humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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martes, 21 de septiembre de 2010

Énfasis excesivo sobre Aire y Fuego, la falta de Agua y Tierra


Énfasis excesivo sobre Aire y Fuego, la falta de Agua y Tierra


En el mejor de los casos este tipo representa a una persona idealista, de aspiraciones
y de pensamientos positivos, cuyas intenciones y motivaciones están por encima de todo
reproche.

Pero, su enfoque de la vida no es realista, por lo que les toca aprender a través de
duras experiencias y desilusiones.

Suelen descuidar las necesidades y los sentimientos que les podrían dar más
estabilidad y fuerza interior.

Sin embargo, tienen una marcada inclinación a estudiar los problemas inconscientes y
emotivos, y a cuidar de las necesidades físicas.

El peligro de este énfasis es que el individuo vivirá en su cabeza y en sus
aspiraciones, descuidando lo emocional y las necesidades físicas.

Por otro lado, este tipo posee un agudo sentido del humor, un enfoque optimista de la
vida u una marcada aptitud verbal. Puede resultar increíblemente creador, con ideas
armonizadoras y tener inspiraciones y planes con el impulso para ejecutarlos; mientras que el
problema de que las cosas se hagan realmente proviene del hecho de que estas personas no
tienen los pies en la tierra. En consecuencia, pueden llegar a expandir su energía hasta
agotarse.

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Curso de Astrología básico Página: 59 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

El desequilibrio de Fuego



El desequilibrio de Fuego


Si una persona tiene demasiado poco énfasis en los signos de Fuego, esto puede
manifestarse como una falta total de energía y una tendencia a no confiar en la vida misma,
pudiendo ser muy notoria una falta de alegría.

La persona carece de fe y de optimismo, siendo la confianza en uno mismo muy
pobre, a lo que hay que sumarle una falta de entusiasmo para afrontar las exigencias de la
vida.

A estas personas les lleva demasiado tiempo resolver cualquier problema de la vida,
pues los efectos psicológicos, provocados por una experiencia, tienden a demorase,
demorando, aún más, la acción provocada.

Para este tipo de personas es recomendable el ejercicio físico riguroso, ya que éste
estimula la energía ígnea. También deben ser muy vigiladas las dietas, en especial si la
persona además carece de Tierra, por lo que carecerá de la fuerza digestiva necesaria para
quemar los alimentos pesados y concentrados. Pero, tanto los ejercicios como las dietas
deben ser hechos con moderación.

Por otro lado un fuerte énfasis sobre Marte y el Sol pueden llegar a compensar en algo
este desequilibrio.

Demasiado énfasis sobre el elemento Fuego, puede manifestarse como “quemarse a
uno mismo”, dejando sólo una cáscara vacía, especialmente se abusa de las drogas y/o el
alcohol.

Estas son personas demasiado inquietas y activas, que pueden tener problemas en el
trato con los demás debido a la impulsividad, el egocentrismo y el deseo de actuar a toda
costa, resultando, además, insensibles y toscos con sus semejantes. Bajo aflicción se vuelven
salvajes, extravagantes y exageradas.

A pesar de lo cual, en el mejor de los casos resultan buscavidas que se motivan solos
y obtienen buen éxito.

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Curso de Astrología básico Página: 59 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

El desequilibrio de Aire



El desequilibrio de Aire


Las personas que tienen en su mapa poco énfasis sobre el elemento Aire están
inmersos en la acción, en los sentimientos y en los intereses materiales, pero no prestan
atención a las implicaciones de sus compromisos.

A estas personas les es difícil separarse de sus acciones personales, y es por eso que
a menudo se hallan cargadas de compromisos que no tienen en cuenta de antemano o de
faltas de satisfacciones en relaciones estrechas que brotan de su ineptitud para cooperar
efectivamente.

El elemento Aire, en cierto modo, resulta una cualidad unificadora que permite
ajustarse rápidamente a nuevas ideas y a diferentes clases de personas. Los que carecen de
este elemento van a tener dificultades para ajustarse y aceptar nuevas ideas, y, en
consecuencia, a nuevas personas. Existe una desconfianza innata hacia cualquiera que
pueda parecer demasiado intelectual.

Este desequilibrio se podrá compensar, hasta cierto punto, con un fuerte énfasis en
Mercurio.

