su constitución.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

Educación Esotérica



Educación Esotérica

Ciertamente, en la mayoría de las personas la mayor
parte de la fuerza creadora que legítimamente puede
usarse por los órganos de generación, es empleada
para la gratificación de los sentidos, por lo que muy
poca cosa puede ascender hacia arriba, tal y como
se indica en el diagrama 2.
Cuando el aspirante a la vida superior, a la vida
espiritual, comienza a dominar sus excesos y dedica
cada vez más su atención a pensamientos y
esfuerzos de naturaleza espiritual, el clarividente
educado puede ver ascender la fuerza sexual no
utilizada, siguiendo el sendero marcado,
atravesando el corazón y la laringe, o directamente
por entre el cuerpo pituitario y la glándula pineal
hacia el punto oscuro de la raíz de la nariz, donde el
más elevado espíritu, el Divino, tiene su asiento.
En alguien que esté buscando la iluminación siguiendo líneas
puramente intelectuales, la corriente sexual pasará
especialmente sobre la médula espinal, y
únicamente una pequeña parte seguirá el camino del
corazón. Por el contrario, en el místico, que más
bien "siente" antes que conocer, esas corrientes
seguirán con preferencia el camino que pasa por el
corazón. Por tanto, el temperamento del aspirante
resulta esencial. De cualquier modo, ambos están de
esta manera desenvolviéndose anormalmente y
cada uno de ellos tendrá que dedicar su atención a
desarrollar lo que antes descuidó, a fin de
complementarse plenamente. Por ello, el objeto de
los Rosacruces es dar enseñanzas que satisfagan a
ambas clases de aspirantes, si bien sus esfuerzos
principales se dirigen a la mente muy desarrollada,
puesto que su necesidad es la mayor.
Cuando el candidato ha vivido una vida
de valor espiritual durante cierto tiempo como para
establecer la corriente de fuerza espiritual hacia
arriba aludida, y se le encuentra apto y capacitado
para recibir instrucciones esotéricas, se le
proporcionan algunos ejercicios para poner en
vibración el cuerpo pituitario. Esta vibración hace
que este cuerpo choque y desvíe ligeramente la
línea de fuerza más próxima, la cual, a su vez, choca
con la próxima a ella, continuando así el proceso
hasta que la fuerza de vibración se agota.
Cuando por la vibración creciente del cuerpo
pituitario las líneas de fuerza han quedado
suficientemente desviadas como para alcanzar la
glándula pineal, entonces es cuando se realiza el
objeto perseguido, porque se habrá establecido un
puente entre ambos órganos. Se trata del puente
entre el Mundo de los Sentidos y el Mundo del
Deseo. A partir de ese momento la persona se hace
clarividente y puede dirigir su mirada a voluntad, por
lo que los objetos sólidos los podrá ver a un tiempo
por dentro y por fuera, y el espacio y la densidad, en
cuanto obstáculos para la observación, habrán
dejado de existir. No será un clarividente entrenado
o educado, desde luego, pero es clarividente a
voluntad, un clarividente de los voluntarios, acerca
de los que ya hemos hablado. La persona en quien
ya se ha construido ese puente, siempre estará
segura de poder ponerse en contacto con los
mundos internos, estableciendo o interrumpiendo a
voluntad la conexión con ellos. Ya no le será
necesario ponerse en trance o llevar a cabo algo
anormal para elevar su conciencia hasta el Mundo
del Deseo. Simplemente queriendo ver, ve.
El recién llegado, de todos modos, si bien es cierto
que ve, deberá aprender sin embargo a ver y a
discernir en el nuevo mundo, porque en el mundo
físico los objetos son densos, sólidos, y no cambian
instantáneamente. En el Mundo del Deseo, por el
contrario, cambian de la manera más fugaz e
inestable; de todos modos, las instrucciones del
Instructor, colocan bien pronto al discípulo desde un
punto tal que, aun cambiando la forma todo cuanto
quiera, podrá percibir la Vida que produce dicho
cambio, sabiendo por qué es, y ello a pesar de todos
los cambios que puedan producirse.
En consecuencia, el poder que permite a uno
percibir los objetos de un mundo, en ningún caso es
idéntico al de entrar en ese mundo y poder funcionar
en él. Así, y de esta forma, el clarividente voluntario
no debe engañarse, pues aun cuando haya recibido
algún entrenamiento y pueda distinguir lo verdadero
de lo falso en el Mundo del Deseo, prácticamente
está en la misma relación que un prisionero tras la
reja de la ventana que lo separa del mundo exterior:
puede verlo, pero no puede funcionar en él. Por
tanto, la educación o ejercitamiento esotérico no
solamente abre la visión interna del aspirante, sino
que, a su debido tiempo, se le dan ejercicios que le
suministrarán un vehículo en el cual podrá funcionar
en los mundos internos de una forma perfectamente
consciente.
Como cualquier información o instrucción esotérica,
ésta jamás se vende, pues ello no es más que el
resultado de haberse calificado el discípulo a sí
mismo para recibirla.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

