CARTA Nº 92
Julio de 1918
EL PROPÓSITO DE LA GUERRA
Y NUESTRA ACTITUD HACIA ELLA
De vez en cuando algunos estudiantes domiciliados en distintas partes del mundo nos preguntan cuál debe ser su actitud hacia la guerra y cuál es el propósito que persigue desde el punto de vista espiritual. Como contestación diremos que ya hemos indicado en varios artículos los puntos de las enseñanzas Rosacruces referentes al objeto de la guerra, esto es: "el hacer volver al mundo los ojos hacia Dios en busca de consuelo en
su dolor y en procurar el romper el velo que existe entre el mundo visible y los invisibles, mediante su ayuda prestada a una cantidad considerable de hombres para adquirir la vista espiritual y el comunicarse con aquellos que han pasado al más allá".
Pero aunque las explicaciones que allí se han dado han satisfecho a muchos estudiantes ocultistas en cierto sentido, hay otros que no lo quedaron igualmente y éstos necesitan
algo más directamente relacionado con las condiciones actuales. En cuanto a éstos podemos dirigirles hacia el folleto numero 13, de la serie Interpretación Rosacruz del
Cristianismo, titulado "Los Ángeles como factores en la evolución", donde se detalla el modo en que los negocios humanos van guiados por los Ángeles y Arcángeles, quienes
actúan como espíritus familiares y raciales, produciendo la subida y caída de las naciones según lo requiere la evolución de los distintos grupos de espíritus confiados a
su custodia.
Como un final intento de satisfacer a nuestros estudiantes acerca de tan vital asunto les enviamos con esta carta una lección titulada "La filosofía de la guerra", enfocada su
actuación hacia las condiciones actuales. Confiamos que en ella encontrarán todos la explicación conveniente y necesaria y les ayudará para comprender lo que lleva envuelto en si este flagelo, para que de este modo puedan facilitar su cooperación para terminar la lucha tan pronto como sea posible y asegurar la paz que todos tan ardientemente anhelamos.
Pero debemos comprender que no habrá paz segura y permanente hasta que el militarismo haya recibido tal golpe que no le deje levantar cabeza otra vez en un tiempo
largo. Mucha gente confía que esta será la última guerra y por nuestra parte deseamos que sea así. Los hombres piensan igual que cuando Napoleón y sus hordas desangraron
a Europa hace cien años, pero el tiempo ha demostrado que tales esperanzas eran vanas.
La paz es una cuestión de educación e imposible de conseguir hasta que hayamos aprendido a obrar caritativa, justa
y abiertamente los unos con los otros, tanto nacional como individualmente. En tanto que continuemos fabricando armas la paz no podrá establecerse. Debe ser, pues, una
finalidad de nuestra actuación la de hacer cuanto sea posible para la abolición del militarismo en todas las naciones y el establecimiento del principio de arbitrar las
diferencias y dificultades que se presenten.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
*
*
* *
No hay comentarios:
Publicar un comentario