Una armonización con Aire indica que uno podrá ver fácilmente las cosas en cierta
perspectiva, pero quienes carecen de esta armonización tienen dificultad para obtener una
perspectiva de sí mismos y no pueden reflexionar con facilidad desde un punto de vista
objetivo. Por regla general, estas personas no se analizan (a menos que Virgo esté
enfatizado) y raras veces son conocidos por sus facultades racionales y su modo de
expresarse.

A veces, si el sistema nervioso es débil, la falta de aptitud para ajustarse con facilidad
a las ideas nuevas podrá causar problemas psicosomáticos. Estas personas pueden llegar a
tener reacciones violentas si oyen una idea que no pueden asimilar mentalmente, o pueden
llegar a enfermarse físicamente.

Los que tienen demasiado énfasis sobre el elemento Aire tienen una mente muy activa
que deberá ser guiada y controlada. Si además hay un poco de Tierra o Fuego, sus ideas se
motivan y actúan, llegando a ser un aficionado a toda clase de curiosidades.

En algunos casos la mente puede llegar a desbocarse introduciéndolos en un mundo
imaginario, fuera de todo contacto con lo posible.

Con una disciplina mental apropiada, este tipo de personas podrán ser innovadores en
el mundo del pensamiento (la mayoría de los ganadores del Premio Nobel tuvieron el Sol en
un signo de Aire).

A menudo tienen aptitudes especiales para la coordinación de actividades con
diversas clases de personas.

Físicamente, pueden estar tan fuera de contacto con su cuerpo que permiten que su
mente se desboque con él hasta que éste termina totalmente agotado.

Es sistema nervioso está muy activo y es extremadamente sensible, por lo que agotan
su energía nerviosa muy rápidamente.

Un período de recuperación y meditación a diario es necesario para que el sistema
nervioso se recargue, impidiéndole llegar a un estado de extremo agotamiento. Otra cosa que
les puede resultar muy beneficiosa es tener periódicamente un cambio de escenario fuera de
su trabajo habitual y de sus obligaciones domésticas, para permitir que la mente salga de sus
profundas preocupaciones rutinarias.

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Curso de Astrología básico Página: 58 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

Énfasis excesivo sobre Agua y Tierra, la falta de Aire y Fuego


Énfasis excesivo sobre Agua y Tierra, la falta de Aire y Fuego

Las características más sobresalientes de este tipo de persona son gran profundidad,
serenidad y autoprotección en todas las actividades. Son muy trabajadoras y no se sientan
cómodos si no llevan alguna carga emocional o en su trabajo cotidiano.

También son muy consientes de las necesidades de sobrevivencia, de seguridad y de
la confianza de los demás en su solidez y recursos. De acá que gran parte de su energía sea
usada en un esfuerzo por mantener sus recursos, dando como resultado un gran apego al
dinero, los bienes, el trabajo, los hijos y otros factores de seguridad. Su apego a la seguridad y
a los valores más bien tradicionales se manifiesta, a menudo, en una fuerte adhesión a la
familia, el hogar y los deberes comunitarios.

El lado problemático de este tipo de personas puede entenderse cuando se ve que
suelen ser motivadas, principalmente, miedos, hábitos, condicionamientos pasados,
necesidades de seguridad, y otros factores inconscientes. Lo cual suscita una tendencia a
manejar a los demás a fin de satisfacer las propias necesidades de seguridad, estando
demasiadas apegadas al pasado y temerosas del presente y del futuro.

A menudo hay una falta vital de ideas, de fe y pensamientos positivos, y sus facultades
intelectuales y comunicativas están habitualmente sin desarrollar.

En el mejor de los casos, este tipo de persona se afirma en la realidad actual de la
experiencia cotidiana y enfrenta los problemas con gran fuerza y determinación interior.

En el peor de los casos pueden ser avaras, manipuladoras, codiciosas y, en última
instancia, estar profundamente frustradas en su necesidad de asumir algunos riesgos para
promover su propio crecimiento.

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Curso de Astrología básico Página: 57 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

El desequilibrio de Agua

Ondina

El desequilibrio de Agua

Demasiado poco énfasis sobre el elemento Agua puede manifestarse como serios
problemas emocionales. Estas personas suelan tener graves dificultades para introducirse en
sus sentimientos y en los de los demás. Pero, esto no significa que carezcan de sentimientos
o sensibilidad, sino que no poseen un contacto fuerte con esa parte de su ser. Perciben el
mundo de las emociones como si fuera un tierra extraña que encierra grandes peligros y
molestias.