Concentración



Concentración

Lo primero a conseguir es mantener los propios
pensamientos sobre un ideal y mantenerlos, sin
permitir que se desvíen de él. No es una tarea fácil,
pero resulta indispensable que se lleve a cabo en
alguna extensión antes de que pueda llevarse a
cabo algún progreso posterior. La fuerza del
pensamiento es el medio más poderoso para la
adquisición de conocimiento. Si se concentra sobre
un asunto, se abrirá camino a través de cualquier
obstáculo y obtendrá la resolución del problema. Si s
e posee la cantidad necesaria de energía mental, no
hay nada que esté más allá de la comprensión
humana.
La gente está pensando constantemente en otras
cien cosas distintas a que aquella que tiene entre
manos. Todo triunfo, todo éxito, se ha conseguido
por medio de la concentración persistente en el fin
deseado; por ello es algo que el aspirante a la vida
superior debe aprender positivamente a hacer. No
hay otro camino. Sin ella, es imposible obtener un
resultado fructífero o alentador. Este ejercicio de
concentración mental debe ser efectuado por la
mañana, al despertarse, relajándose y dejando que
el cuerpo no sienta molestias. Enseguida, tras
haberse despertado, es mayor la capacidad para
ponerse en contacto con los mundos internos que en
cualquier otro momento del día. Cuando el aspirante
puede formar imágenes sobre el ideal requerido,
consiguiendo mantenerlas allí, fijas, puede tratar de
hacerlas desaparecer súbitamente y mantener la
mente firme, sin pensamiento alguno, en espera de
lo que venga a ese vacío. Puede que durante largo
tiempo no aparezca nada, por lo que el aspirante
debe guardarse muy mucho de crearse visones él
mismo; pero si mantiene esa actitud puntual y
paciente todas las mañanas, un día vendrá sin duda
en que, en el momento de desaparecer aquella
imagen o imágenes, y en algo semejante a la
rapidez de un relámpago, se desplegará a su
alrededor el Mundo del Deseo ante su visión interna.
Podrá, no obstante, aparecer como una mera
vislumbre, pero será una vislumbre de lo que
inequívocamente ha de venir.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

Meditación



Meditación

Una vez que el aspirante al conocimiento directo ha
enfocado la mente durante un tiempo sobre un
objeto determinado, construyendo un pensamientoforma
viviente con la imaginación, ahora, y por
medio de la meditación, podrá aprender todo cuanto
se refiere a tal objeto.
Así, por ejemplo, si lo imaginado ha consistido un
melocotonero en flor, el aspirante podrá tratar de
pensar hacia atrás acerca de cómo se ha ido
construyendo aquella multitud de flores, cómo
primero aparecieron unas diminutas yemas y
lentamente se fueron abriendo entre las hojas para
llegar a adquirir una a una y todas juntas la maravilla
que ahora está contemplando; podrá procurar
asimismo y paso a paso el crecimiento de las hojas,
de los tallos del árbol, acerca del engrosamiento año
a año del tronco, incluso ir más atrás y advertir que,
tras ser puesta la semilla en tierra, el caparazón duro
se fue rompiendo para que poco a poco unas
raicillas fueran irradiando en la tierra para
expandirse, a la vez que un tallito, leve y tierno,
ascendía de entre el reino de la oscuridad al
encuentro con de la luz.
Una vez que nuestro aspirante al conocimiento
directo ha actuado conjuntamente a través de la
imaginación y la meditación, habrá
podido descubrir que tras las más
simples apariencias existen ignoradas y complejas
historias a las que normalmente no tenemos acceso
o bien pasan ante nosotros desapercibidas. Y se
habrá dado cuenta sin duda de que la aprehensión
de conocimiento es ilimitada.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

