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miércoles, 24 de diciembre de 2014

El Bazo (tercera rosa) - en you tube -



El Bazo (tercera rosa)


Es la más voluminosa de las glándulas de secreción interna y se encuentra al final del lado izquierdo del estómago, entre éste y el diafragma. Tiene forma de alubia y su color es de un profundo rojo azulado. Pesa generalmente entre 140 y 170 gramos, y mide alrededor de 12, 5 cm. de longitud por 7,5 de anchura. El bazo es esponjoso, blando y frágil, y se mueve con cada respiración; se dilata siempre durante la digestión y está alimentado por la arteria esplénica, vaciando sus venas en la vena porta, la cual descarga, a su vez, su contenido en el hígado. Es una glándula que aparece en el feto en torno a la quinta semana semejando una condensación localizada en el mesodermo o lámina media del embrión; la membrana del peritoneo la recubre casi por completo, al tiempo que se encuentra sostenida por sendos pliegues de la membrana citada; se encuentra revestida por una membrana externa, fibrosa, y otra interna, elástica y también fibrosa. Su secreción se llama hemolisina, la que, además de controlar la construcción de la sangre, es un factor de primer orden en la estimulación del movimiento intestinal. (en algunos casos de constipado crónico, la curación ha sido posible mediante su uso)


El bazo, además de ser el productor de los corpúsculos blancos de la sangre la abastece de hierro, ejerce una influencia determinante sobre el sistema nervioso (pues le envía la fuerza solar que recoge) y ayuda a que se lleve a cabo la digestión. Si el bazo es extirpado no tiene consecuencias fatales, tal cual ocurriría si faltasen las suprarrenales. Cuando el bazo desaparece su trabajo físico es sustituido por el de las células linfáticas, las cuales habrán sufrido un previamente un hipercrecimiento. La energía del sol recogida por el bazo es enviada al plexo solar, aquí especifica el éter recogido de la sangre y, como si de un fluido se tratara, lo bombea, por así decirlo, a través de los nervios, vivificándolos y permitiéndoles enviar las impresiones recogidas del mundo exterior hacia el cerebro.


Con todo, en el bazo tiene el cuerpo de deseos un asidero, por lo que produce en él los corpúsculos blancos, destructores del sistema. Por medio de la sangre son diseminados por todo el cuerpo físico, atraviesan las paredes de las arterias y las venas ante cualquier daño de ambas, de manera especial en los accesos de ira, y forman sedimentos de materias terrosas que enervan y matan el vehículo físico. No olvidemos que, si el cuerpo vital es el encargado de dar vida al cuerpo, el cuerpo de deseos es quien se encarga de someterlo a una destrucción constante, y que de esta lucha obtenemos nosotros la conciencia. 

Los corpúsculos blancos, a diferencia de los rojos, disponen de núcleo, tienen forma irregular y poseen un movimiento semejante al de una ameba. Su formación es la siguiente: los pensamientos de pesar, el temor y la ira son como muros interpuestos que afectan a la evaporación del bazo, por lo que el cuerpo deseos, aprovechando la oportunidad, forma una partícula de plasma, la cual se convierte en base de un corpúsculo blanco; ésta base, a su vez, es aprovechada por un pensamiento elemental, el cual, formando un núcleo, toma cuerpo en él. A partir de ese momento el elemental comienza a vivir una vida de destrucción en connivencia con los productos de desecho y acometiendo a todo cuento encuentra a su paso. Téngase en cuenta que un elemental es una creación maligna creada mediante el pensamiento o el sentimiento, y que, al tomar plaza en un número elevado de corpúsculos blancos, éstos no sólo acrecentarán cualquier enfermedad, sino que pueden lograr que el Ego sea privado en todo o en parte del dominio de sus vehículos. La tragedia espiritual, en consecuencia, puede ser de magnitud desmesurada.

de "7 Rosas" de Antonio Justel

e you tube, desde aquí

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