En casos extremos la persona es fría, reservada y puede parecer insensible. Tales
personas se destacan por la falta de simpatía y raras veces tienen buenas relaciones
emocionales con los demás, pues tienden a desdeñar los sentimientos de los demás, siendo
incapaces de ver en los otros lo que no pueden percibir en ellos mismos.

En su intento por ser emocionalmente autosuficientes, niegan a menudo o por
completo su naturaleza emocional, lo cual podrá inducir una dependencia particularmente
inconsciente de los demás que expresan sus sentimientos.

También, una falta del elemento Agua se manifiesta como una desconfianza innata del
conocimiento intuitivo. Así, el principal problema emocional de estas personas es que no
confían en sí mismas, puesto que desechan con facilidad sus sentimientos como algo
fastidioso y sin importancia; no obstante, los sentimientos siguen influenciando, pero de
manera inconsciente.

Otra característica de este tipo de personas es que se resistirán a todos los esfuerzos
de los demás para sacarlas de su vacío emocional, mientras que al mismo tiempo hacen
gestos semiconscientes en procura de los demás, lo cual revela su aislamiento, su miedo y su
aflicción interior.

Una manera de equilibrar este desequilibrio es dejar que el aparentemente
interminable estanque de los sentimientos salga a la superficie, liberando así el dolor y el
sufrimiento acumulados que negaron durante toda su vida.

En el nivel físico una falta de agua se manifiesta casi siempre como una perturbación
física más bien grave, habitualmente debida a excesiva toxicidad. El elemento Agua es la
energía que limpia, cura y purifica, y los que carecen de él se van envenenando lentamente
por la acumulación simultánea de productos de desechos emocionales y físicos.

El hecho de que la energía de agua sea la fuerza que limpia y cura es evidente en la
gran preponderancia de los signos de Agua en los mapa de la mayoría de los sanadores
naturales.

Lo más indicado para estos casos es una purificación física y emocional, con una
constante vigilancia sobre la dieta y la realización de ayunos moderados. De esta manera se
pueden vencer mucho de los problemas y evitar la mayoría de los graves trastornos a los que
eventualmente conduciría tales intoxicaciones.

Por otro lado, los que tienen un énfasis excesivo sobre este elemento pueden sentirse
a la deriva sin timón, ni vela, ni remos, ni brújula, y por lo común influye sobre ellos con suma
facilidad cualquier viento que sople, ya que son muy impresionables y están a merced de
pautas emotivas sobre las que no tienen control. La mayoría de estas personas son
extremadamente sensibles a cualquier experiencia.

Si las emociones están totalmente fuera de control y si la persona funciona
habitualmente en un estado de aprensiva autoprotección, los miedos, las negativas pautas de
reacción y la timidez podrán desvitalizarlas con suma facilidad.

El hecho de que estas personas se sientan incapaces de imponerse a las tensiones en
su trato con el mundo exterior, puede llevarlas a recogerse en su vida interior y a escapar de
los desafíos de la vida.

Estas personas pueden llegar a enajenarse con emociones y sentimientos
contradictorios si no emplean su sensibilidad y empatía en un interés activo por los demás.

Con frecuencia demuestran unas pronunciadas aptitudes imaginativas y una
armonización natural con las realidades espirituales y ocultas.

Su dedicación aparentemente absoluta a una vida de auto sacrificio es a menudo
auténtica, pero en otras ocasiones esto es sólo un disfraz que oculta un egoísmo absoluto y
una pauta compulsiva de exigir que los demás les cubran sus exigencias interiores. A estas
personas generalmente las motivan anhelos de inseguridad que tienen dificultad en identificar,
y hasta que estos anhelos se aclaren bajo la plena luz de su conciencia no podrán ayudar a
otros, sino más bien actuarán siempre impulsivamente.

Más que con cualquier otro elemento, los que tienen demasiado énfasis sobre el Agua
tienden a irse a los extremos en su conducta, por lo que resulta muy difícil efectuar
generalidades que resulten ciertas para todas las personas de esta categoría.

No obstante lo cual, estas personas tienen la potencialidad (mayor que en otros casos)
para expresar con amplitud las supremas cualidades espirituales: amor, compasión, devoción,
etc.