Observación y discernimiento


Observación y discernimiento

La valía de la observación es de primer orden. Haría
bien el aspirante a la vida superior procurar llevar a
cabo una observación meticulosa de las cosas que
le rodean, no de otra forma logrará disponer de una
memoria consciente y exacta para imaginar con
acierto aquello que desee. En todos los órdenes de
la Naturaleza la precisión es de suma importancia;
porque es cierto que vivimos, que pasamos por la
vida sin ver. De aquí que, ver y distinguir las cosas
con nitidez hasta en sus más mínimos detalles tenga
en sí trascendencia enorme no sólo a fin de deducir
conclusiones de los actos y poder cultivar el
razonamiento lógico, sino, y sobre todo, de cara al
segundo cielo, cuando allí debamos corregir líneas,
elementos o presuntas disfunciones encontradas en
nuestro cuerpo anterior y sea posible efectuarlo con
corrección, meticulosidad y exactitud.
Cuando se practica este método de observación es
de necesidad tener presente que sólo debe
emplearse para agrupar hechos y no con propósitos
de crítica malévola, ya que la crítica constructiva, la
que señala los defectos y el modo de corregirlos, es
la base de todo progreso personal o ajeno. Por el
contrario, la crítica destructiva constituye una úlcera
que por todos medios deberíamos intentar que
desapareciera de nuestras vidas, como asimismo las
meras charlas o conversaciones triviales, pues por sí
mismas devienen en obstáculos para el crecimiento
espiritual. De forma natural resulta obvio que la
crítica debe ser ejercida siempre con intención de
ayudar y no para molestar o agriar el carácter de
quien sea, sobre todo cuando hemos descubierto
una manchita sin trascendencia alguna, es decir,
cuando descubrimos la pajita ajena y no la viga
nuestra. En cualquier caso, no existe nadie que no
necesite mejorar. De ahí que, entre mejor sea una
persona, menos faltas apreciará en los demás, pues
se preguntará de inmediato que quién es ella para
arrojar contra nadie reprensión o piedra alguna.
Por tanto, si al apreciar el discernimiento apreciamos
una falta, hagámoslo sin el menor
sentimiento personal hacia el afectado e indicando,
si es posible, el medio de poderla corregir, buscando
en todos los casos "lo bueno" que suele permanecer
oculto, aunque sea de escasa o mínima relevancia.
Salvar a alguien de algún aspecto desagradable que
presente es señal de caridad envidiable.
Hemos visto, pues, que la concentración consiste en
enfocar el pensamiento sobre un solo objeto, y que
es el medio por el cual construimos una imagen
clara, objetiva y viviente de la forma sobre la que
deseamos adquirir conocimiento; y hemos visto que
la meditación es el ejercicio por medio del cual
seguimos la historia del objeto y nos ponemos en
relación con todos los detalles del mismo con
respecto al mundo en general.
Estos dos ejercicios mentales se refieren en la más
profunda manera imaginable a las cosas, por lo que
conducen a un estado - tocante al alma de las cosas
- más elevado, penetrante y sutil en cuanto a
desarrollo mental se refiere. Ese estado es el
denominado de contemplación.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *

Contemplación



Contemplación

A través de la contemplación no es necesario
imaginar o pensar para conseguir la información que
se desee, como ocurría en la meditación, pues en la
contemplación únicamente debe mantenerse el
objeto ante la visión y dejar que el alma de aquél nos
hable acerca de sí mismo. Normalmente se reposará
sobre el lecho no de forma abandonada o negativa,
sino estando muy alerta, en espera de la información
que con toda seguridad acudirá si hemos alcanzado
el grado de desenvolvimiento requerido. Entonces, la
forma del objeto parecerá que se desvanece, viendo
exclusivamente la Vida activamente, enseñándonos
todo lo referente al aspecto vital, de igual forma a
como la meditación nos enseñaba todo aquello que
se refería a la forma.
Por ello, bajo la contemplación, por ejemplo, de un
árbol, se perderá por completo la forma del mismo y
sólo será tenida en cuentas la Vida que, en ese
caso, consistirá en un Espíritu-grupo. Pero, para
añadido nuestro, podremos descubrir con asombro
que el Espíritu-grupo comprenderá además a los
diversos insectos que de él se alimentan, así como
que el parásito y su presa son emanaciones del
mismo Espíritu-grupo, dado que, entre más nos
elevemos en los reinos de lo invisible, menos formas
separadas y distintas encontraremos, al tiempo que
aprehenderemos que la Vida Una predomina por
completo, imprimiendo en el ánimo del investigador
el hecho real de que no hay sino la Vida Universal
de Dios en quien en realidad todos "vivimos, nos
movemos y tenemos nuestro ser". Por medio de la
contemplación encontraremos que los minerales, los
vegetales y el hombre – todos, sin excepción alguna
– no somos sino manifestaciones de Dios, hecho
éste que suministrará y pondrá las bases ciertas
para una fraternidad que lo incluirá todo,
absolutamente todo en el contexto de la creación. En
consecuencia, el ocultista "sabe" que, a pesar de
cualquier distinción aparente, fundada en
virtualidades de clases, razas o similares, etc., la
Vida Universal y Única es la que fluye sin cesar en
todas y cada una de las formas existentes.

*
del libro "Los Rosacruces" de Antonio Justel

* * *