En el nivel físico, un énfasis sobre el Agua está indicando que el cuerpo
constantemente está eliminando las toxinas, tanto físicas como emocionales. Pero la
eficiencia de este proceso de purificación depende de cuán consciente esté la persona de sus
necesidades emocionales.

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Curso de Astrología básico Página: 56 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

lunes, 20 de septiembre de 2010

El desequilibrio de Tierra


El desequilibrio de Tierra
Los que tienen demasiado poco énfasis sobre el elemento Tierra no se hallan
armonizados con el mundo físico, con el cuerpo físico y con las limitaciones y exigencias de la
sobrevivencia en el plano material. Les resulta muy difícil poder afirmarse en la concreción del
aquí y ahora de sus dependencias de cosas materiales como los alimentos, el dinero, el techo
y otras consideraciones prácticas. Estas personas terminan acostumbrándose a las arduas
necesidades que les demanda la realidad. Esta falta de contacto con el mundo material puede
hacer que la persona se sienta totalmente fuera de lugar en este mundo. Con frecuencia no se
adecuan a ningún lugar dentro de la estructura social, y tienen serios problemas en encontrar
un trabajo que les satisfaga para poder ganarse la vida.

Esta sensación de estar fuera de lugar en el mundo material induce a la persona a
buscar la experiencia directa con alguna dimensión de la vida que le parezca más real, como
estar activos en el mundo de la imaginación o perseguir una búsqueda espiritual a fin de
trascender las limitaciones del mundo material.

Como efecto beneficioso está el no aceptar limitaciones a lo que les es posible, tanto
espiritualmente como en los esfuerzos creadores, siempre y cuando hayan aprendido a
aceptar las exigencias fundamentales de la vida terrena.

Estas personas pueden beneficiarse cultivando conscientemente en sus vidas diarias
un programa regular, separando períodos definidos para comer de modo descansado, hacer
ejercicio y tener reposo suficiente. En otras palabras, aceptando conscientemente las
limitaciones del mundo físico van a poder dominarlo y hacer uso de la energía sustentadora de
Tierra.

Otro modo de compensar el lado problemático de este equilibrio es tener fuertes
aspectos a Saturno.

Las personas con demasiado énfasis sobre el elemento Tierra tienden a confiar en
demasía en las cosas materiales, pudiendo existir un interés obsesivo por las obras y dejar de
lado las ideas y emociones. Además de lo cual poseen una marcada falta de imaginación.

A estas personas les resulta muy fácil perder las perspectivas de sus acciones (al
menos que tengan énfasis en el elemento Aire) así como las implicaciones últimas de sus
métodos operativos.

Con frecuencia puede haber un cinismo y un escepticismo particular en estas
personas. Un fuerte énfasis en Neptuno y/o en Júpiter podrá ayudarlas a encausar su
practicidad de modo de poder trascender las cualidades más negativas de este desequilibrio.

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Curso de Astrología básico Página: 54 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay

Los elementos en la interpretación



Los elementos en la interpretación
Al enfocarnos sobre los elementos estamos tratando con las energías específicas de la
vida en funcionamiento.

Tradicionalmente a los elementos se los divide en dos grupos:

· activos y auto expresivos (Aire y Fuego)

· pasivos y auto-represivos (Tierra y Agua)

Por lo que, los signos de Agua y Tierra son más auto-represivos que los de Fuego y
Aire, en el sentido que viven más dentro de sí mismos y no se permiten proyectar sus
energías esenciales hacia fuera sin antes no tomar mucha cautela y previsión. Los signos de
Fuego y Aire son más auto expresivos ya que siempre están derramando su energía sin
reserva: los signos de Fuego mediante acción directa, y los de Aire mediante interacción
social y expresión verbal.

Todo individuo lleva consigo a los cuatro elementos, ya que son éstos los que hacen a
la condición humana.

Sin embargo, al observar una carta natal, no siempre encontramos que estos
elementos se hallen en equilibrio, o sea que los cuatro estén acentuados en proporciones
similares. Los elementos que carecen de énfasis indican reinos específicos de la actividad con
los que uno no está conscientemente en contacto, por lo que son precisamente estos
elementos los que nos están revelando una armonización que deberá cultivarse y
desarrollarse conscientemente a fin de que la persona gane experiencias en dicho campo.

Por el contrario, los elementos que más recalcan en un mapa natal relacionados con la
ubicación planetaria y con el elemento del Ascendente indican las energías y cualidades
principales con las que dicha persona está armonizada conscientemente. Estos elementos
dominantes nos están mostrando cuales son las energías que la persona utiliza más
fácilmente en su vida cotidiana, lo mismo que en qué reinos de la experiencia podrá participar
natural y espontáneamente.

Al analizar el desequilibrio marcados por los elementos es muy común encontrar la
raíz de un problema particular que hubo de inquietar a la persona durante toda su vida (ya sea
consciente o inconscientemente), a partir de lo cual la incrementada consciencia de su
desequilibrio innato podrá ayudarle a cultivar un contacto significativo con áreas de
experiencia que antes le fueron ajenas. Naturalmente, uno no podrá cambiar su propia
armonización simplemente a través del análisis y la discusión del problema, pero podrá
empezar a darse cuenta de que hay campos de la actividad y tipos de personas que pueden
enseñarle a entrar en contacto con dichas energías.

De modo parecido, quienes tienen un énfasis excesivo sobre un elemento particular
del mapa natal tienden a sobre valorar ese reino de la experiencia, en detrimento de su
potencialidad respecto a la totalidad.

Por lo que, el equilibrio de los elementos debe considerarse más como una pauta de
ulterior crecimiento que como un factor limitante de la auto expresión plena.
Al analizar un mapa en término del equilibrio de los elementos, el elemento más
dominante es habitualmente (pero no siempre) el del signo del Sol. Segundos en importancia
están los elementos del Ascendente, la Luna y Marte. Luego vienen los elementos de Venus
y Mercurio, seguidos por Júpiter y Saturno. Los elementos de Urano, Neptuno y Plutón
tienen muy poca importancia, aunque indican algunos factores inconscientes.

Se debe tener en cuenta, además, que el elemento en que se encuentra el regente
del Ascendente, lo mismo que el elemento en que se encuentra el regente del signo solar
(o sea quien está dispositando al Sol), ya que reciben énfasis complementarios.

Ejemplo: si en un mapa natal, Escorpión está en el Ascendente, el elemento de su
regente, Marte, recibirá más énfasis, pero no el de su co-regente, Plutón.

El elemento del Ascendente es de tal importancia en el poder de armonización que
uno debe considerar a dicho elemento especialmente acentuado. Por ejemplo: alguien con
libra en el Ascendente y con Venus en Cáncer, pero sin otros planetas en los signos de Agua
sería fuertemente influido por –y expresaría muchas cualidades de- las cualidades asociadas
con el elemento Agua. En tal caso la persona sería motivada por necesidades emocionales,
por el impulso de expresar sentimientos, mezclados con la naturaleza simpática de Cáncer.

Por lo que podríamos decir que el elemento del regente del Ascendente nos indica los
primordiales impulsos motivadores del individuo, conocimiento este que fácilmente podría
perderse si sólo se suma la cantidad de planetas de cada elemento y se les da igual peso al
determinar la armonización dominante de los elementos.

Como último punto veremos un ejemplo de la fuerza del elemento del Planeta que
disposita al Sol: en un mapa natal tenemos el Sol, la Luna, Venus Urano, Júpiter y Mercurio,
todos en el signo de Aries; por lo que cabría suponer que esta persona poseería notorias
características del elemento Fuego. Sin embargo, el regento de Aries, Marte, se halla en
Piscis, siendo el único Planeta en signo de Agua. El hecho de que el dispositor de todos los
planetas de Aries esté en un signo de Agua, modera la expresión del ígneo impulso de Aries y
matiza la auto expresión de dicha persona con una sensibilidad que no se encuentra
habitualmente con tantos planetas en Aries.

El elemento del signo del Sol revela dónde está arraigada la consciencia, con que
reino de la experiencia la persona está armonizada y de que campo de actividad y de su ser
deriva la energía que principalmente lo mueve. Así, los signo de Tierra se afirman en el mundo
material y en sus consideraciones en torno a la producción en el mismo, lo cual es
considerado mucho más real que cualquier otro aspecto de la vida; los signos de Agua viven
en sus sentimientos, siendo su estado emocional el que determina su conducta más que todo
lo demás; los signos de Aire viven en el reino abstracto del pensamiento, y para ellos un
pensamiento es tan real como cualquier objeto material; y por último, los signos de Fuego
viven en un estado de actividad muy excitada e inspirada, y mantener ese estado del ser es
crucial para que estén sanos y felices.

Otro modo de expresar el profundo significado del signo solar es ver en él la fuerza
interior básica que motiva todo lo que hacemos:

- los signos de Tierra son motivados por sus necesidades materiales,

- los signos de Agua por sus anhelos emocionales,

- los de Aire por sus conceptos intelectuales, y

- los de Fuego por sus inspiraciones.

Si descuidamos recargar nuestra energía básica del signo del Sol (lo mismo que las
energías indicadas por la ubicación elemental de los otros Planetas y del Ascendente), nos
volveremos más irritables y vulnerables a los trastornos físicos y psicológicos, al tiempo que
nos sentiremos más agotados. Esto se debe a que el elemento del signo del Sol está
indicando, como ya vimos, nuestra energía más primordial.

En otras palabras el elemento del signo del Sol es la fuente de nuestra vitalidad
básica, y la energía que nos permite revitalizarnos a fin de superar las tensiones y exigencias
de la vida diaria.

Por tal motivo, los signos de Tierra necesitan asumir deberes y obligaciones
materiales, ya que los desafíos para imponerse al mundo estimulan sus energías y alimentan
su necesidad de expresarse a través de la realización práctica. También pueden recargarse

mediante el trato con otras personas con énfasis en el elemento Tierra. Los signos de Agua
necesitan tratos con otras personas de Agua o un intenso compromiso emocional con cuanto
están haciendo. Los signos de Aire sienten la necesidad de una relación regular con otras
personas de mentalidad afín, de compromisos sociales que les permitan canalizar la expresión
de sus ideas, o un tipo de trabajo que les dé libertad y estímulo intelectual. Los signos de
Fuego requieren el compromiso con otras personas de Fuego, o con un tipo de trabajo que
sea físicamente exigente y activo.

También se puede armonizar conscientemente con la energía necesaria cultivando
íntimo contacto físico con ese elemento. Por lo que, los signos de Tierra toman energía de la
tierra, los del Agua del contacto con el agua, los de Aire toman su energía del aire, y los de
Fuego la toman del Sol y de la actividad física. Así, uno puede aprovechar el contacto con el
elemento del signo del Sol para revitalizarse y recuperarse del impacto desvitalizador de las
exigencias de la vida diaria, sobre todo si éstas implican que nos “movamos fuera” de nuestro
elemento solar.


Por último, cabe mencionar precisiones de Paracelso, médico y astrólogo medieval,
que derraman luz sobre cómo podemos trabajar con estas “fuerzas” llamadas elementos.

Por
aquellos tiempos, a las ondinas se las consideraba los espíritus del agua, y Paracelso
expresaba que se las debía controlar con firmeza, con lo que se representaba que las
personas de Agua debían ser firmes consigo mismas, y que dicha firmeza es el mejor modo
de tratarlas cuando sus emociones están fuera de control. A los espíritus del aire, los silfos,
se los podía controlar mediante constancia, ya que para los signos de Aire es difícil concretar
un compromiso con una resolución determinada, pero éste es precisamente un paso muy
importante en su evolución. Los espíritus del fuego son las salamandras, y se las puede
controlar principalmente mediante la placidez, expresando, así, que si los signos de Fuego
pudieran aprender a aceptar con calma la vida, evitarían muchas tensiones y derroche de
energía. A los espíritus de la tierra, los gnomos, se los debía controlar mediante jovial
generosidad, la cual no es una cualidad que se encuentre con facilidad en los signos de
Tierra, por lo que estas personas se beneficiarían bastante de cultivarla.

Como vimos, el estudio de los elementos nos muestra como podemos vivir mejor con
nosotros mismos y con los demás, satisfacer nuestras necesidades y revitalizar nuestro
campo de energía.

Puntos a tener en cuenta al estudiar la armonización de los elementos

Elemento del signo solar (impulsos motivadores inconscientes).

El elemento del Ascendente.

El elemento en que se encuentra el regente del Ascendente (principales impulsos
motivadores conscientes)

El elemento en que se encuentra el Planeta que disposita al Sol.

Elemento de la Luna, Marte, Venus y Mercurio.

Elemento de Júpiter y Saturno.

Elementos en que se encuentran Urano, Neptuno y Plutón.

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Curso de Astrología básico Página: 53 - Fraternidad Rosacruz Max Heindel del Uruguay